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^^ Sac . Rom . liiip .
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CONVERSACIONES
CRITICAS
SOBRE
EL LIBRO INTITULADO
ARTE DEL ROMANCE
CASTELLANO ,
publicado por el Keverendisimo Padre
Benito de San Pedro de la
Escuela Fia , &c.
RECOGIDAS
POR
EL Lie. DON ANTONIO GOBEYOS,
Opositor que fué á las Carhedras de Huma-
nidad de la Universidad de
Salamanca.
Tratase en ellas de muchos f untos en de-
fensa de la verdadera Gramática Cas-
tellana , y de Uros no menos gustosos que
instructivos. _ tjkT^
CON LICENCIA. \S^ »
K\e^^
h N MADRID.
En la Imprenta de D. antonio D£ Sancha ,
M. DCC. LXXX.
mt^ •-•«■
AL excelentísimo
Señor Director
DE LA REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA.
=)^I VEx. no hubiera
dado tantas pruebas
de ser Protector de
=X toda clase de Litera-
tura , no se atrevería mi corte-
dad á presentarle estas conver-
saciones CRITICAS, sobre un
Libro , que se ha introducido
como de contravando en la
República de las letras con el
pomposo , Y redundante título
de ARTE DEL ROMANCE CASTE-
LLANO. Suplico á VEx. se sir-
a 2 va
va admitirlas con la benignidad
natural que acostumbra; y que,
quando lo permita el grave cú-
mulo de sus cuidados , exercíte
la Paciencia en darlas una vista;
porque aunque VEx. me dirá :
Ntilhim a labore me reclinat otíum:
iirget diem nox , et dies noctem •
yo daré á VEx. la razón, siem-
pre que me conceda la certi-
dumbre de aquella sentencia ,
que dice :
Otia Corpus alunt , anlmusque
pascitur illis :
Immodicus contra carpit u-
trumque labor.
Sea como fuere , tengo la
satisfacción de que no puede
dexar de divertir á VEx. la A-
nathomia ( que generalmente
he
he procurado hacer en mis CON-
VERSACIONES ) de una Obra
que se compuso de pedazos de
escritos ágenos ; de una mezcla
de voces Castellanas antiguas y
modernas ; de muchas frases 1-
talianas, y Francesas, en que
se dan varias reglas contrarías á
nuestra Gramática , y Ortogra-
phia 5 y aun entre si mismas ;
de juicios voluntarios sobre el
mérito de algunos Autores, en-
salzando á unos , y abatiendo á
otros , como si el que lo es del
ARTEDEL ROMANCE CASTELLA-
NO tuviese entero conocimien-
to , y dominio absoluto sobre
todos ellos.
A la verdad, Señor Excelen-
tísimo , el ARTE DEL ROMANCE
CASTELLANO es un admirable
Phe-
Phenómeno literario^ qae des-
lumhra en lugar de alumbrar á
la Juventud ; porque atropello
el uso , la costumbre , y los Es-
tablecimientos de la Real Aca-
demia Española, cuya mira no
es otra que la de limpiar , fixar,
y dar esplendor á nuestro a-
bundantisimo Idioma; y por lo
mismo es muy notable que pre-
tenda darnos reglas en él un
Autor , que sobre no tener fa-
cultades para ello , tampoco ha
penetrado la muchedumbre de
frases y y sales faceciosas de
nuestro lenguage Castellano.
Concluyo , Señor , certifi-
cando á VEx. que en mis con-
versaciones descubro con,
bastante claridad , que el arte
DEL ROMANCE CASTELLANO CS
obra
obra inútil , y dañosa á los pro-
gresos de la enseñanza pública.
Es INÚTIL porque su Autor la
ha formado , copiando quasi
literalmente laPaleographia del
erudito Andrés Burriel ^ que se
piiblicó á nombre de Esteban
Terreros en la Traducion del
Espectáculo de Li Naturaleza ;
la Gramática Castellana de D.
Benito Martínez Gayóso , y o-
tras obras buenas ^ y comunes
que andan en manos de todos;
sin descubrirse otra cosa de co-
secha propia , que el trabajo
manual de haberlas vuelto lo
de abajo arriba ^ para encubrir
el PLAGIO y y que parezca ori-
ginal á los poco prácticos en
la materia. Es , 6 puede ser da-
ños A á la enseñanza pública ,
por-
porque el Autor pretende con-
tra la naturaleza, que la Juven-
tud empiece á estudiar la Gra-
mática por donde se debe aca-
bar ; mezclando la Latina con
la Castellana , y sugeriendo o-
tras ideas confusas , y opuestas
entre si , capaces de ofuscar no
solo á los que principian , sino
aun á los medianamente ade-
lantados en aquella Facultad.
EX^^^ SEÑOR.
B. L, M. de VEx. su atento y obligado
servidor
Don Antonio Gohyos,
PRO-
PROLOGO.
r)^ESPUEs que se esparcie-
ron en esta Corte algunos
exemplares impresos de
y^ un Libro intitulado :AR-
'^ TE DEL ROMANCE
CASTELLANO , dispuesta según
sus principios generales , i el uso de los
mejores Autores por el Padre Benito
de S. Pedro de la Escuela Fia, impre-
so en Valencia por Benito Monfort,
año 1769 en octavo gordo , tuve la
curiosidad de oir la variedad de
juicios que formaban sobre esta obra
hecha de contravando , los que en -
tienden de la materia. Uno de ellos,
que tenia noticia del titulo del Li-
bro , dixo con grande exclamación:
Gracias al Padre de las Musas , que
ya tenemos Arte para hacer roman-
ce CASTELLAíio ! Me alégro por vi-
da de Euterpe , de que se haya pues*
A to
II
to emienda en esto de Romance Cas-
tellano , jv de que se sofrene la libertad
que hasta aqui han tenido los Auto-
res de Coplas , o sean Romances de
ciego. Otro , que tampoco habia vis-
to el Libro , y solo tenia noticia
del titulo , dixo : Me parece bien que
se dé un buen Arte de hacer Ro-
mances ; porque aunque no hay cosa
mas fácil que hacer un Romance ,
como dice el eruditísimo Rengifo , {^)
tampoco hay cosa mas dificultosa , si
ha de ser qual conviene. Lo que cau-
sa la facilidad es la composición del
metro , que toda es de una Redondi-
lla multiplicada , en la qual no se
guarda consonancia rigurosa , sino
asonancia entre segundo , y quarto
verso ^porque los otros dos van suel-
tos, La dificultad está en que la ma-
teria sea tal , y se trate por tales
términos , que levante , mueva , y sus-
penda los ánimos ; y/ si esto falta ,
co-
^ Arte Poética pag. ^f^.
III
como la asonancia de suyo no lleva eí
oído tras sí , no se qué bondad fue-,
de tener el Romance, Con todo esto
( prosiguió ) vemos que se escriben é
imprimen Romances Castellanos los
mas de ellos tan lastimosos , que da
vergüenza leerlos ; y lo feor es , que
no tan solo perjudican a la gente vul-
gar que los lee , y suele aprenderlos
de memoria , sino que abaten la Len-
gua Castellana , la qual , bien usada,
es capaz de suspender el animo , jk
mover todos los afectos ( del mismo
modo que lo hadan en sus lenguas
vulgares Cicerón , Demostenes ,y otros
Oradores , y Poetas ) ya sea en el
verso vulgar que llamamos romance,-
h ya sea finalmente en otra qualquier
clase de metros , h ver sos ^ castellanos.
Lo mismo que digo del verso debe enr
tenderse de la prosa ; y asi , lo dicho
dicho , me alegro de que tengamos un
Arte del Romance Castellano. ;,)
Otros creyeron que el ^rte de
Romance sería algún Arte Poética^
aumentando las de Rengifo , Luz^n^
A 2 Cas^
IV
üascales , Carballo , Patón , &c. Pe-
ro después que registraron y leyeron
aquella obra , se quedaron pasmados,
como quando se miran las pinturas
y sueños del Bosco , porque vieron
que €l ARTE DEL ROMANCE
no era ^rte Poética , ni calabaza ,
sino una copia violenta , é infeliz
de la Paleographia Española del Pa-
dre Andrés Burriel , publicada en
nombre del Padre Esteban Terreros
en la traducción del Espectáculo de
ia Naturaleza : un trastorno de la
Gramática Castellana de Gayoso , y
de otras obras buenas y comunes en-
tre nosotros. Finalmente , luego que
notaron el desbarate , y el artificio
de trastornar los pedazos lo de aba-
Xo arriba , lo de adentro afuera , y el
modo de zurcir los retales dé varios
colores , para ocultar el hurto lite-
erario , componiendo de todos una
obra de pura confusión , é inutili*
dad , prorrumpieron en varios des-
enfados , ó reniegos eruditos. Uno ,
^( hablando en derechura con el Au-
-cu./ ^ . tor
V
tor del Arte del Romance ) pronun-
ció con mucha vehemencia aquel
Adagio: (i) Naviget Anticyras ; en
donde puede tomar helehoro hasta con-
valecer. Otro finalmente , que estaba
encendido como unas brasas , se re-
frescó , acordándose de aquel Epi-
grama de Marcial (2) , que dice :
Scribere te , qu¿e vix intelligat ipse
Modestus ,
Et vix Claranus ; quid , rogo , Sexte^
juvat ?
Non leUore tuis opus est , sed A^ol-
Une , libris , &c.
Qiie traduxo el incomparable D.
Francisco de QLievedo y Villegas (j)
del modo siguiente : : .i
A 3 iQué
(i) Horacio lib. 2. Satyr. 3. v. 166.
(2) Martial lib. X. Eprigramm. XXI.
(3) En el Proemio a las Obras del Pa-
dre Maestro Fray Luis de León. En Ma-
drid , cti la Imprenta del Reyno , año de
1631.
VI
iQné aprovecha escribir lo que Modesto
Y Clarano entender podrán apenas ?
Supersticioso Sexto ,
No han menester lector tus libros , solo
Hanmenester por adivino a Apolo, &c.
- Sería obra larguísima el empeño
de referir en un lugar tan reducido
como el de éste Prologo , los dife-
rentes juicios , dichos , y sentencias
sobre el ^rte del Romance Castella-
no. Algunos estaban tan irritados ,
que no podían contener su justo eno-
jo contra el Autor. Acuerdóme de
un Licenciado , que estaba hecho
una furia ; y después de haber echa-
do sapos , y culebras por aquella bo-
ca , pronunció los versos siguien-
tes : (*)
Ma-
{*) Vhxár. lib. I. Fabul. XIV. FalaA^
vulgi judicium.
VII
Malu5 cum sufor inopia deperdltus
Medicínain ignoto faceré cocpisset loco ,
Et venditaret falso antidotiun nomine ,
Verbosis acquisivit sibi famam strophis.
Hic, cum jacéret morbo confectus gravi ,
Rex urbis , ejus cxperiendi gratiá.
Scyphum poposcit , fusfi dein simulans aquS
Antidoto miscere ¡Ilius se troxicum ,
Hoc bibere jussit ípsum , pósito praemio.
Tímore mortis ille tum confessus cst ,
Non artis ullá medicx se prudentíá ,
Verum stupóre vulgi factiim nobilem.
Rex advócala concione , hxc addidlt :
Quantx putatis esse vos dementiac,
Qui capita vestra non dubitatis crederc
Cuí calceandos nemo commisit pedes ?
Como yo soy un Gramático cha-
fallón , que apenas pude pasar de la
puente que llaman de los Asnos ,
pregunté al Licenciado : Qtié signi-
jícan esos versos ? Y él respondió : Ói-
galos V.m, en buen castellano a ,,Un
„ mal Zapatero consumido de po-
„ breza , habiendo comenzado a e-
5, xercer la Medicina en otro Lugar
„ estraño , y a vender un contravene-
„ no supuesto , adquirió fama con su
„ artificiosa habladuría. Aqui, hallan-
„ dose el Rey de aquella Ciudad
„ postrado de una grave dolencia ,
A 4 pa-
VIII
„ para experimentar sus alcances, pidió
5, un vaso : después echada agua en
„ él , fingiendo que mezclaba tosí-
„ go con aquel su contraveneno , le
„ mandó que lo bebiese , ofrecien-
„ dolé premio si lo hacia. El enton-
„ ees , por el temor de la muerte ,
,, confesó de plano que se habia he-
.„ cho Medico famoso , no por su
„ sabiduría en el Arte , sino por la
„ necia credulidad del vulgo. El
„ Rey habiendo convocado el pue-
,, blo , dixo : ¿qué locura pensáis ser
,, la vuestra , que no dudáis fiar vues-
5, tras vidas de un hombre , á quien
5, nadie fió el calzado de sus pies ?
Finalmente , unos decian que el
^rte del Romance era inútil . otros,
que era admirable , y de las mejo-
res en su especie : unos , que era ori-
ginal ; y otros que era una mala po-
pia de nuestros libros Castellanos ,
y aun hubo quien sospechó que los
borradores se hablan tomado d fur-
to del bufete del Señor Mayans , ase-
gurando que alli los habia visto. •
AI
IX
AJ íin , fué entre ellos tal h diferencia,
Que no se halló cabeza de Mosquito ,
Que no diferenciase en la sentencia ,
Siendo un conclave inmenso , y inünito;
Que de alli tuvo ser y dependencia
El dicho grave y antes inaudito ,
Que tantos pareceres diferentes
Tiene un Concilio,como tiene gentes. (*)
Hasta que tuve la fortuna de que
un amigo erudito me desengañó , y
sacó de la confusión , dándome no-
ticia de estas Conversaciones Criticas ^
que andaban en manos de algunos
curiosos. Di bastantes pasos para con-
seguirlas , y por fín se cumplió mi
deseo. Eran cinco quadernos ; y aun-
que estaban llenos de erratas del co-
piante bárbaro , los lei con impon-
derable gusto. La primera Conversa-
ción se reduce á probar que el Au-
tor
(*) Villax'icíosa, La Mosquea. Canto L
octav;^ XXIL
X
tor del Arte del Romance debió in-
titular su obra Gramática Castellaa
na , y jio Arte del Romance Caste-
llano,
La segunda es una defensa de la
verdadera y legitima Ortografía Cas-
tellana , ofendida por el Autor del
Arte del Romance con sus continuas
contravenciones al uso , y costumbre
de nuestros Autores , y á los Estable-
cimientos de la Real Academia Es-
pañola,
La tercera es una Demonstracion
clarísima de los trastornos hechos por
el Autor del Arte del Romance , de
la Paleographia Española del Padre
Esteban Terreros.
La quarta es otra Demonstracion
de los trastornos mismos literarios
hechos por el dicho Autor , de la
celebre Gramática Castellana de Doa
Benito Gayoso.
La quinta y ultima Conversación
se reduce a demonstrar clarisimamen-
te que las partes de la Gramática
Castellana son quatro : Ortographia^
Ety-
XI
Etymologia , Syntaxis ,jy Prosodia ; y
no cinco con la Analogía , que de
propia autoridad quiere establecer el
Autor del Arte del Romance.
Después de haber leido éstas Con-
versaciones Criticas , me picó la cu-
riosidad de saber quienes eran los
Autores , para lo qual no dexé pie-
dra por mover. En suma , vine á
penetrar parte de lo que deseaba ; es-
to es , que uno se llama Don An-
tonio Gohéyos , natural de la Aher-
guería en el Obispado de Salaman-^
ca , Opositor á las Cátedras de Hu>-
manidad en aquella primera Uni-
versidad , que reside en ésta Corte
retirado del trato humano , y dado á
la continua lección en todo genero
de literatura. El otro es un tal Don
Juan Antonio Zurréño , natural de la
Ciudad de Toledo , el qual , aunque
suele hacer el papel de bobo en las
Conversaciones , se conoce que sa-
be algo mas que rezar. No tengo la
fortuna de conocer i estos sujetos ,
ni ellos parece que apetecen ser co-
no-
xir
nocidos , porque aunque lo he soli-
citado por tercera persona , que les
hizo memoria de aquel lugar de
Qiievedo,(i) que dice:
Prenderante si te tapas ,
Pues Dios buen rostro te da ,
No te tapes , porque habrá
Al primer tapón zurrapas :
¿ Por qué tu cara solapas ,
Y la luz del Sol te ofende ?
Qiie el que esconde lo que vende
No crecerá su caudal :
y no lo digo por mal.
respondió uno de ellos con mu^
cha gracia :
¿ Sabes quien somos , mezquino ?
Lo que con los ojos veo ,
Con el dedo lo adivino.
Ya he cumplido con uno de los
oficios del Prologo ; ahora me íalta
un
(i) Quevedo Musa V. Letr. IX.
r
XTTI
Vn poco de habladuría , y observa-
ción sobre la bondad de las tales
Conversaciones Criticas ; y asi digo,
que uno de los buenos efectos de
ellas será desengañar á los que estuvie-
sen preocupados de las novedades
contrarias al progreso de la enseñan-*
za pública que desea establecer el
Autor del ARTE del Romance con
tanta autoridad , y con el mismo ma-
gisterio que si fuese un Padre de
Concilio , ó alguno de aquellos bien
barbados y venerables Patriarcas de
la HABLA que se descubren entre
los matorrales y malezas confusas del
Arte del ROMANCE GASTE-
LLANO. Asimismo abrirán cami-
no a los jóvenes para conocer el ar-
tificio literario del Arte del Roman-
ce ,-y quedarán en disposición de
poder señalar esto es bueno , aquello
es malo : esto toca a Terreros , esto
á Cay oso , y lo de mas allá á los
demás Autores desenquadernados por
el que lo es del Arte del Roman-
ce y para foniaar , digámoslo asi , la
ca-
XIV
capa de pobre de su obra. Además
de esto , conocerán las costuras dej[
referido Libro ; y luego que empie *
cen á descoserlas , hallarán que el
^rte del Komance Castellano es ua
montón de contradicciones é incon-
seqüencias , y en una palabra , ua
zurrón de voces antiguas y moder-
nas , sin método ni rastro de razo;i.
Me gustó mucho que los Auto-
res de estas Conversaciones hubiesen
elegido el Dialogo para aclarar sus
pensamientos por medio de pregun-
tas , y respuestas entre dos sujetos
que se suponen el uno mas instrui-
do que el otro. Me admiró el fon-
do de buena erudición Castellana ,
y Latina ; el artificio , y el buen uso
de las graciosidades , frases , ó sean
gracejos , de nuestra Lengua Caste-
llana , para cebar a los lectores ea
leerlas de la cruz á la fecha : y por
fin coger el fruto de la enseñanza
pública. Conocí que los Señores Au-
tores , sobre no decir todo lo que
entienden , y conocea sobre el Ar-
te
XV
^í del Romance ( acaso de estudio'^
huyen la Ocasión oportuna que se
les presenta , de abusar de aquellos
dichos , que pudieran herir al que
lo es del ^rfe del Romance, Me.
consta por relación de buen origi-
nal , que el genio de los referidos
Autores es semejante al de sus Con-
versaciones , pues alabando su mode-
ración , dixo uno de ellos éstas pa-
labras formales : Las graciosidades >
las chufletas y las bufonadas quéden-
se fara los que gustaren de ellas :
fronuncienlas los cavilosos , los mal-
intencionados» Yo estimo ,jy venero al
Autor del aute del Romance Caste-
llano por su persona , por su digni-
dad , por su carácter y empleo de
DIRECTOR del Colegio Andresiano de
las Escuelas Fias. Si procuro des-
hacer el enredo de su Arte del Ro-
manee , es salvando siempre la gra-
vedad de su persona. Los caprichos.,
¡os hurtos , y disputas literarias so-
bre las ARTES , no tocan , ni deben
tocar a las personas. Pgrque sobre
ser
XVI
ser doctrina christiana , nos lo ense
ña igualmente nuestro Español Mar
cial , (*) diciendo :
Hunc servare modum nostrí novere
Jibelii ;
Parcere personís ; dicere de vitiis.
Que suena en castellano :
Esta templanza ha observado
Mi Musa : siempre perdona
El ofender la Persona ;
Solo castiga el pecado.
; Raro exemplo de moderación
para los que escriben alguna obra I
Con efecto , descubriéndose en el
^rte del Brómame un campo dila-
tado , bien que espinoso, y lleno de
mil tropiezos , en donde pudieran
hacer ostentación de sus alcances , se
contentan con perseguir aquellas sin-
ra-
(=*) Martlal. Llb. X. Epigram. y^.
XVII
razones literarias principales ; pero
sin recalcarse demasiado ; solo por
razón de exercicio , y para animar k
ptros Ingenios á tomar la pluma en
defensa de este agravio. Porque ha-
tIai>do con la verdad , no hay me-
jor medio de descubrirla en qual-
quier Arte , ó Ciencia , que una Apo-
Jogia bien fundada en autoridad , y
en razón , sin que el amor propio,
íi otras pasiones den al traste con la
igualdad del juicio.
Movido , pues , de todo lo que
se acaba de decir , determiné dar al
publico estas Conversaciones Criticas ^
en la inteligencia firme . y valedera
de que podrán serle útiles , á lo me-
nos para que se conozca la flaqueza
■del ^rte del Brómame , y que aque-
lla no es la fuente clara , y prove-
chosa , en donde los niños , ó adul-
tos pueden beber una buena Grama-
tica Castellana.
Como no soy el Autor de las
Conversaciones , y veo en ellas puer-
ta abierta para que otros Ingenios
B bus-
XVIII
busquen la verdad , no me toca pe-
dir ( como es uso , y costumbre en-
tre Prólogos de bien ) que el Señor
Publico las trate con amor , las lea
con serenidad , las censure con red-'
titud , y otras suplicas tales , que si
el pobre Lector que compra las obras,
hubiese de dar gusto a los Autores,
le seria preciso estar derecho como
un palo , sin arrugar la frente , frun*
dr la boca , ni menear el sobrecejo,;
pareciendome que quando se trata en
ellas de aclarar la verdad , sería lo mis-
too que meter las espuelas al caballo,
y sofrenarle para que no corriese. No
es eso lo que pretendo , Señor Lec-
tor ; lo que deseo es , que se cumpla
la ingeniosa intención de los Auto-
res , y que los Señores Lectores usen
cada uno de su libertad , prorrum-
piendo contra ellas , y aun destruyén-
dolas á fuerza de razón , y autoridad,
sin temor de que yo que costeo la
impresión , ni los Autores de las Con-
versaciones , nos demos por sentidos ,
ó por agraviados, pues solo se preten-
de
XIX
de desvanecer quejas ; reformar abiir
sos ; cortar sinrazones ; y en suma y
deshacer entuertos , que á la verdad;
sin irme , ni venirme , me tienen eii
continua indigestión.
De proposito no me he detenido
demasiado en ponderar la bondad de
las Conversaciones. Lo primero , por-
que siendo el Público quien ha de
declarar su valor ; esto es , si deben
llamarse buenas , ó malas , sería per-
der tiempo. Lo segundo , porque hé
oido decir , que si el Público las de-
clarase por buenas , tendrán estima-
ción , y correrán por todas partes , ya
sea por el Cáucaso , ó Hydaspes , ó ya
por las Syrtes arenosas'de Lybia. Lo
tercero y ultimo , porque aunque di-
ga mil cosas de su bondad , y ellas
por si vayan armadas de aljaba , y de
venablo , si el Señor Publico las ha-
lla desabridas , y sin jugo , correrá tras
ellas , las sacudirá mil vegigazos , y al
cabo las sepultará para siempre , aun-
que vayan dedicadas al mayor Hé-
roe con una Dedicatoria campanuda ,
B 2 pom-
XX
pomposa , y de rumbo ; ( y acaso ten-
drá aquel mucho gusto de ver la fies-
ta ) porque yo no tengo noticia de
que ningún Mecenas , desde el siglo
de Augusto hasta el presente, haya sa-
lido con espada en mano á defender
las opiniones de los Autores que les
han dedicado sus obras , quando el
Publico erudito las declara por inu-»
tiles , ó por desatinadas. >
Concluyo diciendo , que me hé
atrevido a publicar las referidas Con*
versaciones Criticas con esta especie
de Prologuillo , porque no sea solo
el Autor del Arte del Romance Cas-
tellano. De este modo quedará memo-
ria , si no de mi , á lo menos de mis
boberias ; y se podrá poner en la lo-
sa de mi sepultura el Letrero que pu-
:SÍeron á un Difunto que en vida ha-
bía escrito muchas sandeces , y locu-
ras ; IN MEMORIA ETERNA
ERIT. Sucedió , pues , que al gra~
var las letras en la piedra , dividió el
Cantero la palabra MEMORIA don-
,de no debia , y leyó el Publicó IN
ME
XXI
ME moría eterna ERIT.
Moría se interpreta la locura , y de
ella sale MOR 10 morionis , que signi-
fica el Zorri-tonto , ó Tonti-loco. De
este modo la casualidad hizo que se
leyese lo que debia, asi : MORÍA JE-
TERNA ERIT IN ME. Siempre
habrá memoria de mis locuras y dis-
parates. Pero deseando que no se les
dé semejante nombre , tengo por mas
acertado el que se grave sobre la pie-
dra de mi sepultura el mismo epita-
fio que se puso a cierto Gramático en
el siguiente Distico Latino :
Crammaticam multos scivt , doaúque per annos y
Declinare tamen non poíu't tumulum.
Y finalmente , para que lo entien-
dan los poseídos de curiosidad Ro-
mancista , quiero y mando que se a-
cláre con esta traducción :
B? SU'
XXII
Sups Gramática pura
Muchos años enseñar ;
Mas con todo declinar
No pude la sepultura.
CON-
(1.
(O
CONVERSACIÓN I. ,
EN QUE SE REFIERE EL MOTIVO
que hubo para hacer ésta critica
del Libro intitulado
ARTE DEL ROMANCE CASTELLANO ,
y se prueba que el Autor no debió
. intitularle asi , sino gramática
CASTELLANA.
ESTANDO Don Antonio Goheyos en
las Gradas de San Felipe de esta
Corte , entresacando Libros de un mon-
tón de los buenos , y malos , que suelen
sacar los Libreros , hallo uno muy atu-
sado , y barbihecho , intitulado Grama-
tica Castellana : Hizo ánimo de apar-
tarle en la inteligencia de que sería la
de N. Gapso; pero divertido con los de-
más , y otras especies , no pudo hacerlo
tan á tiempo , que. no llegase otro afición
B 4 na-
nado. Luego que se acercó , se encaró
en la Gramática , y la iba á tomar. D.
Antonio le cortó la intención diciendo :
Señor mió , ese Libró lé necesito yo. Re-
plicó el sujeto ; iPues for qué no le apar-
tó Vm. ? y con eso nos escusariamos de
altercaciones ? H¡zo reparo Don Anto-
nio en tal sujeto , y conoció , que era
quando menos , Don Juan 2Lurréño , su
gmigo antiguo , que habia estado niu.-
chos años fuera de Madrid. Se abraza-
ron cariñosamente : refrescaron memo-
rias antiguas , y hubo otras demostra-
ciones de las que suelen hacer dos íinos
Amigos , quando se ven después de mu-
cho tiempo , empleando en ellas cerca
de una hora. Últimamente , volvieron
al asunto de la Gramática Castellana :
leyeron la portada ; y notaron de paso ,
que no era la Gramática de Gayoso , y
que tenía tres títulos diferentes. Sospe-
chó D. Antonio , que era obra que ha-
bía entrado por alto en la República
Literaria , y encargó' a Don Juan que
Ja viese , y que aquella noche , si gus-
taba , fuese á refrescar á su casa , para
ha-
hablar , con libertad de Amigos , qtian-..
to les ocurriese sobre ella. '
Aceptó el combite : tomó señas de
la habitación de Don Antonio ; se re-
tiró a su posada , en donde leyó y re-
gistró^ el Arte del Romance Castellano.
En suma , llegó la hora aplazada , y
acudió puntualmente á la casa de Don
Antonio , en donde , después de haber
refrescado , probaron un bote de tabaco
exquisito de la Habana , que les- hizo
estornudar muy bien. Despejadas las ca-
bezas , limpias las fauces y narices , só
acomodaron muy bien en sendas sillas
de baqueta de Moscobia , a los lados de
una mesa quadrada , y sacando D. Juan
el Arte del ROMANCE , y un carta-
pacio con varios apuntamientos , dixo;
I Con efecto , Seííor Don Antonio Go-
beyos mi amigo antiguo, tiene Vm. ra-
2on en lo que me dixo esta mañana ! He
visto esta tarde el Libro que asi Vm co-
mo yo tubimos por la GRAMÁTICA
CASTELLANA de Gayoso ; y en
verdad que es mas obra de lo que pa-
rece. —
(4)
. JDv Antonio. Veamos de espacio
ese titulo , porque aunque le vi , fué de
prisa.
D. Juan. Dice asi opn letras bien
gordas : ARTE DEL ROMANCE
CASTELLANO.
D. Antonio. Me gusta eso de Le-
tras gordas en estos libros abultados ,
que traen en la frente un titulo re-
dondo , pomposo , y raras veces oido
por acá. Confieso que ésta, e^presioQ
Romance Castellano es un pleonasmo ,
y pleonasmo no usado. Digo esto , por-
que hay algunos en nuestro idioma que
tiene admitidos el uso; v. g. Mucha-
cho , ^en acá , donde parece que sobra
clacd Sin embargo lo he le i de algu-
nas veces. 'Diego López de Valencia en
su Comentario en defensa del libro IV.
del Arte ( Salamanca , 1610 , octavo )
pone un prologo , en que trata del pro-
vecho que se saca de los preceptos en
Romance , del qual nombre usa .varias
veces. Pero en la pag. 14 dice , que el
Latin -para los Romanos era como pa^
ra nosotros el Romance castellano, An-
a tícfa
(5)
tich Rocha , de Gerona en su Arith-,
íw^ííV^í ( Barcelona 1565 , octavo ) di-
ce : Va añadido un compendio para te^
ner , y regir los libros de cuenta , tra-
ducido de lengua Francesa en Romance^
castellano. La misma expresión hay en
el Privilegio. Pero este autor es Cata-
lán. Tengo presente que la he leído en
otros , pero no me acuerdo en quale$,
D. Juan. Sosiegúese Vm. y sepa y
sí no lo tiene ya olvidado , que dixo
un discreto : (*)
Las letras grandes son siempre
Sutiles , delgadas , pocas ;
Mas donde hay mucha ojarasca
Tienen los libros mas ojas.
D. Antonio. Dice muy bien la
Redondilla. Yo por lo menos me rece-
lo de que ese Libro debaxo de un titu-
lo estrafalario se nos viene ahora reme-
dando el parto de los montes. Pase Vm.
ade^
(*) Don Francisco de la Torre Traduc,
de Juan Oven.Hbr i. pag. 21/ ^
, (6)
adelante , Señor D. Juan; •
■ D. Juan. Prosigue el titulo de es-
te modo : dispuesta según sus Principios
generales , i el uso de los mejores Auto-i
res por el P. Benito de S. Pedro de la
Escuela Pia. En Valencia por Benito
Monfort , aíio de lyóg.
D. Antonio. Poco debe de saber
de ARTE , de ROMANCE , y d«
CASTELLANO el que asi escribe , ó
rotula ese Libro. ¿No conoció el Autor
que eso era en buen Romance juntar las
cosas diferentes entre si ; ó por mejor
decir , hermanar los grifos con los caba-
llos , y los perros con los gatos ?
D. Juan. Pues á mi me parece que
el titulo no es tan descabellado como
Vm. juzga : y que aquello de ARTE,
ROMANCE , USO , y CASTELLA-
NO tiene buena trabazón , ya que n6
sea en todas sus partes , á lo menos en
alguna.
D. Antonio. En algo no es en
todo. La difinicion de una cosa ha de
convenir en todo con su difinido. ¿No
vé Vm. que son tres cosas opuestas eu
buc*
buena Dialéctica ? Y si no ^ Véase qué
es Aríe , qué es Romance , y qué esC^y-
tdlano. ARTE se difine en Latín : Re-
€ta ratio rerum facundarum ; ó por me-
jor decir : Ordinatio praceptorum expro-
fesso institutor um ad bcne operandnm ;
y asi todo lo que no lleva concierto , se
dice que está hecho sin arte.
D. Juan. V. m. arguye bien , y
adelantaría mucho mas , si se apretase
el argumento según conviene.
D. Antonio. Basta por ahora lo
que acabamos de decir , para que se
conozca , que la mezcla de los tres mote^
es rara , y confusa.
D. Juan. Pues qué ¿no añade Vm.
mus sobre el primero , quando ocurre
tanta doctrina en que nos podemos es-
playar con gusto ?
D. Antonio. Dice Vm. muy bien;
pero como no hé visto todavía esa obra ,
no puedo pasar adelante. El titulo de
ella , que es lo único que hé oído , me
parece voluntario ; y asi digo , que si
el cuerpo de la obra corresponde al ti-
tulo, será una pura confusioa. Vm. quí?
la
la há registrado , puede decir quanto
quisiere. ^
D. Juan. Lo que puedo decir se
reduce á que el Arte dd Romance Cas-^
tellano es la mayor parte de la Gramas
tica Castellana de Gajoso , trastornada
lo de abaxo arriba , y disfrazada con el
titulo nuevo.
D. Antonio. Ahora tenemos eso?
No le dixe a Vm. que el referido tituli-
to me parecia á la Fábula del parto de
los Montes ? Vaya , vaya , nos cayó que
hacer , y tenemos material para di vertir*
nos algunos ratos.
D. Juan. Estoy admirado de lo
que hé visto , y no lo creyera del P. S.
Pedro , que al fin es un Lector de Teo-
logía , y un Director del Colegio An-
dresiano de las Escuelas Pias. ¿
D. Antonio. Puede ser que se ha-
ya Vm. engañado. ¿ Quién ha de creer
de un hombre docto , grave , y adorna-
do con tantas Ínfulas , se haya valido de
la Gramática de Gayoso , sin mas tra-
bajo que hilvanar retazos , y zurcir re-
miendos de obras agenas ? ¿ Qué no hay-
mas
<9).
mas de meterse en mies agena , y trans-
formarse un Escritor en remendón? .^t
D. Juan. Yo lo creo ; y si no , á la
prueba me remito. El Arte del Romance
en mi juicio es , un vivo retrato de un
Sermón , que tube la desgracia de oir
en Italia. Propuso el Predicador su te-
ma , y forjo la prueba en una ó dos de
sus palabras , empezando de este modo ;
Astltit Kegina d dextris tuis circumda-
ta varietate. Todo se reduxo a la sig-
nificación del Participio cir cumdat a jC[ué
cosa es ch'cunvalar , ó acordonar , y pa-
ra ello traxo muchas autoridades , difi-
niendo el Circulo , ó Esfera , y como
hasta hoy no ha habido , ni hay regla
fixa para medirle , porque es menor el
concavo que el convexo , y que tripli-
car su diámetro , no era medirle según
arte , sino a salga pez ó rana : es decir ,
á poco mas ó menos. Luego se enzarzó-
con Darietate , y comenzó a alabar la
Naturaleza , diciendo : T>al troppo va-
riar 1^ atura e bella ; trayendo machas
autoridades en comprobación de aque-
llas dos palabras i con que concluyo su
Ser-
Sermón , y el Astitft Regina d dextris
tuis se quedó en el (partapacio.
D. Antonio. Puede ser que le en-
gañe a Vm. la imaginación , Señor Don
Juan. En su vida profiera Vni. propor
sicion alguna que no pueda probar. Es-
taba un Estudiante metiendo , y sacando
»« mendrugo de pan en una ertera : lle-
gó otro Estudiante , y le preguntó :
iQué haces , Antón ? Respondió : estoy
mojando el pan en este caldo. Pues no
'ves ( replicó ) que la ortera está seca ?
No importa , ( añadió Antón ) qu^
Imaginatio facit caldum. Asi tal vez le
sucederá a Vm.
D. Juan. Parece que Vm. tiene
gana de fiesta. Yo conozco muy bien
que Vm. siente Jo mismo que yo siento
sobre el referido Arte del Romafíce, Por
lo que toca á pruebas me someteré muy
gustoso a las que nos dará el cotejo de
una obra con otra , y asi se quedará el
Libro en poder de Vm. para que des-
pués de haberle visto , hablemos coa
fundamento , ó por mejor decir , con
conocimiento de causa. Pero vuelva Vm,
á lo del ROMANCE para que no se
pierda la noche.
D. Antonio. Romance , según
quieren algunos, viene del adverbio i^o-
mafié ; ó según otros , del adjetivo Ro-
manicus. Sea lo que fuere , lo cierto es^
que esta palabra Romuíice , ó Romances
tiene varios significados entre nosotros.
D. Juan. Es cierto. Yo conocí en
mi Lugar a un hablador , que le llama^
ban Romances , porque sabía muchas xá-
caras , como las de Francisco Esteban ,
y otras de este jaez , que citaba a cada
paso en la conversación ; y quando echa-
ba el chorro a la Guitarrilla , era el
asombro de las gentes de balhurria , ó
del Populacho. Tenemos los Romances
del Cid : los de Juan Hidalgo : el Ro'
mancero General ; y en suma , también
solemos llamar Romances a los Romos ,
ú chatos de narices ; y ellos responden
que las bui^nas pinturas vienen de Roma.
D. Ant( Nio. Dexémonos de epi-
sodios que nos apartan del asunto prin-
cipal , y volvamos al Arte del Romance.
D. Juan. Ola ! parece que vá Vm.
C to-
(12)
tomando de veras el Titulo del Arte del
Romance ! No há mucho que me daba
Vm. chasco porque me iba encendiendo
un poco ; y ahora merecía Vm. que yo
le diese brega , y aun cantaleta , porque
se le ha pegado la sospecha , y la des-
confianza que tengo del tal Artecito del
Romance Castellano,
D. Antonio. Si dixe algo que o-
liese á que Vm. estaba engañado , ó
preocupado , fué con el ñn de que Vm.
se descubriese enteramente. Ya he visto
que estamos en un mismo pensamiento;
Diga Vm. lo que le parezca.
D. Juan. Digo , pues , que me
holgaría mucho de que adivinásemos el
lugar de donde se tomó el titulo de Ar^
te del Romance Castellano ^ para alegrar-
nos con nuestro hallazgo.
D. Antonio. Amigo , eso de adi-
vinación puede oler a Kdbala , ó sor-
tilegio. No obstante para satisfacer la
curiosidad de Vm. sin incurrir en uno
iii otro , digo , llanamente , que se pare-
ce mucho a la Portada de aquel buen
Libro que escribió , é imprimió en Ro-
ma
(Ij) ,
ma Bernardo Alderete año de 1606, in-
titulado : Origen de la Lengua Castella-
na , b Romance que hoy se usa en Es*
jjaña. '
D. Juan. Há dado Vm. con la
horma de su zapato. Vaya , que tie-
ne Vm. una memoria tan grande como
la de Mytridates!
D. Antonio. También pudo to-
marle de las repetidas palabras del Ro-
mance de Fr. Luis de León en el exor-
dio del Libro III. de los Nombres de
Christo , en que anima a los Españoles
á escribir en Romance en qualesquier
materias.
D. Juan. Quisiera que viésemos
ese exordio , ó introducción.
D. Antonio. Ya le veremos , y si
fuere necesario , se copiará a la letra.
Conténtese Vm. por ahora con saber ,
que el P. M. Fr. Luis de León usa en
varios lugares de este nombre RO-
MANCE en lugar de CASTELLA-
NO.
D. Juan. Pues en verdad que la
autoridad de los dos hombrónes citados
C 2 no
no se há de deshacer á dos tirones. Ni
yo hallo razón para condenar el uso de
la voz Romance en el Autor del Arte ,
quando la leemos en otros de mas alto
coturno.
D. Antonio. Calle Vm. señor
mío y yo no me aparto del uso de la voz
Romance , lo que reprehendo es el abuso
que hace de ella el Autor del Arte. El
motivo que tuvo Alderete para dar á
su obra aquel nombre disyuntivo , ( ó
ROMANCE ) no fué porque la Len-
gua Castellana se intitulase Romance'
Castellano ; sino porque en su tiempo,
y antes ác é\ (y aun en el presente )
hubo , y habia grandes controversias so-
bre el origen de la Lengua Castellana ,'
y defendiendo él con mil pruebas , que
su origen es del Idioma Latino , la in-
tituló Lengua Castellana , o Romance,
D. Juan. Digo , que tiene Vm.
razón sobrada , y que es desatino de-
cir Arte del Romance Castellano en lu-
gar de Arte de la Lengua Castellana.
D. Antonio. Me alegro de que
lo vaya Vm. entendiendo. El Autgr del
Ar-
(15)
Arte del Romance Castellano , por huir
de la Gramática Castellana de Gajoso ,
no se detubo en barras , y á salga pez
ó rana , forjó su Portada , sin hacerse
cargo de la disyuntiva de Alderete , y
mucho menos de la diferencia que hay
entre la Lengua , y la Gramática ,
que yá dexo notada Quintiliano Lib.
I. Cap. VI. en estas gravisimas pala-
bras : Quare miki non inv^nu^te dici vi^
detur , aliud esse latine , aliud gramma-
tice loqui.
D. Juan. No crea Vm. que el Au-
tor del Arte huyó de la Gramática
Castellana de Gajoso : tan lexos estubo
de huir de ella , que copió , pero alte-
rando,y añadiendo con sobrada mafia todo
lo que le pareció , hasta la división de
Lecciones ; ( y aun las nueve partes de
la Oración , que nadie habia defendido)
y para que no se conociese el plagio ,
trocó los frenos ; esto es , intituló su
obra Arte del Romance Castellano , y
se quedó mas contento que la Pasqua.
D. Antonio. Esto de plagios , ó
hurtos literarios se comprobará otra
C j vez
(i6)
vez ; volvamos á la Portada del Arte
del Romance , que ha de ser esta noche,
el asunto , ó tema de nuestra conversa-
ción , y si es , ó no , Romance el que usa
su Autor.
D. Juan. Esta demostración que-
dará al cargo de Vm.
D. ANTONIO. Pues como Íbamos
diciendo, ha de saber Vm. que me ocur-
re ahora una dificultad , que no quiero
dexar de proponer , por si acaso me la
desata el Autor del Arte del Romance
Castellano , quando haga segunda im-
presión de su obra. Es ligera , y se re-
duce a la curiosidad de saber ¿ por qué
siendo las lenguas Italiana , Portugue-
sa , Francesa , Lemosina , y Valencia^
na hijas legitimas de la Latina , no se
intitulan Romance Italiano , Romance
Portugués , Romance P ranees , Roman-
ce Lemosin , y Romance Valenciano!
D. Juan. Esa es una preguntilía
que siempre que se quiera responder ,
será descubrir mas y mas el Pleonasmo
que se cometió en el titulo Arte del Ro-
manee Castellano , y el antojo , ó la vo-
iun-
('7) . .,
luntarkdad con que le eligió.
D. Antonio. A quien dan d esco-
ger , le dan en que entender ; pero no po-
demos decir esto del Arte , mediante
que él de propia autoridad quiere con-
tra el uso , contra la costumbre , y con-
tra el torrente de todos los Gramáticos
Españoles , y aun estrangeros , que se
llame Arte del Romance Castellano , y
no Gramática de la Lengua Castellana.
D. Juan. Ya hemos visto que esa
voluntariedad se reduce precisamente á
que el Arte del Romance Castellano , no
se equivocase con la Gramática Caste-
llana de Gajoso, Dígame vm. ahora de
algunos Autores Gramáticos , asi nacio-
nales como estrangeros , porque deseo
tener una lista , no tanto por noticia ,
quanto porque veamos si alguno in-
ventó , ó soñó un Titulo tan extrava-
gante como el que puso el Autor del
Arte del Romance Castellano a su o-
brita.
D. Antonio. Todos los Gramáti-
cos , y cada uno en su lengua , siguie-
ron el uso , h intitularon sus Gramati-
C4 cas
cas como debían , sin andarse con Ro-
fnances , ni coplas. Yo quisiera satisfacer
la curiosidad de Vm. porque me lo pi-
de con el buen deseo de saber ; pero no
es obra tan breve como Vm. discurre.
No obstante diré de aquellos mas usua-
les (no de todos , porque los reservo pa-
ra otra conversación , en donde diremos
quien es cada uno ) por si acaso algún
dia nos señalare el Autor un titulo se-
mejante al de su Arte del Romance Cas-
tellano. Sea pues el primero entre nues-
tros Castellanos ;
Antonio de Lebrixa , que intituló Gra-
mática Castellana , y Latina.
Alfonso de Zamora , Gramática He-
brea.
El Maestro Bartolomé Barrientos.
Benito Pereyra , Gramática Lusitani-
co-Latina.
Francisco Sánchez Brócense , Gramáti-
ca Latina.
Francisco Sánchez Lusitano , Gramáti-
ca Latina.
Francisco Támara , Gramática Castella-
na
(19)
na en Oflava Rima.
Gonzalo Correas , Gramática Castella-
na , Latina , y Griega.
Juan de Villalobos , Gramática Griega.
Martin del Castillo , Gramática Hebreo-
Hispana , y Gramática Griega.
Manuel Alvarez , Gramática Latina.
Martin Martínez de Cantalapiedra ,
vulgo el Canta petrense , Gramática
Hebrea , y Caldea.
Fray Pedro de Alcalá , Gramática Ará-
biga.
Pedro de Guevara , Gramática Caste-
llana Demonstrativa.
Fray Pedro de Mercado , Gramática de
quatro Lenguas.
Pedro Simón Abril , Gramática Griega,
Latina , y Castellana
Y otros muchos Españoles , que co-
mo dixe , se quedan para otra Conver-
sación. Entre los Estrangeros se halla
que también siguieron el corriente :
Andrés Reyher , Gramática de tres Len-
guas.
Cíe-
(20)
(Slenardo , Gramática Griega,
Jacobo Gretsero , Gramática Griega.
Juan Escoto , Gramática Latina.
Juan Despauterio , Universa Gramática
Latina.
El Metoscita , Gramática Arábica.
Nicolás Mocoto , Gramática Griega.
Pedro Elias , Gramática Latina.
Lanceloto.
Brache.
Oudin.
Restaut. . . .
D. Juan. Basta , basta , que lleva
Vni. traza de dar ñn al Kalendario Gra-
matical.
D. Antonio. Vuelvo á decir ter-
cera vez , que todavía quedan por seña-
lar los Gramáticos principales. Si Vm.
quiere saber quienes son , vea el Cor^
j?us Grammaticorum de Helias Putschioy
Hannovi^ , Typis Wechelianis , 1605,
y no le quedará que desear en esta ma-
teria.
D. Juan. Pero volviendo al tema,
ninguno de nuestros Gramáticos intituló
sus obras Arte del Romance Castellano.
D.
(21)
D. Antokio. En eso no queda la
mas pequeña duda , y venimos á con-
cluir que fué idea nueva ; pero sin au-
toridad de ningún Gramático.
D. Jdan. No nos detengamos tanto
en estas MINUCIAS.
D. Antonio. ¿ Qué es eso de MI-
NUCIAS ? Sabe Vm. lo que se pesca
con ese plural ?
D. Juan. Asi llama el Autor del
Arte á las menudencias. Sé muy bien que
MINUCIAS son aquellos diezmos de
cosas menudas ; por exemplo de pollos ,
huevóos , legumbres &c.
D. Antonio. ¿ Y ese Autor es el
que escribe Arte del Romance Castella-
no} .., , Pero volviendo á lo que Vm.
dixo de que no nos detengamos en me-
nudencias, recuerdo á Vm. aquella sen-
tencia de S. Geronymo ; Non sunt con-
temnenda quasi parva sine quibus ma-
gna constare non pos sunt. No vé Vm.
que el descuido que se suele tener de las
cosas pequeñas , suele ser muy perjudi-
cial trascendencia a cosas grandes?
D. Juan, Ya lo conozco ; y sé
muy
muy bien que quando se trata de Arte,
qualquier defectillo mirado con el cata-
lexo , ó anteojo de la Razón , si es del
tamaño de una pulga , resulta , ó pare-
ce de la corpulencia de un gazapo.
D. Antonio. Pues si Vm. conoce
eso, ¿por qué se viene con la pan-pringa-
da de que no nos detengamos ? No co-
noce Vm. que el Arte del Romance es un
entusiasmo ? No ha dado Vm. a enten-
der , que el susodicho Librito es obra de
remiendos , ó retazos , y por consiguien-
te obra de contravando en la República
de las Letras ?
D. Juan. Es verdad.
D. Antonio. Pues ha de saber Vm.
que yo soy como los Gatos del Paular ,
que quando les dicen za^e , vienen ; y
quando miz , se van ; y asi quando pa-
rece , que hablo de veras , es todo bur-
las ; y quando de burlas , todo es de ve-
ras. Ahora me ha dado la picazón de to-
mar de veras el Titulo del ARTE del
ROMANCE.
D. Juan. Eso es lo que yo quería.
D. Antonio. Si no se echa abaxo
esa
esa Portada , no es posible entrar al re-
gistro de los rincones del Arti dd Ro-
tria?! ce.
D. Juan. Ya queda dicho que el
Arte es Recta ratio rerum faciendarum.
Por lo que toca al Romance Castellano
ine parece que se há dicho bastante. So-
lo falta que digamos lo que nos ocur-
ra sobre lo demás del dicho Titulo.
D. Antonio. Luego veremos si
ese Romance es Castellano, Prosiga Vm.
ahora con la lección.
D. Juan. Dice, pues asi : Arte del
Romance Castellano dispuesta segim sus
Principios generales , i el uso de los me-^i
jores Autores. -^
D. Antonio. ¿Entiende Vm. esa pa-
labra dispuesta ?
D. Juan. Yo no sé a qué venga la
tal disposición ; porque si es Arte , ya se
supone perfecta , y en disposición de
que qualquiera que se guie por ella ,
produzca una obra perfecta ; ó yo no lo
entiendo.
D. Antonto. La palabra dispues-
ta es el participio femenino del verbo
í)zV-
(24)
Disponer , que se compone de la prepo-
sición DIS , y del verbo Poner anóma-
lo. Su significación rigurosa en buen
Castellano es : estar alguna cosa dis-
puesta por varias partes ; por todas
partes ; por muchas partes.
D. JüA.N. Es verdad ; porque lo
que está dispuesto , no está hecho ; sino
en disposición de hacer , ó que se haga
de ello lo que se quiera. Por exemplo,
un Arquitecto , que há de construir un
edificio , según reglas de buena Arqui-
tectura previene , ó dispone la piedra ,
la cal , el ladrillo , &c. ; pero en estas
disposiciones no está el arte , ni estas dis-
posiciones son el edificio que tiene áni-
mo de construir , hacer , ó edificar.
D. Antonio. La voz dispuesta no
parece disonante. También una casa, des-
pués de fabricada , se dice que está hief§
dispuesta , quando está bien hecha la
distribución de sus piezas : ó mal dis-
puesta , si es al contrario. Una cosa es
estar dispuestos los materiales ; y otra
estar dispuesta la obra ya hecha. Asi
también un arte puede estar dispuesta
bien ,
bien , ó mal , y esto ultimo le sucedió
al Autor del Romance Castellano , cu-
ya obra está mal dispuesta , ó repar-
tida.
D. Juan. Pues tíldese la preposi-
ción DIS , y póngase en su lugar IN ; y
acaso acertaremos con lo que há hecho el
Autor del Romance. A mi me parece
que diría mejor : Arte del Romance or-
denada ; para seguir después ; según sus
Princifios generales , y el uso de los me-
jores Autores ; y le vendria muy bien el
ser Metódica , o Preceptiva , porque en-
tonces tendria orden , y no disposiciones,
ó aparatos.
D. Antonio. Me alegro de que
Vm. lo entienda , porque el punto pica
en metaphisico , y conozco que no es
para todos.
D. Juan. ¿ Y qué me dice Vm. de
aquellos Principios generales , y USO de
los mejores Autores t
D. Antonio. Para responder a esa
preguntilla era menester mucho tiempo,
porque es mucho lo que se pudiera de-
cir. Ya vé Vm. que el Autor del Ar-
it
te dice , que son Princifios ; mediante
]o qual acuérdese Vm. de aquel lugar
de Cicerón , (*) que dice ; Omnium re-
rum principia parva sunt , sed suis pro-
gressionihtis usa , augentur.
Y si no le quadra á Vm. tanta au-
toridad , mas acá hay posada , y aco-
modémonos con aquello de sobre un
huevo pone la Gallina ; y Principia
quieren las cosas ; que lo que nunca se.
empieza , nunca se acaba , &c.
D. Juan. Dice Vm. muy bien ;
pero a mi me hace cosquillas el haber
visto que los Principios que pretende
establecer el Autor , ni son del USO , ni
pueden ser Principios , sino Fines , ó
frutos del Arte.
D. Antonio. Eso en buen Ro-
mance es querer empezar por el fin. Pe-
ro por lo que toca al USO de los mejo-
res Autores debo decir a Vm. que el
mejor uso es el que está en estilo. Así
lo dice Horacio en su Arte Poética :
. . . Jí
(*) Lib. V. de Finibus.
(V)
, ... si roolet usus ,
Qtiem penes arhitrium est , et jus , et
norma loquendL
Y el Autor del Carlos Famoso dixo
lo mismo en estos versos :
Que el uso es el que tiene d su alvedrio
Sobre el hablar dominio , y señor io.
D. Juan. Pero qué uso es el de
estos Autores , porque en materia gra-
matical de Arte ^ y de Romance no se
qual sea el mejor uso , ni en quales Au-
tores se halle su rectitud. Lo que yo sé
es , que si el huso es malo , es menester
quebrarle la hueca ; pero si es buen uso^
es buena costumbre* , y de ella nace se-
gunda naturaleza. Asi lo explica el Ba-
chiller Támara en su Gramática Caste-
llana ; y para que Vm. lo entienda me-
jor , vaya esa 0¿lava de arte mayor ,
que aunque pesada , y defectuosa en al-
gún verso por descuido de los impreso-
res,( á quien regularmente culpan los
D Au-
(a8)
Autores de todos los defe¿los ) viene
admirablemente al asunto ;
Tres cosas hallo que deben tener
Los que en Arte qualquier salir quisieren
Doctos , y sabios , y si las tuvieren
Crean que en sciencia tendrán gran saber.
Es Arte , Natura , y Uso á mi ver ,
Porque Natura les da la potencia ,
Arte les pone el camino en presencia ,
Y el Uso les hace mas perfectos ser.
D.Antcnio. Es quanto se puede
decir por ahora sobre la Portada del Ar-
te del Romance Castellano. Puede ser
que llegue ocasión de que se aclare mas
el asunto.
D. Juan, Ya que hemos abierto
la entrada , quiero preguntar ciertas co-
sitas , ó escrúpulos que todavia tocan al
Titulo de la Obra , ó Arte del Romance,
D. Antonio. Diga Vm. quanto
se le antojare.
D. Juan. He reparado que en la
Licencia que su Provincial dio al Au-
tor del Arte para que imprimiese su
obra.
(29)
obra , dice estas palabras ; Damos Ucen-
cia ^¿tr a que yueda imp'imir un libro y
cuja titulo es : Gramática Española &c.
D. Antonio. De eso se infiere que
cl Autor por encubrir el plagio de Ja
Gramática Castellana de Gajoso mudó
de dictamen , sin acordarse de que su
Provincial intitulaba la obra Gramáti-
ca Española.
D. Juan. Pues si eso es asi , hay-
pecado de desobediencia , porque re-
pugna el subdito lo que aprueba el Pre-
lado.
D. Antonio. Esas son minucias,
( digo menudencias ) , ó pecadillos me-
nudos.
D. Juan. También me ha dado
en que entender una Carta laudatoria ,
y exortatoria del Señor Don Gregorio
Mayans al Autor del Arte del Romance
Castellano , en que dice estas mismas pa-
labras : V^eo pues con singular placer que
V. R. imitando al Maestro Antonio de
Lebrija , a Gonzalo Correas , i otros
pocos , ha hecho lo mismo en la Lengua
Española ; aviendo compuesto para en^
D i mien-
mienda de sus freqüentes abusos una Ar-
te de la Lengua Castellana , &:c. ¿Qué
le parece á Vm. Señor Don Antonio ?
¿En qué quedamos ?
D. Antonio. No lo sé por mi vi-
da ! El Libro dice por afuera Gramáti-
ca Castellana : el Provincial dice que es
Gramática Española ; y finalmente el
mismo Autor dice , que es Arte del Ko-
maTtce Castellano.
D, Juan. Pues yo digo que es to-
do un embrollo , una gregueria ,un . . .
D. Antonio. Quedo , quedo que
se le vá á Vm. calentando la boca , y
le sucede á Vm. lo mismo que cantó
el insigne Quevedo en su Musa VI.
Romance 9J.
Desde que ciño la espada ,
Las pendencias me retozan ,
ir antojada de mostachos ,
Me estoy tentando la boca»
Ya que Vm. ha nombrado la Gre-
guería ^ quiero refrescar a Vm. con una
digresioncilla. Ponderando Gongora la
ca-
carestía de su tiempo , dixo , que no ha-
bía mas que ponderar , sino que Platón
estaba en Griego , y aunque esté en Cas-
tellano , tiene mucha dificultad su inte-
ligencia. Para que Vm. no dude de la
agudeza , procuraré aclararla lo mejor
que pudiere. Quando decimos , que una
cosa está en Griego , es lo mismo que
decir ; JSÍo se entiende. JSÍo se 'vé , ni se
halla Plaión. Aunque Platón fué Grie-
go , no se habla aqui de él sino en muy
diferente sentido. Es menester saber que
en la Lengua Castellana hacemos los
nombres mayores , ó menores con au-
mentarlos , ó disminuirlos en ellos mis-
mos. Los diminutivos acaban en elo, icoy
ó tilo ; y asi a ésta palabra hombre la dis-
minuimos diciendo : hombrezuelo , /zom-
hrecico , ü hombrecillo ; y si á esta misma
añadimos la terminación azo , ii on , la
aumentamos , como hombrón , hombrdzOy
hombretón , hombretondzo. Lo mismo es
en plato , que decimos platico , platillo ,
f latazo , ó platón ; y asi platón quiere
decir un plato muy grande , y aun por
eso escribió uno la siguiente redondilla,
Dj en-
enviando un melón de regalo á su amigc;
AM os envió un melón
En flato que m es dej^lata;
Que ¡a voluntad si es grata
Es fíat a , flato , y platón.
Con que venimos á sacar en limpio
que Don Luis de Góngora dixo , que
antiguamente se sacaban á la mesa pla-
tos muy grandes , que venian á ser pla-
tones ; pero d la razón en Griego , esta-
ba Platón 'i esto es , que todos son ■pla-
tillos. Sirva este bocadito de refresco , y
vamos al asunto.
D. Juan. Me ha tenido Vm. he-
cho un bausán. Ya se me sentó la cólera,
¿ De qué hablábamos ?
D. Antonio. De la confusión del
Arte del Romance.
D. Juan. Ya me acuerdo ; pero to-
davia me quedo con la duda de si es Ar-
te del Rom ¿mee Castellano; Gramática
Castellana ; ó Gramática Española,
D. Antonio. No se canse Vm. por
ahora , pues en las tres noches que fal-
tan
tan para cumplirse la semana , veremos
si es el Can-Cerbero de la trifaiice gar^
ganta , que dice Juan de Mena hablan-
do en Castellano Latino.
D. Juan. ¡No sabia yo que había
Castellano-Latino!
D. Antonio. Pues sepa Vm. que
hay no solo Castellano Latino ^smo Cas-
tellano-Francés y Castellano Italiano ; y
si Vm. me apura , Castellano Griego.
De todas éstas clases de Castellano pu-
diera dar exemplos muy graciosos , si
fuera del asunto.
D. Juan. ¡ Quánto me alegrara de
que Vm. me los diese !
D. Antonio. No quiero tirar á
ventana señalada ; pero si Vm. quiere
Castellano Griego", vea Vm. la pagina
VII , linea primera y segunda del^r-
te del Romance Castellano , en donde di-
ce : Las lenguas han seguido la condición
de los Pueblos que las han hablado. Si
Vm. entiende ese periodo , tiene seguro
un Manteo del mejor paño de Segovia.
D. Juan. Ello está en Castellano ;
pero yo no lo entiendo.
D4 D.
(54)
D. Antonio. Pues oyga Vm. es-
tos pedacillos de Romance ingerto , que
están á Ja pag. X. . . . omitiendo la theo-
ria de menudas reglas , que solo oprime
el entendimiento sin esclarecerlo.
Ibi dice :
Trata el tercer Libro de la construcción ,
o coordenacion de las f artes de la ora-
ción , en qua7íto unas dependen de otras ^
lo que se llama Syntaxis , atendiendo jnas
a las causas de la concordia , / regencia,
D. Juan. ¿Si será esa Regencia la de
Argel ? Yo bien entiendo lo que dice
el Autor del Arte del Romance Caste-
llano , porque me sirvo del conocimien-
to de la lengua Latina , Francesa , é
Italiana ; pero si no supiera mas que la
Castellana , aseguro á Vm. queme que-
daría sin entender palabra.
D. Antonio. Luego el Autor no
entiende , ó no sabe , no quiere , ó no
puede escribir en Castellano puro.
D. Juan. Es evidente. Prosiga Vm.
en la lección de algunos pasages del
Prologo , y los iré escribiendo por cu-
riosidad.
D.
Í35)
D. Antonio, ^n la misma pagina
X. dice el Autor del Arte : I en quan-
to se trata en estos dos Libros está no-
tado lo que basta para enterarse a un
mismo tiempo de las nociones fundamen-
tales de todas estas lenguas , / de lo j^ ar-
ticular d' nuestro Romance.
Pag. XII. dice :
He obser'vado con cuidado , / aprecio^
fara dar los principios con mayor deter-
minación a nuestro Romance , las Artes
de la Lengua que doctamente compusieron
Antonio de Lebrija , &c.
Pag. XIV. y XV.
Para hallar el buen estilo , i como la
symetría del razonamiento.
Los modelos i Patriarcas del Ro-
mance son por con rentimiento de todos los
hombres doctos de la Nación Don Diego
de Mendoza , &c.
El hombre ilustrado por las reglas
del Arte , Seo.
Pag. XVI. La lengua es como la.
puerta de nuestra alma ; si ella no está
bien labrada , se argüir d la rudeza de
la casa por dentro.
Tag.
Pag. eadcm. Assi sera fácil ohser-
'var corno de passo los modismos i ^hra-
ses de cada una según su especial ca-
van er i gracias propias , de que abunda
el Castellano.
Pagin. XVII. Porque entenderán fá-
cilmente el artificio de una pieza en len-
gua propia.
Pagin. XVIII. Es mas importante
unir las piezas Españolas , i Latinas
de un mismo genero para la solida ins-
trucción de los Jozenes.
Ibi. / se sabe lo mucho que itnporta
al Estado formar a sus Ciudadanos en
el Patriotismo , i que este es uno de los
medios poderosos.
Pagin. XIX. Toda persona bien naci-
da de uno i otro sexo que deseare ser útil,
i tener alguna repiii ación de buena crian-
za , debe saber el Arte de su lengua . . .
i aun para es tender el animo , / formar •
se al racicclnio , deduciendo las reglas le-
gitimas de sus princwios f mídame J2t ales.
Pagin. XXII. Ni es necesario retener
de memoí'ia todos los preceptos , decir por
»rden i serie todos los anómalos , i como
se
C'7) .
se suele hacer en Latín perniciosamen-
te , &:c.
Pagin. XXIII. Vor el cuidado de iin
Maestro hahil , i for las leyes de la Gra^
tnatica conseguirán los niños el habla La-
tina , cujo cultivo ha estado en tanto
abandono. Se ha de precaver el abuso , i
usar de las cosas como se debe.
D. Juan. Basta , basta , Señor Don
Antonio , que ya he entendido el pensa-
miento de Vm. El Castellano del Ar-
te del Romance es una mezcla de modos
de hablar Italianos, Franceses , Latinos,
y aun Griegos por lo que tienen de in-
trincados ; pero de lo que tienen menos
es de Castellano.
D. Antonio. Dios me mate con
quien me entienda. Pues sepa Vm. que
todavia se halla en el Arte del Romance
Castellano otra clase de Lenguage , que
es una mezcla de Castellano antiguo , y
moderno,
D. Juan. ¿ Qué es lo que Vm. di-
ce ?
D. Antonio. Lo que Vm. oye.
D. Juan, Con que eso es lo mismo
que
(j8)
t[iic si uno saliese con Golilla , y Casa-
ca militar , y en lugar de espadín lle-
vase una espada Toledana de Juanes de
la Horta de cerca de vara y media.
D. Antonio. Tan estraño es este
lenguage como la pinturilla cjue acaba
Vm. de hacer,
D. Juan. No tiene remedio ; es
preciso que señalemos algunos pasages
de Castellano antiguo-moderno para di-
vertirnos hasta las diez.
• D. Antonio. Si fueran solos los
defectos que se han apuntado , se pu-
diera disimular ; pero además de ellos
se halla cierta cadencia , que es un en-
canto.
D. Juan. Vamos , Señor Don An^
tonio Gobeyos , anímese Vm.
D. Antonio. Si hubiéramos de no-
tar todo lo que se halla en el Arte del
'Romance , seria nunca acabar. Dexelo
Vm. estar , que tal vez no faltará oca-
sión de que se tome la obra de la cruz
á la fecha , y la desentrañemos como
merece.
D, Juan. Adjnirado estoy de lo
qu«
que se ha visto esta noche ¡ Que hay^
hombres que se atrevan á tratar de lo
que no les concedió Ja Naturaleza ! ¿ A
qué viene tanta confusión , tantos ro-
deos , y tantos circumloquios en un Ar-
te que tenemos clara , distinta , y Cas-
tellana en el precioso Librito de Gayo-
so , y otros ?
D. Antonio. Ahora me acuerdo
de una historieta. Haciendo una salva
Real en Milán por la entrada del Car-
denal Aldobrandino , que fué a ajusfar
la paz entre las dos Coronas , se rebentó
una pieza , lo qual dio motivo á los in-
genios de aquel tiempo para subtilizar
conceptos sobre aquel suceso , diciendo
que Marte comenzaba á romper sus ar-
mas ; y uno escribió estos versos de
chanza.
Ominis arcanum queris'í Faher inscius ari
Imj)osuk nimium puheris , ¿r crejmit.
I Qué os cansáis , les dice , en bus-
car id secreto de este caso ? Mo es mas de
que el Ar i Ulero i^mrant^ íiiió demasiada
fol-
(4o)
pólvora , y reventó. Refiero á Vm. esta
historia para que se refresque , y no se
quiebre la cabeza.
D. Juan. Me hace fuerza lo que
Vm. dice ; pero asi como me ha dado
muestras de las varias especies de jRo-
mances que se hallan en el Arte dd Ro-
mance Castellano , quisiera que me diese'
Vm. algunas del antiguo -moderno.
D. Antonio. Tenga Vm. pacien-
cia , y oyga Vm. al Horacio , y aun al
Anacreonte Español Don Esteban Ma-
nuel de Villegas , Principe de los Poe-
tas de su tiempo (*)
Mal sabes tu quien es talento Godo ,
Romancista verás que latiniza ,
Y que sin ser Pretor lo juzga todo.
Con palabras hinchadas martiriza
Las orejas sencillas del oyente.
Y en el mas comedido hace mas riza.
D. Juan. Vm. parece que está de
íies-
(*) Elegía VII.
(41)
fiesta ; y una vez que se ríe del Arte
cid Romance CastellanOy yo también voy
á cantar con el mismo Horacio Espa-
ñol. (*)
Romance a pata llana es el que pido ,
Que ensarte Laconismos cada paso ,
Y que abrevie la frasis , y el sentido ,
No que sobre las ancas del Pegaso
Me lleve su oración por los rodeos
Que tienen Juan de Mena , y Garcilasso.
Quien habla claro , vence los deseos
Del cuidadoso oyente , que le escucha ,
Y quien obscuro , traele en devaneos.
Con las palabras , y el sentido lucha ,
Porque jamás acierta á disolverlas ,
Que el ñudo es ciego , y la inorancia mucha.
D. Antonio. Pues si sabe Vm.
eso , ¿ para qué quiere que señalemos el
Romance antiguo -moderno}
D. Juan. Porque no digan ,si aca-
so nos oyen, que somos zoylos narigu-
dos ; y porque al fin las paredes oyen,
D. Antonio. Quiero dar á Vm.
(*) Villegas Elegía VII.
(42)
gusto , y no hemos de perder la amis-
tad por una cosa tan desaliñada como es
el jlrte del Romance Castellano, Oyga
Vm. al Autor en el lib, I. pag. ij.
I en el Italiano vulgar como lo han
observado ya algunos hombres doctos j
que han platicado as saz estas lenguas.
D. Juan. ¡Es verdad , como soy
Juan ! Ese Castellano es un Diftongo
insulso de Castellano antiguo , y mo-
derno.
P. Antonio. Tenga Vm. pacien-
cia , y oygale en la pag. 29 del mis-
mo lib : Empero tomaron con tanto cui^
dado las palabras Latinas , &c.
Ibi pag. ^^. Aumentóse otrosí et
numero de estas maneras de hablar , ócc.
Ibi pag. c^6. Romanzando los nom*
hres Latinos , Árabes , Scc.
Ibi pag. 86. Resplandeció con todo
su honor en el Reynado de Phelipe IIL
en el qual los ingenios Españoles dieron
casi sin cultivo grandes obras a guisa
de terreno fértil.
Ibi pag. 90. Sus méritos para con
el habla Castellana son de primer orden.
Y
(4J) .,
Y mas abaxo : Porque los oíaos que lle-
garon a sentir la suavidad del numero^
se hicieron sohervios»
Ibi pag. 91. De aquí nació olvidar
aquellas voces de buena marca , i que
nuestros Padres platicaron con tanta
gravedad,
Ibi pag. 95. Uno de los mas precio-
sos frutos de ésta Assamhlea es el Dic-
cionario de la lengua , &c.
Ibi pag. 94. En tanto que se diqjO'
fie a este fin un Diccionario cumplido ,
que expresse la raiz de los vocablos , su
■pureza , i legitimidad , su significado
p'oprio , / trasladado con sus modismos
i phrases,
Ibi pag. 95. Han adelantado toda^
via mas acia una feliz renovación de las
Artes , i Ciencias , i por tanto de la len-
gua Patria , por la qual , &:c.
Ibi pag. 98. Hinche llenamente el
artificio de la Rhetorica , &c.
Ibi pag. 100 y 10 1. Pues con el
parangón de una oración con otra se en-
tenderá la conveniencia , / diferencia de
ellas , i por consiguiente las maneras pro-
E prias
. , (44)
^rias de cada una.
Ibi pag. 148. Bien que Jos Padres,
de la lengua la usaron con mucha par si-
monta , i amaron mas el suplirlos que u-
sar estas palabras , las que después se
multiplicaron tan sin recato.
Ibi pag. 13 a. Antonica , pobreta y
&c.
Lib. III. pag. 140. En efecto todos
los verbos ( hablamos de los adjetivos )
pueden encaminar su significación transí-
tiva a un termino directo , que sea dere^
chámente . , .
D. Juan. ; Válgame Dios , y me
libre de toda ignorancia 1 ¡ Que esto se
imprima ! ¡ Que esto se llame Romance
Castellano I
Vitor el Padre Crispía
De los Cultos culto sol ,
Que el dia de San Martin
Habló Espafsoi en Latin ,
Y Latin en Español.
D. Antonio. ¿ Qué se espanta
Vju. de huevos asados ? Pues todavía
no
(45^ ■
no se Iiá acabado la tempestad. Vamos
ahora con esta oracioncita , que aparece
aquí a la pagina 2ij;y si no se ríe
Vm. es señal de tener malas entende-
deras.
D. Juan. Ya hé leido esa oración,
y me parece que tiene tantas nulidades
como fueron los amores de Anacreonte.
No hallo Rhetorica , no hay suavidad ,
no hay Castellano , no hay sino un tri-
quitraque , un paloteo de voces , una
cadencia . . .
D. Antonio. Basta , basta : eso no
es para esta noche. Tome Vm. la plu-
ma , y escriba lo que toca al Romance
Castellano antiguo- moderno , que es de
lo que hablamos. Si tomáramos la crí-
tica como se debe , nos veríamos las ca-
ras.
D. Juan. Diga Vm. lo que hé de
escribir.
D. Antonio. Ponga Vm. pagina
217. Hinchió el habla de amenidad y i
discreción . . ,
Pag. 219 El estudio de letras hu-
manas , que hizo de algún modo las deli*
E 2 cias
.(46)
cias de la Nación ...
Pag. 2 20. ISfo se havian aun esme^.
rado mucho ¡os nuestros en adornarlo de
ricos arreos , como havian hecho los Grie-
gos , / después los Romanos i Latinos
j^ara atraer a su idioma los Pueblos que
sujetaban con las armas ; pero él a gui-
sa de camp fértil , que de suyo se 'vis-
te i esmalta de lo mas lindo i hermoso
que tienen por industria los jardines , se
paraba vistoso , / lleno de asseo i lim-
pieza robaba la afición de los estrange-
ros.
Pag. 22 T. I parecen ellos no tanto
piezas elega?ites quanto la elegancia mis-
ma ,, .
Pag. 2 2 2. I singularmente su mas
castigado escrito de las Guerras de Gra-
nada , donde recogiendo en su mente la
pureza i elocuencia de un Livio con la
fuerza i gravedad de Salustio , dio el
punto pero muy enonado . . .
Ibi. Que enderezan el anima con
oculta i casi invencible virtud para el
Cielo.
Pag. 22J. Levantándole a numero
ar-
(47)
armonía , i suaruidad con tanto aíhago
de los oídos Españoles , que se hicieron
sob^rvios en adelante . . .
Ibí. / Que me precise la angustia
del tiempo a romper d hilo de mí oración^
i passar en silencio aquellos acabados mo-
delos , / excelentes Maestros de la ciegan'
cía Española !
D. Juan. Dexeme Vm. reír un ra-
to. Eso parece á aquello de la Come-
dia intitulada ; Cada qual con su cada,
qual , en que hay este pasagc :
/ Que sea yo tan menguado !
j Que sea yo tan mocoso ,
Que me virle la fortuna
de aquesta suerte los bolos !
¿ No soy el mismo G^iyferos
Que con este brazo solo
A. mas de doscientas viejas
Las quité todos los moños ? &c.
D. Antonio. Prosiga Vm. y pon-
ga en la pag. 124. A tan alto estado
ensalzitron la lengua Patria estos i otros
emitientes varones , que justamente vene-
E j ra-
. (48)-
ramos como Princifes de sus raras fer--
feccioms ...
Pag. 226. I que los hombres doctos i
prudentes que la han platicado en los es-
tudios de Artes i Ciencias , no solo han
cumplido 'ventajosamente su p'oposito ;
mas han merecido también mucha loa i
estima . . .
Pag. 227. También apelo a noso-
tros , o Poetas , cup ojicio es no el va-
no delepe del oido , sino el de aprovechar
agradando ; mirad que aunque linda i
hermosa , es matrona mui honesta i re-
catada ; tratadla con as seo i con honor.
D. Juan. Basta , Señor Gobeyos :
eso no. se puede tolerar. Quedo per-
suadido de que el Lenguage del Autor
es un Castellano monstruoso , por estar
ingerto de frases Italianas , Francesas ,
D. Antonio. A mi lo que me ad-
mira no es la monstruosidid de este
Lenguage , po"C|ne hay bastantes que
Je imiten , sino la scenídad y maguiste-
no can ove en las paginas 149 y 150
dcJ lib. 111. dice ; El uso hace que las
p:a •
. ^49)
falabras autorizadas por él se devan
f referir a las que se anticuaron ya , /
se llaman desusadas o anticuadas. Por
donde acontece que las palabras que es^
tuvieren en honor , ya no lo estén , / se
devan platicar aquellas que usan los do-
ctos , i omitir las que no se usan
se deven evitar semejantes palabras de^
susadas , pero no ignorar para el enten-
dimiento de los escritos de nuestros ma-
yores , i es mayor fealdad introducir una
palabra nueva i barbara , que usar de
una anticuada,
D. Juan. Vm. concluye al Autor
con volverle sus palabras al cuerpo. ¡No
he visto inconsequencia mas clara ! ¡Ni
creyera hubiese animo para imprimir
tan manifiesta contradicion !
D. Antonio. Parece que se va
Vm. cansando de oir , y ver estas pre-
ciosidades,
D. Juan. Es asi. Yo no puedo to-
lerar que los Autores vayan contra el
torrente , y quieran salirse con la suya
diciendo : tixeretas han de ser.
D. Antonio. Creeré que el Autor
E 4 del
(50)
del Arfe procure huir de la angostura ,
ó del estrecho en que se ha metido ^
procurando volver atrás , porque hasta
los irracionales suelen hacerlo quando
peligra su maquina.
D. Juan. Es evidente ; y tampoco
dudo de que lo haga el referido Au-
tor. Y quando llegue el lance , no fal-
tará quien obsérvelos movimientos, y
al describir las tretas , cante con el nun-
ca bastantemente alabado Don Francis-
co de Quevedo lo que el mismo dice
con inimitable gracia en su Musa VI.
Romance 68.
El sacó la de Toledo ,
J^ yo la de San Clemente :
Dile con la anticipada
Dos r esvalones de d xeme.
D. Antonio. Basta ya por esta no-
che. Mañana proseguiremos , si Vm.
gustare.
CON-
(51)
CONVERSACIÓN II.
SOBRE LA FALTA DE FIDELIDAD
en los Documentos que copio el Autor
DEL ARTE DEL ROMANCE CASTELLANO
fara formar su obra , de la Paleo-
graphia Española del P. Andrés
Biirriel , í^ue se publicó d nombre
del P. Esteban Terreros , en la tra-
ducción del Espectáculo de la Na-
turaleza,
ir\ Juan. Tenga Vm. tan buenas
""-^' noches como yo las deseo para
mi.
D. Antonio. ¿ Qué es eso , Señor
Don Juan ? Parece que viene Vm. con-
tento , pues no obstante que estamos en-
tre dos luces , conozco que el gusto y
la alegria se le viene a Vm. rebosando
por la boca. Me alegraré que las pase
Vm. muy buenas.
D.
(52) ^
D. Juan. El bien , o el mal d la ca-
ra sal : dice nuestro refrán Castellano ;
pero ahora veo que no es tan cierta la
sentencia como parece , pues Vm. sin
distinguirme perfectamente la cara, (por
solo el oido ) conoce que vengo poseí-
do de contento,
D. Antonio. Es verdad que asi lo
he conocido , y deseo ya que Vm. me
haga participante de él , en descuento de
los malos ratos que nos va dando el
Arte del Romance Castellano.
D. Juan. Siento mucho que Vm.
haya entendido que mi alegría procede
de algún bien pensado , ó no pensado,
que haya venido a mi persona , ó fami-
lia. Nada de eso es , Señor Don Anto-
nio , sino un poco de risa envuelta con
una buena dosis de cólera , movidas u-
na y otra de haber leido esta siesta las
Efocas del Romance Castellano. Quisie-
ra ciertamente tener que participar á
Vm. otra noticia de mas importancia.
Aqui traygo el Arte del Romance , pa-
ra que , luego que enciendan luces , me
desate Vm. algunas dudas , que no he
po-
(53)
podido olvidar en toda la tarde.
D. Antonio. Con efecto creí , que
trahía Vm. alguna cosa de importancia;
pero ya veo que es un engaño manifies-
to asi el mío como la obra. Ya está aqui
el velón. Veamos qué dudas trahe Vm.
D. Juan. Tenga Vm. un poquito
de paciencia ; que yo las iré proponien-
do en la conversación. Ha de saber Vm.
que inmediatamente que empecé á leer
las tales Épocas del Romance Castellano,
me dio el tufo en las narices de que
todo el pensamiento es Hurtado , y no
de Mendoza. Yo hé leido lo mismo en
otra parte , y no me acuerdo.
D. Antonio. ¿Vm. vive en Qua-
cos , ó en Xarandilla? Lo habrá Vm.
visto en aquel Libro intitulado Paleo-
graphia Española , de que poco há se
hicieron dos impresiones ; una en la O-
bra del Espectáculo de la Naturaleza ,
traducida con grande acierto por Terre-
ros , para que llenase el lugar que ocu-
pa en el original Francés la Paleogra-
phia Francesa ; y otra que se hizo po-
co después de sola la Pakographia Es"
¡a-
(54).
pañola , obríta curiosísima del P. An-
drés Burriel , á instancia del mismo
Terreros , para comodidad é instrucción
de los que no pudiesen , ó no quisie-
sen comprar toda la referida obra del
Espectáculo.
D. Juan. ¡Por vida mia que es
asi ! Y confieso que he tenido toda la
tarde ofuscada la memoria. He leido
la Paleographia Española , y por vida
de Apolo , que aunque es obra pequeña
de cuerpo , es toda ella substancia pura
y neta ! ¡ No dudo que la haya dado
para formar el Arte del Romance Cas-
tellano , quando me ha confiado un ami-
go , que la ha dado también para for-
mar cierta obra polygraphica con sus
Evocas y todo , que va a publicarse pa-
ra enseñanza y utilidad de la Nación \
\ Vaya , vaya , no lo creyera si no lo
viera ! ¿ Qué haya serenidad para ha-
cer semejantes Pasmarotas , sin conside-
rar que el dia de mañana les pueden
coger con el Plagio , ó sea hurto lite-
rario en las manos ? j Coelutn ifsunifeti-
mus stultüia !
(5í)
D. Antonio, i De eso se admira
Vm. ? Pues sepa , si no lo sabe , que el
Autor del Arte del Romance Casteua-
no formó su obra , no como Aveja de
cosecha propia , sino como Zángano en
]a República Literaria , de trabajos y
pensamientos ágenos ; pero con la sere-
nidad inimitable de no citar las fuentes
de donde bebió la muchedumbre de
especies , que sin la digestión debida se
notan en su Arte del Romance Caste-
llano,
D. Juan. ¿ Esas tiene ? Pues de es©
modo yo sacaré á luz todos los meses
una obra sin mas trabajo que zurcir re-
tales ; y cayga el que cayere. Ya sabe-
mos que el copiar obras de otros ño se
reduce a otra cosa que á un trabajo
material , que puede hacerle qualquie-
ra que tenga la habilidad de escribir,
y mediana travesura para disponer los
materiales , de suerte que no todos , si-
no los diestros , puedan conoceiios , y
volverlos al lugar de donde se desen-
caxáron. Ahora me viene á la memo-
ria una historieta que refiere el famoso
Pe-
Pedro Madariaga , (^) la qual , aunque
parece cuento , no lo es , pues dice con
estas mismas voces : í>Yo conoscí un
? Orador muy principal en Bolonia ,
> que se decía Colona : y como él tenía
í ruin pluma , escribíale sus oraciones
> un hermano de un charlatán ( que en
í Italia ya sabéis que aquellos charla-
1 tañes van blasonando por las plazas )
t y acaesció un dia , que el dicho Co-
í lona hubo de orar ante el Papa Ju-
> lio Tercio , que por la guerra que en
t su tiempo había en Italia entre él y
9 España , hubo de venir á Bolonia ,
> porque el Español no se le entrase
•> en su Ciudad , por ser Bolonia del
> Papa , y llave de toda Italia. Y el
^ Orador , quando componía su ora-
í cion , rogó al Escribano , que pues él
y ponía allí todos sus embites ( que ci-
^ erto era la mejor que de Cicerón acá
«se
(*) Honra de Escribanos', Arte para
escribir bien presto : Ortographia de la plu-
ma. En Valencia. Por Joan de Mey. i J9J.
Dialogo lI.foL 12.
9> se ha hecho ) que también él cortase
5> bien su pluma para escribirla , por-
5» que la quería guardar por memoria.
)> Eí Escribano pidele el borrador para
j'í llevarlo á su casa , y escribirla me-
5? jor : y comunicalo con el hermano ,
jí el qual como era buen charlatán ad-
35 vierte toda la oración , y para quan-
)> do vino el Papa , tenían los dos es-
)> tudiada la misma oración , y tiene
)> orden para verse antes que el otro an-
)> te el Papa por su poca vergüenza ,
í? porque son como truhanes. Y dan-
5> dolé a entender á su Santidad que han
»> venido á su noticia muchos ardides
ií y secretos de la guerra presente , coii
n esta benevolencia que le acató , da-
?> sele audiencia , y recita la oración
íí del otro. De allí a dos dias vie-
)> ne a orar el Colona descuidado de
n tal hurto. Comienza a orar ante su
>í Santidad , llega hasta la narración,
9í comienza a contar lo mismo que el
)> otro. Mándale el Papa que calle , pues
jí el otro día ya había oído lo mismo.
>í Y asi el charlatán quedó con la hon-
?>ra
» ra de Orador ; y el Orador en opi-
i> nion de charlatán.
D. Antonio. Fuerte chasco fué
ese. Y no me admira , pues el hurtarse
unos Autores á otros , y el lucir unos
con los trabajos de otros , es mas anti-
guo que parece. Marcial en varios pa-
rages de sus Libros castiga , y repre-
hende qual ninguno este abomiiiable
vicio del hurto literario ; y asi en el
Libro I. Epigram. LXVIL pone uno
con este epigraphe.
Ad furem de Libro suo.
Erras , meorum fur avare librorum ,
Fieri poetam posse qui putas tanti ,
Scriptura quanti constat , et tomus vilís.
Non sex paratur , aut decem sophos
nummis :
Secreta quiere carmina , & rudes curas ,
Quas novit unus , scrinioque signaras
Custodit ipse virginis pater charra :
Qux trita duro non inhorruit mentó.
Mutare dominiim non fotest líber notus :
Sed pumicatá fronte siquis est nondum ,
Nec
Nec umbilicis cultus atque membrana,
Mercare: tales babeo, nec sciet quisquam.
Aliena quisquís recitat , et petit famam:
Non emere librurriy sed sikntium debet.
Que suena en Castellano de este
modo ;
Ladrón de los Libros mios ,
Errado andas avariento ,
Si piensas que el ser Poeta
Te costará el mismo precio
Que al que la letra , ó el vil
Papel , ó libro está puesto :
No la ciencia , no el aplauso
Por pocos ó mas dineros
Se halla fácil ; tu busca
Los versos que están secretos,
Los no limados cuidados ,
Que apenas uno imperfectos
Sabe , y los guarda escondidos
Qual padre de sus conceptos,
Como del virgen papel
Que aun no se vio en quaderno.
El libro que es conocido
¿ Cómo ha de mudar de dueño ?
F El
(6o)
El que no se há enquadernado
Puedes comprar sin recelo ,
Sin que lo sepa ninguno :
Mas quien recita lo ageno
Y busca fama , no compre
Libros , mas compre silencio.
No contento Marcial con la descar-
ga antecedente , vuelve á dar otra en
el Libro I. Epigram. LXXIII. con es-
te epigraphe.
Ad Fidentinum.
Nostris versibus esse te Poetam ,
Fidentine , putas , cupisque credi ?
Sic dentata sibi videtur Agle,
Emptis ossibus , indicoque cornu :
Sic , qu^ nigrior est cadente moro ,
Cerussata sibi placet Lycoris.
Hac et tu ratione , qua poeta es ,
Calvus cum fueris , eris comatus.
Que suena asi en Castellano.
Con mis versos , Fidentino ,
Pien-
(6 1)
Piensas que Poeta eres ,
¿ Y que lo creamos quieres ?
jGracioso es el desatino!
No de otra suerte imagina
Tener dientes Egle , quando
Para ellos está comprando
Hueso , ó marfil de la China.
Afeitada asi procura
Parecer blanca , y se alegra
Lycori , siendo mas negra
Que la mora mas madura.
Tu de la misma manera
Que eres Poeta también ;
Asi tener puedes bien
Con ser calvo , cabellera.
D. Juan. No sabia yo que Vm. te-
nia facilidad en versificar. Me alegro
que haya Vm. descubierto esta habili-
dad , pues naturalmente se ofrecerá al-
guna vez en el discurso de nuestras con-
versaciones sobre el Arte del Roman-
ce Castellano, Digole á Vm. que las
traducciones antecedentes vienen , como
fedrada en ojo de Boticario , al asunto
del plagio , que dice Vm. se nota en
F 2 qua-
qiiasl todo el Arte dsl Romance : y aho-
ra conozco mas claramente quan repre-
hensible es salir un hombre á la plaza
de la República de las letras con vesti-
dos no solamente ágenos , sino robados
y desencaxados de sus lugares. Por otra
parte veo que el Autor del Arte del Ro-
mance Castellano , si es Plagiario , no lo
es de Mosca , de que habla el incompa-
rable Quevedo Musa V. Letra burl. I.
Por angélico creía ,
Doncella , que almas guardabas ,
Y eras araña , que andabas
Tras la pobre mosca mia.
iii tampoco lo es de versos, sino de prosa;
y últimamente que si ha incurrido en
este vicio , ha sido copiando de Libros
propios , que le habrán costado su di-
nero.
D. Antonio. Buena pieza es Vm.
Señor Don Juan. Vm. viene precisa-
mente á disculpar al Autor del Arte
del Romance del mismo modo que lo
hizo Marcial con aquel Paulo , que sin
sa-
saber hacer versos , todos quantos leía,
eran propios suyos , porque los com-
praba antes. Si Vm. arguye de este
modo , no hay duda en que cada uno
tiene derecho a lo que le cuesta su di-
nero , y lo puede llamar suyo , aunque
no lo haya hecho , ó trabajado. Citaré
aqui el Epigramma de Marcial , que le
hallará Vm. en el Libro II. y dice :
Carmina Paulus emit; recitat sua carmina
Pauius;
Namquod emas, possis dicerc jure tuum.
Los versos que compra Pablo ,
Lee Pablo como suyos ;
Que todo lo que tu compras ,
Llamas coa justicia tuyo.
D. Juan. Pues todavia tiene dis-
culpa el Autor del Arte d^l Romance
Castellano.
D. Antonio. ¿ Qual es ?
D. Juan. Que no es ladrón de ver-
sos ; pues contra aquellos dirige Mar-
cial sus sales cáusticas.
Fj Ca-
(64)
Don Antonio. Calle Vm. Don
Juan , no diga Vm. desatinos. El Au-
tor del Arte del Romance Castellano com-
pone su obra de fragmentos asi en pro-
sa como en verso. Aqui está el Libro.
Vea Vm. si los que pone desde la pa-
gin. 40 hasta la 49 : y desde la 62 has-
ta la 68 no son tomados de la Paleo-
graphia Epañola de Burriel , y Terre '
ros. Vea Vm. si el fragm-ento del Ar-
cipreste de Hita que el Autor del Arte
del Romance pone desde la pag. 72 has-
ta la 74 es verso ó prosa , y si le copió,
ó no , de la referida Paleographia. Vea
Vm. de donde pudo copiar la carta de
la bendita Reyna Doña Isabel , a Gó-
mez Manrique . . .
D. Juan. Es verdad que lo ha to-
mado de la Pakogr afilia Española, por-
que si no , era preciso que el Autor del
Arte del Romance Castellano hubiese
manejado los Libros y otros Documen-
tos que se guardan en los Archivos de
) Toledo , y en la famosa Librería de a-
quella Santa Iglesia : lo qual no es asi.
D. Antonio. Pues no es eso lo
peor.
(6i)
peor. Importaba poco este hurto litera-
rio , si el Autor del Arte del Romance
Castellano , nos produxese estos frag-
mentos con la exactitud que nos los die-
ron Burriel y Terreros.
D. Juan, i Ahora tenemos eso ?
D. Antonio. Si , señor , es cosa
asombrosa ver la precipitación con que
se copiáronlos citados documentos. Pon-
dremos aqui una como fe de erratas de
cada uno , para que las emiende quan-
do tuviere lugar. Primeramente en la
Muestra de Romance mezclado del año
1 1 9 1 déla Era Christiana , que el Au-
tor del ^rte del Romance Castellano ,
pone a la pagina 40 , y Terreros en su
Paleographia á la pag. 95 de la segun-
da edición con el nombre de escrituras
bilingües , ó Latino-Castellanas , se ha
de emendar lo siguiente :
F4 ^r-
(66)
Arte del Romance
Castellano.
Paleogra^ihia.
Lin. 2. Donus Al va-
rus Johannes neto
de Doña Maria
Mescabello.
L. 8. possuít.
L. i8. praedicti.
L. 19. praedictus.
L. 50. Era mccxix.
L. 59. laxa.
L, 40. deprato.
L. 4j. praesentes.
Doñus Alvarus Jo-
hannis vir Done
Micia , et ego
Salvator Johan-
nis neto de Do-
ña Maria Mesca-
bello.
posuit.
predictí.
predictus.
Era MCGXXix-
Jaxsa.
de prato.
presentes.
Omitió la advertencia de que ésta
escritura tiene dos firmas Arábigas , y la
nota marginal de que se guarda en el
Imperial Convento de San Clemente de
Toledo.
En la Muestra del Romance Caste-
Ila-
llano puro del año 1206 , ( asi le llama
el Autor áol Arte del Romance Caste-
llano ) que tomó de la PaJeographia Es-
pañola , segunda edición , pag. 88 , y
le pone en la pag. 45 del origen y épo-
cas del Romance ; deben emendarse las
erratas siguientes .
Arte del Romance
Paleografhia Es-
Castellano,
j)amla.
Lin. 4. Monasterio.
Monesterio.
L. 5 . nostro.
nuestro.
L. 9. havenentia.
habenentia.
Ibid. Fezo.
fezo.
L. 10. Filio.
£llo.
L. 1 1, quem Deus.
que Deus.
L. 15. tiene.
tenie.
L. 21. desessione.
desessiose.
L. 22. aj. que le avie,
, que lo avie, ó lo
ó le devie.
devie.
L. 24. 25. J2. Mo-
• Monesterio.
nasterio.
L. J4. Fernando.
Fernand.
L. J5. el conomrada.
, el conomrado.
L. 41. on Aldea.
en Aldea,
L. 42.
(68)
L. 42. 4j.Iiuviere.
Ibid. Fernando.. para.
L. 45, semmadura.
L. 49. iuhos.
L. 5 1 . Monasterio.
L. 52. Fernán.
L. 5J. de corrales.
L, 58. deoy*
L. 60. Filio.
L. 66, conomrado.
L. 66 y 67. de heredo.
L. 67. Filio Donna.
L. 70. Fernando.
L. 80. Sopo.
L. 82. senie.
L. 8j. tiene.
L. 85. encrubrio.
L. 87. é vinieron.
L. 91. vnos.
L. 104. conomrada.
L. 106. que dio.
L. 109. conomrado.
L. 112. aquel.
L. I ij. firmar si fir-
mas.
L. 114. derecheras.
o viere.
Fernand . . pora.
semnadura.
iugos.
Monesterio.
Fernand.
é de corrales.
doy.
filio.
connomrado.
de quanto heredó
filia Donna.
Fernán.
sopo.
tenie.
tenie.
encubrió.
é vieron,
unos.
connomrada,
quel dio.
connomrado.
qucl.
firmar sobre si
firmas,
h derecheras.
(69)
L. 117. no. non.
Ibid. escribir. escrebir.
L. 1 2 j. I JO. I j I . cum- complimento.
plimiento.
Omite todas las demás firmas , y el
lugar donde se halla el Instrumento.
Erratas en las notas marginales , que
también copió de la Paleographia el
Autor del Arte del Romance.
Pag. 44. Essídas , Pag. S8. Essidas,
salidas , de exitus. salidas , de exit,
P. 45. ses yugos. P. 89. sesiugos.
P. 45. I tanto ena. P. 89. Ytanto ena.
P. 48. Firma. P. 9 1 . Firmas.
Ibid. que firman , ó P. 91. que firman,
roboran. ó robran , ó robo-
ran.
En la Muestra de la Poesia del Ro-
mance del Poema de Fr. Gonzalo Ber-
céo ( Berciü le IJama el Autor dd Arte
del Romance , y la pone á la pag. 50 )
deben emendarse las erratas siguientes :
(70)
\Arte del Romance, Vida de Santo Do-
Bercio.
Lin. 2. autoridad.
L. j. certenidad.
L. 4. onde. . Santi-
dad.
L. 5. Vicente avia.
L. 6. i Christeta.
Ibid. hermano.
L. 9. el Kei.
L. 1 1. Asigno.
Ibid. trasladarlos á
mejor santidad.
L. 12. e metellos.
Ibid. de mejor ho-
nestidad.
L. ij. Asino . . con-
seja , lanza.
L. 14. Arlanza.
L. 15. buen viento.
Ibid. mejor finanza.
L. 16. mojor.
Ibid. dubdanza. .
L. 18. Arlanza.
mingo,
Bercéo.
auctoridad.
certanedad.
ond . . . Sanctidad.
Vicent avie,
et Christeta.
ermano.
el Rey.
Asmó,
traslaudarlos a mc-
ior sanctidad.
et mételos,
de meior onestad.
Asmó . . conseio . . 1
lan^a.
Arlanza.
buen conviento,
meior fincan^a.
meior.
dubdan9a.
Arlanza.
L. 19. I aciessen Yaclé un Moneste-
Monasterio. rio.
Ibid. honrada. honrrada.
-Jj. 20. Arlanza. Allanta.
Ibid. llamada. clamada.
L. 2 1 . Avia ai un Avia y un Abbad.
Abad.
Ibid. siervo. servo.
L. 2j. Monasterio. Monesterio.
Ibid. Cabdillo , i Cabdiello , et Sen-
Señor, ñor.
L. 24. La grei de- la grey demostra-
mostrava. . ba.
Ibid. cual. qual.
L. 25. mysterio. Ministerio.
L. 25. De aquellos Aquellos Sanctos
Santos Martyres. Martyres.
L. 27. E los deseh- Que los dessoter-
terrasse. rasse.
Ibid. del vivo ci- del vieio ciminte-
menterio, rio.
L. 28. E que los a- Etque los aduxies-
duxiesse para el se peral su Mo-
su Monasterio. nesterio.
L. 29 Fablo con el Fabló con el Rey
Rei , al cual de al que Dios de
Dios
(7a)
Dios bon paso. bon poso.
L. JO. Al que dicen Al que dicien Fer-
Fernando un Prin-
nando un Prin-
cipe muy precio-
cep mui pre-
so.
cioso.
L. ji. Tobólo.
Tovolo.
L. J2. cumplirlo el
complirlo el Ab-
Abad perezoso.
bad perezoso.
L. Jj. e los.
et los.
L. J4. Abades e Prio-
Abbades, et Prio-
res.
res.
L. j5. Del señorío.
De los del seño-
río.
L. ^y. Foron i.
Foron y
Ibid. Cavalleros.
Caballeros.
Ibid. I grandes Infan-
Et grandes Infan-
zones.
zones.
L. 40. cantavan.
cantaban.
Ibid. dicen.
dicien.
L. 41. Señor San Vi-
Sennor San Vi-
cente.
cent.
L. 42.Ede.
Et de.
Ibid. hermanas.
ermanas.
Ibid. honrado viene
onrrado bien , et
gente.
gent.
L. 4J. Omnipotente.
Omnipotent.
L.
(73)
L. 44- E sobre.
Ibid. pecadores.
Ibid. cosimente.
L. 45. Trabesaron.
Ibid. caudal.
L. 47. Llegaron.
Ibid. Arlanza.
í. 48. En un grande
corral.
IL* 49. Señor santo.
Ibid. natural Can-
nas.
L. 50. E nasció.
Ibid. En buen.
Ibid. mañas.
L. 51. I viene.
Ibid. campañas.
L. 52. que no abrien.
Ibid. calañas.
L. S3' ^^ mañana.
L. 54. E Sabina , e
Christeta.
Ibid. hermana.
L. 55. E adornada.
L. ^6. gran gente.
t. 37. translación.
Que sobre.
peccadorcs.
cosiment.
Travessaron.
cabdal.
Plegaron.
Arlanza.
En si bel que cor-
ral.
Sennor sancto.
natural de Can-
nas.
Que nasció.
En bon.
mannas.
Y vinie.
campannas.
que non avrien.
calannas.
mannana.
Et Sabina et
Christeta.
ermana.
Et adiana.
grand gent.
translation.
Ibid.
<74)
Ibid. de estos.
Ibid. hermanos.
L. 38. de dolores.
L. 59. pies.
L. 60. A Dios Chris-
tianas i Christia-
nos.
L. 61. Abades.
Ibid. Obispos.
Ibid. e Canonges.
L. 62. ende.
Ibid. Lugares.
L. 6j. e sus.
L. 64. ñolas.
Ibid. tañer.
Ibid. de sus.
L. 65. eino.
Ibid. Monasterio.
Ibid. el buen Abad
bendito.
L. 66. compañeros.
Ibid. mui bien recibi-
do.
L. 67. Dijo.
Ibid. mui.
destos.
ermanos.
de los dolores.
piedes.
Ond rendien a
Dios gracias
Christianas , et
Christianos.
Abbades.
et Obispos.
et Calonges.
end.
Logares,
et sus
non las.
tanner.
de los
veno.
Monesterio.
el bon Abbad be-
neito.
companneros.
muy bien recebi-
do.
Dixo.
muy.
L*
(75)
L. 68. Digeron. Dixeron.
Ibid. cumplido. complido.
En la Muestra en p'osa de los años
I26o.( Asi dice en la pag. 61. del ori-
gen , y épocas del Romance ) que tomó
de la Paleographia de Burriel pag. 78.
se deben emendar las erratas siguientes ;
Arte del Romance, Pakograjphia.
Lin. 5. a verlas.
Ibid. mu i.
L. 9. mui.
L. 12. donaire.
L. 15. monstrar,
Ibid. quel.
L. 19. mejor.
L. 25. reir.
L. ji. mui.
Pagina 64.
L. i.Rei.
L. 2. de estas cosas.
L. 9. E.
Ibid. todo era.
averias.
muy.
muy.
donayre.
mostrar.
que él.
meior.
reyr.
muy.
Rey.
de estas siete co-
sas,
et.
todo esto era.
G L.
(76) ,
L. II. y 12. bafor- bofordar.
dar.
í,. 21. bientrobar. bien de trobar.
En las notas fnarginales,
Quel ; que.
Monstrar.
Quel ; que le
mostrar.
En la Muestra del Verso del año
1278 , que está a la pag. 65 de las épo-
cas del Romance , y su Autor la tomó
de la Paleographia pag. 6"/ , se han de
emendar las erratas siguientes ;
Arte del Romance. Paleographia,
Lin. I. D. Fernán.
L. 8. razonado.
L. 6. esforzado.
L. 7. fazedor.
L. p. Jesu Christo.
Don Fernand,
ratonado,
esforzado,
facedor.
Ihesu Christo.
En
(77)
En la Muestra en prosa del siglo
XIV. que está á la pag. 66 de las épo-
cas del Romance , y su Autor tomó de
la Paleographia pag. 59 , se deben e-
mendar las erratas siguientes :
Arte del Romance, Paleogra^pliia.
Lin. II. lluvias.
luvias.
L. 16. lluvia.
luvia.
L. 17. todas.
á todas.
L. 20. y húmeda.
et húmida.
L. JJ. humedat. .
humidat.
L. 47. no tiran.
non tiran.
En la Muestra en verso del año
1589 , que el Autor del Arte del Ro-
mance pone á la pag. 72 , y tomó de la
Paleographia de Terreros al fol. 82 , se
deben emendar las erratas siguientes :
Arte del Romance, Pakograph'a,
Lin. j. et toda la no- et toda noble,
ble.
Ga L,
(78)
L. 5. Recivenle.
Recijbenle.
Ibid. Roiseñores.
L. 7. dulces.
L. o. y II. Reciven-
Royseñores.
dulces.
Recibenle.
le.
L. 24. sin ella.
sin esta.
L. 25. bailadas.
L. JO, azófar.
bayladas.
azófar.
L. J2. entromete.
entremete.
L. jj. Gaita.
Ibid. Erabeva.
Gayta.
Exabeva.
L. j8. no.
Non.
L. 40. i valles.
ct valles.
Últimamente , para que ninguno de
los documentos , que publicó Terreros
en su Paleographia con la debida exac-
titud , quedase sin una pincelada de la
docta mano del Autor dd Arte del Ro-
mance , en aquella Carta de la Reyna
Catholica Doña Isabel , que Terreros
pone en la pagin. 56 , y el Autor del
Arte del Romance en la pag. y^ , qui-
tó la A en el sobreescrito de ella , co-
piando Gómez Manrique en donde ái^
c? : A Gómez Manrique,
D.
(79)
D. JüAíT. Quedo pasmado de que
el Autor del Arte del homance Castella-
no haya incurrido en tantos descuidos ,
señaladamente en unos documentos tan
singulares como los que copió de la
Paleographia Española , que compuso
Burriel á instancia de Terreros , para
que en su Traducción del Espectáculo
de la Naturaleza llenase el lugar de la
Paleographia Francesa.
D. Antonio. Amigo Don Juan ,
Vm. parece que se espanta de huevos
asados. Estos descuidos son nada respec-
to de lo mucho que se queda por se-
ñalar. Solo las notas marginales que el
Autor del Arte del Romance Castellano
puso al retazo del Monge de Silos X).
Gonzalo Bercéo , son capaces de hacer
que Vm. se suba por las paredes.
D. Juan. ¿Qué dice Vm. ? ¿ Es po-
sible que un Autor Neotérico tan pul-
cro , y tan aliñado como el Autor del
Arte del Romance Castellano , haya des-
cubierto semejante hilaza ? Un Autor
que habla ex cathedra cortando y ra-
jando el Komance Castellano ; revolvien-
Gj do
do Autores Castellanos como tierra ?
Un Autor que dice en la Dedicatoria :
Después de averme dedicado dende mis
tiernos años d su estudio , ( habla de
las Lenguas , y Ciencias ) Tiagé por los
F ais es estrangeros , tratando por tres
años con los Sabios , / primeros Maes-
tros de Italia , / ^visitando las Escuelas^
Academias , i Universidades mas ilus-
tres de ella. ¿Es posible , vuelvo á de-
cir , que un Autor de esta clase haya
cometido algún gazafatón en las notas
que Vm. dice ?
D. Antonio. Vm. parece que me
da cordelejo. Pues sepa Vm. que digo
la verdad ; y en prueba de ella confie-
so de buena fe que todo lo que parece
errata no lo es , sino Emiendas hechas
por el Autor del Arte del Romance , cre-
yéndose capaz de ilustrar y entender
las voces antiguas de nuestros Autores
Castellanos. Se me arde la asadura de
enfado de ver , que confesando abierta-
mente el Padre Ver gara , Editor del
Poema de Santo Domingo de Silos ,
compuesto por el Monge Bercéo , en el
num.
(80
num. 7 de su Prologo ; Que da d la
prensa tres Autores con las mismas vo^
ees de sus originales : y diciendo en el
num. 8 : Algunas 'voces se hallarán es-
critas con mucha 'variación : como OmCy
Omme , Omne , Hombre , y otras. No es
falta de legalidad , ni yerro de impresa
sion , sino estar assi en los originales , o
ser preciso valerse de las copias , por
faltar en aquellos hoja , o alguna vez no
poderse leer. Parece que algunos 'versos
son defectuosos : acaso la pronunciación
antigua los harta muy cabales : se nos
venga ahora el Autor del Arte del Ro-
manee Castellano á emendar y glosar ,
ó por mejor decir , á obscurecer una
obra en que anduvieron los hombres
mas literatos del Monasterio de San
Martin de Madrid. Quanto ha errado
asi en la Ortographia , como en las no-
tas marginales , lo conocerá Vm. ii otro
qualquiera por la confrontación. Y pa-
ra que Vm. se desengañe , solamente la
declaración del verbo Asmar , que el
Autor del Arte del Romance emienda
poniendo Assignar , ó Asinar , da á
G 4 en-
(8^) . . .
entender la profunda inteligencia que
tiene de la Lengua Castellana.
D. Juan. Jesús ¡qué desatino! As-
mar , según Cobarrubias , y todo buen
Castellano , significa quedarse un hombre
suspenso y fensati^o. Y también tiene
otras significaciones , que puede Vm.
ver en el Diccionario de la Real Aca-
demia Española.
D. Antonio. Pues de ese calibre
son las mas notas , y emiendas del Au-
tor del Arte del Romance.
D. Juan. ¿Quién le ha dado go-
lilla para este entierro ?
D. Antonio. El se la ha tomado
de autoridad propia para enseñarnos.
Por de contado , ningún Castellano sa-
bía , ni sabe , qué es acudillar ; verbo
nuevo , que se descubre al pie de la
pagina 55 áú Arte del Romance.
D. Juan. ¡ Es cosa lastimosa 1 Ya
me voy yo enfadando , y quasi quasi
estoy tentado de tomar el tal Arte del
Romance desde el principio hasta el fin,
y divertirme en notar todo lo que Vm.
me diga que es digno de escribirse.
(8j)
D. Antonio. A Ja verdad asi de-
bía ser ; pero por ahora no conviene le-
vantar la caza. Esa era obra larga , y
que solo debería emprenderse en caso
de que el Autor del Arte dd Romance
quisiera vindicar su obrilla. Y si lo hi-
ciese , entonces si que se tomaría con
calor , haciendo anatomía rigurosa , en-
tresacando todos sus nervios , hilvanes ,
&c hasta dexarla en esqueleto. Enton-
ces si , amigo Don Juan , que se vería
el verdadero mérito de su Autor , y
quienes eran los dueños de los materia-
Jes de aquel edificio.
D. Ji'AN. ¡Quanto me alegraría de
que llegase ese caso !
D. Antonio. Hablando en puri-
dad , es demasiada satisfacción en un
Autor , que no tiene otra cosecha pro-
pia que las puntadas , ó hilvanes de re-
miendos ágenos , esto es , el trabajo que
puso en zurcir , ó coser las produccio-
nes , y vigilias literarias de hombres
verdaderamente doctos , hable con tan-
to magisterio como sí tuviese absoluto
dominio en nuestro Idioma , queriendo
dar
(84)
dar reglas sin conexión , tomando los
fines por principios , y al contrario.
D. Juan. Es como Vm. dice. Por-
que todo el Libro primero de su Arte
del Romance no es Gramática , sino His-
toria ; es el fruto que debe cogerse des-
pués de haber aprendido una Grama-
tica Castellana recta y aplaudida en ge-
neral , como las muchas que tenemos,
D. Antonio. Añada Vm. ( para
explicación de ese pensamiento ) que el
Autor del Arte del Komance quiere una
cosa imposible , y contra la naturale-
za , como es por exemplo coger antes
de sembrar. Esto mismo , aunque es
contra natural , le ha sucedido al Au-
tor , pues sin haber sembrado grano ,
ha cogido todo el trabajo de Andrés
Burriel , y Terreros ; todo el largo , y
prolixo estudio de Gayoso ; mucho del
Señor Mayans , &c. jorque del traba-
jo de estos ha formado su Arte del Ro*
manee.
D. Juan. ¿Conque se vale de Ja
Gramática Castellana de Gayoso ?
D. Antonio. De ninguno de los
Au-
Autores citados ha tomado tanto como
de dicha Gramática. Quasi toda la há
incorporado en Ja suya ; pero con el
artificio que á su tiempo se verá.
D . Juan. ¡ Cada vez me admiro
mas ! ¡ Que haya hombres semejantes !
Por Dios pido á Vm. que hagamos un
cotejo de alguno , ó algunos pasages de
ios que Vm. dice ha copiado de Ter-
reros. Ya veo que son cerca de las diez;
pero paciencia.
D. Antonio. Toda la Paleogra-
phia , que es obra original de Burriel,
la hallará Vm. en el primer libro del
^rte del Romance , cuyo Autor usó
para copiarla de la astucia de saltar de
aqui para alli. Pero siguiendo los mis-
mos saltos , se verá la verdad , y que
su trabajo es inútil teniendo exemplares
de la Paleographia en abundancia , y
una nueva edición corregida y aumen-
tada de la preciosa Gramática de nues-
tro Castellano Don Benito Gayoso , y
otras.
D. Juan. Vamos al negocio, por-
que me cómo las uñas jor coger al Au-
tor
(86)
tor del Arte del Romance en los hurtos
literarios.
D. Antonio. Vea Vm, la con-
frontación de estos párrafos que he he-
cho de paso , y veámonos después. Pe-
ro lleve Vm. entendido que por ahora
no quiero dar mas pruebas por lo que
toca á la Paleographia ; y que , como
dixe , esa es obra para mas despacio.
D. Juan. Quedo enterado , y qué-
dese Vm. con Dios hasta mañana.
D. Antonio. A Dios , señor Don
Juan , hasta la vista.
Prosigue el Dialogo,
D. Juan. Me alegraré , señor D.
Antonio , que haya Vm. descansado de
la fatiga que tuvimos con el Arte del
Romance,
D. Antonio. A mi no me cansan
estas cosas , y asi no me impiden las ho-
ras destinadas al descanso. Y Vm. ¿ có-
mo há pasado la noche ?
D. Juan. Quasi en vela , por que
luego que me aparté de Vm. y llegua
(8?)
á mí casa , me puse á cotejar la Tako*
graphia con el Arte dd Romance , y fué
tanto lo que me enfrasqué en la con-
frontación , que me acosté entre gallos
y media noche ; y como la cabeza se
calentó , no pude pegar los ojos en to-
do lo que faltaba de ella , pensando en
el artificio con que el Autor del Arte
del Romance Castellano disfruta todos los
pensamientos del erudito Andrés Bur-
riel en la dicha Paleographia , que sa-
lió en nombre de Terreros , y los hace
á primera vista parecer suyos , esto es
de cosecha propia , bien que truncados,
y maltratados con el trabajo de zurcir
tantos , y tan diferentes pedazos.
D. Antonio. Como Vm. es no-
vicio en esto de hurtillos literarios , y
no está Vm. hecho a correr éstas Lie-
bres , no me admiro de que se canse en
la precisión de seguir los saltos zorre-
ros de un copiante artificioso. ¿ Há visto
Vm. si es cierto , ó no , lo que dixe a-
noche ?
D. Juan. Es evidente ; y en confir-
mación de ello traygo esta uoche co-
pia-
(88)
dos algunos pasages del Autor del Ar^
te del Romance , y el original de la Pa-
leographia , para que asi se vea con
facilidad esta literaria transmutación.
D. Antonio. Ha hecho Vm. co-
mo muy advertido ; y en esto se cono-
ce que es Vm. mas hombre que su a-
buela.
D. Juan. Quando yo estudiaba
Gramática , oía decir muchas veces á
mi Maestro ésta sentencia , que jamás
hé podido olvidar : Contraria juxta ss
Rosita magis elucescunt.
D. Antonio. Es verdad , porque
lo blanco junto á lo negro es blanquisi-
mo ; y lo negro junto a lo blanco es
mucho mas negro. Me alegro que Vm.
lo entienda , y que vaya penetrando
los entresijos del Arte del Romance Cas-
tellano.
D. Juan. ¿ Pues qué , se me ha-
bía de escapar el pez , que Vm. me a-
seguró estaba en el garlito ? En alguna
cosa se há de conocer que ando a di-
rección de Vm. Por lo menos es gloria
del Maestro el aprovechamiento del
Discípulo. D.
(89)
D. Antonio. Veamos la confron-
tación de esos lugares.
D. Juan. Aquí los tiene Vm. y no
tan solamente vienen copiados al pie de
la letra , sino colocados uno en frente
de otro. De este modo se consiguen dos
cosas , que son ; descubrir el PLAGIO,
y las puntadas con que el Autor los des-
figura , y los hace propios , como el otro
que copiaba los versos á Marcial , y és-
te le concedía que eran suyos , porque
aun no sabia pronunciarlos.
D. Antonio. Lo mismo se puede
decir al Autor del ARTE DEL RO-
MANCE CASTELLANO ; pero va-
mos al asunto , y no hay que detenerse
en episodios que nos hacen perder el
tiempo.
^r-
(90)
Arte del Romance ^ag, 7^8.
Pareciendo á los Godos prolija la
variación de los nombres , i verbos , o-
mitieron las declinaciones , i usaron de
los nombres latinos sin casos ; quitaroa
la voz pasiva de los verbos , i en su
lugar usaron de los participios con el
verbo substantivo ser , 6 aver , i aun en
algunos tiempos de la voz activa hi-
cieron lo mismo. Trocaron el uso de
las Preposiciones : mudaron a muchas
voces la significación : formaron nuevos
adgetivos , i verbos ; alteraron las ter-
minaciones , i aun la pronunciación i
ortographia.
Pa-
(90
Pakografhía pag, 6.
Usaban de los nombres latinos , mas
sin variación de casos, porque en las len-
guas del Norte son indeclinables , sub-
stituyendo artículos para distinguirlos.
Omitían la voz pasiva de los verbos , y
en su lugar se valian de los participios
con el verbo substantivo , y frequente-
mente tomaban el participio activo por
el pasivo. Trocaban el uso de las Pre-
posiciones , mudaban á muchas voces la
significación , formaban nuevos adjeti-
vos , y verbos , alteraban las terminacio-
nes , pronunciación , y ortographia , y
usaban con ayre latino muchos vocablos
de su idioma forastero . . .
H Ar^
(9^)
Arte del "Romance fag. 9 y 10.
En los principios del siglo octavo entra-
ron en España los Moros , i ocuparon casi to-
das sus Provincias. Desde luego se dividió la
Nación en dos vandas , una de los que que-
daron sugetos al dominio de los Conquista-
dores ; otra , i era mucho menor , de ios que
conservaron la independencia. Los primeros
aunque consiguieron el libre €gercicio de la
Religión Christiana , i de governarse confor-
me al uso Godo , abrazaron el habla de sus
Soberanos con tanto empeño , que por el si-
glo nono les era vulgar i común el Árabe , de
que se lamento mucho el Martyr San Eulo-
gio. La porción de Nación , que se mantuvo
en la Soberania , se dividió en pequeños Es-
tados ; i de esta división nació en diferentes
maneras el Romance , que hoi usamos. Los
Cántabros o Vizcainos no dominados conser-
varon su idioma antiguo. Los Cathalanes , i
Valencianos por averse valido para sus Con-
quistas de los franceses de las Provincias ve-
cinas , quedaron casi en el mismo lenguage
Provincial, que se empezava a hablar en Len-
fuadoc,llamado también Lemosmo del Paisde
imoges uno de los de aquella Provincia. Los
Gallegos que tuvieron dominio separado por
el casamiento de Doña Urraca, hija de D. A-
lonso VI. con el Conde D. Ramón Francés ,
formaron su lengua distinta , a la que se pare-
cía mucho Ja Portuguesa... Pa-
(93)
Pakographia ,fag. j y 8.
Aumentóse considerablemente esta corrupción con
la inundación de los Moroi , que entraron en España
á principios del siglo VIH , y la ocuparon casi tod«
á excepción de las Montañas , y tierras ásperas del
Norte de ella , y confines de la Francia. La Nacioa
Española se vio entonces dividida en dos ramai : una
de los que quedaron baxo el imperio de los M-mos :
otra de los que conservaron su libertad con la t'ta*
gosidad de los montes. Entre los primeros se con-
servó con bástame regularidad la Religión y Ge-
rarchía Eclesiástica , y aun el gobierno político se-
gún las Leyes Godas Mas con el tiempo la
lengua vulgar de esta rama de la Nación fué la A-
rabe , que en el siglo IX. cultivaban muchos Chris-
tianos en Cordová con tanta afición , que competían,
aun excedían en primor á los Motos . . . como lo
amenta en sus obras el Maityr San Eulogio , elect©
Arzobispo de Toledo.
La otra rama de la Nación , que quedó libre del
yugo Mahometano , se dividió en pequeños Esra-
dos , 6 Señoríos, y de esta división nació la qué
dura hasta oy en España de las lenguas vulgares.
Los Cántabros mai apartados , y con la barrera de
otras tierras , poseídas por Christianos , pudieron
conservar su antiguo lenguage . . . Los Catalanes se
ayudaron para sus Conquistas de l> s Franceses de
Jas Provincias vecinas , y con el tiempo quedaron ca-
si con el lenguage mismo , que se hablaba en la
Provenza , y en Leiiguadoc , que por el País de
L¡in«»ges se llamó Limo^'m , ó Lemostn , y por la Pro-
venza se llamó generalmente Proven^nl .... Los As-
turianos , y Gallegos conservaron con mas pureza
<jue otros el fondo de la antigua Lengua Latina ...
acaso nació de los casamient(»s , que a linos \.\%\ si-
glo XI. hizo Don Alonso VI de sus dos hijas Do-
lía Urraca ....
H a Ar.
I
(94)
Arte del Romance fag. 56 y ^y.
Por Españoles se entienden los nue-
vos Conquistadores antiguos Españoles
Asturianos , Montañeses , Leoneses , A-
ragoneses , Gallegos , i particularmente
Castellanos por cuya Corona se hizo es-
ta Conquista.
El nombre de Francos comprende á
todos los estrangeros , que vinieron en
gran numero a militar en esta guerra
santa , singularmente de las Provincias
vecinas de Francia. Estos se governaron
por las leyes , i fuero de su Nación , que
era mui privilegiado , i de aqui se to-
maron los nombres de Franquear , Fran-
queza , Franco. El nuevo Arzobispo de
Toledo D, Bernardo con la mayor par-
te de su Clero era Franco ...
Pa.
(9¿>
Taleogr afilia pag. ij y i S/^
Por Castellanos se entendían todos
los nuevos Pobladores Españoles , aun-
que jpuesen Leoneses , Gallegos , ó de o-
tras Provincias , porque la Conquista se
hizo por la Corona de Castilla . . . En
el nombre de Francos se comprehendían
todos los Estrangeros que vinieron en
gran numero a la guerra santa , ó á po-
blar y comerciar después de ella . . .Su
Fuero , que aún se conserva original en
Toledo , era con saludable politica muy
privilegiado , y de ahí nacieron las vo-
cts franquear ^franco ^franquicia , fran-
queza , &c. El nuevo Arzobispo Don
Bernardo , y gran parte del Clero , que
estableció , eran Francos . . •
Hj Ar-
(96)
Arte del Romance pag. jy yjS.
.... i pudieron tanto estos , que a sus
instancias mandó el Rei Conquistador ,
^ue no se usasse en adelante de la letra
Gótica , i en su lugar se admitiesse la
Galicana , o Francesa .... No obstante
los Muzárabes siempre constantes en sus
usos mantuvieron la letra i ritos anti-
guos de la Nacix:)n. ...
Los Moros i Judios quedaron con
la acostumbrada obstinación en sus Alja-
mas i Synagogas , governandose a su
Leí i modo.
Pa-
(97)
Paleographia fag, iS y 19.
El Rey Conquistador , á influxo de
los Francos , mandó , contra toda bue-
na, política , que no se usase mas déla
antigua letra Gothica , y que en su lu-
gar se escribiese todo en letra Galicana ,
ó Francesa . . ; .Solo los Clérigos Mu-
zárabes de Toledo , fuertemente asidos
á sus antiguas costumbres , y aun al mo-
do de vestir , conservaron en sus libros
litúrgicos el uso de la letra Gothica . . ,
Los Moros finalmente y los Judios
quedaron en sus Aljamas , y Synagogas
con entera libertad , aun en el uso de
sus sectas , gobernados por Jueces de sus
Naciones , del misino modo quq estaban
en todos, los Pueblos principales de Es*
paña.
H4 Ar-
(98)
Arte del Romance ^ag, ^^,
. . . que desterró de los despachos rea-
les , í públicos el uso del Latin ; i los
particulares lo abandonaron también a
su egemplo. Mandó traducir en Román-
ce el Forum ludiciim o Futro Juzgo de
los Godos ; i lo di© por Fuero proprio
a la Ciudad de Cordova , i a sus nue-
vas Conquistas. Ideó un systema legal,
por el que se governassen uniformemen-
te todos sus Vasallos ; bien que preveni-
do de la muerte quedó la egecucion de
esta importante obra para su hijo i ' suíP
Cessor Don Alonso X. que se mereció
justamente el renombre de Sabio. Este
dio a luz publica su Fuero Real ; i acá'i
bó la inmortal obra dc4as siete Partid
das. ' I
Pa-
(99)
Pakogr afilia pag. id y ij,
Pero (es cosa fuera de duda , que al Santo
Rey se debe la gloria de haber quitado el
embarazo de la Lengua Latina en los Despa-
chos Reales , y en las Leyes. Hallanse mu-
chos Privilegios , Alvalaes , y otras Cartas
Reales., del Santo en Castellano , singularmen-
te de ^us dtimos años , y á su exemplo los
Vasallos dexaron en sus escrituras la Lengua
Latina ;■. ^. Luego que ganó de los Moros á
Cordova , mando traducir el Foriim Judi-
ciim en lengua vulgar , y le dio á dicha Ciu-
dad por Fuero proprio , como también le dio
después á Sevilla , Murcia , Alicante , y á
otras Conquistas de' su tiempo. No contento
con esto , dispuso formar un gran Systéma
leg^al en Lengua Castellana , acomodado á
la constitución actual de sus Pueblos j pero
viéndose prevenido de la muerte en el año
de 12^2 , dexó muy encargada la execucion
de esta obra a su Hijo , y Sucesor Don A-
lonso X , ■ llamado con justa razón el Sa-
bio .... Su lenguagc fué tan puro , y li-
mado, como se vé , á pesar de yerros do
copias , y prensas , en; el Fuero Real , y ea
la obra immortal de las Siete Partidas.
D.
(loo)
D. Antonio. ¡ No pueden darse
pruebas mas convincentes! En ellas se
vé el mérito de una y otra obra. De-
Keias Vm. asi provisionalmente , pues
en vista de ellas se hará cargo aun el
menos avisado , de que el Autor del
Aru[del Romance en ípsLrtc copió mal:
y'en pajrte no hace otra cosa que refe-
jirnos peor lo que el Autor de, la Paleo-
graphia dixo bien.
' .D: 'JtJAN. Es así ; porque en algu-
nos lugares tuerce él sentido, omitien-
do lineas , saltando de unas paginas a
otras, pero , á Dios -gracias , ya le co-
nocernos ; y si mucho sabe la zorra ,
mucho mas sabe quien la toma. No sería
malo que pusiésemos un par de exem-
piares de estas supresiones , y modos de
torcer los pensamientos , y noticias del
Autor de la Paleographia,
D. Amtonio. , Tenga Vm, fecho , y
criará espalda. Ya se dixo anoche ,
que bastaba lo hecho por lo que toca a
Pakographia , y asi no gastemos la pól-
vora en salvas.
D. Juan. Bien está ; pero entre-
/] tan-
tanto bien podremos cumplir el refrán
de que quien calla , piedras apaña , can-
tando con Anastasio Pantaleon , Roman-
ce 17.
Que sufriendo , aunque callo ,
MU tirados disparates ,
Piedras apaño injinitas :
¡ O bien haya mis refranes !
D. Antonio. Convengo en ello ;
y es muy justo que reservemos- doctri-
na, por si fuere menester algún dia.
D. Juan. Antes que se me vaya la
especie , quiero preguntar á Vm". (si
acaso la penetra ) ¿ por qué razón el
Autor del Arte del Romance Castellano,
asi como nos da Muestras de Prosa , y de
Verso en cada Época , no presenta nin-
guna de las que correspondía se pusie-
sen desde la Época lIL hasta la V. y
última ?
D. Antonio. La respuesta está
muy a la mano. Porque no las halló en
la Palcographia Española, Solo se con-
tentó con citar Autores , á quienes en
unas
(I02)
unas partes llama Patriarchas de la Icn^
gua , (i) en otras modelos i Patriarcas
del Romance ,(2)7 en otras grandes
Padres de nuestra habla , (j) hacien-
do ensalada de Poetas con Oradores , y
dándonos noticias que son muy viejas
por acá entre hombres de vigóte y pe-
ra ; y si son noticias para niños , mas les
servirán dfe confusión que de claridad,
D. Juan. ¿Y de dónde copió aque-
lla runfla , ó cáfila de Autores , que es-
tá desde la pag. 102 hasta la I2j del
Origen y Épocas del Romance , con este
cpigY2LiphQ : Cathalogo de los Autores de
mayor nota en todas las edades de núes*
tra lengua para uso de los que la estu-
dian ?
D. Antonio. Del primer Tomo
del Diccionario de la Lengua Castella-
na , pero no todos , sin hacerse cargo
de que la docta Academia Española po-
ne aquel Catálogo de Autores como
fuen-
(i) Pag. XXIII. del Prologo, p. 95. t. i.
(2) Pag. XV. del Prologo.
O) Pag. 154. tom.2.
fuentes , de donde se han sacado hs vo-
ces Castellanas ; pero no como Patriar-
cas del Romance. V.g.. la Muestra que
el Autor del Arte del Romance pone
pag. 69 de sus Épocas , puede ser ütil
para aumentar , aclarar , ó enriquecer
nuestro Diccionario con muchas voces
asi de Castilla , como de otras Provin-
cias ; pero no habrá hombre de razón
que diga , que puede servir de modé*
lo para la imitación de un buen len-
guage Castellano. Semejante algaravía
jamás se há usado en Castilla , ni en
parte alguna de España.
D. Juan. ¿ Pues á qué fin pone el
Autor del Arte del Romance la referi-
da Muestra , que dice es versión anti-
gua del Hebreo ?
D. Antonio. Será para lucir con
aquellas notas marginales ....
D. Juan. No tiene duda que las
traducciones hechas palabra por pala-
bra, como la de la Biblia de Ferrara, (de
donde parece haber tomado el Autor del
Romance aquel trozo de traducción ) so-
lo pueden servir para lo que Vm. dice;
p(V-
(104)
porque una cosa son voces Castellanas
legitimas j y otra , el buen uso , ó elec-
ción de ellas para formar un discurso
en qualquier asunto.
D. Antonio. Tiene Vm. razón ^
señor Don Juan , hé leido la Biblia de
Ferrara ; pero semejante lenguage nun-
ca se há usado por acá , y asi es desati-
no que el Autor del Arte del Román-
ce ponga aquel fragmento entre los que
copió de la Paleographia Española ; por-
que esto no es mas que
Con desconcierto obscuro
Juntarse lo apacible con lo duro ,
Las aves con serpientes ,
Los corderos con tigres inclementes, (*) •
Si fuesen fragmentos^ ó muestras del
lenguage de algunas Biblias traducidas
al Castellano por Castellanos Cathóli-
cos , como algunas que se guardan eir
la Librería de San Lorenzo , le daria-
mos
(*) Horatio in Arte Poétici.
irios muchas gracias , y diríamos , que
tenia buena elección.
D. Juan. ¿ Puede Vm. darme mu-.
cstras de ellas ? -<' '. "J
D. Antonio. S¡ , señor; pero ahor
ra no me permiten varias razones , que
reservo , el poder satisfacer la curiosi-
dad de Vm. No faltará ocasión en que
Vm. las vea. :
D. Juan. Por vida mia que según
Vm. las pondera serán piezas admiran
bles. oro
D. Antonio. No me vuelva Vm*
á decir Pieza , ni Piezas. Hable Vm,
en Castellano ; porque Pieza tiene di-
ferentes significaciones , pero ninguna
que signifique lo que Vm. quiere ; y
aun en cierto sentido suena muy mal
entre nosotros.
D. Juan. Quedo corregido ; pero
como la hallé usada por el Autor del
Arte del Romance Castellano , pagina
XVII. en singular , y en plural en la
pagina XXIIl. de su Prologo : creía yo
que era voz Castellana. .VxU
D. Antonio. ¿Y qué importa que
la
(io6)
la use el Autor del Arte dd Romance ,
si no es Castellana , asi como tampoco
lo son otras muchas voces de que se va-
le ? Sea fiador de esta verdad de que
Pieza no significa lo que quiere e] Au-
tor , nuestro Cervantes , que en varias
partes del Quixote usa de ella en los
sentidos que propriamente tiene en Cas-
tellano. Lib. I. cap. 5. dice: Llegaba
donde solia tener la puerta , y tentábala
con las manos , y vohta y revolvía los
ojos por todo , sin decir palabra ; pero al
cabo de una buena pieza preguntó d
su Ama En la segunda parte ca-
pitulo I j dice : . , . y de una en otra se
les viene d encender la colera , y d vol-
ver los caballos , y d tomar una buena
PIEZA del campo ... En la tercera par-
te cap. 16 dice : . , Aa qual vencida de
su gentileza , se había enamorado de ély
y prometido , que aquella noche d furto
de sus padres vendría d yacer con él una
huma PIEZA . . . Ibi cap. 20 dice : . . .
Y habiendo andado una buena pieza por
entre aquellos castaños , &c.
^i no basta la autoridad de Cervan-
tes , oiga Vm. lo que dice Jor^e Piti-
llas contra los escritores malos de su
tiempo , que también puede servir para
los del nuestro.
Hablo francés aquello que me basta
Para que no me entiendan , ni yo
entienda ,
Y 2. fermentar la Q^stúloím pasta ;
Y aun por eso me choca la leyenda-^t
En que no arriba hallarse un apanage ,
JBiín entendido , que al discreto ofenda.
Batir en ruina es celebre pasage
Para adornar una Española pieza ,
Aunque Calvan no entienda tal potage.
¿Qué es esto, Lelio, mueves la cabeza?
¿Qae no me crees, dices? ¿Que yo mismo
Aborrezco tan barbara simpleza ?
Tienes, Lelio, razón : de éste idiotismo
Abomino el ridiculo exercicio ', . .
Y huyo con gran cuidado de su abismo.
La practica de tanto error y vicio
Es empero (según te la he pintado)
De un moderno escritor sabido oficio.
Hacele la ignorancia mas osado ,
Y basta que no sepa alguna cosa ,
I Pa-
(io8)
Para escribir sobre ella un gran tratado.
Habla como han hablado tus abuelos ,
Sin hacer profesión de boquilobo ,
Y en tono que te entienda Cienpozuelos,
Perdona , Lelio , el descortés arrobo ,
Que en llegando a éste punto no soy mió,
Y estoy con tales cosas hecho un bobo.
Dexame lamentar el desvarío
De que nuestra gran lengua esté abatida.
Siendo de la eloquencia el mayor rio.
Es general locura tan crecida
Que casi todos hablan qual pudiera
Belloso Geta , ó rustico Numida.
¿Ya estos respeta el Taxo ? ¿ A estos
venera
Manzanares , y humilde los adora ?
j O ley del Barbarismo agria y severa !
¿ Qué le parece a Vm. de las auto-
ridades de Cervantes , y del buen Jor-
ge Pitillas ?
D. Juan. Lo que me parece es ,
que asi el uno como el otro son bravas
PIEZAS.
D, Antonio. ¿ Hombre de Dios, me
es-
estoy aeshacienao p^ra persuadir á Vm.
que no use de la voz Pieza , y me rom-
pe Vm. la cabeza con ella ?
D. Juan. Es verdad , confieso que
se me olvidó , pero a vueltas de eso te-
nemos ya la voz Pieza y Piezas en o-
tro significado muy diferente del que le
dan los autores citados ; porque decir
que uno es peza , es para elogiarle , ó
vituperarle.
D. Antonio. Si vamos á significa-
dos ^ pieza es la de lienzo , paño , ó cin-
ta , y si apretamos las clavijas , saldrán
por piezas las del juego de Damas y
aun los quartos de la casa en que esta-
mos. Vaya un polvo , y oiga Vm. una
historieta. Perseguían los muchachos á
un pobre hombre , y porque lo sentia ,
le llamaban Canéne en todas partes '.fue-
se á querellar al Alcalde de que le mo*
lestaban no solo los chicos sino los gran-
des , y le dixo : Todos me llaman Cané-
ne , Se?íor Alcalde , ¿ Qué haré ? Y hay
quien dice que dio la respuesta siguien-
te : Vayase con Dios , Canéne , que yo lo
remediaré. La voz Pieza me ha tiaido
la á
á la memoria ésta patraña , pues siendo
asi que no es voz Castellana en el senti-
do que la usa el Autor del Romance , y
la reprehende Pitillas , con todo eso nos
ha detenido su explicación,
D. Juan. Pues es cosa muy notable
en un Autor que pretende enseñar buen
lenguage Castellano , el usar de voces
estrangeras.
D. Antonio. No solo es notable ,
sino ridiculo y despreciable , mayormen-
te quando tenemos synonymos harto
mas expresivos ; por exemplo Pedazo ,
Trozo , Retazo , &c.
D. Juan. Pues por esa regla tam-
bién será despreciable la voz modismo ,
y modismos en plural , como dice el
Autor del Romance en la pag. XIV. del
Prologo ; y la palabra Patriotismo , de
que usa en la pag. XVIII. sin acordar-
se de lo que magistralmente previene en
la pag. 15J del Tomo 2 , donde di-
ce : jy El Barbarismo se puede cometer
5í de tres maneras. I. admitiendo en el
íi Romance alguna ■palabra estrangera ,
9>&C. U
D.
D. Antonio. Es asi ; mas la voz'
Patriotismo no es ya tan despreciable
como esas y otras , por tenerla recibida
el Publico , que es el Maestro y su pro-
tector. Y asi , sin ir contra el uso , dare-
mos noticia breve de la palabra Patrio-
tismo; y no se haga Vm. tan melindro-
so. Patriota ( de donde se dixo Patrio-
tismo ) €s palabra Góthica , como nos
lo enseña el Maestro Bartholomé Bar-
rientos , Catedrático de Humanidad de
la Universidad de Salamanca ,(*)«#<;
di^na sunt qu¿e froforantur, Gothica
frorsus inveniuntur.
D. Juan. Pues volviendo ahora al
pedazo de Biblia Castellana , que nos
presenta el Autor del Romance , confieso
llanamente , que solo puede servir pa-
ra lo que Vm. dixo ; y que el Autor
del Romance debia haberse valido de
otros documentos como uno que vi po-
co ha en la Librería del Real Conven-
Ij, to
(*) Lima Barbarici , litera P. pag. 6i.
V. Patriota, et Patriare. Salamanca a Por-
tonar iis 1570, octavo.
(I 12)
to de San Gil de esta Corte , cuyo len .
guage Castellano me pareció muy bien.
D. Antonio. ¿ Qué documento es
ese ?
D. Juan. Es un Libro M. S. pri-
morosamente , del qual copié por mera
curiosidad algunos pedazos ; y los he
de tener en ésta Cartera , si mal no me
acuerdo .... Con efecto aquí están , y
el primero dice con su propia ortogra-
phia :
9í Aqui comienca la Epístola de Sant
f> Teronimo enviada a Paulino de todos
59 los libros de la ystoria divina que son
9í dichos Sancta Escriptura.
5í Frey Anbrosio a mi tus presentes
11 trayendo , troxo a bueltas tanbien tus
51 muy suaves letras , las quales desde el
j-> comiendo de las amigan^as dauan nue-
^'> va fé de Ja fé vieja de la amigan^a
11 ya prouada. Porque aquella es ver-
il dadera ne^essidad , é al pegamiento
^•> de Chiisto conjuncta , la qual non el
^j provecho de la cosa familiar , non la
^y presencia tan solamente de los cuer-
11 pos , non la engañosa é palpable falsa
>i ala-
("5)
f> alabanza , mas el temor de Dios , h los
5í estudios de las Escripturas divinas la
» allegan. Leemos en las viejas estorias
» algunos aver visitado Provincias , aver
>í ido á Pueblos nuevos , aver pasado los
í> mares por amor que aquellos que co-
5í noscido avian de los Libros ante sy
?í ciertamente los viesen , assy como ñ*
ji zo Pithagoras a los Eraphiticos Poetas,
j> assy como Platón á Egipto , é Archi-
jy te Tarentino á esa ribera de Italia,
j> la qual en otro tiempo la grand Gre-
5> cia era nombrada , que muy traba josa-
íí mente la andovo , por tal guysa que
9y aquel que en Athenas era Maestro , la
ií doctrina del qual los de Academia , é
» de Gignasia pregonaban , se fíciese pe-
59 regrino , e discipulo , queriendo mas
j> las S^iencias agenas con vergueiía a-
>í prender , que las suyas sin prudencia
5> conplida enseñar. A la final , como el
?> prosiguiese las letras , asy como sy to-
5> do el mundo le fuyese , preso por
í> los Py ratas , é vendido á un Tyrano
í> muy cruel , ovo de venir á padesccr
i> cativo , traydo aprisionado c siervr.
1 4 nPe-
j-í Pero por quanto er.i Phílosofo de muy
nmas conplida voluntad s¿ fízo.
ffíi A Titu livio , el qual asy como
íí fuente la su clara fabla de blancura , e
?> dulzor de leche manáua , de las pos-
jt trimerias partes de España , é de los
5í estreñios de Francia algunos nobles a-
>i ver venido leemos. E aquellos que
)i Roma á su contemplación non avia
n traído , la fama de un orne los troxo é
5? ovo aquella edad en sonadia , para en
?> todos los siglos , é miraglo muy honr-
ií rado. i<
D. Antonio. ; Bueno , bueno , por
vida mia ! ¡ Es un lenguage castellano
harto mejor que el de Juan de Mena !
¿ Pero de qué libro ha tomado Vm. esa
traducción ?
D. Juan. Después lo diré : oiga
Vm. otro retazo , si gusta , y no me ha-
ble Vm. á la mano.
D. Antonio. Prosiga Vm. muy
en hora buena , porque aunque ese Pro-
logo , ó Epístola , no tuviera otra auto-
ridad que la de usar la voz MIRAGLO
como muy castellana , y que demuestra
in-
inmediatamente su origen , le oiría do
buena gana.
D. Juan. Pues esa voz MI§.A-
GLO , asi pronunciada , esjBiírhar¡^?tí>y
según el* Autor del Komance Libro ijflS
Cap. VIL pag. 155. >*^
D. Antonio. ¡Como de esas cosas
se hallan á cada paso en el Arte del Ro-
mance ! Si Vm. hace caso de ellas , per-
derá la chaveta , y á mi me hará salir de
mis casiJLlas., feúcho me ocurre que de-
cir sobre la decisión magistral del Autor
del Romance ; pero Ip dexaré para otra
ocasión , diciendo aíiora provisionalmen-
te ,' que apenas se ^(dará voz castellana
mas hermosa, ni mas semejante á la ma-
dre que la parió. *\\¿-
D. Juan. No se amostace Vni. Se-
ñor Don Antonio , ni se canse en com-
probar la nobkza de la voz MIRA-
GLO : yo la he hallado en Privilegios
ReAles , y me consta que en toda tier-
ra de Garbanzos pasa por voz antigua ,
pero no por Barbarismo , como quiere
el Autor del Romance, Digámosle con
su
(ii6)
SU Amigo Quevedo. (^)
)í Arrebócese sus baños ,
,nY cálese un papahígo ,
* 5? Y seqúese , pues le falta
iV La fuente del Paraíso . . .
D. Antonio. Dice Vm. muy bien,
jjorque como dice el mismo Queve-
do. (^**)
Abril , que á Febrero hacía
Ayer empezó á mayar;
Y hoy á manera de Marzo
Nos ha vuelto el arrabal .
D. Juan. Dexemonos de Ironías
festivas , porque sí empezamos con las
sales causticas del incomparable Don
Francisco de Quevedo y Villegas no a-
cabarémos nunca.
D. Antonio. Ese si que es hom-
bre ,
(*) Quevedo Musa 6. Romance 95 . •
{**) Quevedo Musa 6. Romance 4.
("7) .
bre , ^e quien. . . . Prosiga Vm. Señor
Don Juan , con la lección de sus co-
pias.
D. Juan. Vamos allá. El segundo
dice de este modo :
)í Prologo de Sant Johan Apóstol,
5>quarto Euangelista.
?í Sant Johan Apóstol é Euangelista
51 fué uno de los Discipulos de Christo,
>í que fue Virgen escogido de Christo,
11 é fué llamado de las Bodas , querien-
51 do casar , é amado de Christo mas
51 que los otros. E estando en la Cruz ,
91 a él fué encomendada la Madre de
51 Christo , por que el que era Virgen,.
51 guardase á la Virgen. El escribió este
51 euangelio postrimero de todos en A-
51 sia , en una Isla que es llamada Path-
51 mos , después que escribió el Apoca-
51 lipsi , é puso primero el MIR AGLO
51 que fizo Christo en las Bodas , quan-
51 do menguó el vino ; por tal que en-
51 tendiesen los leedores que él fuera el
51 Esposo. Este Sant Johan sabiendo el
51 dia de su finamiento , llamó sus disci-
55 pulos en Ephcso estando , h por mu-
51 chas
5í chas pruebas es dicho que acscendió Je-
9> su-Christo al logar donde él avie a es-
j> tar enterrado. E quando ouo fecha su
jí oración , finóse tan alongado de pena
M de muerte , como era alongado de
5> corrompimiento de su carne, u
D. Antonio. \HQnnos<Lsj?iezas son
las que acaba Vm. de leer !
D. Juan. ¡ Ola ! parece que tam-
bién se le va á Vm. la muía ! Me re-
prehendió Vm. el uso de la voz Pi^zay
áiÓQtiáo , y con razón , que no es caste-
llana , en el sentido que la toma el Au-
tor del Romance , y ahora la usa Vm. ?
; Buena pieza me parece Vm. !
D. Antonio. Amigo Don Juan ^
perdone Vm. porque como dice nues-
tro refrán: Quien con lobos anda d aliullar
se enseña. La oigo usar a cada paso á
hombres intonsos , y como lo malo se
pega con mas facilidad que lo bueno , á
mi me sucedió el mismo trabaxo ; pero
le doy a Vm. palabra de no volver á
pronunciar la voz Pieza , ni otra de su
estambre , aunque me quieran persuadir
á ello quantos aran , y caban. Pero de-
xan-
o '9)
xancíonos de chufletas , aseguro a Vm.
Señor D. Juan , que los dos Prólogos
leídos son buenos buenos por vida mia ;
pero aunque su castellano es puro y cas-
tizo , hay otros de ese mismo siglo en
que se halla mas limado. Para prueba
de ello voy á leer á Vm. algunos apun-
tamientos que tengo aqui en el Carta-
pacio , sacados de algunos M.S. que se
guardan en la insigne Librería de San
Lorenzo el Real.
D. Juan. ; Buenos , y aun bonísi-
mos serán precisamente , si han de echar
la pierna á los que yo he leído !
Don Antonio. Para que conozca
Vm. que es un pobre hombre , oiga con
atención.
i> Comie9an los versos del Rabí D.
j> Santo al Rey Don Pedro. (*)
jí
Se-
(*) De nn Libro M.S. qne se guarda en
la Librcrin del Monnstcrio de San Lorenzo ,
Caxon lY. Letra b. numero 21.
(i 20)
»í Señor noble Rey alto ,
?9 Oid éste Sermón ,
íí Que vos dice Don Santo,
?> Judio de Carrion.
11 Comunalmente rimado
51 De glosas moralmente ,
51 De Phylosophia sacado
51 Es el decir siguiente.
51 El Rey Alfonso finando ,
51 Asy fincó la gente
51 Como el pulso , quando
51 Fallesce al doliente.
^^ Ca ninguno cuydava
^y Que tan gran mejoria
51 En el Reyno fincaba ,
55 Nin hombre lo creia , &c.
D Juan. ¡ Válgame Dios ! ¡ Que
cosa tan buena ! Prosiga Vm. con ella.
D. Antonio. Basta , basta esa go-
losina para noticia. Oiga Vm. otra. (*)
51 Bus-
(*) Tomada del folio X. de un Libro US.
en folio común de un Poeta Anonymo , qué
se guarda en la Librería de, San Lorenzo d
(,al)
jí Busco muchas viandas costosas h pre-
ciadas
» De diversos sabores ricamente adoba-
das ;
ji A Yantar é á Cena siempre fincan so-
bradas,
5> E muchos pobres fanbrientos las tienen
deseadas. /
>í Por este tal pecado el rico peresció,
5> Que con el pobre lasdrado su pan muy
mal partió :
i> Comía muchos manjares , mas en cabo
murió >
j> E después en el Infierno perdido des-
cendió.
f > Comer ante de ora y tiempo desorde-
nado ,
»> Es pecado sin dubda , h muy acalo-
ñado :
jíPor
Real. Contiene la Confesión de un Pecador ,
que va discurriendo por los Mandamientos ,
Pecados capitales , &€. La Historia de Job,
y otras obras. Üstá Caxou 111. Letra h. nu-
mero 19.
(122)
>rPor eso locathias de muerte fue ¡uz-r
gado ,
Ȓ Sy el Pueblo non oviera por el mu-
cho rogado.
11 Señor , ¿ qué será de mi pecador ,
)> Que en esto , é en otro yago en grant
herror ,
)i Que siempre fuy , é so muy mal a-
yunador ,
yy E con los pobres tuyos escaso parti-
dor ?
9í Yra es un pecado que a muchos es-
carnesce ,
>i Pierden por ello el Alma , é el cuer-
po padesce ;
5> Al que la ha usada , nunca le ella fa-
lles^e
yy Con mala compañia qual él se la me-
res(^e.
í> Esta trae discordias é guerras todavia,
?> E toda mal querreacia , é toda robe-
ria :
í> Esta quema los Reynos , h destruye
en un dia
)> Lo que en grant tiempo cobrar non se
püdtfia , &c.
D.
D. Juan. ¡ Jesús , Jesús que cosa
tan buena ! ¿ Por qué no se imprime é-*
sa obra , que en mi pobre juicio es me-
jor , mas ñuida , y mil que la del Ar-
cipreste de Hita Juan Ruiz ?
D. Antonio. Que loes , ya lo sa-
bia yo dias ha ; pero no puedo por a-
hora responder á la curiosidad y bu^n^
deseo de Vm. Solo si diré que se debía
hacer un Parnaso Castellano de nuestros-
Poetas , sacando los M. SS. de entre las*
Tablas , y el polvo de las Librerias , po-
niéndolos por sus Épocas , con glosas
breves , é instructivas en donde lo pi-
diese la materia , la voz , &c. Todo lo
demás es niñería , y andarse por las ra-
mas.
D. Juan. ¿ Pues no tenemos el Par-
naso Español ?
D. Antonio. Yo no sé que haya,
otro Parnaso que un Monte asi llamado,
y aquel celebre Libro de aquel nunca
bastantemente alabado Don Francisco
de Que vedo , en que se hallan obras
poéticas relativas al oficio de cada una
de las Musas ; y asi toda Colección de
K re-
(i 24)
retazos poéticos , que no lleve el orden,
que enseña el citado Qucvedo , no será
Parnaso , ni calabaza , sino un Centón
desordenado , sin mas elección que el
capricho bueno , ó malo del copiante^
que le formó.
D. Juan. Tiene Vm. sobradisima
razón; y en caso de publicar alguna co-
lección de obrillas poéticas , la daria yo
el nombre de Flores de Poetas ilustres^
como lo hizo Pedro de Espinosa , na-
tural de Antequera , en un Tomo en
quarto , impreso en Valladolid , en casa
de Luis Sánchez , año de i6o5#
Don Antonio. Conozco esa obra
mucho tiempo ha , j y por vida de Ura-
nia que contiene cosas excelentisimas !
¡ Tiene unas quantas Traducciones de
varias Odas de Horacio , que igualan ,
si no exceden , á los originales !
I). Juan, O si no, la llamaria Pri-
mavera , y Flor de Romances , / Saty-
ras , que se han cantado en la Corte ,
como lo hicieron el Licenciado Pedro
Arias Pérez , y su continuador el Al-
férez Francisco Segura , que añadió en
la
(125)
la segunda parte varias Canciones , y-
Letrillas curiosas , de que se formó , é
imprimió un Librito en dozavo en Ma-
drid , año 1659.
D. Antonio. También conozco e-r
sa obrita , y en ella se hallan cosas be-
llísimas. Pero dexandonos por ahora d&
interrupciones y episodios , prosigamos
con otros pcdacillos , ó muestras del
buen lenguage Castellano de algunas o-
bras , que todavía -no han visto la luz
publica.
D. Juan. Vamos con ellas , y no
interrumpiré á Vm. á no ser que me
pique como Tábano alguna especie , y
me haga quebrantar el silencio.
D. Antonio. El tercer pedazo que
ocurre es de otro Poeta Castellano , y
dice de este modo : (*)
K 2 >> Quann
(*) Se tomo éste retazo de un M.S. que'
se guarda cii la Librería del Real Monasterio
de San Lorenzo , Caxon IV. Letra b. nu-»'
mero 21.
(126)
)>Quando ovo Don Ñuño acabado su
ra^on ,
)> Comentó el buen Conde : ese íirme
varón
»» Avia gran complimento del seso de
Salomón ,
jí Nunca fue Alexandre mas grand de
coraron.
>» Dixo Ñuño Laynez ; buena ra§on di-
xistes ,
9j Las cosas como son asy las departistes,
» De alongar esta lid creo que ansy di-
xistes ,
5í Porque vos lo dixo vos mal lo apren-
distes.
» Mon debe el que puede la lid alongar,
9} Quien tiene buena ora otra quiere es-
perar :
» Un dia que perdemos nunca lo podre-»
mos cobrar ,
?> Jamas en aquel dia non podemos tor-
nar.
» Si el orne el su tiempo en valde lo
quiere pasar ,
ííNon quiere de ést$ mundo otra co-
sa levar
»Si
íy Si non estar vicioso , h dormir h fol-
gar:
íí De éste atal muere su fecho quando
viene á finar.
»> El vicioso c el lazrado amos han de
morir ,
Ȓ El uno nin el otro non lo puede foir ;
ji Quedan los buenos fechos, estos han de
visquir ,
5> Dellos toman ensiemplo los que han
de venir.
í> Todos los que gran fecho quisieren a-
cabar ,
j> Por muy grandes travajos ovieron a
pasar ,
» Non comen quando quieren en cena ,
ni a yantar ,
í» Los vicios de la carne an los de olvidar.
íí Non cuentan de Alexandre las noches,
ni los dias ,
»i Cuentan sus buenos fechos , h sus ca-
ballerias ;
9> Cuentan del Rey Davit que mató a
Golias ;
j> De Judas el Macabco fixo de Mata-
vias , &c.
Kj D.
(128)
" D. Juan. Prosiga Vm. Señor Don-
Antonio , ya que no sea por mi , por
los siete hermanos Machabeos.
D. Antonio. ¿No se acuerda Vm.
de que ofreció callar? Pues £n pena mor-
tificaré á Vm. cortando el hilo al sato-
rete,
D. Juan. Ya lo conozco , pero mi
oferta fué condicional , reservándome eí
derecho de mis habladurías. ¡ Como me
da Vm. unos pedacitos tan sabrosos , me
quedo á media miel, y me chupo las uñas!
D. Antonio. Amigo , Vm. tiene
razón , pero no hay tiempo para mas.
Oiga Vm. si quiere , otro retal de Poe-
sia inédita , que dice : (*)
líEn
(*) Sacado de un Libro M.S. que se guar-
da en la insigne Librería de la Santa Iglesia
Primada de Toledo ^Caxon XVIL num. 6 ,
intitulado Vocabulario antiguo , y contiene
otros tratados.
(129)
fS En el nombre de Dios , h de Santa
Maria
jí Quiero decir una razón
)í De las palabras que dixo Salomón ,
M Fabla de este Mundo é de las cosas
que ay son
91 Como son fallecedcras á poca de sa-
9on.
)> O mezquino de este mundo como es
lleno de engaños
jí En allegar riquezas é haberes ata-
maños
51 Muías , é palafreses , vestiduras , é
paños ,
5> Para ser fallescederas en tan pocos de
años.
51 Comer , h beber , h cabalgar en mu-
la gruesa,
jiNon se le miembra el tiempo que
ha de yaser en la fuesa,
11 El cabello pelado , é la calabera mue-
sa.
11 El bien de aqueste mundo la muer-
te lo destrata ,
11 Fallecen los dineros , h el oro é la
plata.
K 4 11 El
(I jo)
yy El Pres e la Bruneta , Verdescur e
Escarlata.
y, Moran los poderosos Reyes é Potesta-
des ,
?> Obispos , é Arzobispos , Clérigos é
Abades,
>í Fincarán los haberes en todas las Cib -
dades
5» Las tierras é las viñas , é todas las he-
redades.
9j Atal es este mundo como en la mar los
pescados ,
5> Los unos son menores , los otros son
granados ;
^í Gómense los mayores a los que son
menguados
y-f Estos son los ricos , h los apodera-
dos. . . . &:c.
D. Juan. Me gusta mucho ; pero
no me atrevo a decir que prosiga Vm.
D. Antonio. Pues oiga Vm. aho-
ra un pedazo de buena Prosa. (*)
i>De
(*) Sacado de un Libro M.S. intitulado
Espejo del Alma , compuesto por Fray Lo-
,, De la certedumbre de Ja muerte,
,, é de Ja amargura della.
,, De Ja certedumbre de la muerte,
,, que es Ja segunda cosa , que fa^e , ó
„ amonesta dexar eJ Mundo , non con-
,, viene traer mucJias rabones para Ja
,, prueba , porque eJ mas nescio ombre
,, deJ Mundo es cierto que lia de mo-
,, rir. Porque como dice eJ Aposto J ;
,, Ordenamiento es feclio que cada liom-
,,bre muera una vez ;é sin decirJo él
5, lo vemos de platica cada dia. Pues de
,, Ja muerte non dubdamos , si pensáre-
,, mos quales seremos ,é que sentiremos,
,, quando por ella pasáremos, e que sen-
,, tiremos quando en nos Ja viéremos ,
,, poca gana avremos de vevir en el
,, Mundo , mayormente non seyendo
,, ciertos de su venida , ni de su ora.
,, Non puede ninguno pensar qu^ind do-
„ le-
pe Fernandez , del Orden de San Agustín.
Guardase en la famosa Librería de San Lo-
renzo el Real , Caxon IL Letra h. numero
14.. Contiene , además de este , otros Trata-
dos.
„ lorcsos sufrimientos sufren los que des-
,, te mundo passan en la hora de la
,, muerte» Cá sienten entonces dolor , é
,, amargura , é miedo qual nunca fasta
,, allí sentieron , nin puede ser mayor
,, imaginado. Cá sienten amargura por
„ las cosas que dexan ; dolor de la pena
5, que sufren ; é miedo de lo que espe-
5, ran sofrir. Qué mayor amargura pue-
,, de en este mundo sofrir , é sentir el
„ que del se paga , &c.
D. Juan. Quedo convencido de
que los retazos que Vm. ha leido son
harto mejores que los mios , é infiero de
aqui , que donde hay bueno hay mejor ,
y en suma , que en un mismo siglo hay
Autores que escribieron en lenguage
Castellano bueno , mediano , y malo.
, D. Antonio. ¿ Quién duda de c-
so ? Si fuéramos á comprobar esa verdad
con documentos , seria obra larga , que
daria golpe aun al Autor del Arte del
Komance,
D. Juan. ¡ Quánto importaria esa
curiosidad !
D. Antonio. No es ahora tiem-
po
po : á cada puerco le llega su San Mar-
tin.
D. Juan. Si el Autor del Romance
hubiera tenido noticia de esos Libros,
los hubiera puesto en su Lista , asi co-
mo puso el Arcipreste de Hita.
D. Antonio. No lo dudo , pero
como no los halló en la Paleoj^rafJda
de Terreros , no pudo hacerlo. Y aun-
que los pusiera, ¿ qué sacaríamos de ello?
Valga la verdad , Amigo Don Juan , el
hacer uso de semejantes documentos , y
discernir si son buenos , ó malos es mas
obra de lo que parece. Porque es nece-
sario lo primero que salga de pelo ; lo
segundo j que preceda una diligencia
-exquisita con un olfato , y gusto muy
delicado para buscar , separar , y seña-
lar esto es bueno , y aquello no. Última-
mente , el modo de conquistar esta Pro-
vincia es el de la continua lección de
los muchos documento? inéditos que se
guardan en los Archivos y Librerías de
los Reynos de Castilla y León , sin ne-
cesidad de hacer viages á las Ciuda-
des de Italia.
D.
(íJ4)
~ D. Juan. Eso se llama tomar las
cosas de raiz , y según infiero de lo que
Vm. dice , era menester hacer la Synta-
xis de cada siglo , y la etymologia de las
voces , empezando desde aquel tiempo
en que se hallasen documentos , y de es-
te modo se vería claramente el adelan-
tamiento, ó la decadencia de nuestro len-
guage castellano.
D. Antonio. Me alegro de que
haya Vm. tocado en la dificultad. Pero
dexando por ahora este asunto , ( ya se
olvidaba ) digame Vm. ¿ qué documen-
to es aquel de donde copió los Prólogos?
D. Juan. ; Con efecto ya se olvi-
daba ! Es un libro , como empecé á de-
cir , escrito primorosamente en perga-
mino avitelado para alguna persona Real,
como lo da a entender el escudo de Ar-
mas Reales de Castilla y León , ilumi-
nado á colores , que se halla en cada u-
na de las guardas de él. Toda esta obra
forma un grueso volumen de marca ma-
yor.
D. Antonio. ; Hago memoria de
haber visto esa obra , y con efecto mere-
ce
ce toda la estimación que la dan sus sa-
bios poseedores !
D. Juan. Pues ahora quisiera yo
que Vm. me dixese á qué siglo , ó épo-
ca pertenece este documento , y me de-
clarase algunas voces que no entiendo j
aunque he nacido en el Reyno de Cas-
tilla , y tratado con doctos y sabios Cas-
tellanos.
D. Antonio. Vm. me perdone
por ahora. Lo que Vm. puede hacer es,
cmbiarlas al Autor del ARTE del Ro-
mance , para que le saque de esa duda.
Y por lo que toca á las voces , si no las
declara ahora , lo hará después en el
Diccionario que nos promete por estas
palabras ; (*) En tanto que se dispone a
este Jin un Diccionario cumplido , que ex-
prese la raíz de los uocab^os , su pureza
i legalidad , su significado proprio i tras"
iadado , con sus MODISMOS i phra-
ses , como también la legitima correspon^
dencía entre el Latin i el Romance : i es-
pe-
{*) Pa^. 94. Del origen , ^ épocas dd
Romance.
fero podra servir al Publico el trabajo
que yo tengo hecho en la egecucion de este
designio.
D.Juan. Como el Diccionario sea
como las muestras que nos da el Autor
del Arte del Romance Castellano , en las
notas al Monge Bercéo , será- cosa su^
mámente apreciable.
D. Antonio. Me inclino á que se-
rá mucho mas. instructiva aquella obra ,
y que ilustrará nuestra obscuridad. Por
de contado aseguro á Vm. que la tal
obrita del Diccionario es digna de mu-
chos hombres.
D.Juan. Es cierto que el Autor
del Arte del Romance es hombre, de buer
nos deseos , y pretende hacer lo que hi-
cieron otros : Horacio dice ; (*)
Nil mortalibus arduum est.
Coelum ipsum petinnis stulHtía : nequs
Per nostrum patimur se mis
Iracunda Jovem poneré fulmina.
(*) Lib. I. Od. III
Y repite en Castellano D. Estevan Ma-
nuel de Villegas ;
Nada hay dificultoso
A la gente mortal pues cala , y sube
A la mas alta nube ,
'Ni deja estar en inmortal reboso
De Jove el rayo ardiente
A su ignorancia vengador valiente,
D. Antonio. Me gusta mucho el
oír á Vm. echar sus puntadillas de eru-
dición.
D. Juan. Me he aplicado mucho ,
desde que salió un librito , en que se da
una confusísima idea de Gramática La-
tina , en que leí que era menester que no
fuésemos barbaros , &c.
D- Antonio. Eso me parece bien.
D. Juan. Pues si , señor : ahora me
ha venido fluxo de erudito ; y quiero
referir á Vm. unos versos harto antiguos,
para que vea si tengo gusto en apren-
der cosas curiosas; y principalmente pa-
ra que Vm. me diga á que época perte-
necen , y me declare algunas voces que
yo lio penetro. D.
D. Antonio. Eso es volver lasniíe^
CCS al cántaro. Diga Vm. los versos ; pe-
ro por lo que toca á decir nada de lo que
Vm. pretende , ya he dicho , que no lo
haré, i No tiene Vm. al Autor del Arte
del Romance ?
I). Juan. Perdone Vm. Señor D.
Antonio , que no me acordaba. Los vér^
sos dicen de este modo ; ( y son de un-
Autor , que cita (*) el que lo es del
Arte del Romance Castellano' ^ sin haber-
Je saludado jamás , ni es posible que le
salude , si no se le damos impreso, )
Un perro planchete con su Señora ju-
gaba ,
Con su -lengua y boca las manos le be-
saba ,
Ladrando et con la cola mucho la fala-
gaba ,
Demostraba en todo grant amor que le
amaba.
Antella et sus compañas en pino se te-,
m'a ,
For-
' (^) P^^- 103' del orige7í y y ej)ocas &c-
. (^J9)
Formaban con él todos solaz et alegría,
Dábale cada uno de quanto él comía ;
Veíalo el asno esto de cada día.
El asno de mal seso pensó et tovo mien-
tes ;
Dixo el burro nescío assi entre sus dien-
tes :
Yo a la mi Señora et a todas sus gentes
Mas con provecho sirvo que mil tales
planchetes :
Yo en mi espinaso les trayo muncha
leña , ^ .(i
Trayoles la fariña que comen del A9e-
ña ;
Pues también terne pino et falagaré la
dueña
Como aquel Planchete que yase so su
Peña.
Salió bien rebusnando de la su establía ,
Como Garañón loco el nescio tal venía
Retobando et faciendo muncha de ca-
^orría ,
Fuese para el estrado dó la Dueña dor-
mía ;
Puso en los sus ombros amos los sus bra-
cos,
L Ella
Ella dio grandes vo^es et vinieron los
collados ,
Dieronle muchos palos con piedras , e
con ma^os ,
Fasta que ya los palos se finieron peda-
90S.
Non debe ser orne al fa^er denodado,
Nin de^ir nin cometer lo que non le es
dado ,
Lo que Dios et natura an negado et ve-'
dado,
De lo fa^er el cuerdo non debe ser osa-
do.
Quando cuida el nescio que dise bien
derecho,
Et cuida fa^er servicio et placer con su
fecho,
Pi^e mal et locura et fas pesar et des-
pecho :
Callar a las vegadas fa9e mucho prove-
cho. . . .
D. Antonio. Son muy graciosos
versos ; y aunque son semejantes en el
numero de sylabas á los del Monge Don
Gonzalo Bercéo , excede su bondad en
muchos lugares. D.
D. Juan. Diga Vm. aJgo sobre
ellos.
D. Antonio. Digole á Vm. que
no quiero. ¿ Quién me mete á mi en
camisa de once varas ? Al Autor del
Arte del Romance con ellos ; y si no los
declara , no faltará por allá alguno de
aquellos PATRIARCAS del Romance,
y Padres de nuestra hdíla , que expli-
que sus MODISMOS. ¿Estamos aquí,
ó en Xauja ?
D.Juan. jEsVm. terrible! Pero
ya que Vm. no quiere decir nada sobre
los versos , por dexar la gloria de su co-
mento , ó glosa al Autor del Arte del
Romance , por lo menos hablemos un
rato sobre la voz Patriarcas del Román-
c^ , porque siempre que los oygo men-
tar , me causa mucha risa.
D. Antonio. No merece otro a-
precio una expresión que jamás se ha u-
sado por acá ; y si se usa , es en tono de
fiesta y chacota. Yo no venero mas Pa-
triarcas , Acostóles , ó Profetas , que
los que venera la Iglesia Cathólica. De
los que dice el Autor del Arte del Ro-
L 2 man-
(i42)
manee , se me da un tomate , y dos vq-
rengenas , y tengo , ó me tomo la licen-
cia de reirme. Pero vaya de historia.
Un buen hombre recogió una noche
á un pobre. Este entró en la cocina ,
sentóse en un poyo á la lumbre , y le-
vantando la cabeza, vio que estaban col-
gadas al humo las longanizas , morcillas,
y morcón de la matanza del ano. Pare-
ciéronle bien , y se le propuso pegar un
petardo al siguiente dia. Cenó con sus
bienhechores , los quales se fueron a a-
costar después , y él se recostó sobre un
poyo. Luego que vio la luz del dia, que
entraba por el canon de la chimenea, pu-
so en practica el hurto , y empezó á des-
colgar longanizas , y morcillas quantas
pudo con la mano ( excepto el morcón,
que por estar muy alto , no le pudo al-
canzar ) y las metió en su zurrón. Con-
cluida esta maniobra , y en disposición
de marchar , se puso á cantar lo siguien-
te ;
Pa-
(MJ)
Tatriarcas y Trofetas
Todos rúan en el fardel ;
Dios se quede con aquel
Que no le pude alcanzar.
Los dueños de la casa ( cuya alcoba
estaba contigua á la cocina ) oyeron la
plegaria , señaladamente la muger , que
dixo á su marido : Mira , mira cerno el
fobrecito nos esta encomendando d Dios
j)or la buena acogida que le hemos hecho.
Levantados estos , fueron á ver el po-
bre para darle de almorzar ; pero había
ya tomado las de Villadiego. Notaron
el robo de sus longanizas , y morcillas ,
y que solo había quedado el morcón.
Empezaron a maldecir su fortuna , por-
que hasta entonces no entendieron la
canción , que se dirigía á que si se de-
xaba el morcón , ó Patriarca de las mor^
cillas , era porque no le había podido
alcanzar.
Don Juan. ¡ Valiente chasco fué
esc!
D. Antonio. No fué malo , y le
L .7 re-
(i 44)
refiero por la conexión que tienen los
Patriarcas del Romance , y Padres de
la habla con los morcones , Patriarcas,
ó Padres de las morcillas.
D. Juan. Está muy bien traído ,
aunque uno y otro es un par de dispara-
tes sufribles solo en la conversación. Yo
conocí en Salamanca un grandísimo be-
bedor , a quien por su buena corambre
le llamaban los que no la tenían tan
buena , el Apóstol del wino ; y era por-
que á una tinaja de cien arrobas , que
estaba demediada , la desmenguaba de
un resoplido como dedo y medio.
D. Antonio. Aun mases eso. Pe-
ro dexandonos de bufonadas , ¿ ha he-
cho Vm. alto sobre aquel retazo de una
Poesía de Juan de Mena , que el famo-
so Autor del Arte del Usmance Caste-
llano pone allá en la pag. jy de sus e-
pocas ?
D. JüAN. Si , señor ; he reparado
en él , por mas señas que , aunque fue-
se Autor que debiéramos seguir por mo-
delo , ó Patriarca ( usemos del entu-
siasmo del Autor ) no estaba puesto en
el
045)
el lugar que le corresponde.
: D. Antonio. Tiene Vm. razón ;
y yo no había advertido tanto. Juan de
Mena floreció en tiempo de Don Juan
el Segundo , y no en el de los Reyes
Cathólicos. Es un defecto que Juan De-
lencina y otros llaman Anachronismo ,
que en Castellano significa perturbación
de tiempos , como si yo dixese que Vir*
Í^ilio era mas antiguo que Homero. Si
o dixera un bodoque , era digno del
disimulo ; pero incurrir en semejante vi-
cio un Autor que de intento trata de las
edades y épocas de la lengua Castella-
na , es cosa que no puede pasar , ni se
debe disimular. Dice Vm. muy bien
que no sirve Juan de Mena para mo-
delo del buen lenguage Castellano , por
ser Andaluz , en cuyo asunto los de a-
quel Pais no pueden darnos regla, como
dice uno de los Interlocutores del Dia-
logo de las Lenguas , que publicó el Se-
ñor MayaUí).
D. Juan. Pues de ese modo tam-
poco viene alli el fragmento de la tra-
ducción del Hebreo que puso el Autor
L4 del
(146)
del Arte del Romadice Castellano,
D. Antonio. Es como Vm. dice,
mediante lo qual se deben desechar co-
mo inútiles para el fin que se propone
el Autor del Arte ; y lo mismo digo de
la mayor parte de los Autores que po-
ne en aquella lista , pues si vamos a ele-
gir modelos , o dechados para la imita-
ción , quedarán reducidos a muy pocos.
D. Juan. A Vm. le sobra la razón.
Pero dexando ya este punto , que es lar-
guísimo , quisiera que entrásemos por
mayor á registrar los entresijos de la
Gramática , porque , según entiendo ,
nos ha de suceder lo mismo que con la
Paleogra^pliia.
D. Antonio. Es ya tarde , y con
la niebla de hoy me duele un poco la
cabeza. Si á Vm. le parece , lo dexaré-
mos para otras conversaciones.
D. Juan. Me parece muy bien :
por tanto quédese Vm, con Dios hasta
mañana.
D. Antonio. El mismo Señor va-
ya con Vm . y á mi no me olvide.
CON-
(i 47)
CONVERSACIÓN III.
SOBRE LOS HURTOS LITERARIOS
del Autor del Libro intitulado
. oi
ARTE DEL ROMANCE CASTELLANO y
de la Gramática Castellana de D.
Benito Gayo so.
D Antonio. Sea Vm. muy bien
' venido , Señor Don Juan. Crea
Vm. que estaba cuidadoso de la tar-
danza.
D.-JuAN. Como me encargó Vm.
que viese por mayor los libros II. III.
y IV. del Arte del Romance , para ha-
cer materia a la conversación de esta
noche , y ese sea un camino muy fasti-
dioso , y lleno de maleza , en que es
menester tropezar á cada paso , no he
podido concluir hasta la hora presente.
D.
(148)
D. Antonio. ¿ Y qué le han pare-
cido á Vm ?
D. Juan. Responderé á Vm, con
una historieta. Escribió un buen hom-
bre un Librito , que se componia de O-
raciones devotas , Kesponsorios , Nove-
nas , y otras varias cosas de este jaez.
No tenían conexión entre sí , y por tan-
to le intituló Pefitoria EspirituaU Qui-
so darle á luz con todas las Licencias
necesarias. Antes de conceder la suya el
Ordinario , envió la obrita á la censura
de una persona tan docta como zelosa
de la honra de la Nación , el qual , des-
pués de vista y revista , temó la pluma,
y escribió lo sigiúcnte: He leído palabra
por palabra el Librito intitulado PEPI-
TORIA ESPIRITUAL, Sé muj bien
que las pepitorias se componen de -cabe-
zas , pescuezos , alones , / patas ; pero
como yo no halle en esta lo primero , ni lo
ultimo , soy de parecer que se le -niegue
al Autor la licencia que solicita,
D. Antonio. ¡ liara censura fué
esa ! Pero no puede aplicarse al Arte
del Romance»
D.
(i49)
D. JcTAN. Yo no la aplico ; antes
bien respondo á la pregunta que Vm,
me hizo , y asi hablando por rodeos ,
digo , que lo que me parece es Ensa^
lada , ya que no sea Pepitoria , y ea
una palabra , una obra falta de método,
y sobrada de confusión. Para mi bastaba
el haber oído a Vm. sobre la división en
general que hace el Autor del Arte , de
su Gramática ; del extravío con que ca-
mina ; y en una palabra , el que Vm.
me haya hecho ver mas claramente que
á la luz del mediodia , que el referido
Autor del susodicho Librito se vistió de
plumas agenas , destrozando la Paleo-
graphia Española , y otras obras bue-
nas , y malas , para formar la suya , de
que no teniamos necesidad. Esto solo ,
vuelvo a decir , era bastante para pro-
nunciar que el Autor perdió el tiempo,
y el aceyte.
D. Antonio. Estoy bien con eso ;
pero no basta el que se diga de montón.
Es necesario que se den algunas pruebas.
En una conversación de las noches pasa-
das se dixo que el Autor del Arte había
co-
(i5o)
copiado la Gramática Castellana de Ga-
joso ; y asi es muy justo que se haga
ver , antes que empiece Vm. á relatar
lo que ha observado en la lección de
mañana , y tarde,
D. Juan. Me conformo con el pa-
recer de V^m. , porque de otra suerte no
se observaría el método que se ha teni-
do hasta aquí , de probar nuestras aser-
ciones ; y nos tendrian por maldicientes,
si las paredes oyen. Veamos esas prue-
bas , y después hablaremos lo que nos
ocurra.
D. Antonio. Véalas Vm. aqui
colocadas una enfrente de otra, para que
con facilidad se perciba si el retrato se
parece a su original.
D. Juan. Ha hecho Vm. bien en
ponerlas de este modo , para que leyen-
do primero un pedazo , y después otro,
qualquiera pueda ser Juez en esta causa.
D. Antonio. No tan solo se conse-
guirá el persuadir á los lectores que el
Autor del Arte del Romance Castellano
copió de la Gramática Castellana de
nuestro D. Benito Gayoso , sino que co-
noz-
(151)
nozcan el modo que observó en su copia,
poniendo algunas palabras sjnonpnas ,
esto es , que significan lo mismo que di-
ce Gayoso , para que si le cogian , como
ahora le ha sucedido , con las manos en
la masa , no se pudiese decir , que había
copiado a la letra , ó que era un mero
copiante de pensamientos ágenos.
D. Juan. Toda copia para ser bue-
na , ha de parecerse en un todo a su ori-
ginal. Es asi que el Autor del Arte del
Romance Castellano no copia literalmen-
te , antes bien usa de voces equivalentes,
y comunes entre los Gramáticos , luego
el Autor no es copiante , y si lo es , no
será bueno , sino malo , y su trabajo me-
recerá el mismo aprecio que el de ajquel
Pendolista , que dixo : Estoy escribiendo
sobre San Agustin , y era porque le ser-
via de Atril un Libro de este gran Santo
y Doctor de la Iglesia.
D. Antonio. Vm. tiene gana de
oírme , y yo la tengo de aprovechar el
tiempo en la comprobación de mi ver-
dad con los presentes documentos , que
dicen de este modo :
Arte del Romance , Prologo fag. 24.
Se llama Gramática el Arte que en-
seña a hablar i escrivir bien ; esto es ,
conforme a las reglas autorizadas por el
uso de los doctos.
Ibidem.
De las palabras ordenadas nace cl
razonamiento o la oración , que las con-
sidera como sus partes , i en la lengua
Española son en nueve maneras ; Nom-
bre , Articulo , Pronombre , Verbo ,
Participio , Adverbio , Preposición ,
Conjunción , Interjecion.
GéL
(I5J)
Gajoso fag, I. de la \. edición.
Gramática es el Arte , que enseña á
hablar , y escribir según el uso de los
Varones doctos , por cuya autoridad se
prueban sus preceptos.
ídem pag. 2.
El fín de estas quatro partes es leer^,
y escribir , declinar los Nombres , y con-
jugar los Verbos , conocer la naturaleza
y fuerza de las palabras .... para ha-
cer de este modo una oración perfecta.
La perfecta oración Castellana ha de
tener nueve partes , que son Artículo ,
Nombre , Pronombre , Verbo , Partici-
pio , Preposición , Adverbio , Interjec-
ción , y Conjunción.
Ar^
054)
' Arte del Romance , Lib» IL
fag. ij8./ IJ9.
Para denotar el genero neutro sirve
el articulo lo i conviene solo a los adje-
tivos tomados a manera de substantivos,
i esto no mas que en el numero singu-
lar : como Dios ama lo bueno , i ahorre^
ce lo malo. Para suplir el plural lo pa-
samos al genero femenino Con este' nom-
bre cosas , diciendo ; Dios ama las co^
sas buenas , esto es señalar que no ai en
Castellano nombre ni genero verdade-
ramente neutro.
Ga-
ídem yfag, 28.
El Articulo LO , que llaman neu-
tro , no se puede juntar á ningún nom-
bre substantivo , por no tener la lengua
Castellana nombres del Genero neutro,
como la Latina. Usase de dos modos ;
el primero con los adjetivos tomados á
solas , sin substantivo alguno ; y. g. Lo
bueno , Lo malo , Lo posible , &c. El se.-
gundo hacemos la oración á manera de
substantivo ....
M Ar^
(156)
Arte del Romance , Ltb. IL
pag, 141./ 142.
Se conoce que un Nombre está en
singular cuando significa solo una cosa i
le precede o le puede preceder el , la , o
lo , como ¿"Z Sol , la Luna , lo honesto. Pe-
ro estará en plural cuando expressa mu-
chas cosas , i le preceden o le pueden
preceder los , o las , como los Prophe-
tas y las narices,
Ihidem,
Ai a mas de esto otra regla para dis-
cernir el singular del plural por la ter-
aiiinacion en esta manera : todos los nom-
bres sean substantivos sean adjetivos a-
cabados en a , e ^ o hacen el plural aña-
diendo una s ; todos los demás de otras
terminaciones añaden es para el plural.
Ga-
Gayos O , pag. j6.
Numero en el Nombre es aquello
por que se distingue uno de muchos. El
Numero que significa uno , se llama sin-
gular , como el hombre , la muger. El
Numero que significa muchos , se llama
plural i V. g. Los hombres , las muger es»
ídem
P^g' 33*
Los acabados en qualquiera de estas
vocales a , e , o , forman su numero plu-
ral añadiéndoles una S al singular.
Los acabados en las restantes voca-
les / , « , y consonantes expresadas , le
forman añadiéndoles á su singular la sy-
laba es.
Véanse los exemplos de uno y otro.
M 2 Af'
(158)
'Arte dsl Romance , Lib, IL
fag. 142.
Los nombres proprios no tienen en ri-
gor plural , pero si se hacen de algún
modo comunes , i asi lo pide el sentido
de la oración , les da nuestra lengua plu-
ral según las reglas generales , i assi de-
cimos los Fernandos , ¡as Isabeles , los
Moneaos , los Trigos , ¡os Arrozes,
Otros nombres ai , que se usan solo
en plural , y no se hallan en singular ,
como albricias , angarillas. ...
Arte del Romance ^Lib, IL ^ag, 145.
Aunque nuestro Romance no dis-
tingue casos en los nombres por su ter-
minación como el Latin , i Griego , con
todo se puede notar esta variedad por
las preposiciones i articulos , que prece-
den ; i con esto guardarse la analogia
en las declinaciones con los Latinos.
Ga^
(159)
Xxayoso , pag, 41./ 42.
Los Nombres propios de hombres , y
mug-eres , tienen solamente singular , pomo.
Pedro , Domingo , Agustiu , Fernando , . .
Pero si decimos Pedros , Fernandos , ^¿2-
r/Vtj , Claras , o Teresas , es porque estos, y
otros Nombres propios convienen a muchos,
y de esta suerte se puede en algún modo
decir , que pasan á Apelativos , ó comunes.
Tieaen plural , y carecen de singular al-
gunos Nombres de Lugares , como Burgos,
Bruxelas , Dueñas , Cae eres , 3j:c. y otros
diferentes ; v. g. Angarillas , Parrillas ,
Trevedes , Grillos , Llares , . . ,
Gayosoypag,^!.
La Declinación es una variación de las
partes declinables de la oración ; pero los
Nombres Castellanos son indeclinables ; bien
que hacemos , que se declinen con ciertas
Aposiciones , o Artículos indefinidos , que
van puestos antes del Nombre , y del Ar-
ticulo , 6cc.
Mj Ar-
Arte del Romance , Lib. JL
fag. 150.7 151.
.... De estos unos se forman de otro
nombre
i se llaman denominati'vos
I. Los
Denominativos mas especiales
tienen las siguientes terminaciones en
dad como de Mozo. . , Mocedad.
ada . . .
de Vacca . . . Vaccada ,
ado . . .
de Tabla . . . Tablado .
al.., .
de Celeste . . Celestial.
ar . . , .
de Pino .... Pinar.
ario . . .
de Hierva. . . Herbolario,
aza . . .
de Hilo . . . . Hilaza.
azo . . .
de Saeta. . . , Saetazo.
eda. . . .
de Álamo . . . Alanieda.
edo ....
de Olmo. . . . Olmedo,
era . .. .
, de Lado. . . . Ladera.
ero ....
de Monte . . . Montero.
iento . . .
de Sed Sediento.
dor. . . .
de Leña . . . . Leñador,
oso , . . .
de Gloría . . . Glorioso.
udo ....
de Cabeza. . . Cabezudo.
uno. . . ,
, de Oveja. . . . Ovejuno,
ura . . • ,
. de Pintor . . . Pintura.
Ga.
(i6i)
Gayoso , pag. 6j. y 64.
El Nombre DenomÍ7iativo es aquel que
nace , y se deriva de otro Nombre. Los mas
especiales se acaban en las terminaciones a ,
ad, ada , ado , al , ar , edo , ^¿/¿? , oso , iento,
aza, azo , //¿Z?, /mo, ¿?r/í>, ero, era.or, . .
En a , como de Cí/or , calentura , de
Gordo .gordura. En .^¿Z , como de Bueno ,
bondad : de Afo^o , mocedad. En ¿2^:/^ , de
F^r^, vacada : de Bofe^, bofada. En ^^£?, de
Tabla, tablado-. A^Cerca, cercado. En al, de
Jieinpo temj}oral\ de Muerte, mortal. En ¿^r,
de P/w(? , finar-, de Colmena , colmenar-. En
í'<3^(9, de 0//7ZÍ?, olmedo-, de Sauce, salcedo. Los
acabados en r^/^?; v.g. de Árbol, arboleda-, de
Fresno, fresneda. En í?jo, de Amor, amoroso;
de Fama,famoso.Y los femeninos en <í,€omo
Amor os a, famosa. En í?«/-í>, <i^^ Sed,sediento :
de Hambre hambriento-. Y los femeninos en
¿? ; V. g. Sedienta , hambrienta. En ¿zzo , de
Saeta , saetazo : de i^i^/¿z , balazo. Y los fe-
meninos en íí2¿í , de Lino, linaza : de i/Z/o ,
hilaza , &c.
Toda esta Lección VI. en el ilr/* á*/ Romance es ro-
mnda de la Gramática CattelUna de Gayoso , Lección.
XI. pero c«>n inversión total de ella , tomando los fi-
nes por principios , y al contrario , omitiendo en u-
nas partes , y añadiendo en otras lo que le pareció á
proposito para disfrazar el hurto j como lo vera qual-
quiera que coteje las dos Lecciones.
M 4 Ar-
^rt? del Romance , J^ib. II.
fag, 167.
Se llaman Pronombres demonstratí-
vos los que sirven para señalar o mostrar
aquella cosa de que se Jiabla , i son los si-
guientes.
Singular. Plural.
Masculino este estos.
Femenino esta . . . , estas.
Masculino esse ..... essos.
Femenino essa .... essas.
Masculino Aquel . , . Aquellos,
Femenino Aquella . . Aquellas,
I los Compuestos :
Masculino Aqueste . . Aquestos,
Femenino Aquesta. . Aquestas,
Masculino Aquesse,. Aquessos,
Femenino Aquessa. . Aquessas,
Como también los compuestos del ad*
jetivo otro , como estotro , estotros ; esto-
tra , estotras ; essotro , ^ssotros ; essotra^
ess otras.
JEste demuestra la cosa mas cerca de mi ;
esse h mas cerca de ti ; aquel h cosa mas le-
jana de mi , i de ti,
Ga-
Gajoso ^pag. yg.
Pronombre Demonstrativo es aquel,
que muestra ó señala alguna cosa ; v. g.
Este , Esse , Aquel ; y sus compuestos
Aqueste , y Aquesse , que son del gene-
ro Masculino; y los del Femenino se ter-
minan en a ; v.g. Esta , essa-. Aquella ,
Aquesta , .Aquessa ; y en el plural se les
añade una S', v.g. Estas, Essas , Aque^.
lias. Aquestas, Y los Neutros hacen en
o; v.g. Esto, eso, aquello^ aquesto, aquesso.
El Pronombre Este muestra la cosa mas
cercana de mi : Esse la mas cercana de
ti : Aquel señala lo que está apartado de
mi , y de ti.
Otros Pronombres Demotistrativos
hay compuestos del Adjetivo Otro ; v.g.
Estotro , essotro : Aquestotro , aquesso-
tro
Quanto dice de los Pronombres el Autor
del Arte del Romance es tomado de la Gra-
mática Castellana de Gayoso , con la cautela
de invertir el orden , á fin de deslumhrar- a
los Lectores.
. ^ Ar-
(1 64)
Arte del Romance , Lib» II,
j)ag. 170.
Que no siempre es relativo ; puede
ser también conjunción que en Latin cor-
responde al quam , como diciendo : Mas
'vale un toma que dos te daré. Otras ve-
ces denota infinitivo , como cuando se
dice : Piensa el Ladrón , que todos son d&
su condición.
.\ Ga-
(i65)
Gayoso yfag. 7.11.
La partícula que no siempre es Re-
lativo ( como explicaremos adelante )
pues muchas veces es partícula conjunti-
va , regida de varios Verbos determi-
nantes; v,g. Creo, juzgo , entiendo, &c.
No sé que decir , ó qué diga de ti. Bien
se ve que la partícula que no es Relati-
va , sino continuativa del verbo Saber
al modo infinitivo , ó subjuntivo.
Ar^
(i66)
Arte del Romance , pag. jo;
Tomo IL
Se llaman verbos anómalos o irrc^
guiares los que en la formación de sus
tiempos i personas no guardan la analo-
gía i reglas de las Conjugaciones regu-
lares según se an dado en los egemplos
precedentes ; porque mudan alguna le-
tra o sylaba. Se reducirán a clases estas
mismas anomalías , por mantener orden
cuanto se pueda , i se dirán solo los
tiempos i personas , donde uviere irre-
gularidad , deviendose entender lo de-
más según las reglas generales. Al ñn
se pondrán aquellos anómalos , que no
entran en classe alguna ; i se notarán por
orden sus irregularidades.
Ga-
(1 67)
Gajoso y pag. 182.
Verbos Anómalos , ó Irregulares ,
son aquellos , que no guardan en la for-
mación de sus tiempos , y personas la
analogía , y reglas de los Verbos Re-
guiares , cuyas conjugaciones hemos de-
clarado. Su irregularidad consiste en que
mudan , pierden , ó añaden algunas le-
tras , ó sylabas en ciertos tiempos , y
personas.
Procuraremos reducir sus principa-
les Anomalías , ó Irregularidades , á
ciertas Reglas ; y las que no cupieren
en ellas , se comprehenderán en un ín-
dice Alphabetico , que se añadirá al fin.
No-
Ci68)
Nota a la pag. 45. Tom. II.
del Arte del Romance,
En el índice Alfabético de los
Verbos irregulares pone el Autor del
Arte los mismos que comprehende
el de la Gramática Castellana de Ga-
yoso , ( que empieza pagina 191 ) á
excepción de ASIR , que ( acaso d^
intento ) omite , y SATISFACER ,
que añade , cometiendo el yerro de
mezclar con las personas irregulares al-
gunas , que no tienen irregularidad ,
como en el verbo Dormir , las perso-
nas dormimos , dormis , dormid : en
Hacer , haces , Sac, haciendo : en Mo-
rir , morimos , morís , morid : en Oir ,
cid : en Oler , las personas olemos , oléis,
oled. Y la misma inadvertencia se le
nota en las primeras , y segundas per-
sonas del plural del presente de Indi-
cativo , y en la segunda de plural del
Imperativo de algunos verbos , que
están después de los que acabamos de
de-
(i69)
decir. En el verbo IR ha dexado de
expresar la irregularidad que tiene en
el pretérito imperfecto de Indicativo.
Ar
(170)
^Arte del Romance ^ pag, 78.
Tomo 11.
Algunos todavía no se an anticuada, i
se usan como verdaderos participios, co-
mo ; L,os liednos estantes i habitantes en
esta Villa. Los Procuradores residentes
en la Corte. El Correo iente , i ^veniente.
Los Estados pertenecientes , tocantes a la
Corona , i otros pocos que nos an queda-
do en el estilo legal.
Arte del Romance ,pag. yg. Tom, 11.
El Advei"bio es una voz indeclinable
que se ayunta regularmente al verbo pa-
ra expressar algún modo suyo o circuns-
tancia. Como diciendo : ^mó tiernamen-
te Christo a sus Discípulos. Los Vasa-
llos deven servir fielmente a su Soberano :
donde tiernamente i fielmente denotan la:
circunstancia de los verbos amar i servir.
Por lo que de ordinario acrecientan, men-
guan , o mudan la significación del ver-
bo , como mucho lee : poco observa , na-
da sabe.
Ga-
(>7i)
Gapsó ffag. 101, y 202.
Hallanse , no obstante , algunos usa-
dos como verdaderos Participios ; v. g.
Monarca rejna^ite ; esto es , que actual-
mente rey na. El Correo yente y njiniente\
esto es , que va , i viene. Los Cuidada-
nos estantes , habitantes , y residentes ;
esto es , que están , habitan , y residen.
Los negocios tocantes , y pertenecientes d
la Corona ; esto es , que tocan , y perte-
necen a la Corona.
Gayo so i p^g' íio6.
El Adverbio es una parte indeclina-
ble de la oración , que se junta al verbo ,
y a otras partes , afirmando , ó negando ,
aumentando, disminuyendo, ó mudan-
do la significación de la oración ; v. g.
No leo : Menos amo : Mucho escribo :
Bien corre : Mal anda. Llamase adver-
bio , porque regularmente se junta al
Verbo para determinar alguna calidad
que en él se ofrece.
N Ar-
(172)
Arte del Romance ^fag, 87. Tom. II,
A mas de estas preposiciones , que se lla-
man separadas , se consideran las que sirven
para componer otras palabras , aumentando ,
disminuyendo o mudando en contrario la sig-
nificación del verbo , nombre , o división , en
cuya composición entran , son las siguientes.
A como : Aclamar , aplacer i de ordinario
aumenta la significación.
Ab. . . Abjurar , abominar , abortar , ab-
solver.
Ad . . . Advenedizo , admirar. Acerca la
cosa.
Am . . Amjparar, Aplica mas la cosa que sig-
nifica.
Des, . Desamar , desobligar. Muda la sig-
nificación en contrario.
Dis . . Disgusto y distraher. Suele mudar la
significación del simple,
Em. . . Émbaynar. Aumenta la significación.
Ex . . . Ex-pressar , exj)omr. Declara mas
que el simple.
Ga-
(.^73)
Gayoso , j)ag. 205.
Las Preposiciones Juntas , y que en-
tran en composición de muchos Nom-
bres , y Verbos , y no tienen significa-
ción alguna fuera de composición , son
las siguientes; A , ad , an y des , di , dis^
ex , in , ob , pre , pro , re , se , su ; v.g.
aclamo , advenedizo , amparo , deshago ,
divertido , dispuesto , expongo , z«^^ro ,
obtengo , Prepósito , propongo , retenido ,
separado , socorro , supuesto.
Na ^r
(í74)
Arte del Romance y^ag. 95. Tom. 11.
La interjección es una parte indecli-
nable de la oración , <^ue sirve para de-
clarar algunos afectos del alma , como
de gozo , de pena , de temor , &c. Casi
en todas las Lenguas son unas mismas.
Assi para manifestar
Dolor se usa : Hai ! ha ! hai I hai !
Guai del latin vae I
Alegria i placer : Ha \ha\he \ O
hala ! hala alágala ! tararira \
Admiración \ O \ o Dios ! I otras
por suplemento.
De miedo : Tal tal tate ! tate !
De silencio : Chito I chiton ! Ea !
De llamar : Chis Ola. He I oh \
De amenaza : Guai. Ya , ya.
Ga-
075)
Gajoso j^ag. 211.
La Interjección es una parte indecli-
nable de la oración , que declara los va-
rios afectos que hay en el alma ; v. g.
Ay de mi ! y asi quantos afectos , y al-
teraciones se hallen en ella , tantas inter-
jecciones demuestra. Llámase Interjec-
ción , porque se arrima , y junta con to-
das las demás partes de la oración. Las
significaciones de las Interjecciones son
muchas , y las mas son comunes á todas
las Lenguas ; y son como se siguen.
T>e admiración ; v. g. O buen Je-
sús ! Válgame Dios !
De dolor ; v.g. Ay de mi ! Ay , ay!
&c.
Nj Ar-
(176)
Arte del Romance , fag. 112 y 1 2 j .
Tomo IL
Es phrase mui usada nombrar la co-
sa por genitivo de su nombre proprio,
puesto delante el común o algún adje-
tivo , diciendo : La Ciudad de Huesca,
por la mesma Ciudad Huesca , el mes
de Enero , la Villa de Madrid : el bovo
de Juan , por Juan el bovo ; el vellaco
del Ventero , por el Ventero vellaco.
De aqui nació una gracia , de que usa-
mos a dos sentidos , diciendo : el asno de
Sandio , por el i su asno : el rocin del
Doctor , por los dos.
Ga-
Gayoso , pag, 229. / 256.
ij
Usase también quando ponemos cl
adjetivo en nominativo , ó en otro caso,
juntándole dicha aposición DE ; v.g. El
tonto de Francisco. El bárbaro de Juan,
El ladrón del Ventero , &c. que es lo
mismo que Francisco tonto , Juan bár-
baro , el ladrón Ventero : y asi mismo en
los Femeninos ; v.g. La infame de Jua*
na , la ingrata de Maria , &c.
Todos los Nombres Substantivos ,
comunes , ó Apelativos , en todos los
casos del singular , y plural pueden te-
ner Genitivo después de si , &c.
N4 D.
D. Juan. No pueden darse prue-
bas mas convincentes de que el Autor
usó del plagio. No sé yo como se inge-
niará para salir de este aprieto.
D, Antonio. Ni yo lo sé. Solo
me acuerdo de Horacio , (*) que dice ;
Publica materies privati ¡uris erit , si
Nec circa vilem , patulumque moraberis
orbem.
Nec verbum verbo curabis reddere íidus
Interpres , nec desilies imitator in ar-
ctum ;
Unde pedem proferre pudor vetet , aut
operis lex.
Que traduce Vicente Espinel de es-
te modo :
La publica materia harás tuya ,
Si del vulgacho la opinión no sigues ;
Y siendo en declarar fiel Interprete ,
No traduzcas palabra por palabra ,
Ni
(*) En su Arte Poética.
(í79)
Ni imitando desciendas en estrecho ,
De donde k vergüenza , ó lo que imitas
Te estorve el paso á que salir no puedas.
Esto es : qualquier asunto , ó mate-
ria , en que otros han trabajado , se po-
drá llamar propia, escribiéndola con al-
gún realce , variando con ingenio el mo-
do y palabras , con que los otros lo hi-
cieron , pero sin apartarse de la substan-
cia y la verdad. Pero detenerse á copiar
á la letra sin variar , es lo que llama
Horacio Orbem vikm , et fatulum , y
con mucha razón ; porque á la verdad
es demasiada pobreza de ingenio qual-
quiera clase de hurto literario ; y sea
quien fuere el que incurra en él , no de-
be ser llamado imitador , sino relator ,
porque no dice cosa suya. Además de
que procediendo de este modo, se expo-
ne el miserable copiante á entrar en lu-
gares tan estrechos , que no pueda vol-
ver atrás , ni pasar adelante.
D. Juan. Es cierto lo que dice
Horacio ; y oxalá todos los que inten-
tan escribir alguna obra , ya sea en pro-
sa
('8o)
sa , ya en verso , leyesen antes 5U Arte
Poética , para no exponerse á la risa del
Público. Y ya que Vm. me ha citado,
ó refrescado las especies del Arte Peoti-
ca de Horacio ( que aprendí de memo-
ria ) le confieso a Vm. llanamente , que
veo con mas perspicacia , ó distinción ,
que el Autor del Arte, del Romance no
tuvo presentes los preciosos documentos
de Horacio ; porque si los hubiese leí-
do , quizá no emprendería la forja del
Arte del Romance Castellano,
D. Antonio. Eso es evidente. Pe-
ro dígame Vm. por vida suya , ¿ qué
pecados ha cometido el Autor del Arr
te del Romance Castellano contra el Arte
Poética de Horacio ?
, D. Juan. ¡ Ahí es un grano de anís !
Todo quanto escribe , es contra los man-
damientos que nos dexó Horacio en a-
quglla Pieza preciosísima.
D. Antonio. Si vuelve Vm. a de-
cir Pieza y cortaremos la conversación; y
Christo con todos. Ya le dixe a Vm. ,
que Pieza , en el sentido que Vm. ha-
bla , no es palabra Castellana. Escuse
Vm.
(i8i)
Vm. el uso de voces estrangeras , y use-
mos en nuestra conversación de Ja abun-
dancia admirable de nuestro Idioma.
D. Juan. Perdone Vm. Señor D.
Antonio ; que se me escapó sin poder-
lo remediar. Pero volviendo al asunto
digo , que si el Autor del Arte del Ro-
mance hubiese tenido presente aquella
hermosisima obra ( qual es á voto de
todos el Arte Poética de Horacio ) es-
cusariamos esta , y otras muchas con-
versaciones. I O qué bien dixo en estos
versos ;
Sumite materiam vestris qui scribitis x-
quam
Viribus , et vérsate diu quid ferré re-
cusent ,
Quid valeant humeri , cui lecta poten-
ter erit res ,
Nec facundia deseret hunc , nec lucidus
ordo.
Ordinis hxz virtus erit , et Venus ( aut
ego fallor )
Ut jam nunc dicat , jam nunc debentia
dici:
Pie-
(.82)
Plchr^que differat , et príBsens in tempus
omittat.
Que suenan en Castellano según la
traducción de Vicente Espinel :
Vosotros , que escribís , buscad materia
Igual a vuestras fuerzas , y gran tiempo
Pensad , y revolved qué carga pueden
Llevar , ó qual reusan vuestros hom-
bros ,
Al que escogiere lo que puede y sufre,
Nunca le faltará elegancia , y orden.
Esta del ordenar es la excelencia ,
Y la gracia se engaña, ó yo me engaño:
Que de las cosas que decirse deben
Las mas propias escriba , y las restantes
A mejor tiempo y ocasión las dexe.
D. Antonio. Es cierta. Pero pre-
gunto i nó ha hecho lo mismo el Au-
tor del Arte del Romance ? ¿ Por ventu-
ra le contempla Vm. tan falto de fuer-
zas , que no pueda escribir , ó formar
de nuevo una Gramática Castellana ?j
D. Juan. Señor D. Antonio , Vm.
tie-
tiene gana de fiesta , según parece.
D. Antonio. Diga Vm. lo que
quisiere , porque me gusta ; y una vez
que no le contradigo , no debe Vm. pri-
varme de esta diversión.
D. Juan. Pues bien , vamos acor-
des , y prosigo diciendo , que el Autor
del Arte del Romance , tiene poco de
cosecha propia , sino las puntadas , y
que a cada paso se le halla circa 'vi-
km , et fatulwn orbem , por mas que es-
forzó su ingenio en destrozar las obras
de que formó su Arte,
D. Antonio. Es cierto ; porque
aunque puso los fines por principios , y
al contrario , saltando de un lugar a o-
tro , hemos visto , ( y lo puede ver qual-
quicra ) que siempre copia de Autores
que tenemos entre las manos.
D. Juan. Añada Vm. á esto , que
si descubre algo que sea de cosecha pro-
pia , es contrario al uso , y costumbre.
D. Antonio. Si fuéramos ahora á
notar , y criticar palabra por palabra to-
do el Arte del Romance Castellano , no
acabaríamos en un año. Diga Vm. al-
(i84)
gunas de sus observaciones conforme le
ocurran , y quédense las demás para
quando fueren menester.
D. Juan. Esta noche ha de ser Ho-
racio mi norte , mi guia , y en una pa-
labra y el thema , y escudo de la ma-
yor parte de quanto he de hablar ; y
asi digo , que todo lo que toca al Ori-
gen y Épocas del Romance , tomado de
Ja Paleografhta Esfajíoia , Origines de
la Lengua del Señor Mayans , Aldere-
te, &c. es contra la doctrina de Horacio.
D. Antonio. Dificulto mucho que
Vm. lo pruebe.
D. Juan. No tiene dificultad el ha-
cerlo ; lo primero , porque todo lo que
se dice en el citado Libro I , mas per-
tenece á la Historia , que á la Gramá-
tica, Lo segundo , porque aunque toca-
se especialmente a esta , no viene ni ha-
ce al caso para la Gramática Castellana
moderna. Lo tercero , porque las tales
Épocas , ó Historia , no son para Mu-
chachos , sino para adultos. Lo quarto,
porque aunque perteneciesen a aque-
llos , debian dárseles al íin de la Gra-
ma-
matica , como fruto , ó cosecha de Jas
reglas claras , simples , y esenciales del
^rte. Lo quinto , porque la Syntaxis en
cada Época , ó Edad difiere entre si no-
tablemente ; y para que el muchacho lo
entendiese , parecía regular que le die-
se el Autor la Gramática de cada una.
Lo sexto, porque ¿qué entenderá un ni-
ño de Épocas , quando apenas ha salu-
dado los rudimentos de la Gramática ?
Lo séptimo , porque el Autor se em-
peña en que el muchacho haga cosecha
sin sembrar , ó por mejor decir , que la
tierra inculta y por labrar ( que es seme-
jante al entendimiento del niño , ó mo-
zuelo bozal ) produzca sin sefnbrarla....
íí ¡ Bonito soy Yo , si tomo
íí Alguna cosa con brio !
D. Antonio. ; Terrible está Vm.
Señor Don Juan Zurreño ! Quasi qua-
si me voy acobardando , y retrayéndo-
me del proposito que tenia de provocar
á Vm. con. indirectas. Sosiegúese Vm.
porque
E^as
(i86)
Esas materias son humos
De algún humorciJlo craso ,
Que mordicante exaspera
Los sucos atrabiliarios. (*)
Con efecto está Vm. para ello, y yo
me hallo convencido de lo que Ym. di-
ce ; porque hablando con verdad , el
Autor del Arte del Hvmance Castellano
pretende empezar por donde se debe a-
cabar ; que viene á ser lo mismo que si
á un muchacho , que quiere aprender el
oficio de Zapatero , le quisiese su Maes-
tro instruir de la antigüedad del Calza-
do , del origen de la Lesna , del Box ,
del Tirafie , Brocas , y Cerote ; el qual
diria : Señor Maestro , enséñeme Vm. pri-
mero el modo de hacer zapatos como aho^
ra se usan ; que después qiie jo sepa ha-
cerlos , será para mi una gran diversión
el saber todo lo que Vm. quiere ; porqus
JO no he de hacer zapatos como se usa^
han
. (*) Zamora. El Hechizado por fuerza.
Jornada primera.
087)
han en tiempo de los Romanos y ni de los
Godos y y h mas > mas ^e pueden pedir-
me de la antigüedad , quando yo posea
el arte zapateril \ puede reducirse en su-
ma d unas Andalias , ó Sandalias Ca-
puchinas , ó unos Alcorques , ó Zapa-
tos á la Gerony miaña.
D. Juan» Ese muchacho diría bien;
y puede contraherse , y aplicarse muy
bien al chicuelo que va a emprender la
Gramática Castellana , según quiere el
Autor del Arte del Romance. Señor ( di-
ría su Padre , ó Pariente al Preceptor,
ó Maestro ) Vm. enseñe d mi hijo las re^
glas , y el Arte de la Gramática : que
después le tendrá Vm» dispuesto para
que sepa discernir y gustar de sus £-
iPjOCAs , y a poco trabajo conseguirá Vm.
su intento ; además de que mi hijo no ha
de hablar , ni escribir como se \us aba en
Asas ÉPOCAS DEL ROMANCE. „• •
-o D. Antonio. ¡ Está Vn?. precioso]
D. Juan. Pues no he concluido to-
davía. ¿ Y asi' 'pregunto i Vm. si digo
Jbien , ó mal ?
,,,.£). Antonio» No pudiera yo de-
i O cir
(i88)
cir tanto como Vm. dice.
D. Juan. ¿ Con que venimos á con-
cluir , que todo este Libro I, de las
JE^ocas , / Origen del Romance no vie-
ne , ni pega á la Gramática preceptiva?
D. Antonio. Es evidente , y no
sufre replica.
D. Juan, Pues aqui conmigo ; y
vaya un cuento. Entró un Caballero en
la tienda de un Albardcro á mandar ha-
cer una albarda para una burra , de que
se servían en su casa. De allí á un ra-
to entró un muchacho hijo del Maes-
tro , que venia de la escuela. Pareció-
le bien al Caballero la viveza del mu-
chacho , y le pidió las planas para ver-
las. Gustó mucho de su buena letra , y
dixo al Padre : ¿ Qué piensa Vm. hacer
de este chico después que sepa escribir?
Señor , respondió , mi pensamiento es
darle tres , ó quatro años de Gramáti-
ca ; y después será un Águila en mi o-
ficio.
D. Antonio. Ya he penetrado la
intención de Vm. por medio de la his-
torieta , y se reduce , si no me engaño,
á
(i89)
a que tanta conexión tienen las Evocas
del Romance con Ja Gramática CasteJJa-
na preceptiva moderna , como los tres,
ó quatro años de estudio de ella con el
oficio de Albardero.
D. Juan. Acabáramos con ello. E-
so era lo que yo quería oir de boca de
Vm. cuya sentencia , y la mia concuer-
dan con la doctrina de Horacio. Dice
pues asi :
Incoeptis gravibus plerumque et magna
professis
Purpureus late qui splendeat unus , et
alter
Assuitur pannus , cum Lucus , et Ara
Dianaí ,
Et properantis aquse per amoenos am-
bitus agros ,
Aut flumen Rhenum , aut pluvius des*
cribitur arcus ;
Sed nunc non crat his locuis ....
Que suena en Castellano traducido
fielmente por el citado Espinel :
O 2 Muy
(190)
Muy de ordinario á los principios graves
Y que van prometiendo grandes cosas ,
Uno y otro remiendo se les cose
De Purpura , que adorne , y resplan-
dezca.
Quando se pinta de Diana el Templo ;
La corriente del agua presurosa ;
El bosque espeso , ó quando el Rin fa-
moso i
O quando el pluvial arco se pinta ;
Pero qué importa , que el pintarlo a-
gora
Va fuera de ocasión , y propio tiempo.
D. Antonio. No hay duda en que
€s reprehensible todo Autor , que pro-
metiendo un asunto grave , único , y sin
mezcla de otro , empieza cosiendo en él,
remiendos de otro paño diferente,
D. Juan. Me alegro que Vm. lo
conozca , y que confiese con el mismo
Horacio :
Denique sit quodvis simplex dumtaxat,
et unum.
Que
(190
Que traduce asi Espinel :
Finalmente yo quiero declararme :
Sea lo que escribís un cuerpo solo ,
Simple , y sin mezcla de diverso paño.
Don Antonio. Vm. ha probado
muy bien su intención , mediante lo
qual , me inclino á que hará lo mismo
con todo lo demás que haya observa-
do en el Arte del Romance. Pero quisie-
ra yo que no nos enzarzásemos dema-
siado , echando toda la agua al moli-
no. Bueno será reservar especies , por-
que según dice el refrán castellano ,
Quün guarda halla , écc.
D. Juan. Estoy en eso ; pero tam-
bién hay otro refrán , que dice : En ca-
sa llena ^presto se guisa la cena. No lo
digo porque Vm. crea que tengo gran-
des fondos de entendimiento ; sino por
el Arte del Romance Castellano , en cu-
yo bosque á cada paso salta un Gaza-
po , y a veces se descubren Culebras , y
Lagartos. Por tanto, aunque se diga mu-
O j cho ,
(192)
cho , quedará mucho mas por decir , pa-
ra quando fuere menester , si nos acor-
damos.
D. Antonio. Diga Vm. lo que
quisiere , en la inteligencia de que le
oiré con mucho gusto, y replicaré, quan-
do venga á cuento , hasta las diez y na-
da mas.
D. Juan. Prosigo , pues , diciendo,
que entre los retales de que formó su o-
bra el Autor del Arte del Romance , se
vienen a los ojos los que tomó de algu-
nos Poetas Castellanos ; a saber , del P.
Fray Luis de León , Garci-Laso , Ar-
gensola, Lope de Vega, Gregorio Her-
nández , Ercilla , Arias Montano , Gon-
zalo Pérez , y Don Diego de Mendoza.
Pregunto : ¿ No sería mejor que los e-
xemplos para el recto uso de las partes
de la oración fuesen de Autores que es*
cribieron en prosa ?
D. Antonio. Asi parece que debe
ser ; pero dirá el AiHor , que usa de los
versos para que se impriman con mas
facilidad en la memoria de los mucha-
chos,
D.
D. Juan. A mi no me satisface esa
respuesta : porque las partes de la ora-
ción se colocan en verso al bueno , ó mal
gusto de los Poetas , y en la prosa no
cabe tanta licencia. Además de que con
la misma facilidad se aprende de memo-
ria un exemplo de prosa, como de verso.
D. Antonio. Es como Vm. dice.
Pero el Autor asi como se engaña en ir
contra la corriente de los Gramáticos ,
quiere también que siendo la Poesia Ar-
te muy diversa , sirvan los versos de re-
gla para hacer buena presa. De suerte ,
que según su idea , el muchacho jamás
sabrá escribir sino en verso , mediante
que no le da otros exemplos que los an-
tiguos , que copia en sus épocas.
D. Juan. Me quadra mucho lo que
Vm. dice ; y es tan reparable ese defec-
to como si escribiendo de Arte Poética
se diesen exemplos en prosa , en lugar de
versos.
D. Antonio. El Autor intituló su
obra Arte del Romance, Romance en
Castellano es qualquier patraña de las
que suelen vender los Ciegos , en la cia-
O 4 se
(^94)
íe de verso que todos conocemos ; y asi
hace muy bien en dar los exemplos en
verso , y no en prosa.
D. Juan. Por ese lado salió libre y
sin costas el Autor del Arte ; pero no es
de esa opinión en la pag. XX. de su
Prologo , en donde dice ; nLos grandes
i> Letrados del tiempo de Augusto ba-
i> jo del nombre de Gramática entendían
5? generalmente todo cuanto pertenece a
5> la lengua , esto es , h ■platica expedita
ií de leer bien ; la pronunciación llena
íi i corregida ; la Ortographia> ajustada;
j> la dicción o habla pura i regular ; la
íi Etymologia de las palabras ; los diver-
ja sos estados i mudanzas acaecidas en la
5? lengua madre sea en prosa sea en ver-
»so.n
D. Antonio. ; Raro lenguage es e-
se ! Y todo el Periodo es una verdad de
Pero Grullo ; pero no viene al caso , ni
es adaptable a nuestra Gramática Caste-
llana tanta confusión de especies como
én él se contienen.
D. Juan. Pues ese Periodito, ó Pa-
rágrafo es el Plan del Autor , sobre que
le-
.(■95)
levanta el edificio de su Arte del Ro-
mance ; porque á su continuación dice :
?> Todos los ramos que se ^insinúan eñ
jieste Plan se comprehenderán en nues-
j^tra Gramática i Diccionario.
D. Antonio. La Gramática ya ve-
mos qual es. Después veremos ese Dic-
cionario cumplido , que si corresponde á
la Gramática , será un relámpago que
nos obligue a echar á rodar todos nues-
tros Vocabularios.
D. Juan. Será un asombro ; y en-
tonces los que son Jueces con autoridad
jRcal , esto es , los que escogió el Rey
Don Alonso X. , y los que continúan
el Vocabulario de la Lengua Castella-
na , con la del glorioso , y magnánimo
Rey y Seiíor Don Phelipe V. tendrán
que arrimarse á un lado , para hacer lu-
gar al que promete el Autor del Arte
del Romance Castellano»
D. Antonio. Calle Vm. por Dios;
que solo en pensarlo se me encrespa la
colera. ¿ Cómo podrá ser Maestro de un
Idioma el que todavia no ha penetrado
sus primores ?
D.
(196)
D. Juan. Sosiegúese Vm. por la
Virgen , Señor Don Antonio ; hágalo
Vm. por los Letrados del tiempo de
Augusto ; por los Patriarcas de la len-
gua ; por sus MODISMOS , por los
Modelos , y Patriarcas del Romance . . .
D. Antonio. Me hace Vm. reir
sin gana.
D. Juan. Qualquiera clausula del
Prologo del Arte del Romance es capaz
de hacer reir al hombre de genio mas
avinagrado. Y en prueba de ello , abra
Vm. el Arte del Romance Castellano , y
lea lo que saliere.
D. Antonio. Aqui está el Arte , y
justamente se abrió entre las paginas
15^ y ^53 ^^1 Tomo II. Dice asi esta
ultima : 55 El Barbarismo se puede co-
» meter de tres maneras, i . Admitien-
>i do en el Romance alguna palabra es-
5> trangera , esto es , de qualquier otra
i> lengua aunque sea de la Francesa , de
5> la Italiana , de la Latina , &c, fuera
5í de aquellas que están ya recibidas por
>> el uso de los doctos , i consentimien-
» to de la Nación. 2. Corrompiendo la
5> voz,
9í VOZ , quitando , añadiendo , ó tras-
» poniendo alguna letra ; v.g. Perlado
5) en lugar de Prelado ; miraglos en lu-
)9 gar de milagros. , . .
D. Juan. Tenga Vm. ; que no hay
paciencia para oir lo que dice el Autor
en esos exemplos. Las palabras Perlado^
Miraglos , P erigios , y otras semejantes,
son Castellanas antiguas , y la de Mi-
raglos no puede ser mas castiza. Si hu-
biese visto Documentos del tiempo de
San Fernando , y de Don Alonso X. ,
en que se hallan estas y otras muchas ,
no diria BARBARISMO semejante.
D. Antonio. Luego si el usar de
voces antiquadas es Barbarismo , el Au-
tor del Arte los comete a cada paso.
D. Juan. Concedo. Pero vamos i
la prueba. En la pag. 2 de su Dedica-
toria usa de la voz Dende por Desde.
Ibi pag. 5 dice : Habla Castellana en
Jugar de Idioma , Lengua , ó Lenguage
Castellano. Ibidem dice : Libros Elemen-
tares en lugar de Cartillas , Artes , Xí-
hros de principios , irc» Pag. VIII. del
Prologo usa el Autor del verbo endere-
zar
(198)
zar en lugar de encaminar. Pag. IX. u-
sa de la voz Platica en lugar de Prac-
tica. Pag. X. usa de la voz nueva jR^-
gencia. Pag XIV. usa de la voz nueva
Modismos. Pag. XV. dice : Sjmetria del
razonamiento. Ibi : Modelos y Patriar ^
cas del Romance. \hi : el hombre ilustra^
do por las reglas del Arte. Pag. XVII.
Pieza.Vzg. XVIII. unir las piezas Es-
pañolas. Ibidem. I se sabe lo mucho que
importa al Estado formar d sus Ciuda-
danos en el Patriotismo. Pag. XIX. I
aun para estender el animo , i formarse
al raciocinio deduciendo las reglas , &c.
D. Antonio. Basta , basta , no pro-
siga Vm. , que se me remueve el esto-
mago intelectual. ; Qué haya hombres
semejantes !
D.Juan. Somos unos pobres trom-
petas. Al Autor del Arte le debemos ¿ar
muchas gracias mediante sus buenos de-
seos. Véalos Vm. en la pag. XVIII.
Pei'o no solo a estos que frecuentan las
Escuelas de Latinidad se dirige esta
Gramática , pues deseo con ansia quíf
todo buen Español sepa su lengua por
■prin-
(i 99)
¡mnctfios i por razón en tiempo ... Y
mas adelante en la pag. XIX. dice :
Con este fin e procurado tratar las ma--
terías con orden , i claridad deseando ser
Útil a la Nación en este Arte de su len-
gua.
D. Antonio. ; Válgame San Pan-
cracio I i Ya no puedo mas ! \ No sé a-
donde están el orden , la claridad y la
utilidad que el Autor ofrece con su o-
bra a iodo buen Español para que sepa
su lengua por principios ! Dexeme Vm.
descansar contemplando en la siguiente
pinturilla :
Rompe la niebla de una gruta obscura
Un Monstruo lleno de culebras pardas ,
.Y entre sangrientas puntas de Alabardas
Morir matando con furor procura :
jMas de la obscura horrenda sepultura
Salen rabiando bramadoras guardas
Dé la Noche , y Pluton hija$ bastardas ,
Que le quitan la vida y la Ipcura.
De este vestiglo nacen tres Gigantes >
Ydestos tres Gigantes Doralice ,
Y desta Doralice nace un Beudo.
(200)
Tu mirón , que esto miras , no te es-
pantes ,
Si no lo entiendes , que aunque yo lo
hice ,
Assi me ayude Dios que no lo entiendo.
D. Juan. Ni yo tampoco como soy
Christiano. Señor Don Antonio , pare-
ce que Vm. se cansa , y que las cosas
del . Arte del Homance Castellano , que
viene á quitarnos la ignorancia , y crasi-
tud , las toma Vm. como cosa de risa ,
y chacota.
D. Antonio. ¿ Qué quiere Vm.
que haga a vista de una satisfacción, y
un magisterio que no se dará igual ?
D. Juan. Me parece muy bien que
tome las cosas con frescura. Vuelva Vm.
á abrir el Libro , y veamos qué Gaza*
po salta entre los matorrales , y maleza.
Sea por donde Vm. quisiere.
D. Antonio. Obedezco. El Libro
por si se ha abierto entre las paginas 90
y 9 1 de las Épocas. Al fin de la 90 dice
el Autor dd Arte del Romance. >» A tan
5í miserable estado llegó á fines del siglo
3> pas-
(20l)
i> passado nuestro lenguage* Los verda-
Ȓ deros estudios de latinidad ( prosigue
5? en la pag. 91)1 elegancia Romana se
5í abandonaron aun de aquellos, que pro-
)> fessavan la Gramática, i hablavan siem-
j? pre el latín con tanto escrúpulo , que
9í uvieran creido profanar las facultades
j> i assi mismos si uvieran dicho una pa**
» labra en Romance. Lejos todas buenas
}> artes i letras humanas , destierro de
?í lenguas Griega i Hebrea , avia de su-
» ceder precisamente la decadencia de la
» lengua. De aqui nació olvidar aque-
í> lias voces de buena íií^rc^,í que núes*
í> tros Padres platicaron con tanta gra-
9í vedad : Empero , assaz , acuciar , d»
i> consuno , comedio , hoto , beodo , deme^
jí diar , dende , forende , empos , enru*-
?í biar , enmollecer , wwí'//^ , feble , r¿íií-
5í r¿í , azinas , alanzar , aplacer , ¿í«r
i^gosíura y artizar^ tristura ^ sendos^
5» reproche , /í-io , huessa , aina , semeja-
>> /'/f , i otras muchas de nuestra edad
>» dorada. De aqui el desfigurar otras
í> por remedar al Latin , o por ignorar
Ȓ el buen Romance , como Rededor por
{201)
)í derredor , mutación por mudanza , des"
^f de por dende , derrocar por derruecar ,
)í derecho por derechez i derechurero , ¿¿Z-
^y bujar por debujar , colorear por colo^
)í r/ír , inteligencia por entendimiento ,
^•i parar por aparar*
D. Juan. ; No lea Vm. mas, por-
que ya no puedo con tanta gravedad ,
tanto primor , tanta luz , y tanto Ma-
gisterio !
Don Antonio. Parece que Vm.
también se enfada.
D. Juan. Es imposible: disimular ,
como lo he hecho algunas veces.
D. Antonio. Sobre \o que acabo
de leer se podia escribir una mano de
papel , hacienido ter al Kwxos M Arte,
que se engaña , ó por mejor decir nos
-quiere engañar con sus sueño?.. Si hu-
biera tiempo , s€ le haría ver la false-
dad de todo lo que dice ; y que si hu-
bo la decadencia que supone , no proce-
dió de Autores CastelianpíS. Xá Histo-
ria de México de Don Antonio de Solís
es una prueba de que el Autor habla
con poca critica... Aquella exf:e]ente o-
..s bra
bra ( no se citan otras por ahora ) dice
claramente que el lenguage Castellano
en boca , y pluma de los Doctos , que
escribieron a fines del siglo pasado , es-
taba en su mayor perfección.
D. Juan. Es evidente lo que Vm.
dice , y es gastar tiempo sin provecho
el responder al Autor del Arte del Ro-
mance , que su mayor cuidado fué for-
jar un Libro de retazos de paño de va-
rias clases , y colores mal zurcidos.
Don Antonio. Pero dexando es-
te punto por ahora , y volviendo á las
'voces de buena marca , ¿ ha oido Vm.
en su vida semejante modo de ha-
blar ?
D. Juan. ; Jamás lo he oido, ni leí-
do , y es imposible que se halle en Au-
tor Castellano ! ¿Qué es eso de Mar cal
Por acá no se tiene noticia de otras Mar-
cas que las de A^iconx , Treves , &c. ni
yo Conozco otras que las que usaban los
famosos Armeros , y Boneteros de To-
ledo. I Mucho se me ofrecia decir sobre
la voz Marca ! Pero lo dexaré por aho-
ra , echándolo al trenzado , cantando
P en-
(204)
entre Paréntesis con Juan Hidalgo : (*)
La Marca parlaba aquesto
Quando llegó la chirlada ,
Alzó el Jaque en alto zerra
Y en la garlóna dispara.
Talarale quatro clamos
De la primer entubiada ,
La Coyma buelca por tierra ,
Babile , y reble destapa.
Las nares le sina en cruz ,
Juan Machiz la santiguara ,
Y un redejón de Babosa ,
Con que el techado toldaba ,
Le quita , y dice : pelota ,
Esto pillo por estafa ;
Venga vuestro Rufo , y pida
De su Coyma esta demanda.
Y vosotras Marcas Ledas ,
Que ayudastes á esta Marca ,
Y fuistes contra la mia,
Go-
(*) Juan Hidalgo , Romances de Ger-
mania. En uno intitulado : Déscri^don de
la vida ayrada.
Goza de aquesta levada.
Alza el baldeo , y á hecho
Hace leña en la Montaña.
Con esto se guiña el Jaque ,
De la Pina se guiñaba. . . .
D. Antonio. ¿ Y qué juicio hace
Vm. de esas voces , que dice se olvida-
ron , y que nuestros Padres ■platicaron
con tanta gravedad ?
D. Juan. Lo que digo es , que u-
ñas pertenecen al siglo XII. otras al
XIII. y asi succesivamente hasta Phc-
lipe II. ; y que estas se fueron dexan-
do , y renaciendo otras , como sucede en
quasi todas las cosas en cada siglo.
D. Antonio. Luego es falso que se
olvidasen aquellas z'oces de huma mar'
ca á fines del siglo pasado,
D. Juan. Es mas claro que el Sol.
Asi lo dexó dicho Horacio en su Arte
Poética , tratando del mismo asunto.
Ut sylvíB foliis pronos mutantur in an-
nos ,
P a Pri~
(206)
Prima cadiint , ita verbomni vetus in-
terit setas ;
Et juvenum rita florent modo nata , vi-
gentque. /
Que traduxo Espinel de este modo :
5í Como muda cada año nuevas hojas
)> Qualquiera selva , y las primeras caen,
)> Asi la antigüedad de las palabras
5> Muere , y con la costumbre de los
mozos
» Las modernas florecen , y se estiman.
D. Antonio. Es muy notable ese
lugar de Horacio , y todo lo demás que
dice tocante al inventar voces , y usar
de las antiguas.
D. Juan. Con efecto lo es , y He
de ponerlo por escrito, para que el Au-
tor del ^rU no se venga ahora á desfi-
gurarnos nuestro Castellano , diciendo
pag. 9 1 . Derredor por rededor ; dende
por desde ; derruecar por derrocar ; de-
rechez ; debujar ; colorar ; acarar por
farar , &c.
D.
(207)
D. Antonio. ¿ Con que Ic vuelve
Vm. las palabras al cuerpo ?
D. Juan. Esas palabras no se usan
en Castilla. Pero vamos a la doctrina
de Horacio, Dice pues en su Arte Poé-
tica :
In verbis etiam tenuis cautusque seren-
dis ,
Dixeris egregié , notum si callida ver-
bum
Reddiderit junctura novum , si forte nc-
cesse est
Indiciis monstrare recentibus abdita rc-
rum
Fingere cincturis non exaudirá Cethegis
Contiget , dabiturque ücentia sumpta
prudcnter.
Multa renascentur quse ¡am cecidere, ca-
dentque
Qux nunc sunt in honore vocabula , si
volet usus ,
Quem penes arbitrium est et jus, et nor-
ma loquendi.
Pj Que
(208)
Que traduxo Espinel en Castellano
puro de esta suerte ;
También en el sembrar de las palabras ,
Para cogerlas en sentido nuevo ,
Siendo con discreción templado , y corto y
Dirás muy bien si á la palabra antigua
Por lo que le juntares haces nueva :
Y si acaso te fuere necesario
Mostrar lo mas secreto de las cosas
Con señales recientes y palabras
Concederán que puedes inventarlas ,
Del antiguo Cethego nunca oidas ,
Tomando la licencia honestamente.
Muchas palabras nacerán de nuevo.
Que ya cayeron , y caerán algunas
Que agora valen , si quisiere el uso ,
Al qual toca el juzgar de las palabras
La forma , y el derecho propio dellas,
D. Antonio. Son admirables do-
cumentos ; y en verdad que si el Autor
¿ú Arte los hubiera tenido á la vista ,
que no hubiera pecado tanto contra ellos.
D.
(209)
D. Juan. Entre nuestros Castella-
Jios ninguno usó de las palabras antiqua-
das con mas gracia , y novedad que el
insigne Miguel de Cervantes.
D. Antonio. Es cierto : y pudie-
ra el Autor del u4rte tomar exemplo de
él , no solo en el uso de voces antiqua-
das , sino en el de las modernas. Por vi-
da mia que si hubiera tomado por de-
chado , ó por Patriarca de la habla ,
á Cervantes, Rivadeneira, Luis de Gra-
nada , ú otros no muchos ( excluyendo
los Poetas ) que no hubiera cometido
tantos errores , ó desaciertos contra las
reglas del Capitulo VII. pag. 155 de
su Syntaxis.
D. Juan. Yo lo aseguro también ,
y que si hubiese tenido una buena pau-
ta por donde guiarse , no diria pagina
XXI. ideas abstractas.
Pag. XXII. perniciosamente í
Ibi. Viatica de los buenos Libros guia-
da for la lección, de la Gramática»
Pag. XXIII. Habla Latina , cuyo
cultivo a estado en tanto abandono.
Pag. XXIV. Maneras,
V 4 Pag.
Pag. 6. de las Épocas. Idioma Pa-
trio.
Pag. y. As seo dd Latin,
Pag. 9. Se dividió la Nación en dos
'v andas.
Pag. ij. Que han platicado assaz.
Pag. 24. Pronunciación poco batida.
Pag. 26. Gí'^í/o de aquella lengua.'
Pag. 55. Piezas Latinas,
•^^g- 59- Q^e se hizo sentir glorioso.
Pag. 89. .fe méritos para con el lia-
rla Castellana son de primer orden.
Pag. 90. Facundo.
Ibi . Oidos que llegaron a sentir la sua-
vidad.
Pag. 04. Diccionario cumplido.
Ibi. Modismos.
Ibi. Habla mas escogida.
Pag. p5. Autores i Patriarcas de la
lengua.
]bi. Nuestra platica.
Pag. 96. Estima i loa.
Pag. 98. Hinche llenamente.
Pag. 100. Parangón de una oración.
Pag. I jj. Cuatro ultimes.
Pag. IJ4. 5í^^¿'ío « í?^/Vfo ¿^í" /o qfie
pensamos. D.
(ai o
D. Antonio. No se canse Vm.
potque seria obra larga detenernos á se-
ñalar las voces antiquadas de que abusa
el Autor ; y muy enfadoso el hacer lis-
ta de las frases Italianas , y Francesas^
que se hallan a cada paso en el tal Li-
brito ^rte del Romance.
D. Juan. Tiene Vm. sobrada ra-
zón ; y es muy notable este defecto en
un Autor que trincha , raja , y corta de
nuestros Autores con tal magisterio , co-
mo si tuviese conocimiento de todos c-
llos,
D. Antonio. Crea Vm. en Dios,
que no puede; engañarse , ni engañarnos.
Mire Vm. señor Don Juan , ahora voy
á dar a Vm. una prueba (y pudiera dar
muchas ^ de lo poco que se puede liar
de noticias sin digerir. Ya vio Vm. aque-
lla Lista de Autores que pone desde la
pagina 102 hasta la 1 25. Pues toda ella
es una ensalada Italiana de Autores bue-
nos , y malos , la mayor parte de ellos
inútil para el fin que pretende el Au-
tor , de que sean dechados del Lengua-
ge puro Castellano en sus respectivos
tiempos. D.
(212)
D. Juan. Estoy en lo que Vm. di-
ce , y vivo persuadido que la ma;^or
parte de esa Lista de Autores es rara ,
no por la pureza de su lenguage , sino
por haberse consumido , ó acabado las
impresiones.
D. Antonio. Me alegro que Vm.
me entienda. Ciertamente que me hol-
gara infinito de tenerlos todos á la ma-
ño , para poner un retazo de cada uno,
con el fin de desengañar á los que es-
timan los Libros por lo raro de las im-
presiones , ó por la carestia de ellos.
D. Juan. Yo veo desde aqui la
Vision deleitable del Bachiller Alfonso
de la Torre,
Don Antonio. Es verdad que le
tengo , y no me acordaba de él. Vea-
mos su estilo , y si puede servir para
Patriarca de la Habla, Dice pues asi ;
?í Vi las cavernas de las Eolias In-
i> sulas por la longeva edad de los fa-
j9 dos cerradas ser abiertas et irutuar et
?í proceder de aquellas vientos de innu-
)í merables opiniones e dudas generan-
51 tes
51 tes fumosas nuves de gran escuricíad
^e'tiniebla. Las quales cobrian toda Ja
?í abitable parte poseída por las razona-
>9 Jes criaturas. En guisa que eran pri-
n vados de ver la acostumbrada cara
?i del Jucidissimo Deus sapientiíe Apo-
íi lo. E vi que la fuerza de Vulcano a-
51 via entrado en las ascendidas partes
5> epiferias de la tierra. E avia entrado
55 e desecado las aguas de las peremnes
55 fuentes e rios , &c.
¿ Qué le parece á Vm. señor Don
Juan ?
D. Juan. Lo que me parece es ,
que no sirve para modelo del buen len-
gua ge , y qué debe borrarse de la Lis-
ta. Veamos el estilo del Marqués de
VilJena en su Arte de Cortar de Cu-
chillo.
D. Antonio. Veamoslo. Dice asi ,
y es el mismo que gasta en tedas sus o-
bras. Se ha abierto el Libro en la pa-
gina 8 , y es la impresión que acaba de
hacerse :
»
El
5> El mundo sensible crió Dios a si-
« militud del Archetipo éter nal en su
?í idea entendido. E por essopues , en la
ji mundial e sensible machina comenza-
>í-da e nueva convenía los usos munda-
5í nos oviessen comienzo por los omes
jí razonables capaces de fallar las cosas
jí a ellos nescesarias. . . .
Pag. ao dice ; « Acatando los pro-
,, vechos mencionados redundantes en
i> decorazion de la pulicia , e utilidat
jí manifiesta , e salud de los omes a to-
5> dos en general , e a los mayores en es-
9í pecial , aprobada por uso , esperiencia,
í> e luenga durada , e domestica cogni-
)> cion manifiesta , ansi los buenos de su
n teórica testiga la practica exercida.
D. Juan. Es el mismo estilo que
el del Marqués Don Enrique de Vi-
llena , y tampoco sirve para Patriarca
de la Habla.
D. Antonio. Pues de este modo
era menester dar muestra de los Pa-
tríarcas inútiles , y poner al lado mues-
tras de sus contemporáneos , q^ue deben
y
V pueden ser verdaderos dechados , o
muestras del Lenguage puro , y castizo
Castellano.
D. Juan. Sería obra útil.
D. Antonio. Y utilisima ; porque
de este modo se separaba el grano de
la paja : se apartaban los Lobos de los
Corderos : las Serpientes de las Aves ; y
en una palabra , se vería que en cada
siglo hay , entre los que usaron mal del
Idioma Castellano , uno , ú otro que k
escribieron con pureza , y perfección.
Esto era lo que debia haber hecho el
Autor del Arte del Romance ; pero el
desentrañar nuestro Castellano es dema-
siada carga para la delicadeza de las
Ninfas del Turia.
D. Juan. Tiene Vm. razón ; y
mediante que se han dado dos exempla-
res de mal Castellano , parece regular
que se dé a lo menos otro del bueno.
D. Antonio. Es el caso que estoy
falto de Libros.
D. Juan. ¿Pues no tiene Vm. el
Centón Ejjistolario del Bachiller Cida-
Real y contemporáneo del Bachiller de
h
(2 1 6)
la Torre , y del Marqués de Villena ?
D. Antonio. Tiene Vm. razón.
¡Yo estoy medio tonto con el Arte del
Romance ! Pondremos una de sus Car-
tas , y sea la que se halla á la pagina
1 04 con este epigrafe :
Efistola LXVI. al Doto Varón
Juan de Mma.
íí ¡ No le bastó a D. Henrique de Ví-
í> llena su saber para no morirse ; ni tam-
j> poco le bastó ser Tio del Rey para no
jí ser llamado por Encantador ! Ha ve-
9í nido al Rey el tanto de su muerte , e
5í la conclusión que vos puedo dar será,
)í que asaz Don Henrique era sabio de
5í lo que a los otros cumplia , e nada
» supo en lo que le cumplia a él. Dos
>í carretas son cargadas de los Libros
>í que dexó , que al Rey le han trahido;
5í e porque diz que son Mágicos , e de
>> Artes no cumplideras de leer , el Rey
íi mandó que á la posada de Fray Lo-
íí pe de Barrientos fuesen llevados ; e
jí Fray Lope , que mas se cura de an-
>> dar
(217)
y dar del Principe , ca de ser revisor de
> Nigromancias , fizo quemar mas de
> cien Libros ; ca no los vio él mas que
> el Rey de Marroecos ; ni mas los en-
•> tiende ca el Dean de Cida-Rodrigo ;
> ca son muchos los que en este tiempo
> se fan dotos , faciendo a otros ínsi-
9 pientes , e Magos ; e peor es ca se fa-
> zan beatos , faciendo a otros Nigro-
> mantés. ¡Tan solo este denuesto no ha-
? bia gustado del hado este bueno e ma-
í nifico Señor ! Muchos otros Libros de
> valia quedaron a Fray Lope , ca no
y serán quemados , ni tornados. Si vues-
í tra merced me manda una epístola pa-
> ra mostrar al Rey , que yo pida a
y su Señoría algunos Libros de los de
? Don Henrique para vos , sacaremos
í de pecado el anima de Fray Lope , c
í la an-ima de Don Henrique habrá glo-
í ria : ca no sea su heredero «aquel ca le
y ha metido en fama de Brujo , e Ni-
> gromante. Nuestro Señor , &c. ,,
D. Juan. ¡ Es una carta admirable!
Por lo menos merece el Autor ser Se-
mi-Patriarca del habla.
D.
(2X8)
D. Antonio. Dice Vm. muy bien
en llamarle Medio Patriarca , porque
hay todavía ( si se buscan ) en ese mis-
mo tiempo algunos pocos que merecen
ser Patriarcas enteros,
D. Juan. Yo estoy enteramente
persuadido de que el Arte del Romance
es una confusión ; y asi en respondían*
dome á una preguntilla , tomaré las de
Villadiego. Redúcese á saber ¿ por qué
el Autor del Arte del Romance Castellaa
no , copiando tantas veces varios trozos
de las Poesías dd Maestro Fray Luis de
León , no hace caso de Don Francisco
de Quevedo , á cuya diligencia debe
España la publicación de ellas ?
D. Antonio. La tal preguntilla vie-
ne preñada de otra , y era necesario mu-
cho tiempo para satisfacerlas. No hay
duda en que si el delicadísimo gusto ,
y profunda erudición de Don Francis-
co de Quevedo y Villegas no hubiera
conocido el valor de aquellas Poesías .,
careceríamos de ellas , y por consiguien-
te no hubiera llegado el Autor ¿ú Ar-
te á traerlas para dechado de la Prosa
Castellana. D.
(219)
D. Juan. He notado que en lugar
de dar gracias á Que vedo por la bue-
na obra de haber publicada las Poesías
del Padre Maestro Fray Luis de León,
el Autor del Arts , le apunta unas es-
tocadas mortales, lavándole la cara (an-
tes de tirarle a la tetilla ) con estas pala
bras causticas , que se hallan en las pa-
ginas 88 y 89 de las Épocas :
11 En Don Luis de Gongora rena-
cí ció un Marcial , pero su extremada
)> agudeza le hizo demasiado obscuro ,
)> i su excesiva graciosidad le dio oca-
?i sion de jugar de la lengua Castellana
>íCon tantos equivocos i donaires que
í7 parece la ultrajó en su gravedad i de-
•» coro , de que ella tanto se precia ; i
>i con esto dio ocasión a otros de inge-
ií nio muy inferior al uso desmedido de
« juegos i graciosidades , de arte que íi-
)> nalmente nos la dejaron vana , i aua
jí ridicula. Pecó también Quevedo , i
>í aun acaso con mas exceso que Gon-
íigora , de igual ingenio , de vastisima
» erudición , profundo estudio de len-
>í guas , i gran conocedor del precio i
Q ncjt
(2 20)
j? excelencias de nuestro Romance , i de
)í los vicios con que ya lo avian enton-
5>ces inficionado aun aquellos que se
)> gloriavan de mas cultos ; los que no-
5í tó graciosamente en su Culta-Latini-
5> Parla , i Cuento de Cuentos.
D. Antonio. Tengase Vm. Y fa-
re mientes en ese lugar : pues si notó y
satyrizó Don Francisco á los que habían
viciado eF Lenguage , ¿ cómo se ha de
componer que él incurriese en los mis-
mos vicios que reprehendia ? Vayase á
aprender Lenguage Castellano puro
quien tal dice ; y si quisiere conseguirlo,
Jea con reflexión á Don Francisco de
Quevedo , Varón ( hablo de veras , y
no en zumba como el Autor del Arte)
de ingenio sin igual entre los Castellaa
nos de su tiempo , erudito en las Len-
guas Griega , Latina , y Hebrea ; y fi-
nalmente Varón que penetró todos los
primores , y delicadezas del Lenguage
Castellano, hablando , y escribiendo con
tres estylos : el injimo , el mediano , j el
grave , o sublime sin rastro de la afecta-
ción que , dicen sus émulos , se halla
en
(221)
en ,el ultimo. Tenemos la fortuna de
que quien tal dice , no tiene voto en es-
to de Lenguage Castellano ; y asi debe
cancelarse como inocente desahogo con-
tra algunos de los escritos de Don Fran-
cisco de Quevedo. ¡ No puedo por me-
nos de enfadarme , amigo D. Juan! Qüc
Don Francisco de Quevedo sabia todo
quanto puede saberse en la admirable ex-
tensión en la Lengua Castellana , es pu-
blico y notorio a los que la entienden ,
como puede verse en sus obras asi en
prosa como en verso. Y no solo sabia la
moderna , sino también la antigua , co-
mo puede Vm. ver en su Musa VI.
Romance 89. en que dice :
ií Con ñusco habedes yantado ,
51 O que mala pro vos faga ,
ir Pues tan presto baxó el miedo
jj Los yantares á las ancas.
D. Juan. Ya basta por lo que to-
ca a Quevedo. Vamos ahora con el
Maestro Fray Luis de León , a quien
pone en las nubes el Autor del Artí^ ; y
Q '2 pre-
(i 2 i)
pregunto : ¿ por qué se muestra tan a-
pasionado de éste , y desprecia tanto a
aquel ?
D. Antonio. Esa es demasiada cu-
riosidad. Ningún elogio de los que ha-
ce el Autor del Arte al Padre Maestro
Fray Luis de León , llega hasta donde
merece ; porque quien no conoce el gran
caudal de erudición Castellana , Grie-
ga , Latina y Hebrea de Don Francis-
co de Quevedo , mal podrá elogiar co»
mo debe , el del Padre Maestro Fray
Luis de León. Pero esto no es del dia.
Diga Vm. ahora.
D. Juan. El Autor del Arte del
Romance en la pag. 8j de las Épocas ,
dice : ?? Sigúese luego ( habló antes de
)> Arias Montano ) él Maestro León a
jí quien esta va todavía reservado el nuc-
» vo , i no usado camino de escrivir en
yi nuestra lengua poniendo en ella ««-
)> mero , i levantándola del descaimienta
jí ordinario. A cuyo ñn pesó las pala-
5> bras , miró su sonido , i las ordenó en
r> su lugar con el devido concierto para
>> henchirla no solo de claridad , sino
i> taní-
>i también de armonía i dulzura , i con
íícsto llegó desde entonces nuestra len-
?í gua a igualarse aun en esta virtud con
» las mejores , a las cuales vence ella....
D. Antonio. Todo lo que hay
oueno en ese retazo , es copiado del Pa-
dre Maestro Fray Luis de León , que
habla con Don Pedro Portocarrero O-
bispo de Cordova , lib. III. de los
Nombres de Clirisio. (*) Pero si el Au-
tor del Arte del Romance leyera , y no
copiara , no se atrevería a decir , que
al Maestro Fray Luis de León estaba
todavia reservado el nuevo , y no usado
camino de escribir en nuestra Lengua ,
poniendo en ella NUMERO. En aquel
tiempo habia muchos de tan delicado
gusto como el Padre Maestro ; y si fue-
ra mas temprano , veria Vm. algunas
pruebas de esta verdad,
D. Juan. Yo no me voy sin llevar
alguna de ellas.
D. Antonio. Pues vea Vm. esa ,
Qj sa-
(*) Impresión de Salamanca hecha por
Juan Fernandez 1595. fui. 174.
sacada de un Librito común , intitulado:
Cofi'version de la M¿igdalena , compues-
to por el Maestro Fray Pedro Malón de
Echajde, de la Orden de S. Agustín. En
Alcalá en casa de Juan Gradan. 159J.
en octavo.
Vea Vm. si gusta, el Prologo de ese
Librito foL 14 hasta el 18.
D. Juan. Dice pues así :
De aquí nace una cosa , que algu-
no ( no entendiéndola ) podria acusár-
mela , y es que quando yo comenzé á
hacer esta niñeria , no faltó a quien Ic
pareció mal , que fuesse en nuestra len-
gua Española , y tuve necesidad de res-
ponder a esta acusación , que se me po-
nía. Y entonces hize en un Prologo lo
que también pondré en este. Como ,
después , por las razones que he dicho,
lo dexasse todo a un rincón , y se han
pasado algunos años , he visto , que en
un Librito impreso de tres años , y aun
de menos , a esta parte , puesto por un
muy curioso , y levantado estilo , y con
términos tan polidos , y limados , y a-
sentadüs con estremado artificio , en
quien
(225)
quien se verá la grandeza , y magcs-
tad de palabras , de que nuestra lengua
Castellana está como preñada , y que
tiene gran riqueza , y copia ,. y mine-
ros , que no se pueden acabar , de lu-
zes , y flores , y gala , y rodeos en el
decir , y que en aquel libro está el a-
dorno , que los zelosos del lenguage Es-
pañol pueden desear , ( el libro de los
nombres de Dios , del Padre Maestro
Fray Luis áe León de quien digo )
ha viéndole sucedido con él , y su di-
vulgación lo que a mi con este, antes de
publicalle , tuvo necesidad de oponerse
a la frente , y sinjusticia , que a la len-
gua se le hacia ; y asi constreñido des-
te agravio añadió otro tercero libro a
los dos que avia impreso , en cuyo frin-
cJfio hallé casi las mismas palabras , que
muchos años antes yo avia escrito a ese
mismo proposito. Y aunque aqui pudiera
yo dexar de poner las mias , y remitir
a los lectores a que allá las lean , con
todo eso , pues esto es cierto , que las es-
creui yo anos antes , no dexaré de po-
nellas. Y nadie tenga a mucho , que nos
Q 4 ^ya-
(a26)
ayamos topado en esto, pues siendo ver-
dad la que tratamos , y tan fundada cw
buena razón , no es milagro que topen
dos con ella , y con los fundamentos ,
en que apoya , y estriba. t
Digo , pues , que hay hombres , que
Gon no ser ellos para nada , ni levantar-
se a cosa de virtud su pensamiento , to-
man por oficio dezir mal de todo aque-
llo , que no va medido con su grosero.
juicio. Tienen otra cosa rara , digna de
tales subjetos , y es , que si oyen algo
fuera de lo que ellos han leydo en qiia-
tro autores de Gramática , lo asquean
tanto , y lo burlan , y mofan de tal suer-
te , como si solo aquello , con que ellos
han desayunado su entendimiento , fue-
se lo cierto , y de fe , y lo demás fuese
patraña , y sueño. Bien se que el inge-
nio humano no se contenta de una ma-
nera , ni con las mismas cosas , y asi de
lo que a unos parece bien , de eso mes-
mo murmuran otros , y aquellos admi-
ran y engrandecen , lo que estos abomi-
nan y burlan. Mas a lo menos podrian
dexar pasar con . modestia Christiana lo
que
(2 27)
que no viene tan pegado con su gusto
como ellos desean , y en^ayarse ellos en
cosas semejantes , para que quando vean
que no es fácil como ellos lo soiíauan ,
con esto , ya que no tengan en mucho
ios ágenos trabajos , dexáran siquiera de
murmurar dellos , y de sus autores. Ha-
viendo yo comentado esta niñería en
nuestro íenguage vulgar , con proposito
de que quien me lo pidió , pues no ha
llegado a la noticia de la lengua Latina,
no por eso quedase priuada de la doctri-
na , y conocimiento de las cosas divinas,
he tenido tanta contradicion , y resisten-
cia para que no pasase adelante , como
si el hacerlo fuera sacrilegio , o por ello
se destruyeran todas las buenas letras , y
de ahi resultara algún graue daño , y
perdición a la República Christiaiía : u-
nos me dizen , que es baxeza escreiiir en
míe si r a lengua cosas granes : otros , que
es leyenda para hilanderuelas , y miiger-
citas : otros , que las doctrinas granes y
de importania no han de andar en ma-
nos del ruulgo liuíano , despreciador de los
mysterios sagrados , movidos por aquel
di-
(228)
dicho de Platón ; que no era licito pro-
fanar los mysterios ocultos de la Filoso-
fia , que asi lo hizo él mismo , y Aris-
tóteles escriuió con tanta escuridad co-
mo si no escriuiera. Y el Redemptor di-
xo : No arrojéis las piedras preciosas a
los puercos : y que Hermes Trimegis-
to fue deste parecer , y asi escriuieron
los mas graues y antiguos de los Filó-
sofos su doctrina debaxo enigmas , y fi-
guras. Finalmente cada uno ha dado su
decreto , y dicho su alcaldada. Podria
responder a todos juntos , que ( como
dixo mi Padre San Agustin ) huelgo ,
que me reprehenda el Gramático a true-
que de que todos me entiendan : asi yo
quiero ( si pudiese ) hacer algún proue-
cho a los que poco saben de lenguas es-
transieras , aunque por ello me murmu-
re-el bachiller de estomago , mofador de
trabajos ágenos. A los que dizen , que es
poca autoridad escreuir cosas graues en
nuestro vulgar , les pregunto. ¿ La ley
de Dios era grave ? La sagrada escriptu-
ra , que reueló , y entregó a su Pueblo,
adonde encerró tantos , y tan soberanos
mys-
(229)
fnysterios , y sacramentos , y adonde pu-
so todo el tesoro de las promesas de
nuestra reparación , su encarnación , vi-
da , predicación , doctrina , milagros ,
muerte , y lo que su Magestad hizo , y
padeció por nosotros ; todo esto junto,
y lo demás que con esto iva , pregunto-
a estos tales , ¿ en qué lengua lo habló
Dios , y por qué palabras lo escriuie-
ron Moysen , y los Profetas ? Cierto es-
tá que en la lengua materna , en que
hablaua el zapatero , y el sastr-e , y el
texedor , y el cabatierra , y el pastor ,
y todo el vulgo entero. El santo Pro-
feta Amos pastor era , criado en varear
bellota , en apacentar ganado por los
montes , y sierras , y profetizó , y dexó
su profecía escrita ; pues cierto es que
no aprendió en Atenas , ni en Roma o-
tro lenguage que el que se hablaua en
su tierra. ¿ Pues si mysterios tan altos, y
secretos tan divinos se escriuian en la
lengua vulgar , con que todos a la sa-
zón hablauan , por qué razón quieren
estos inuidiosos de nuestro lenguage ,
que busquemos lenguas peregrinas para
es-
cscreuir lo curioso , y bueno , que sa-
ben , y podrían diuulgar los hombres
sabios ? ( pues yo no trato de mi , pues,
ni lo soy , ni importaría mucho , que lo
que puedo sacar a luz , se sepultase en
silencio y olvido ) mas digolo por otros
muchos y muy sabios que podrian dar
luz con su doctrina , y ilustrar nuestra
lengua con su buen estilo. Si dizen , que
aquella lengua Hebrea era muy myste-
riosa , y que por eso la escriptura sagra-
da se escriuió en ©lia : pregunto , ¿ no se
traduxo en Griego por muchos Traduc-
tores ? ¿Y después no se escriuió en La-
tín , que era la lengua ordinaria de Ro-
ma , como agora lo es para nosotros la
Castellana ? Si. ¿Pues si nuestro Espa-
ñol es tan bueno como su Griego , y co-
mo el lenguage Romano , y se sabe me-
jor hablar que aquellas lenguas peregri-
nas , y por poco bien que se escriua en
cl nuestro , se escriuirá con mas propie-
dad que en el ageno , por qual razón
les ha de parecer a estos , que es baxe-
za escreuir en él cosas curiosas , y gra-
ues ? Escriuió Tulio en la lengua que a-
pren-
prendió en la leche ; y Marco Varron ,
y Séneca , y Plutarco , y los Sanctos
Chrysostomo , Cyrillo , Atanasio , Gre-
gorio Nazianzeno , y San Basilio , y to-
dos los de aquel tiempo cada uno en la
suya y materna , y hizieron bien , y es-
tuuoles bien , y pareció a todos bien ,
y Platón , Aristóteles , Pitagoras , y to-
dos los Filósofos escriuieron su Filoso-
fía en su Castellano ( porque lo diga-
mos asi ) de suerte que la moza de can-
taro , y el cocinero sin estudiar mas que
los términos que oyeron , y aprendieron
de sus madres , los entendian , y habla-
uan dello , y agora les parece a estos ta-
les que es poca gravedad escreuir, y saber
cosa caena en nuestra lengua ; de suer-
te que quieren mas hablar bárbaramente
la agena , y con mil impropriedades , y
solecismos , y idiotismos , que en la na-
tural , y materna con propriedad , y pu-
reza , dando con esto que reir, y burlar,
y mofar a los estrangeros que ven nues-
tro desatino. No se puede sufrir que
digan , que en nuestro Castellano no se
deu¿n escreuir cosas graves-. ¿Pues có-
mo
mo tan vil , y grosera es nuestra habla,
que no puede seruir sino de materia de
burla ? Este agrauio es de toda la Na-
ción , y gente de España , pues no hay
lenguage , ni le ha auido que al nuestro
aya hecho ventaja en abundancia de tér-
minos , dulzura de estilo , y en ser blan-
do , suaue , regalado , y tierno , y muy
acomodado para dezir lo que queremos;
ni en frasis , ni rodeos galanos , ni que
esté mas sembrado de luzes y ornatos flo-
ridos, y colores retóricos; si los que le tra-
tan quieren mostrar un poco de curiosi-
dad en ello. Esta no puede alcanzarse , si
todos la dexamos caer por nuestra par-
te , entregándola al vulgo grosero , y
poco curioso. Y por salirme ya desto,,
digo que espero en la diligencia , y buen
cuidado de los zelosos de la honra de
España , y en su buena industria , que
con el fauor de Dios auemos de ver muy
presto todas las cosas curiosas , y graues
escritas en nuestro vulgar , y la lengua
Española subida en su perfección sin que
tenga inuidia a alguna de las del mun-
do , y tan estendida quanto lo están las
van-
vanderas de España- que llegan del uno
al otro Polo : de donde se seguirá que
la gloría que nos han ganado las otras
Naciones en esto , se la quitemos , co-
mo lo auemos hecho en lo de las ar-
mas. Y hasta que llegue este venturoso
tiempo , que ya se va acercando , abre-
mos de tener paciencia con los murmu-
radores , los que somos de los primeros
en el dar la mano a nuestro lenguage
postrado.
Oyga Vm. ahora al Padre Maestro
Fray Luis de León hablando con Don
Pedro de Cordova , Libro IIL de los
Nombres de Christo , fol. 1 72 , impre-
sión de Salamanca , hecha en casa de
Juan Fernandez año 1595 ; y verá Vm.
como concuerda con los pensamientos
del Padre Maestro Fray Pedro Malón
de Echayde. Dice pues asi :
De los dos libros pasados , que pu-
bliqué , para prouar en ellos lo que juz-
gaua de aqueste escreuir , he entendido,
Ilustrisimo Señor , que algunos han ha-
blado mucho , y por diferente manera.
Porque unos se marauillan , que un
Theo-
Theologo , de quien , como ellos dizen,
esperauan alguaos grandes tratados lle-
nos de profundas questiones , aya salido
a la fin con un libro en Romance : otros
dicen que no eran para Romance , las
cosas que se tratan en estos libros , por^
que no son capaces dellas todos los que
entienden Romance. Y otros a y que no
los han querido leer , porque están ea
su lengua : y dizen que si estuuieran
en Latin , los leyeran, Y de aquellos
que los leen ay algunos , que hallan no-
uedad en mi estilo. Y otros que no qui-
sieran Diálogos. Y otros que quisieran
Capitulos , y que finalmente se llega-
ran mas a la manera de hablar vulgar
y ordinaria de todos , porque fueran pa-
ra todos mas tratables , y mas comunes.
Y porque juntamente con estos libros^
publiqué una declaración del Capitulo
ultimo de los Proverbios , que intitulé
la perfecta Casada , no ha faltado quien
diga , que no era de mi persona , ni de
mi profesión , dezirles a las mugeres ca-
sadas lo que deuen hazer. A los qua-
les todos responderé , si son amigos , pa-
ra
("^35)
ra que se desengañen , y si no lo son ,
para que no se contenten ; a los unos
porque es justo satisfazerlos , y a los o-
tros porque gusten menos de no estar
satisfechos : a aquellos , para que sepan
lo que han de dezir ; a estos , para que
conozcan lo poco que nos dañan sus di-
chos. Porque los que esperauan mayo-
res cosas de mi , si las esperauan porque
me estiman en algo , yo les soy muy
deudor , mas si porque tienen en poco
aquestas que he escripto , no crean ni
piensen , que en la Theologia , que lla-
man , se tratan ningunas , ni mayores,
que las que tratamos aqui , ni mas di-
ficultosas , ni menos sabidas , ni mas dig-
nas de serlo, Y es engaño común tener
por fácil , y de poca estima todo lo que
se escriue en Romance , que ha nasci-
do de lo mal que usamos de nuestra
lengua , no la empleando sino en cosas
sin ser ; o de lo poco que entendemos
della, creyendo , que no es capaz , de lo
que es de importancia : que lo uno es
vicio : y lo otro engaño , y todo falta
nuestra , y no de la lengua , ni de los
R que
(256)
que se esfuerzan a poner en ella todo
lo graue y precioso , que en alguna de
las otras se halla. Asi que , no piensen
porque veen Romance , que es de poca
estima lo que se dize: mas al reues, vien-
do lo que se dice , juzguen que puede
ser de mucha estima , lo que se escriue
en Romance , y no desprecien por ia
lengua las cosas , si no por ellas estimen
Ja lengua , si acaso las vieron , porque
es muy de creer , que los que esto di-
2en , no las han visto , ni leydo. Mas
noticia tienen dellas , y mejor juyzio
hazen los segundos , que las quisieran
ver en Latin , aunque no tienen mas ra-
zón que los primeros , en lo que piden
y quieren. Porque pregunto , ¿ por qué
las quieren mas en Latin ? No dirán que
por entenderlas mejor , ni hará tan del
latino ninguno , que profese entenderlo
mejor que a su lengua : ni es justo de-
2Ír , que porque fueran entendidas de
menos , por eso no las quisieran ver en
Romance , porque es enuidia no querer
que el bien sea común a todos , y tan-
to mas fea , quanto el bien es mejor.
Mas
Mas dirán , que lo dizen , sino por las
cosas mismas , que siendo tan graues ,
piden lengua qué no sea vulgar , para
que la grauedad del dezir , se conforme
con la grauedad de las cosas. A lo qual
se responde que una cosa es la forma
del dezir , y otra la lengua en que, lo
que se escriue , se dize. En la forma del
dezir , la razón pide , que las palabras,
y las cosas que se dizen por ellas sean
conformes , y que lo humilde se diga
con llaneza , y lo grande con estilo mas
leuantado , y lo graue con palabras , y
con figuras quales conuienen : mas en
lo que toca a la leilgua , no ay diferen-
cia , ni son unas lenguas para dezir u-
nas cosas , sino en todas ay lugar para
todas. Y esto mismo de que tratamos
no se escriüiera como deuia , por solo
escriuirse en Latin , si se escriüiera vil-
mente : que las palabras no son graues
por ser Latinas , sino por ser dichas co-
mo a la grauedad le conuiene , o sean
Españolas , o sean Francesas. Que si
porque a nuestra lengua la llamamos
vulgar , se imaginan que no podemos
R 1 es-
(2j8)
escreuir sirio vulgar y baxamente , es
grandísimo error : que Platón escriuió
no vulgarmente , ni cosas vulgares en su
lengua vulgar. Y no menores , ni me-
nos leuantadamente las escriuió Cicerón
en la lengua que era vulgar en su tiem-
po. Y por dezir lo que es mas vezino
a mi hecho, los Sanctos Basilio, y Chry-
sostomo , y Gregorio Nazianzeno , y
Cyrillo , con toda la antigüedad de los
Griegos en su lengua materna Griega ,
que quando ellos viuian la mamauan
con Ja leche los niños , y la hablauan en
Ja pla9a las vendederas escriuieron los
mysterios mas diuinos de nuestra fe , y
no dudaron de poner en su lengua , lo
que sabian que no auia de ser entendi-
do por muchos de los que entendian la
lengua. Que es otra razón en que estriban,
ios que nos contradizen , diziendo , que
no son para todos los que saben Roman-
ce , estas cosas que yo escriño en Ro-
mance. ¡Como si todos los que saben La-
tín , quando yo las escriuiera en Latin,
se pudieran hazer capaces delías ; o como
si todo Jo que se escriue en Castellano fue-
se
(^59)
se entendido de todos los que saben Cas-
tellano , y lo leen ! Porque cierto es que
en nuestra lengua , aunque poco culti-
uada por nuestra culpa , a y todavía co-
sas bien o mal escritas, que pertenecen al
conoscimiento de diversas artes , que los
que no tienen noticia de ellas , aunque
las lean en Romance , no las entienden.
Mas a los que dizen que no leen aques-
tos mis libros por estar en Romance , y
que en Latin los leyeran , se les res-
ponde , que les deue poco su lengua ,
pues por ella aborrecen , lo que si es-
tuuiera en otra tuuieran por bueno. Y
no se yo de donde les nasce el estar con
ella tan mal , que ni ella lo merece , ni
ellos saben tanto de la Latina , que no
sepan mas de la suya , por poco que
della sepan , como de hecho saben della
poquísimo muchos. Y destos son los que
dizen que no hablo en Roman(íe , por-
que no hablo desatadamente y sin or-
den : y porque pongo en las palabras
concierto , y las escojo , y les doy su lu-
gar. Porque piensan que hablar Roman-
ce es hablar como se habla en el vulgo,
(240)
y no conosccn , que el bien hablar no
es común sino negocio de particular jüy-
ció , ansi en lo que se dize , como en la
manera como se dize. Y negocio , que
de las palabras que todos hablan elige
las que conuienen , y mira el sonido de-
Has , y aun cuenta a yezes las letras , y
las pesa , y las mide , y las compone ,
para que no solamente digan con clari-
dad , lo que se pretende d^zir, sino tam-
bién con armonía , y dulzura. Y si di-
zen que no es estilo para los humildes
y simples , entiendan , que asi como los
simples tienen su gusto , asi los sabios, y
los graues , y los naturalmente compues-
tos no se aplican bien a lo que se escri-
ue mal y sin orden ; y confiesen que de-
uemos tener cuenta con ellos , y seña-
ladamente en las escrituras que son pa-
ra ellos solos , como aquesta lo es. Y si
acaso dixeren que es novedad , yo con-
fieso que es nueuo , y camino no usado,
por los que escriuen en esta lengua , po-
ner en ella numero leuantandola del
descaymiento ordinario. El qual camina
quise yo abrir , no por presumpcion que
ten-
(241)
tenga de mí , que se bien la pequenez
de mis fuerzas , sino para que los que
las tienen se animen a tratar de aquí a-
delante su lengua , como los sabios y e-
loquentes pasados , cuyas obras por tan-
tos siglos biuen , trataron las suyas , y
para que la ygualen en esta parte , que
le falta , con las lenguas mejores , a las
quales , según mi juycio , vence ella ,
en otras muchas virtudes. Y por el mis-
mo fin quise escriuir en Dialogo , si-
guiendo en ello el exemplo de los es-
criptores antiguos , asi sagrados como
prophanos , que mas graue , y mas elo-
quentemente escriuieron.
D. Antonio. ¿ Qué le parece á
Vm?
D. Juan. Me parece que es una co-
sa admirable , y digna de que todos la
kan , y observen. De ella.se infiere que
el Padre Echayde tenia tan buen gusto
como el Padre Maestro Fray Luis de
Leen.
D. Antonio. No tan solo se infie-
re ese buen gusto ; ( que era común en-
tre los Humanistas de aquel tiempo ) si-
R 4 no
(242)
no que el Padre Echayde hizo versos
y paráfrasis de algunos Psalmos , tan
buenos como los del Padre León , mu-
cho antes que se publicase la obra de
los Nombres de Christo.
D. Juan. Qué dice Vm. ?
D. Antonio. Que hizo en esa o-
bra de la Conversión de la Magdalena
algunas traducciones parafrásticas tan be-
llas como las del Maestro Fray Luis de
León. Véalas Vm. a los folios 25 ,41,
46 , 58 , 149 , 169 , 207 , 211 , 255 ,
290 , &c.
D. Juan, j Hemos descubierto un
nuevo Patriarca de la Habla !
D. Antonio. Mal año si lo es , y
patriarca que no está en la Lista que
copió el Autor del Romance.
D. Juan. Voy á leer un Psalmo
que traduce al folio 58 , y dice asi :
Psal-
(mj)
Psalmus 119.
Ad Dominum cum trihularer , &c.
Quando mas fatigado
Me vi , llamé al Señor, y respondióme,
Que en mi mayor cuydado
Siempre acudió , y valióme :
Que no hay pena en sus siervos quel
no tome.
Dixele , fuerte muro
Del alma que te llama en su defensa ,
Sin quien , el mas seguro ,
Y mas libre de ofensa
Salta mas presto adonde menos piensa;
Libra aquesta alma mia
De los labios iniquos , y la boca ,
Do la ponzoña fria ,
Que el cuerpo , y alma apoca ,
Con la enírafiosa lengua hiere , y toca.
Tu del Gigante fiero
Con una honda sola , y un cayado
Me libraste , y de azero
El grave cuerpo armado
Le derroque en su sangre rebolcado.
Tu
('M4)
Tu de los esquadrones
De bravos enemigos me libraste ,
Y en bárbaras naciones
Con mi espada triumphaste ,
Y en medio de las armas me guardaste.
Mas nunca tan medroso
Me vi jamas en todo lo que cuento ,
Como quando el furioso
Enemigo sangriento
Con su lengua tocó mi sufrimiento.
Pues decí , generoso
David , vos que al León , y al Oso fiero
En el mente fragoso
Quitastes el cordero ,
Desquixarando al Lobo carnicero :
Una engañosa lengua
¿Qué daño os puede hacer que os cau-
se pena ?
No os puede venir mengua ,
Pues h palabra agena
Es solo un eco que en el ayre suena.
Mal estáis en la cuenta ,
Pues no hay robusto brazo que despida
La saeta sangrienta
Con furia desmedida ,
Que haga mas estrago en alma y vida.
No
(24.0
No hay encendida brasa ,
Ni algún carbón de enebro en fragua ar-
diente ,
Que al fuego en fuerza pasa ,
Que abrase asi el doliente
Leño , como la lengua maldiciente.
La flecha mas aguda
La resiste un arnés , y un flaco muro :
Y de la llama cruda
Lo ausente está seguro ;
Mas de una lengua no Jo está el mas
puro.
Que ni al Santo perdona ,
Ni al que descansa ya en la fría tierra :
Y al que en la ardiente zona
Huyendo se destierra ,
Alli con su veneno le da guerra.
Ay me ! que mi destierro
Se alarga cada punto , y yo captivo
Atado al duro hierro
Estoy muriendo vivo ,
Entre los de Cedár linage esquivo.
Dura y larga vivienda
Ha tenido mi alma entre esta gente ;
Que no hay quien los entienda ,
Pues quando mas paciente
Me.
(m6)
Menos quiere mi paz y la consiente.
Si de paz les hablaba ,
Con la espada en la mano respondían :
Y si les enseñaba
El bien , que no sabian ,
Dev.alde y sin razón me aborrecían.
D. Antonio. ¿ Qué tal , Señor D.
Juan ?
D. Juan. ¡ Por vida de Euterpe ,
que es cosa muy bella 1 No conocía tal
Autor ; pero desde ahora digo, que no
cede al Padre Maestro Fray Luis.
D. Antonio. Pudiera , si no fuera
ya tarde , mostrar á Vm. hasta una do-
cena de obritas Poéticas taks , y tan bue-
nas , que habia Vm. de dudar á quien
se debia preferir ; no le sucediese lo que
á Midas , quando quiso ser Juez de la
Contienda entre Pan y Afolo,
Don Juan. Ahora me acuerdo de
una especie que leí en una edición mo-
derna (*) de las Obras del Padre Maes-
tro
(*) Señor Mayans en la Vida del Padre
Maestro Fray Luis de León.
(247)
tro Fray Luis de León , en que se di-
ce : El Maestro León fue el f rimero^ que
imitando a los Poetas antiguos partió en
Romance algunos vocablos , cumpliendo
con la primera parte de ellos la medida
del verso , i pasando con lo restante a
dar principio al verso siguiente : licencia
que practicó algunas veces el Maestro
León , &c.
D. Antonio. Como de esas abso-
lutas verá Vm. impresas a cada paso.
Busque Vm. el folio 41 de la citada o-
bra del Padre Maestro Malón , y lea
Vm. aquella traducción literal del Ca-
pitulo IV. del Profeta Amos , que em-
pieza : Audite verhum hoc , vacc^e pin-
gues , qu<£ estis in monte Samariie , &c.
y me dirá Vm. si el Padre Fray Luis
de León fué el primero que partió las
palabras.
D. Juan. Voy a verlo. Ya está a-
qui el folio , y dice asi ;
Oídme vacas gordas
Del monte de Samaría
A do pacéis las yervas regaladas ,
Y las orejas sordas
Bolved ya voludtaria-
ntente, del verde pasto descuydadas.
Por vos sotí quebrantadas
Las fuerzas a los pobres ,
Robando sus alhajas
Hasta las pocas pajas
Del pobre lecho : que aun los duros ro-
bres
Lloran sus sinrazones ,
Con nó habelles Dios dado corazones..
Pues ya Dios ha jurado
Por vida de su hijo
Con la mano en el ara Consagrada ,
Que el enemigo ayrado
Con grita y regocijo
Le vengará esta injuria con la espada
Y que .....
D. Antonio. Basta, basta ; que pa-
rece que quiere Vm. leer toda la tra-
ducción.
D. Juan. Es tan hermosa ^ fluida ,
y regalada , que me la iba á leer toda.
D. Antonio. Solamente la he ci-
ta-
tado para que se vea , que el Maestro
Fray Luis de León no fué el primero
que usó de aquella licencia poética de
partir una palabra entre dos versos.
D. Juan. En esa parte estoy satis-
fecho.
D. Antonio. Pues quando Vm.
esté despacio, lea toda la obra del Maes-
tro AI alón , y no dexe Vm. aquel Ser-
món de Orígenes en ¡a Resurrección del
Señor , que tradujo del Latín al Caste-
llano , y le dedica á la ilustre Señora
Doña Beatriz Cerdán , por medio de u-
na Carta , en que dice pag. 529 ;
,, Y si en lo que dixere se hallare
,, menos gusto de lo que prometo , o
, , cosa alguna , que no haga tanta con-
,, sonancia a la oreja , no quiero que se
,, entienda que es falta de Origenes , ni
,, que en el Latin disuena alguna pala-
,, bra ; sino que solo ha sido defecto de
,, no sabello yo traducir por términos
,, tan dulces , y tan propios como lo sou
„ los Latinos ; no por mengua de núes-
j, tro Lengua ge Español , pues es tan
,, abundante que ni en sello , ni en te-
.. ner
(250)
„ ner galanos frasis, y suavidad , y muy
„ cortadas , y proprisimos términos pa-
„ ra todo quanto lia de decir , tie-
,, ne embidia a Ja lengua Griega , ni
,, Latina , ni Italiana , ni tiene necesi-
5, dad de mendigar estilo , ni términos,
,, ni compostura , ni gala , ni otra co-
„ sa de sus vecinos , pues ella por si so-
„ la basta . . .
D. Juan. Asi lo haré ; y ahora
doy á Vm. infinitas gracias por lo que
me ha enseñado esta noche.
D. Antonio. Quiero dar á Vm.
Señor Don Juan , una muestrecita de
las causas que movieron al Autor del
Arte del Komance Castellano á poner e-
xemplos de T^ersos para el uso de las
parres de la Oración , que Vm. dice ,
( y dice muy bien) debian ser de Prosa.
D. Juan. Es verdad ; que ya se ol-
vidaba este punto.
D. Antonio. Ha de saber Vm.
que el Autor no presenta al Publico el
Arte de hablar , y escribir buena Prosa,
sino buen Romance,
D. Juan. ¿ Pues adonde están esos
Romances ? D.
(251)
D. Antonio. Busque Vm. por su
vida la pagina 21 j del Tomo II. del
Arte , y hallará una , que el Autor in-
titula Oración , bravamente cargada de
pies de Romances , de Sonetos , &c. Lea
Vm. donde quiera ; y si no los hallare,
diga Vm. que soy un ignorante 5 maja-
dero ....
D. Juan. Vamos allá.
D. Antonio. Lea Vm. en voz al-
ta los versos , ó pies , y lo demás sea pa-
ra si.
D. Juan. Suplico á Vm. las vaya
escribiendo.
D. Antonio. Diga Vm.
D. Juan. Que se dixo en la Acade-
mia, Pagina 2 15.
Pag. 2 1 j. y 2 14. ^ manera de rio cau-
daloso.
Pag. 214. Quando mas debiera ella,
Ibi. Me hallo como enagenado.
Ibi. Dulcemente embelesado.
Ibi. De una viva impresión del Patrio^
tismo,
Ibi. Que altamente me empeña,
Ibi. Su hermosura , importancia , i exce-
lencia, S Ibi.
Ibi. T>e su cultivo i estudio,
Ibi. Qué argumento mas digno,
Ibi. Dignidad del Romance Castellano.
Ibi. Sino de todas las ciencias,
Pag. 215.^ ¿-r^w Fadre i celestial,
I esclarecidas hazañas.
Pag. 116. I única entre las demás.
Por la bondad de tu suelo,
I apacible amenidad.
JLa dignidad del Romance,
JSlobilisimo Auditorio.
Zas partes merecedoras.
Que mi oración i talento.
Creciesen a medida de su precio.
I ser ella la mas prima.
Su primera discreción.
Pag. 217. Los felicísimos tiempos de los
Reyes.
I Gefe de un sabio Pueblo,
Se puede decir , el alma,
Profundisimo Político .
La prodigiosa doctrina .
Mas sobre todo cogiendo.
A manos llenas los Reyes.
Los Estudios de las Lenguas.
D. Antonío. Basta, basta j porque
lleva Vm. traza de copiar toda la ora-
ción.
D. Juan. ; Jesús , Jesús! Si no lo
viese , no lo creería. Con efecto el Au-
tor cumple perfectamente con el argu-
mento de su Libro , que es ARTE DE
ROMANCES.
D. Antonio. Y si Vm. me apura,
también puede serlo de Sonetos , Can-
ciones , y Lyras.
D. Juan. ; Válgame San Pancra-
cio ! ; Qué haya Vm. reservado ese pun-
to para quando ya tenemos la cabeza co-
jno una calabaza !
D. Antonio. Basta ya de conversa-
ción : y llévese Vm. sabido , que pro-
meter Prosa , y escribir Verso es lo mis-
mo que si escribiendo Versos se hiciese
Prosa,
D. Juan. Me voy. ¡Esto no se pue-
de digerir ! ¿ Si en hoja y media dé la
tal Oración se han sacado tantos y tan
perfecto? versos , que sena si la leyése-
mos toda ?
D. Antonio. VayaVm. con Dios,
y procure descansar.
S% D,
D. Juan. ¡Harto llevo para no dor-
mir ! Deseo que Vm. pase muy buena
noche.
D. Antonio. Acuérdese Vm. de
lo que dice el Autor del Arte dd Ro-
mance Castellano en la pag. loo de sus
Épocas.
D. Juan. ¿ Qué es lo que dice?
D. Antonio. Estas mismas pala-
bras. Ovgalas Vm. con devoción. Pero
ante todas cosas se a de cuidar en las
sentencias i pensamientos , que sean solí*
dos fforque quien no piensa bien , habla
inútilmente , i nunca sera elocuente , sino
charlatán.
D. Antonio. Vamos de esta, por-
que el Autor del Romance , según su A-
migo Quevedo , Musa V. Letra Satyri-
ca 15.
Parece , sí no me engafia
La vista con algún velo ,
Mas sanguijuela en anzuelo ,
Que pescador con la cana.
CON^
CONVERSACIÓN IV.
SOBRE LA ORTOGRAPHIA
del Autor del Libro intitulado
Arte del romance castellano.
TT^ Juan. ¿ De quando acá , Señor
■*^-^* Don Antonio , se ha puesto Vm.
tan enfadado ? Parece que se ha levanta-
do Vm. con alguna indigestión ; y tal
vez procederá de que por culpa mia
cenó Vm. anoche mas tarde de lo acos-
tumbrado.
D. Antonio. No señor : mi indi-
gestión no es de la cena , sino de haber
leído anoche , después que Vm. se reti-
ró , todo el libro V. de la Ortographia^
que llama Espaiíola el Autor del Ro-
mance Castellano : y se me ha sentado
en el estómago de tal modo , que no la
puedo digerir.
Sj D.
(m6)
D. Jltan. i Ahora tencmo? eso ? Ría-
se Vm. de disparates , y eche en hora
mala esos Duendes que se le han apo-
sentado en la meollera. Esos son Demo-
nios literarios , que le saldrán al punto
con un par de conjuros del Licenciado
Thomé de Burguillos. (*) Allá van á
salga pez , ó rana , en este
Soneto.
Conjuróte , demonio Culterano ,
Que salgas deste mozo miserable ,
Que apenas sabe hablar (¡caso notable! )
Y ya presume de Amphion Thebano.
Por la Lyra de Apolo soberano
Te conjuro Cultero inexorable ,
Que les des libertad para que hable
En su nativo idioma Castellano.
Porque me toques barbara tan mente ,
Que cultiborra , y Brlndalin tabaco
Caractiquizan toda intonsa frente ?
Habla christiano , perro , soy Polaco.
Tenedle , que se va , no me ates , tente,
Suéltame, aqui de Apolo, aqui de Baco.
D.
{*) Thomé de Burguillos Rimas f. 6o. b.
(^57)
D. Antonio. Solo Vm. pudiera
haberme hecho reír.
D. Juan. ¿No ledixeáVm. que
esas , y otras indigestiones , que proce-
den de haber leido Autores crudos , sa-
len al punto con una buena geringa de
agua crítica bien cargada de discerni-
miento ?
D. Antonio. ¡ Es cierto que si bien
se mira la tal Ortographia , es la obra
mas cruda , é indigesta , que he leido
en mi vida ! El Autor , ó por mejor de-
cir , ^/ Ziirzidor de ella engullo en su es-
tomago intelectual algunas Ortogr afilias;
y como cargó tanto de ellas , estubo k
pique de rcbentar ; pero por fin logró
la excreción de la que él llama Ortogra-
filia Española , en que se hallan toda-
vía eméritos los bocados , y crudos los
retales de que quiso formarla.
D. Juan. ¿ Ahora tenemos eso ?
¡ Tararira !
11 Blasona de Castellano
i> El que nació esotro Jueves ,
)> Y no hay en toda la Lengua
S 4 » S«-
5> Solecismo en que no peque.
» Nombre poético procura ,
i> Galantear las Musas quiere ,
)> Sin haber jamás mojado
9> Los labios en Hipocrene.
5í Ladrandoles va de lexos
)> A los ingenios valientes ,
i> Y es lo que él escribe hurtado
5> De los propios a quien muerde ,
íí Y dice después , que quanto
» Roba de ágenos papeles
i> Son hazañas de su ingenio ,
j? I Mal haya yo si no miente !
D. Antonio. ¿ Qué se pone Vm.
a cantar ?
D. Juan. ¿ No quiere Vm. que can-
te , y ria oyendo lo que dice Vm. ? Pe-
ro dexandonos de chirinola , y hablan-
do con la seriedad que merece el asun-
to , si es cierto lo que Vm. insinúa , no
puedo dexar de admirarme.
D. Antonio. Es tan cierto , que
Vm. mismo lo podrá ver del mismo
modo , que se vio en la Paleographia
Española.
D.
(^59)
D. Juan. Vaya , vaya , que no
lo creyera. ¡ Que haya hombres tan li -
geros , que presuman no ser cogidos con
el hurto en las manos! Creía yo que la
tal Ortographia sería lo mejor del Arte
del Romance Castellano , quando leí en
la pagina 174. Yo me persuado se pueden
reducir a concordia los diferentes pare^
ceres , i establecer aquellas reglas , que
Jijen para shmfre la escritura deducidas
de esta Arte , en que todos los doctos se
convienen al menos en cuanto al uso,
D. Antonio. Ríase Vm. de eso;
y crea Vm. que el erudito Don Salva-
dor Joseph Mañér en este asunto de
Ortographias averiguó quasi todo quan-
to podemos nosotros decir en él, lle-
vando siempre por delante el Norte de
la Real Academia Española ; y asi en
el §. V. pagina 24. de su Ortographia
Castellana , (*) dice ;
ií El batallón en que los ingenios
j> han esgrimido con mas tesón la punta
11 de
(*) En Madrid 1762.
(2 6o)
11 de la pluuma , es sobre establecer un
51 sistema , en que la Ortographia se ii-
11 xe en unas solas reglas ^ sin disputa
11 ni discrepancia , queriendo unos que
9f se formen según la derivación Latina,
jy de quien tan legitimo es nuestro Idio-
11 ma : otros , que absolutamente se de-
9y ben regular los preceptos conforme a
11 la pronunciación ; pues no siendo otra
9y cosa lo que se escribe , que una fiel co-
11 pia de lo que se habla ; la Ortogra-
51 phia que mas lo imitare , deberá te-
jí nersc por la mas perfecta. Varios han
11 sido los reformadores que nos han quc-
51 rido dar la ley : en Italia , y Francia
51 George Tris sin , Maigret , Pdletier ,
51 Bois , Pedro de la Ramee ; y en Es-
51 p^ma Alemán, Abril , Cor ñas, y otros.
51 Todos pretendieron poner la Ortogra-
51 phia de su Pais sobre el pie de la pro-
•i^ nunciacion; y sin embargo que los tres
'i'i primeros mencionados tuvieron la pro-
5iteccion del Papa Clemente VII. y
51 dos Reynas de Francia , y diversos
51 Protectores los demás , el PUBLICO
51 no quiso recibirlo , sino que se estu-
„ vie-
(.60
, viese á la COSTUMBRE de los rc-
, feridos Reynos en que estaban en pa-
, cifica posesión. Muchos tiempos se pa-
, saron , por lo que mira á nuestra
, España , sin que alguno se la inquie-
, tase , hasta que el año pasado de 1728
, rompió la baila Antonio Bordazar
, con su Ortographia Española , que
, imprimió en Valencia , pretendiendo
, con un nuevo sistema lo que habian
, intentado últimamente los pasados ; y
, como si tuviera una entera jurisdi,-
, cion sobre nuestro idioma , por pro-
, pia autoridad quiso alterar los ter-
, minos , los nombres del Bautismo ,
, de los Pueblos , de las Provincias , de
, las Familias , y de las cosas de la Re-
, ligion : que todo esto intentaba quien
, quiere lo que él queria , sin hacerse
, cargo de las dificultades , ni de lo que
, le tenía ya prevenido la Real Acade-
, mia Española en los números 17 , y
, 19 de su erudita Ortographia, ponicn-
, dolé en este ultimo los gravisimos in-
, convenientes con que se encuentra ,
, dexandole dicho en el antecedente ,
„que
(262)
, que los que lo han intentado , carian"
, do en algunas combinaciones , y con es^
y pecialidad en las de la C, y laQ y es-
, crihiendo cual por qual , cuanto por
, quanto , cuatro por quatro , y asi 0-
, tras palabras , ni fueron en todas con -
, siguientes , ni sus excepciones , y singu-
, laridades han sido admitidas , ni se^
, guidas , ni han merecido general acep-
y tacion , ni aprobación, Y dirigiéndose
, tan derechamente estas dos circunstan-
, cías al nuevo sistema , como el tiemr
, po , y la propia obra lo han manifes-
, tado , no haciéndole fuerza á su Au-
, tor aquella gran autoridad , expuso
, el pecho á sus puntas , entrándose por
, ellas para que llegara el caso de que
, aqui se lo dixesemos. Y porque no se
, discurra , que lo reducimos á genera-
, lidades , sirvale de prueba de que a-
, quellas dos circunstancias le son pro-
, pias , el que la misma experiencia nos
, enseña , el no haber merecido la gene-
, ral aceptación y aprobación , que la A-
, cademia le previno , como también
, en la reformación que intentó , no ha-
„ber
ber ido consiguientes sus singularida-
des : siendo de esto ultimo testigo sin
repulsa la obra misma , pues siendo
abiertamente su mira , el que se debe
escribir como se pronuncia , en varias
partes se dobla , conformándose con
el uso. Señalaremos algunas , que sir-
van de la mejor prueba. Pag. i6 da
plaza a la z , en la que le quita la 9 ,
guardándole decoro , por la posesión,
( dice ) que tiene ya en las finales. Ibi
dice , que algunos han querido quitar
el uso de la c para con la e , 7 /^ i ,
poniendo en su lugar la z ; y añade ;
No hay necesidad de apartar d'j este
empleo d la c , estando tan introduci-
do, Pag. 25 dice , hablando de la h,
que no le halla la aspiración con que
está admitida ; pero que se sujeta al
uso común , por no ser importante su
exclusión.
,, Pagina 25 supone la necesidad de
complacer a los impresionados de la
vulgaridad ^y costumbre, Pag. 25 di-
ce , que se sujeta a duplicar la s en
las 'voces en que ti^m posesión, Nin-
(264)
, guna cosa trae mas fundada que lo
, de expeler la x , por las razones que
, pone en la pagina ^y , y no obstante
, dice , que en medio de su impropiedad
, manifiesta , antes ha quejido tolerar un
, abuso , que hacerse mas odioso con a^
, handonar este genero tan introducido,
, Y no siendo esto solo en lo que no
, va consiguiente con su nuevo sistema ,
, que llama reformación , pues en sus
, lugares se notarán otros muchos pasa-
, gcs , algunos de ellos opuestos á lo
, mismo que pretende establecer , se re-
, conoce , que por la mayor parte in-
, tentó un mero engorro , conforman-
, dose unas veces con el uso , y otras
, muchas procurando destruirle , ciñea-
, dose a la pronunciación : por lo que
, discurro , verificado lo que en su pa*
, gina 8 nos asegura , ser su Ortogra^
, phia piedra phoiosophal , que convertí-
, ra en oro todo? los escritos : que aun-
, que se le debe alabar la confianza , se
, deberá esperar el oro de los escritos
, con la misma presteza , que el que de
, aquella piedra se promete. „
D.
• D. Juan. Admirable descripción de
la Ortographia de Bordazar ! Sin otras
pruebas quedo persuadido de su inutili-
dad.
D. Antonio. Pues esta misma con
poca diferencia es la que nos pretende
enseñar el Autor del Arte del Romance
Castellano,
D. Juan. ; Ahora no me causa no-
vedad el haber hallado á Vm. tan enfa-
dado !
D. Antonio. Presumo que dentro
de poco tiempo me reiré yo de ver á
Vm. aun mas enfadado que me halló á
mi , si le digo mi parecer , y todo lo
que he observado en la lección de la tal
Ortographia del Autor del Arte del Ro-
mance Castellano. Mediante lo qual no
quisiera que Vm. se indispusiese , ó se
volviese Energúmeno literario , porque
no serán bastantes á libertarle de Dia-
blillos balbucientes todos los conjuros H.lel
Licenciado Burguillos , ni los de Don
Franccsillo , Truhán del Emperador
Carlos V. a la Nave en que este se em-
barcaba.
(266)
D. Juan. Diga Vm. lo que quiera,
en la creencia de que visto lo visto ,
ninguna cosa de quantas Vm. me diga
del Autor del Arte del Romance Gaste-
llano será capaz de alterarme los humoi
res de mi racional y bien organizada
máquina , excepto el que mueve la ri-
sa , que tal vez no le podré contener.
D. Antonio. Sobre ese supuesto
digo que el Autor del Arte del Romance
Castellano , sin poner otra cosa que el
hilo , y las puntadas , con la mismo au-
toridad que tuvo Bordazar , ( que sue-
na Autor de aquella Ortographia , doc-
ta y justamente impugnada por Don
Salvador Joseph Mafiér ) vuelve á le-
vantar aquel edificio , y nos quiere me-
ter por los ojos aquellas mismas ideas
que entonces no quiso admitir el Publi-
co , con otras muchas mas tomadas de
aqui y allí , con su acostumbrado mo-
do de saltar de un Autor a otro , para
que á la primera vista pareciese obra
original.
D. Juan. Conque resumidas cuen-
tas venimos á parar en que la Ortogra-
phia
'(í67)
phia del Autor se compctie de treinta
leches como el Queso de Flandes.
D. Antonio. ¿Qué había de ha-
cer un hombre que desea ser Autor en
un País tan trillado por tantos , y en
que apenas hay punto que no se ha-
lle tratado , y. aun retratado , sino echar
por un derrumbadero ? Vería natural-
mente la. Ortographia Castellana del
Restaurador de las Letras Aní;onio de
Nebrixa , impresa el año 13 \y 6n doce
fojas sin foliación , en quarto , letra de
Dominico Tortis , por Arnao Guillen
de Brocar. Vería la mas insigne y fa-
iliosa del Maestro Alexo Vanegas del
Basto , impresa en Toledo año 15JI
en casa de Lázaro Salvágo , en quarto,
Ierra de Tortis. Vería la , muy notable
de Juan López de Velasco , fundada en
el origen de las voces , impreca en Bur-
gos, en octavo , año 1581,; '
Vería la de Pedro Simón Abril.
La de Gonzalo Correas. . ,:;.
La de Miguel Sebastian , Presbytero^,
con la nota de Ortología, .
La de Francisco de Robles de Ratio-
ne accentuum. T La
(.68)
La de Pedro Madariaga.
La de Juan del Villar.
La de Francisco de San Juan.
La de Juan Baptista de Morales.
La de Francisco Sánchez Montero.
La de Juan Antonio Gutiérrez.
La de Mathéo Alemán.
La del Señor Palafox.
La de la Real Academia Española.
La del Maestro Don Juan González
de Dios , aprobada por el Señor Don
Francisco Pérez Mesía , en Salamanca .
Finalmente vería el Autor del Ar^
te del Romance Castellano la de su Paysa*
no Antonio Bordazar, y hs REFLEC-
CIONES del Señor Don Gregorio Ma.
yans y Sisear sobre la Ortographia de
Nebrixa ; y diría ; ¿qué he de hacer yo
á la vista de tantos y tan buenos Caste-
llanos, que á excepción de tal qual , han
seguido el uso y la costumbre ? Yo no
puedo dexar á los mios ; y asi me de-
dicaré á copiarlos en la mayor parte ; y
cayga el que cayere.
D. Juan. Dígame Vm. señor D.
Antonio , i qué vienen á ser REFLEC-
CIONES? D.
(.69)
Don Antonio. Yo no lo sé , solo
sí que en plural , ó en singular ese nom-
bre nada significa en Castellano.
D. Juan. Yo por mi protesto que
no le he oido en todos Jos dias de mi
vida. No nos detengamos en esto ; y va-
mos a sacar algunas pruebas de los hur-
tillüs de que se compone la Ortographia
del Autor del Arte del Romance Caste-
llano , porque para mí no se puede dar
cosa mas divertida que la caza de VO-
LATERÍA.
D. Antonio. No tenemos que can-
sarnos en ella , pues anoche saqué esas
muestrecillas , que por ahora me pare-
cen suficientes para ver que no habla-
mos de memoria.
T % Ar-
(270)
%'ts dd Romanes , Lib. J^.
^ag, 177.
Princ, T. Nó se a de escrhir ¿esotro
nodo que se habla , ni se a de hablar de
etro modo que se escrhe-.
La escritura por sus letras represen-
ta la voz , i asi deven concordar entre
sí la voz i la escritura. No se opone a
este escrivir alguna letra que no se pro-
nuncie como tenga esto otros fijies.
Or-
(^70
Qrtograpliia de Antonio de Nebrixa pag,
14 de la reimpresión del Señor
Mayans.
Prínc. II. Que asi tenemos de escre^
vir como habfamos , y hablar como escre-*
vimos.
Este es de si manifiesto ; porque no
tienen otro uso las figuras de las Letras,
sino representar aquellas boces que en e.-
lias depositamos para que ni mas ni me-
nos tornen a dar de quanto dellas con-
fiamos ; y que si algunas se escriven que
no se pronuncian ; o por el contrario al-
go se pronuncia de lo que no esta ( es-
cripto ) esto será por necesidad de no ha-
ber figuras de Letras para señalar todo
lo que se puede hablar.
Tj En
(272)
. En la pag. 182 hasta la 184 copk
el Autor del Arte del Roniance Caste-
llano á la letra el ABECÉ Español
del Señor Mayans , que está en las Be-
fli^cciones de éste á la Ortographia de
Antonio de Nebrixa ; y al fin dice uno
y otro :
Arte del Romance , Lih, V.fag. i8j.
Con las letras aquí puestas , i com-
binadas según el referido Abecedario se
pueden expresar con distinción i sin e-
quivocacion alguna todas las pronuncia-
ciones , que por el común consentimien-
to de la Nación tiene nuestra lengual
*1 RM-
(^73)
,R£FLECCI0NMS del Sefior Mayans,
fag. 85.
Con las referidas letras se pueden
significar sin equivocación todas las pro-
nunciaciones que tienen , i pueden tener
los vocablos de la lengua Española : lue-
go no necesitamos mas Letras.
T 4 Ar-
(^74)
Arte del Romance , Lih. V.^ag. 175.
De las consonantes unas se llaman
mudas , porque por sí solas no se pue-
den pronunciar de modo alguno , por
estar cerrados los lugares por donde avia
de salir aquel sonido ....
. Di.
Sylaba es ayuntamiento de letras , o
por mejor decir es aquello que se pro-
nuncia en solo un accento. I asi la vocal
a veces sola de por sí hace sylaba.
Ibídem,
Diphthongo es ayuntamiento de dos
vocales en un accento o pronunciación ,
i se cogen en una sylaba: de estos el Cas-
tellano tiene trece . . .
Ne-
(^75)
Nebma , Ortographia , fag, 1 1 ,
Qne la Muda es letra que se forma
en tai parte de la boca , que ni poco ni
mucho puede sonar por estar cerrados
los lugares por donde avia de salir aquc-
lia boz. ■
Nehrixa Ortogra^hia , pag, 12.
Que la Silaba es ayuntamiento de
letras : las quales se pueden pronunciar
en un espíritu hiriendo la primera a la
segunda i la segunda a la tercera .... I
porque , quando las vocales suenan por
sí , hacen silaba ....
JSlebrixa. Ibidem,
Que el Diftongo es ayuntamiento
de dos vocales que se cogen en una si-
laba , i pronuncian en un acento : no co-
mo las consonantes , hiriendo la una a
la otra : mas sonando cada una por si. . .
Destos el Griego tiene seis .... el Cas-
tellano doce.
Ar*
(.76)
Arte del Romance ,Lib. V. fag, 175.
De estos ( habla de los Diphtongos )
el Castellano tiene trece, que son ai, co-
mo aire ; au , como causa ; ei , como
Kei ; eu , como deuda ; ia , como gra-
cia ; ie , como fiie ; io , como Díoj ; iu ,
como Ciudad ; o¿ , como jo/ ; ua , como
/a'^z/¿í ; ue , como ¿'«¿'«o ; ui , como r«/-
dado 'y uo , como antiguo.
IbL
Sí se unen tres vocales en una syla-
ba , i se pronuncian en un solo accentó
se llamará triphthongo : No ai mas que
cuatro en nuestra lengua , i son iai , co-
mo copiáis ; iei , como despreciéis ; uai ,
guai ; uei , como buei.
rr íibfc.'.
J?i?
ÍV7)
xxFZEccioNjES del Señor Mayans a la
Orthografihia de Isfebrixa ,
fag. 87 , 88.
La Lengua Española fecundísima de
Diftongos admite trece , i no doce como
dixo Antonio de Lcbrija : trece pues son
los Diftongos que avernos de decir que
ai , i son los siguientes. AI , como se per-
cibe en aire : AU , como en causa : El ,
como en aceite : EU , como en deuda :
I A , como en gloria : lE , como en j)ie :
10 , como en Dios : lU , como en Ciu-
dad : 01 , como hoi : UA , '^como agua :
UE , como bueno : U^I , como en buitre :
UO , como en antiguo,
Ibi,
S¡ co'nbinamos tres Vocales por todos los modos
posibles; solo hallaremos en la Lengua Española tjiia-
tro combinaciones que se puedan {«ronunciar sonan-
do todas las tres Vocales en una sola sylaha : luogo
50I0 ai en nuestra lengtia quatro Tritongos , es á sa-
ber , de las vocales lAl , como se ohser'a en l'nt'
fiáis que es voz de tres sylabas : de'lEI , como aes-
precteis que es también de tres sylabas : de UAI , co-
mo Paragu-ii , también trisylaba ; de UEI , como ea
huei , vnz de una sylaba.
Ar-
(278)
Arte M Romancé , Lib/V. fdg. ly^p
Nuestros Poetas aun Principes an
hecho a veces una sylaba de dos vocales
juntáis cuando no son diphtongo , pero
juzgará de su atrevimiento qualqui^r oí-
do sano .
RE-
(279)
RMFLZccjoNMs del Scim Mayans ,
jpag» 88.
No ignoro que algunos Poetas
han querido tomarse la licencia de au-
mentar este numero de Diftongos ; pero
sus mismos versos publican su atrevió
miento , siendo juez el oido bien tem-^
piado , de quien no ai apelación.
p.
(286)
D. Juan. Aseguro á Vm. señor D.
Antonio , que las tales muestrecillas de
la Ratería Literaria no se han de des-
vanecer á dos tirones. Es cosa vergonzo-
sa este modo de hacer Libros en un
hombre , que dice en su Dedicatoria ;
Con deseo de poder observar con la deví»
da diligencia el mejor methodo de ensefíar
las Lenguas i ¡as Ciencias , después de
averme dedicado dende mis tiernos años
a su estudio , viagé por los Paises es-
trangeros , tratando por tres años con-
tiniios con los Sabios i primeros Maestros
de Italia , / visitando ¡as Escuelas , -¿4-
cademias , i Universidades mas ilustres
de ella. I como solo el uso es el gran Maes-
tro , que puede mas bien perfeccionar las
cosas , añadí a estas diligencias el eger-
ciclo de la Lns crianza publica de la Ju*
ventud en la que me hallo yo por espa-
cio de doce anos según las Leyes de mi
profesión. De resulta de todo ello estol
persuadido , que una de las cosas en que
pudiera hacerse grande servicio a la Pa-
tria para el feliz restablecimiento de las
Letras , es en formar Libros Elementa-
res
res para el uso de las Escuelas en cada
una de sus Clases según el verdadero me-
thodo , que entiendo se deuia practicar
para la major utilidad de la Nación.
Hasta aqui el Autor del Arte del Ro-
mance Castellano.
D. Antonio. Mucho promete esa
relación , y sobre ella ocurren muchas
reflexiones. La primera , que es muy es-
traño que el Autor hiciese esa peregri-
nación , y romería para aprender entre
los demás el methodo de enseñar la len-
gua Castellana.
D. Juan. Eso es lo mismo que si
para aprender la lengua Inglesa se fue-
se un Moscovita á los Tlaxcaltecas.
D. Antonio. La segunda , que de-
bíamos prometernos un methodo nue-
vo , unos pensamientos originales , y en
una palabra , una cosa que no hubiése-
mos visto , ni oido. Pero venirse el Au-
tor sin nada de cosecha , después de tra-
tar con los hombres sabios de Italia tres
años continuos , nos persuade a creer
que todo el Mundo es Pais , mediante
que no nos da cosa de por allá , sino lo
mis-
(28^)
mismo que ya teníamos entre las ma*"
nos.
D. Juan. Yo conocí uno que fué
á París á aprender la lengua Francesa ,
y lo hizo tan felizmente que se le olvi-
do su lenguage propio , y se volvió en
ayunas del idioma Francés.
D. Antonio. Yo conocí otro , que
estudiaba para Obispo , y se quedó en
Sacristán. Pero dexemonus de bufona-
das , señor Don Juan ; y vamos a las
reflexiones. Es la tercera , que para a-
prender no es necesario andar de Ceca en
Meca.
D. Juan. Es evidente , porque los
Libros ensenan á pie quieto todo quan-
to quisiésemos aprender de ellos ; y no-
sotros sin necesidad de consultar á los es-
trangeros , tenemos ( a Dios gracias ) to-
do quanto podíamos desear en nuestros
Autores. Pero tampoco puede negarse,
que enseña mucho el trato con las gen-
tes estranger^s , según Homero en el
principio de suUl)sea.
DI-
DIme de aquel varón suave Musa ,
Que por diversas tierras y Naciones
Anduvo peregrino , conosciendo
Sus vidas y costumbres ....
D. Antonio. ¿ De quién es esa tra-
ducción ?
D Juan. No conoce Vm. otra co-
sa. Es de Gonzalo Pérez, que habrá Vm.
visto elogiado en muchas partes del Ar-
te del Romance Castellano.
D. Antonio. ¿ Qué ha de ser de
Gonzalo Pérez ? Es cierto que corre á
5u nombre ; pero ínterin que no se le
presenten a Vm. por el Autor del Arte
mas pruebas que su palabra , téngala
Vm. por obra del Doctor Juan Paez
de Castro , a quien el Doctor Laguna
en su Epistola Nuncupatoria al Rey D.
Phelipe II. ( que hallará Vm. en su
Dioscorides ilustrado ) llama varón de
rara doctrina , y dignisimo Coronista Ce-
sáreo. Fué natural dé Quer. Escribió un
Discurso sobre el methodo de tratar la
historia. Juntó algunos Escritores origi*
V na-
(a84)
nales copiados de su mano , é hizo va-
rios apuntamientos tocantes á la Histo-
ria de España ; que todo se halla en la
Libreria Real del Monasterio de San
Lorenzo. Pero volvamos al asunto. Es
la quarta reflexión , que si al cabo de
doce años de exercicio ( que confiesa el
Autor ) ha hecho los progresos , que
clarisimamente nos enseña en su ARTE
DEL ROMANCE CASTELLANO,
podremos prometernos dentro de otros
doce otra obra semejante para aprender
la Rhetórica ; y asi de doce en doce a-
ños otras Artes para las demás Ciencias,
según y como las haya aprendido del
trato continuo que tuvo por tres años
con los Sabios de Italia.
D. Juan. Déxese Vm. de reflexio-
nar , porque se me va exaltando la có-
lera negra , que otros llaman atra bilis,
contra las promesas que hice , de man-
tenerme en la mayor serenidad. ¡ Que
haya hombres tan candidos en el Mun-
^o!
Don Antonio. Sosiegúese Vm. ,
hombre ; y vamos á registrar por mayor
los
(28j)
los entresijos He la tal Ortographía , fru--
to del trato continuo de tres años con
los hombres Sabios de Italia , y del exer-
cicio de doce años de enseñanza publi-
ca , que ha tenido su Autor.
D. Juan. Vamos allá con la ayuda
de Dios.
D. Antonio. Pero no nos detendre-
mos mucho , porque si hubiésemos de
decir todo lo que ocurrirá , sería mate-
ria de no acabar en mucho tiempo.
D. Juan. Lo primero que yo he
notado es , que el Autor del Arte dd
Romance Castellano , sin dar razón para
ello , en todo el cuerpo de su obra en
lugar de la conjunción y ( de que han
usado quasi todos los Ortographos Cas -
tellanos , y tiene admitida el Publico
generalmente ) usa de la otra i Latina.
Don Antonio. Eso es seguir, el ca-
pricho de Bordazar , que desea se prac-
tique en las conjunciones. Pero como
dice Mañer en la pagina 91 de su Or-
tographía , aunque esto lo han intentado
algunos hombres de conocida literatura ,
la costumbre no lo ha permitido , for lo
Y 2 que
(286)
que insistir en ello lo tiene la Academia
Española al numero 29 de su Ortogra-
j?hia for extravagancia.
D, Juan. ¿ Pues quién le ha dado
autoridad al Autor para despojar a los
Castellanos de su Ypsilon , teniendo co-
mo han tenido y tienen , posesión so-
lemne , adquirida por derecho antiguo
calificado en infinitos libros , y escritu-
ras ?
D. Antonio. Ninguno : él se la ha
tomado.
D. Juan. Se conoce que no vio la
famosa y erudita Ortographia del Maes-
tro Alexo Vanegas , que enseña el uso
del Ypsilon , y al mismo tiempo usa de
él en todas las conjunciones.
D. Antonio. De esos yerros ha-
llará Vm. á cada paso en el Autor del
^rte del Romance Castellano.
D. Juan. Tal me parece que es el
despojar de la h al verbo hal^er escri-
biéndole de este modo : e cuidado , a
cultivado , a av'^do ; y otras veces , hs
acertado , he procurado ; como puede
Vm. ver en el Prologo , Dedicatoria ,
y
(a87)
y otras partes de la obra.
D. Antonio. En eso se conoce la
profunda inteligencia que tiene el Au-
tor de Romances , de la lengua Caste-
llana ; pues sobre desfigurar el verbo
con su mala escritura , dudarán los que
no tengan conocimiento , si la a es Pre-
posición , ó Verbo. Esta es mania contra
nuestra Academia , que previene se es-
criba HABER , y no AVER como
quiere el Autor del Romance.
D. JuAí?. Ese es el mismo que en
la pagina 185 en su Ortographia Espa-
ñola dice : Antes de dar las reglas pa-
ra la buena escritura trataremos de las
letras en particular , para allanar los
embarazos , que suelen ocurrir.
D. Antonio. Es el mismo que se
halla elogiado por un erudito , con es-
tas palabras : Veo pues con singular pla-
cer , que V. R. imitando al Maestro An-
tonio de Lebrija , a Gonzalo Correas , i
otros pocos , ha hecho lo mismo ( que Mar-
co Varrón , Nigidio Figulo , Julio Ce-
sar , y otros insignes hombres reforma-
dores de los abusos de la lengua Latina)
Vj en
(288)
en la lengua Española ; adiendo cot^^ues^
to para enmienda de sus freqiientes abu-
sos una \Arte de la lengua Castellana ,
la qual he leido con mucho gusto , reco-
nociendo en ella el gran ingénito de V. R.
su oportuna , i amena erudición , i subli-
me juicio ; practicando al mismo tievwo
aquello que enseña : de todo lo qual me
regocijo mucho por ¡a perfección que se
seguirá al uso d^ la lengua Española , i
por nuestra amistad. V, R, procure ha-
cer lo mismo en otras Artes , / Ciencias.,,
D. Juan, j Pobre lengua Castella-
na ; pobres Artes , y Ciencias si se hu-
biesen de sujetar al mcthodo del Autor
de Romances ! ¿ Y eso está impreso ?
D. Antonio. Y con letra harto bue^
na , ó como dicen las Viejas , con le-
tra de molde , que no puede mentir.
Pero porque parece que nos vamos a-
mostazando , acordémonos, y volvamos
al asunto de la llamada Ortographia.
D. JuANT. Dice Vm. bien ; y asi
prosigo diciendo , que me parece incon-
sequencia que el Autor enseñe una co-
sa , y haga lo contrario. Dice pues en su
Or-
(289)
Ortographia tratando del Ypsilon , pa-
gina 186 : Introducida ya para este oji-
cío de vocal puede también usarse de la
y y cuando es consonante , o como tal hic'
re inmediatamente alguna toe al , i asi
escrívlrémos ayo , raya , reyes : con esto
tendrá su propria figura la i 'vocal , i
la i consonante , ya que tienen diverso
sonido ; pues de un modo suena raia , de
otro raya. Nuestros jhuenos Españoles
dieron ya este destino a la y Griega , i
110 sera razón apartarse de su doctrina.
Con todas estas justas prevenciones , y
respeto en la pagina 102 , Tomo II.
escribe ReÍ7ia , y en la 118 Rci,
D. Antonio. Es contra la costum-
bre , y contra la Academia Real , que
previene no se desjigure el Plural del
Singular.
D. Juan. Pasemos adelante , pag.
189 dice el eruditísimo Autor : Si la h
se pone después de la c representa su so-
nido proprio siguiéndose qual^uier vocal
cha , che , chi , cho , chu , como chapin,
buche , chico , mucho , chuzo. Cuyo so-
nido es muy diverso de la c o la h se-
V 4 pa-
(290)
jp aradas. Por tanto si la voz española
no tuviere esta p'onunciac'on propia se
escrivird la c sin h , aunque en Latín,
o Griego lo tenga el original , asi se di^
rd caridad , no charidad , maquina , no
machina , a excepción de los nombres de
Christo , Christiano ya consagrados por
el uso.
D. Antonio. Esa es otra excep-
ción semejante á la del Jjaniado Borda-
zar. Oyga Vm. al erudito Don Salva-
dor Joseph Mañer ; y de un modo in-
directo quedará deshecha la del Autor
^q\ Arte del Romance Castellano. Des-
pués de haber explicado Mañer con mu-
cho acierto el uso de la J , y de la G ,
y su diferencia , añade en las paginas
97 y 9^ • Esta pues , es la razón de es-
cribirse con jota en nuestro Castellano el
dulce nombre de JESÚS , no lo que An-
tonio Bordazar nos pone en su Ortogra-
phia Española , quando dice , que de es-
cribirse con G , podra exceptuarse por
mysteriosa etimología y costumbre reve-
rente el Santísimo 'Nombre de Jesús : co-
mo si aquí se encontrase mas mysterio
que
(290
que el estilo , ni mas 7'ererencia que IcL
f radica. Si el escribirse con G fuese fal-
tar d lo reverente , podia advertírselo d
¡os Italianos , que lo escriben con ella ,
para que le correspondiesen con la carca-
xada. La reverencia que en esto se guar-
da , no es al Santisirno Nombre , sino d
la loable costumbre de no desfigurar los
nombres estrangeros , alterándoles sus
primitivos caracteres , que es lo que Bor-
dazar intenta con ir ceñido a la pronun-
ciación.
D. Juan. No puede darse indirecta
mas bien aplicada. Pero lo mas gracio-
so del caso es , que el Autor de Ko-
manees en la pagina misma , y en la si-
guiente , que es la 190 es de opinión de
que no se desfiguren las voces. Estas son
sus palabras : La h después de la p siie-
na í y i como puede confundirse , i sir-
ve esto para indicar el origen de
LAS VOCES GRIEGAS , I DEMÁS LEN-
GUAS ORIENTALES , sc conscrvard seme-
jante escritura como en Physico , Philo-
sopho , Phenicio , Phelipe.
Don Antonio. Vm. concluye al
Au^
(292) ^ ^
Autor del Arte con su misma doctrma;
y asi pase Vm. adelante.
D. Juan. También me parece con-
tra el uso y costumbre lo que dice el
Autor en las paginas 191 y 192 por es-
tas mismas palabras : La c como en La-
tín , Grúgo , i las demás lenguas origi-
nales , se dobla con un foco de major
fuerza que la c sencilla , se de vera tam-
bién doblar en el romance en aquellos 'vo-
cablos , que la tienen original , ad ^ara
conservar la etjmologia , como también
j?or el sonido mas expresivo. Por esto se
deve escrivir occupar , Ecclesiastico ,
peccado , acción. Isío ai razón alguna
fara eximirse de esta regla , &c.
D. Antonio. Pues Antonio Borda-
zar dice , que la c unisona jamas se do-
lía , porque en acceso , y acción están
como ca , y ce. Concierte Vm. estos dos
votos , por no decir esos bolos. Uno y
otro van descaminados , y contra lo que
enseña la Academia Real Española , y
nuestra costumbre.
D. Juan. Asimismo me parece con-
traria á la misma Real Academia , y á
núes-
(2 9J)
nuestra costumbre de no duplicar las
consonantes sino en ciertas voces , lo que
pretende establecer el Autor del Arte^
pagina 192 de que se doble la f , como
en ojj-icio de ojficímn , ajffccto de affcctus,
ej^ecto de ef'ectus , djffí/nfidas de dinero,
D. Antonio. Es voluntariedad , y
contra la Academia Española.
D. Juan. También es contra ella ,
y la costumbre , lo que dice pag. ipj
de la ^ , pretendiendo que se duplique
en ciertas palabras como appetito de ap-
fetitus , apparatii de apparatus. Y mas
abaxo ; En iguales casos se a de dchlar
la t como en attencion de attendo. Y a-
ñade : Este es el uso de nuestros grandes
Espaííoks : Esio pide la ley de la pro-
nunciación : Esto la etymolcgia , / revé»
r encía a la lengua LatÍ7ia,y asi se prac-
tica en las lenguas Italiana , / France-
sa. Por lo que se deve reputar como a*
buso la contraria escritura , que algunos
an intentado autorizar.
D. Antonio. Toda esa es doctrina
no tiene mas fundamento que el ca-
pricho ; y para bendita la cosa nos pue-
de
de servir lo que practican en sus idio-
mas los Italianos , y los Franceses.
D. Juan. Dice el Autor en la pa-
gina 1 9J estas palabras : Por lo que toca
a doblar la m en semejantes casos no se
■puede dar la misma regla ; porque noso-
tros p-onunciamos inmenso de immen-
sus , enmienda de emmendo.
D. Antonio. Pare Vm. mientes ,
señor Don Juan ; porque el Autor del
Arte comete en ese lugar un solemne
Barbarismo.
D. Juan. ¿ Qual es ?
D. Antonio. ¡ No es cosa de cuida-
do ! Si le hubiese cometido un chicuelo
de los discipulos del Autor , apenas ha-
bria bastantes cañas , correas , y palma-
torias para castigarle. No lo creyera , si
no lo viese con estos ojos que ha de co-
mer la tierra , mayormente en un Au-
tor tan grave , tan instruido , y tan cir-
cunspecto , que ha tratado tres años con-
tinuos con los Sabios , y primeros Maes-
tros de Italia. No lo creyera de un Au-
tor que dice : "Después de ayerme dedica-
do dende mis tiernos años a su estudio ,
(de
(^95) ^
( de las lenguas ) ijiage jpor los Países
estrangeros ....
D. JuA.N. Acabe Vm. con mil San-
tos , porque ya me impacientan tantas
ponderaciones ; y puede ser que después
sea el parto de los montes.
•D. Antonio. Vergüenza ine da ;
pero voy á decirlo , para que vea Vm.
el cuidado , y precaución con que se de-
ben leer estos Autorcitos, que se nos vie-
nen ponderando trabajos , carabanas , tra-
tos , visitas , &c.
D.Juan. ¡Si no despacha Vm. con
ello , Jo dexarémos con quatrocientos pa-
res de Sastres !
D. Antonio. Tenga Vm. pacien-
cia , señor mió , y oyga , si quiere saber
qual es. Dice el Autor en la pag. 19J
que nosotros pronunciamos enmünda de
emmendo ; y no se hallará ral verbo ea
todos quantos Diccionarios se han escri-
to de la Latinidad alta , y baxa.
D.Juan. ¡ Es verdad por vida mia!
No había hecho reparo. Es furioso Bar-
barismo , porque el verbo Latino legi-
timo y castizo es mmdo , y no emmen"
do
. (29^)
do como quiere el Autor del ArU.
D. Antonio. Pues no es menos el
que se halla en esa misma pagina , don-
de dice ; / como esta mudanza, de m a
n a succedido por evitar la demasiada
aspereza de la m doble ; en no teniendo
lugar esta conversión se escribirá la^m
sencilla como en consumir , Gramática ,
inflamar , común ; no obstante que en el
Latin sean consummo , Grammatica ,
iflammo , communis.
D. Juan. Es verdad que es un no-
tabilísimo descuido decir que en Caste-
llano se escribe consumir de consummo ,
porque este verbo no significa consumir,
sino consumar , acabar. , perfeccionar. El
verbo consumo , consumís es el que sig-
nifica consumir,
D. Antonio, i Ha hecho Vm. alto
sobre aquella flox:a que se le suelta al
Autor áú Arte del Romance Castellano
en la pagina 1^4 , tratando de la B , y
de la V ?
D. Juan. Sírvase Vm. de decirme
qual es , pues como hay tanto que ad-
vertir , se me habrá pasado.
D.
(297)
D. Antonio. Dice : La pronuncia-
eion a que al principo dio ocasión la ig-
norancia , i dsspucs se hizo universal ,
AL MENOS en CASTILLA , es fronunciar
h en todas las iniciales de vocablos como:
boz , bivir , bello ....
D. Juan, No había leído esa bufo-
nada , la qual , sobre ser falsa , se redu-
ce á seguir lo mismo que imprimió Bor-
dazar en su Ortographía , esto es : que
blasona de ello la lengua Espaííola , con-
mutando mutuamente una letra por otra,
porque sea su pronunciación propia , li-
quECENTE y libreen desatender a las deri-
vaciones, Pero el erudito Don Salvador
Joseph Mañér deshizo el andamio á Bor-
dazar , y ahora se le deshará al Autor
del Arte del Romance Castellano, Dice ,
pues , Mañér en la pag. 48 de la Or-
tographía Castellana : 5/ hasta ahora
muchos Autores estrangeros nos han pues-
to por defecto el uso promiscuo de la b ,
yla\, con mas justo motivo lo podrán
notar en adelante , a vista de que un
Autor Español , y que ha escrito de pro-
posito Ortographia , hace , como acá de"
ci-
(298)
ctnio^ , del sambenito gala, Muclio mas
le debemos los Españoles a Monsieur d&
Cha'velot que en su "Nuevo Methodo tra-
tando este plinto , dice de este modo : Lct
proximidad de la b con la y favorece mu^
cho la pronunciación de los Españoles ; y
aunque este error parece grosero , no obs^
tante es mas antiguo de lo que se piensa;
porque aun se hallan exempíos ( de los
Latinos ) en los antiguos marmoles , co-
mo base , por vase ; cibica , por civisa ,
¿rr. y de la misma suerte tomando la v
por la b ; veneficium por benejicium ; sibe
por sive , y en las Pandectas de Floren-
cia , aveo por abeo ; vobem por bovem ;
vestías por bestias ; y otras semejantes
muy dígitas de ser notadas,
D. Antonio. Pues aplique Vm.
esa respuesta al Autor del Arte del Ro-
mance Castellano , para que no se ven-
ga á aplicar á los Castellanos el error
que fué común a los mismos Romanos
antiguos.
D. Juan. También me parece in-
consequencia que , aconsejando el Au-
tor que se escriba , y pronuncie la voz
se-
(^99)
seguñ su etymologia , ciestíerre la I del
verbo escribir , que tan cercana la tiene
en el Latino ser ib ere,
D. Antonio. Es error ; y el ^//«
íor va contra la academia Española en
esa , y otras novedades , como son la
de escribir amava de amaba m , tronava
de tonabat , debiendo escribirse con h ,
como él mismo previene quando dice ,
que se escriban las voces según su ety-
mologia.
D. Juan. El tal Autor del Ar-
te del Romance Castellano tiene la fla-
queza de hacer lo contrario de lo que
dice 5 y asi quando estemos mas despa-.
ció , recogeremos algunas de estas incon-
sequencias.
D. Antonio. Mejor será ; porque
si le hubiésemos de seguir , era necesa-
rio que escribiésemos otva Ortografhia
( quod absit ) teniendo la de la R.al
Academia Española j que no nos ha de-'
xado que decir.
D. Juan. Pues prosigamos ahora á
la ligera , porque ya me falta la pa-
ciencia coa este Autor , que aun él mis-
X mo
mo no se entiende ; pues dice , y no ha-
ce. Unas veces quiere que se siga la ety-
mologia de las voces í otras , que se si-
ga la costumbre i y otras finalmente ,
que se siga su capricho , como si tuvie-
se jurisdicion omnímoda y absoluta so-
bre nuestra lengua Castellana. Es capri-
cho sin duda , el pretender que se exclu-
ya la q de aquellas voces en que se pro-
nuncia la u. La i'azon en que le funda
es : que no se deben dar a una misma
letra en una misma combinación diver-
sas pronunciaciones. Muy bien. Pregun-
to yo ahora al Autor , si escribimos ci-
güeña , argüir , gllguero , guinda , hi-
riendo ó pronunciando unas veces la u ,
y otras liquidándola ; i por qué razón no
habernos de escribir no solo quedar , que-
rer , quitar , sino también quanto , ques-
tion , freqüencia , mayormente quando
las dicciones Latinas de donde estas se
derivan , se escriben con ^ , y no con í-?
D. Antonio. No tiene respuesta
lo que Vm. pregunta al Autor del Ar-
te del Romance Castellano , que parece
se ha empeñado en que , contra la Real
Acá-
Academia Española , y contra el uso y
costumbre > abracemos los caprichos de
Bordazdr,
D. juANí ¿Por qué se han de desfi-
gurar los vocablos , haciendo que con la
mala escritura bastardeen j ó degeneren
de su origen ?
D. Antonio. iPorque el Autor lo
quiere asi unas veces ; y otras no lo quie-
re. Vaya de historia. Llegó un Portu-
gués á un Pintor , y le dixo le pintase
en un quadro un Crucifixo muy devoto.
Vio la pintura concluida ^ y añadió :
Quisiera que Vm, le jmsiese delante una
cortina de Damasco. Replicó el Pintor
qué , si lo hacia , rio sé veria la pintu-
ra. Respondió el Portugués : Islo se le
dé d Vm. nada , que sabiendo yo que está
debaxo de ella ^ me basta. Asi , pues , es
cl Autor del Arte : quiere lo que á él
le parece , y nada mas.
Di Juan. Dice el Autor en la pa-
gina 20 1 : La X tiene su sonido proj^rio;
i solo se escrivird en las dicciones , que
lo tienen , como excelente , exempto , ex-
tenso. En los demás sigase la fronun-
X 2 cia-
ciacton , / escrhase Alejandro , Jerez ,
Prójimo, i Qué le parece á Vm. -de es-
to , señor Don Antonio ?
D. Antonio. Que el Autor del
Aris , siguiendo á su Paysano Bordazdr,
se declara contra la :r , y á favor de la y ;
pero asi es el invento , como todos los
demás que se publicaron el año de
1728, y ahora nos resucita el Autor del
Arte del Romance Castellano, aunque los
desvaneció el erudito Don Salvador Jo-
seph Mafiér , tantas veces elogiado en
nuestra conversación. Lea Vm. lo que
dice en su Ortographia Castellana pag.
141 y 142 tratando de la x. Con la e ,
y con la i ocupa en muchas ocasiones los
lugares de la ], y la g , como con la e
en executar , enxerto : con la i en proli-
xidad , perplexidad , &c. y con las res-
tantes a , o , u , ¿'w enxambre , enxalve-
gar , axorca , dibuxo , axuar , enxugar,
&c. Bien pudieran estas dicciones escri-
birse con g , o con j , pero fuera desfigu-
rarlas como lo hace Bordazdr con las de .
box y y Yclox , poniéndolas con j reloj , j
boj i y que por huir de la x , hace lo pro-
pio
^10 m ¡apag. 27. con una Provincia de
America , qus esta en la nueva España ,
entre la Puebla de los angeles , y Ale-
xico , d la que le llama Tlascaltecas , no
nombrándose ella sino Tlaxcala , y Tlax-
caltecas sus habitadores ; y asi no dsh^
ser atendido ni en esto , ni en lo de que^
rer que se escriba con g dige , digimos ,
egemplo , progimo , sino estar al ajus^
tado sentir de la ^academia Espaítola y
que afirma en su Ortograpliia que no hay
motivo para desfigurarlas con j : (/o mis-
mo se deberá decir de la g) respecto de
estar comunmente admitida la pronuncia-
ción aspirada de la x en estas y otras
dicciones. Mediante lo qual debe tildar-
se , ó borrarse la decisión del Autor del
Arte sobre que se escriba Alejandro , Je^
réz , Prójimo , &:c.
D. Jlwí-N. No tiene que responder
el Autor del Arte, Pero por si acaso le
diese tentación de hacerlo , se tomará
su Ortographia , desde la primera letra
hastü la ultima , y separaremos sus hil-
vanes , dando á cada uno de los Auto-
res de doftde ha copiado , todo lo que
X^ es
(504)
es suyo. Yo quedo totalmente persua-
dido á que esta Ortographia es intem-
pestiva , teniendo como tencn-^os la de
la Keal Academia Española,
Don Antonio. Es cierto lo que
Vm. dice. Pero por lo que toca a la
entresaca y rebusca de retales , y corcu-
sos , se hará mas adelante ; y se tendrá
prevenida por lo que pudiese suceder :
porque lo que se ha hecho hasta aqui,
no ha sido mas de por encima , para
que se vea que el Autor , después de
tanto trabajo no produce cosa suya , ni
que se pueda llamar nueva.
D. Juan. Lo que yo veo es , que
el Autor del Arte del Romance Cas-
tellano en todo su Libro no tiene otra
cosa propia sino haber puesto los fines
por principios , y al contrario. Pero es-
to en buen Castellano es tomar el rába-
no por las hojas , y deslumhrar en lugar
de alumbrar. Ahora me acuerdo de un
Romance muy gracioso , y le he de
referir d salga pez , b rana , si Vm. no
lo ha por enojo.
D. Ant. Digale y nos divertiremos.
Pe-
(505)
Pero Gil amaba á Menga
Desde el día que en la boda
De Minguillo el porquerizo
La vio baylar con Aldonza.
Mas en lugar de agradalla ,
Porque no hay amor sin obras ,
Al revés del gusto suyo
Hacía todas las cosas.
Estaba siempre en los medios ,
Guiándose por su cholla ,
Y quien en los medios yerra ,
Jamás con los fines topa.
Por fuerza queria alcanzarla ,
Y no es la muger bellota ,
Que se dexa caer a palos ,
Para que el puerco la coma.
Si botines le pedia ,
Le presentaba una cofia ,
Si guindas se le antojaban ,
Iba a buscarla cebollas.
Nadaba en fin agua arriba ,
Y empeoraba de hora en hora
Como rocin de Gaeta ,
Quillotrándose la moza.
Fue con ella al palomar
X4 Una
(jo6)
Una mañana entre otras ,
Y mandóle que alcanzase
Una Palomica hermosa ;
Subió diligente Pedro ,
Y al asirla por la cola ,
Volósele , y en las manos
Dexóle las plumas solas.
Amohinóse Menga desto ,
Contólo a las Labradoras ,
Que al pandero le cantaban ,
Quando se juntaban todas :
Por ¡a cola las tomas , tomas ,
Pedro , d las Palomas ,
Por la cola las tornas.
Corrido Pedro de verse ,
Que le corren por la posta ,
A su comadre Chamiza
Dio parte de sus congojas.
Mas reprendióle la Vieja ;
Pero Gil , quando se enhorna 3
Se hacen los panes tuertos ,
Porque después mal se adoban*
Si no aciertas a sembrar ,
No te espantes que no cojas ,
Por-
(30?)
Porque mal cantará Misa
Aquel que el A B C ignora.
El que por las hojas tira ,
Mal los rábanos quillotra ,
Que no se dexa arrancar
El rábano por las hojas.
Pues Ja erraste a los principios ,
Cántente en Baleos , y Bodas,
En fé que eres un pandero ,
En sus panderos las mozas ;
J^or la cola las tomas , tomas »
Pedro d las Palomas ,
Por la cola las tomas,
D. Antonio. Muy bueno está esc
Romancillo , pero no viene al asunto de
la Ortographia del Avitor del Romance'.
D. Juan. Es asi ; pero le respon-
deré a Vm. con un cuento ; y me des-
pido. En una conversación de quatro ó
cinco , uno de ellos no habló palabra ;
y queriéndose ir , le detuvo otro di-
ciendo , que llovía mucho ; y él respon-
dió : Pues por no irme sin hablar , 'vaya
á este proposito tma historia. Fo me ha-
llé
(5o8)
lie en Malaga en tiempo que hahia gran
falta de tr^'go , y estaba pereciendo la
gente ; y quando no lo pensaban , arriba-
ron allí tres navios de Sicilia cargados
de trigo , y después hubo mucho. Y no di-
xo mas. Preguntáronle, ¿ que á qué pro-
posito venia aquello ? Y él respondió ;
No viene al llueve ; pero viene al mucho,
D. Antonio, Bueno , bueno. A
Dios , amigo , hasta mañana.
D. Juan. Si , mañana manecerá
Dios , y ycA la tuerta los espárragos.
Nota»
Aunque en esta Conversación se dixo ,
que Paez de Castro es Autor de la Traduc-
ción de la ULYXEA de Homero , se confie-
sa ahora que efectivamente es obra de Gon-
zalo Pérez , vista y emendada por el citado
Paez de Castro , por hallarse documentos que
comprueban esta verdad.
COK
CONVERSACIÓN V.
EN QUE SE DEMUESTRA
QUE LAS PARTES DE LA GRAMÁTICA
SON Q U A T R O ',
ORTOGRAPHIA,ETYMOLOGIA,
SYNTAXIS Y PROSODIA ;
y no cinco con ¡a Analogía que de au-
toridad propia quiere establecer el
Autor del arte pel romance cas-
tellano.
TT^ Juan. Otra novedad tiene Vm.
-^*-^* señor Don Antonio, mire Vm. la
pagina XXIV al fin del Prologo , don-
de dice : Df la Gramática i de sus par '
tes , §. II.
D. Antonio. De nada me admira-
ré ya , respecto lo antecedente , y creeré
cjue tenga tantas novedades como capi-
tu-
tulos. '¿ Diga Vni. qué viene á ser eso ?
yD. Juan. Dice , qu(? por la doctri-
na antecedente se -puede dividir , y con
efecto divide la Gramática en cinco Li-
bros ( que es lo mismo que en cinco
Partes. ) Yo no he visto , ni leido hasta
ahora en Gramático alguno antiguo, -ni
moderno , semejante división. Dice este
Autor , que el primero es el Origen : el
segundo Analogía : el tercero Sj^Uaxis :
el ci\i2rto Prosodia: el quinto Ortogra-
fhia. ¿Digame Vm. si puede pasar esta
doctrina para enseñar muchachos en bue-
na , y fácil Gramática Castellana?
D. Antonio. Confieso a Vm. con
toda verdad , que aunque el Autor se
hubiera echado de proposito a desva-
necer el estilo , no le hubieran salido sus
pensamientos tan dislocados como se re-
conocen en este Arie de su Romance,
Vm. bien dixo , que era novedad , y
novedad no como quiera , sino novedad
muy grande , que espantara a Grates
Mallotes , si -volviera a enseñar a los Ro-
manos ; y meTespanta a mi , que he Ici^
do , y registrado loi Gramáticos en va-
rios idiomas. D*
(5")
D. JüAíT. Pues saqueme Vm. de
este laberinto , que deseo con ansia ver
la luz, que desvanezca tanta confusión,
y duda ; porque , aunque yo también he
leido , y estudiado con Maestros de mu-
cha erudición , e instruidos en grandes
libros de Autores Griegos , y Latinos ,
nunca oí , ni leí semejante división de
tales cinco Partes de la Gramática en
general , ni en particular : con que crea
Vm. que este punto es de mucho pun-
to , y aun de honra , y provecho para el
Gramático.
D. Antonio. ; Válgate por punto !
Vm. no se acongoje : que todo se com-
pondrá : Se compuso lo de Capa negra ,
que le ahorcaron. Oyga Vm. el punto,
y tenga paciencia , que es un poco lar-
ga su explicación ; que doy a Vm. pa-
labra de dexarle en su punto , aunque
nos digan , que es hambre , ^ valentía
como de Perro de Pastor, Porque entien-
da Vm. que quien ha de enseñar á o*
tro , necesita de combinar bien las espe-
cies , pues sino , le saldrá á la cara fal-
ca , ó errada su doctrina , y no faltará
quien
(JI2) ^
quien se II murmure , ó corrija. El Au-
tor del ArPe del Romanes Castellano se
debió de echar en brazos de Gerardo
Juan Vosio , de quien le vino el entu-
siasmo de poner la Analogía por quinta
parte de la Gramática , por ser el úni-
co Autor que mas trató de este punto
gramatical , ó de Gramática analógica ;
y leyendo su Aristarco , sive de vocum
átnálogid , ¿r anomalia , líber f rimú s , seu
Commentariorum de Arte Grammatica
líber tertius ; qui universe de Vbcibus ,
jparticulatim autem de Nominum divisio^
ne , genere , numero , ó^ casu , iractat.
Caput I . ^nalogi¿e , ir Etymohgiíje dif-
ferentia , &c. se metió con él de hoz ,
y de coz , sin aconsejarse primero con
tantos ^ y tari grandes Gramáticos Es-
pañoles como quedan referidos en el
Cátaloguito de ellos que Vm. me pi-
dió ; sin necesidad de mendigar noticias
estrañas de forasteros ^ teniéndolos den-
tro de casa. En suma , la división de
su Arte ert cinco libros , que es io mis-
mo que cinco partes , es malísima divi-
sión : porqué el primero > ó por mejor
de-
decir , lo que en él se trata j no es par-
te de la Gramática : por lo que no
puede entrar en su división ni cómo-
da , ni incómodamente. De lo que se
trata en este libro primero nos da razón
el Autor en la pagina IX. de su Pro-
logo , en donde hablando de nuestro
Romance , dice , que muestra su ori-
gen , progresos , grandeza , y perfec-
ción , según sus diferentes épocas. Pue-
de también comprehenderse por el epi-
graphe de los capítulos de este libro ,
que se sigue al Prologo , pag. XXVI ,
en el orden de las materias. ¿ Pero qué
hombre inteligente ha de creer , que se-
mejante tratado es parte de la Grama -
tica de una lengua , aunque lo digan
cien Autores , como este ? Yo estoy en
la inteligencia de que no lo probará ja-
más , por mucho que escriba. En cuyo
supuesto , si en la lengua de nuestro
Autor se permite , que en la división de
un todo en sus partes pueda entrar có-
modamente en una cosa , que ni es par-
te del todo , ni lo sueña : en mi Lógi-
ca no se permite tal cosa. En aquellas
pa-
(514)
palabras Por esta doctrina yo entiendo
lo que dexa dicho desde el principio del
§. II. , pag. XXIV. Pero de todo ello
no infiero , que la Gramática se pueda'
cómodamente dividir ni en cinco libros,
ni en cincuenta : ni Jo que se ha de tra-
tar en cada uno. Si el Autor lo infiere,
confieso que sabe una Lógica que por
acá no conocemos.
D. Juan. Mucho me gusta la cía*
ridad con que Vm. se explica ; ; y oxalá
hubiera muchos como Vm ! que á fe
mia que no hablan de salir tantos al ca-
bo tan engañados como vemos. Conti-
núe Vm. con el punto ^ porque no pue-
de dexar de ser muy erudito , para que
aprendamos los que no trascendemos con
tanta penetración.
D. Antonio. Dexe Vm. esos elo-
gios para quien los apetezca ; que a los
Castellanos no les obligan adulado-
nes , ni se alimentan de lisonjas vanas ;
y vamos al punto. Si el Autor áú Ar-
te del Romance Castellano hubiera visto
mas de espacio , y con menos prisa , d
celeridad esta materia , y otras de su
Romance , no hubiera dado en el flan-
co de ser tan inútil su doctrina ; pero
tjuiso hacer en poco tiempo lo que no
han podido acabar hombres grandes en
muchos años , sin dexar los libros de las
manos. ¿ A qué fin la Analogía (*) para
enseñar a párvulos ? ¿ No le bastaba la
Etymologia , que casi es idéntica en la
opinión de muchos , con la Analogía y
la Prosodia , y las demás partes ? Va-
mos mas claros , para explicar estas par-
tes de la Gramática , que son el fun-
damento de toda ella. , sin las quales no
Y en-
(*) Aquí , y en algunos otros lugares se
habla en la suposición de que la parte de
Gramatiq^ , que está mal añadida por el Au-
tor , es la que llama Analogía. No es asi.
La parte mal añadida , esto es , la que pone
entre las partes de la Gramática , no siéndo-
lo ; es todo el libro primero. El libro según-:
do , en que trata do la que llama Analogía ,
es parte de la Gramática, y es la misma,
que otros llaman Etimología. A esta todos
los Gramáticos la reconocen por parte de Lt
(íramatica , como lo es : y algunos solo de
íjlla escriben,
entenderemos ni al mismo Gerardo Juan
Vosio , ni á los demás Autores clásicos,
por haberse q^uedado el del ArU del Ro-
mance Castellano muy zaguero en esta
doctrina. ¿ A qué viene aquella palabra
origen , diciendo , que es parte , ó libro
primero , que trata del origen , estados,
y perfección de la Lengua Española ?
¡ Rara difinicion ! Luego las demás par-
tes de la Gramática no tendrán estado,
ni perfección en la Lengua Castellana.
Quiere Dios que dichas quatro partes
están como deben estar , y asi se ve cla-
ramente que esta consequencia es falsa ,
como lo es su mala difinicion.
D. Juan. Ya siento haber puesto á
Vm. en este empeño , pues le veo de-
masiado fervoroso en el punto 'Analó-
gico , y Etymológico , con los demás.
D. Antonio. ¿No ha oido Vm. a-
qucl refrán que dice : Al homb e por la
palabra , / al buey por el cuerno^ pues asi
se sujeta a los dijs ? He ofrecido respon-
der á Vm. a este panto , para sacarle
del laberinto en oue dicese halla con-
fundido , y lleno de dudas,
D.
. D. Juan. Ese concepto siempre le
ha conservado Vm. y no puede perder-
le nunca , entre los buenos , y mejores
de esta clase.
D. Antonio. Vamos al punto de
la Analogía , que me pica de modo que
me rebienta. Pone por quinta parte de
la Gramática la Analogía , sin darla su
difinicion , que es lo primero que debió
enseñarnos. Pero como todo lo que con-
tiene su Arte dd Romance Castellano ,
es novedad , no me admiro que se le
olvidase.
D. Juan. Tampoco nos da las diíi-
niciones de las otras quatro partes de
la Gramática , siendo un requisito tan
necesario , que nos las dice qualquier
Gramático regular.
D. Antonio. Eso lo dará por su-
puesto , y entre todos de ordinario muy
sabido. Mas yo las difiniré , porque ur-
ge aqui la necesidad. Pregunta nuestra
Lcbrixa : (*) ¿Quántas son las partes
Y 2 pre-
(*) Lib. 3. cap. I. de Erotem.Grammat.
preceptivas de la Gramática ? Quatro.
Ortografhia , á la qual corresponde la
Letra. Prosodia , á quien corresponde la
Sylaba. Etimología , a que correspon-
de la Dicción. Syntaxis , a quien toca
la Construcción de las partes de la ora-
ción. Estas son las únicas partes en que
todos los mas doctos , y críticos Grama-
ticos Españoles , y estrangeros , la divi-
dieron ( excepto el Brócense , de quien
diremos adelante ) sin aplicarla la ben-
dita Analogía por otra quinta parte ,
porque no era necesaria.
D.Juan. DigameVm. alguno mas
que siga a Lehrija , para satisfacer mi
curiosidad , y la de muchos , que no los
conocen , y porque es muy justo que
sepa yo sus obras , ya que Vm. me ha
dado el cataloguito de sus nombres.
D. Antonio. Pues vaya en segun-
do lugar el Bachiller Francisco Táma-
ra con esta media octava rima :
Tam-
También quatro partes os quiero decir ,
Que son en esta Arte aquí declaradas :
La Letra, y la Sylaba^y partes contadas,
Y Ja djntaxis , que va á construir.
Juan Despauterio dice : Las partes
de la Gramática son quatro. Ortogra^
filia , que corresponde d la letra : Ety-
filología d la dicción : Syntaxis d la ora-
ción ; y Prosodia a la Sylaba. El Maes-
tro Barrientes , Abril, Alvarez , Perey-
ra , Barreto , Chorro , Contador de Ar-
gote , Torres , Segura , Vargas , Juan
de Malara ; y otros muchos que tra-
bajaron , y sudaron para publicar sus
Gramáticas , con aprovechamiento de
la Nación , siguieron en ellas la mis-
ma división que Lebrija , y Despau-
terio , sin andar con ambacrcs de ca-
pricho , alterando el buen método que
nos dexaron establecido por tantos años;
y de quienes han tomado casi todos los
estrangeros ; y si no véase á Guillelmo
Lilio , y á Juan de Susembroto Ingle-
ses.
Yj El
El Salamanticense Marcos Márquez
de Medina de Consuegra , nuestro coe-
táneo , en su Gramática en verso , ó
Luz Gramatical , impresa en Salaman-
ca el año de 1716 , explica muy bien
esta doctrina metódica.
La Gramática , que es arte
De bien hablar , y escribir ,
Tiene por fin la oración
Muy perfecta , y construir.
Divídese en quatro partes ,
Que son Etymologia ,
Syntaxis , y la Prosodia ,
Con la buena Ortographia,
Syntaxis de syn , y taxis
Se compone , y es dicción ,
Que en Latin constructio suena ,
Y en Romance construcción,
Y asi de todas las demás partes de
Ja Gramática , sin que se halle Gramáti-
co metódico que dé por quinta parte la
Analogía.
Para que concedamos al Autor Ja
dicha quinta parte , es preciso que la
Gra-
(5")
Gramática conste de otras ocho partes
mas de las cinco que enseña en su Arte
dd Romance Castellano. Estas son Thech*
nica , Histórica , Horistica , Especula-
ti va , Practica , Preceptiva , Crítica ,
y Exegetica , que son trece.
D. Juan. Para noticia de muchos
que ignoran esta doctrina , ya ha satisr
fecho Vm. mi curiosidad , en que me
dexa advertido , y enseñado.
Don Antonio. Vm , señor Don
Juan , parece que vive en Quacos , se-
gún las noticias que trahe. ¿Pues no co-
noce Vm. que todavia no hemos salido
de la dificultad y dudas que le metie-
ron en el laberinto ; ó tiene Vm. memo-
ria de gallo ?
D. Juan. No lo pienso asi , pues
me acuerdo de que Vm. me explicaba
el principal punto que dio motivo á
nuestra Conversación , que es el de la
Analogía,
D. Antonio. Esta Analogía la di-
iíne Gerardo Juan Vosio (*) diciendo...
Y 4 cum
(*) Tom. I. cap. i. pag. 369. de Arte
cum Analogía 'vocahuloriim discrimina
exfonat. Que la Analogía declara las di-
ferencias de los vocablos. Etymologia 'vo-
cum origines inquirat. Que la Etymolo-
gia busca , ó inquiere el origen de las
voces. Una busca , ó inquiere ; otra de-
clara. Esta es la diferencia que hallamos
en Vosio.
Lebrija (i) dice : analogía est di-
'versartim rerum jjroportio. Que es pro-
porción , ó conveniencia la Analogía,
Alexo Vanegas (2) dice : Analogía
€s una sciencia que mira d la ■proj.'Crcion
de las dicciones , no solamente en las desi-
nencias , y dexQs de la %oz : mas tam-
bién en las quantidades de las Tócales. Y
en la regla nona de la Etymclo¿ja , ái-
ce ; que es ima sciencia que tracta de la
'verdadera origen de las dicciones,
D.
Grammaticá. Analogías , & Etymclogise dif-
ferentia.
(i) In Dictlon.
(2) Tratado de Ortographia , impreso en
Toledo por Lázaro Salvago , en quarto ,
año de 1531 , pag. 18. mihi b. octava regla.
D. JuAiT. I Yo no se como no se
le seca á Vm. la boca , pues aun siquie-
ra no lo he visto escupir ! Descanse Vni.
por esta noche ; que mañana volveremos
á tratar de Analogía,
D. Antonio. Si a Vm. no le eus-
ta esta Conversación por las repeiiciones
que tiene , oyga Vm. mas ; que no son
las diez todavía , y aunque den las on-
ce , crea Vm. que de otras Tertulias se
irán mas tarde , en cuya despedida se
gasta otra horita con aquellas palabras ,
ó muletas , que reprehende nuestro Sa-
bio 'Quevedo , en su Cuento ds Cuentos ,
diciendo : Ahora bien. Señores, vatnos de
aqtn , que ya es hora , que se hace mala
obra , y querrán Vms. comer , cenar , y
descansar, Y como Vm. no es de esos,
me oirá con el gusto que siempre.
Vaya otro buen Autor de conocida
erudición , Benedicto Pcreyra , (*=) el
qual
(*) Arte de Gramática Lusitanico-Lati-
na. Lugduni 1672 , pag. 289 , num. 189 ,
Regla V. Pro Analogía , et Esymologia,
vcl orií^ine dictionum.
(J24)
qual dice : Esta regla tiene dos partes^
una de Analogía , que es conveniencia ,
^froforcion de las dicciones : otra es de
Etymologia , ii origen de ¡as mismas dic-
ciones : y ambas participan de uno y otro
lugar reciproco en las lenguas Castella-
na , Latina , ;' Portuguesa : v. g. de la
Analogía decimos de vestir vestido : de
gemir gemido , siguiendo siempre la re-
gularidad de las palabras sin perder sy-
lab a ni letra. La Etymologia es aquella
d quien debemos seguir siempre por la
raiz o fuente , para sacar su recta lo^
cucion , o escritura : v. g. del werbo leer
sale lección : de oir sale oido , y Oydor.
Tsíosotros debemos hablar , y escribir ar^
reglados según la composición , / origen de
nuestras dicciones , b palabras : de mo^
do que siempre 'vuelvan las dicciones d
su origen primitivo,
D. Juan. Me parece , Señor Don
Antonio , que dexa Vm. probado bas-
tantemente , con Autores clasicos , que
la Analogia no es parte quinta de Ja
Gramática , como la pone el Autor en
su ^rte del Romance Castellano.
D.
(5H)
D. Antonio. Perdone Vm. Señor
D. Juan , que todavía faltan mas prue-
bas , y otras diíiniciones , porque de es-
ta materia hallará Vm. poco escrito en
nuestros famosos Autores Castellanos;
y es preciso informar á Vm. con mas
extensión sobre este punto Analógico ,
ya que nos hemos metido en esta Con-
versación , y dado lugar a ella el ben-
dito Autor del Arte del Romance Caste-
llano.
He dicho a Vm. que, para que con-
cedamos al Autor por quinta parte de
la Gramática la Analogía , es preciso
que nos conceda otras ocho partes mas,'
que son :
Te clínica , ó metódica:
Histórica,
Horistica.
Especulativa.
Practica.
Preceptiva , ó doctrinal.
Critica.
Y Exeg ética.
Que con la Ortographia,
Ana-
Analogía,
Etjmo logia,
Syntaxis.
Y Prosodia ; son trece partes divisivas-
de la Gramática ; y pusiéramos otras
irias , si no fuera por huir de la confu-
sión. Las difiniciones de cada una nos
sacarán de las dudas en que Vm. se ha-
lla tan ofuscado.
Don Juan. ¿ Pues no ha difinida
Vm. ya las mas esenciales , y propias de
este Arte , y aun algunas mas , que ig-
norábamos , por necesarias en ella ?
D. Antonio. Es verdad ; mas es
preciso dar razón de las otras que que-
dan apuntadas , y ofrecidas. Ya sabe
Vm. la variedad de opiniones que hay,
y ha habido entre los Autores antiguos
y modernos sobre el referido numero de
las partes de la Gramática , como en el
de las de la Oración.
D. Juan. Pues acabe Vm. con ello,
si es posible ; que aunque es pesada la
materia , tendré mucho gusto en oiría ,
y mucho mas por ser de un asunto tan
poco trillado entre nuestros Autores ^
como Vm. dice. D.
D. Antonio. Yo lo hago por cum-
plir á Vm. la palabra , y dedicar al pu-
blico esta doctrina , si la acetare.
Sabe Vra. muy bien que la Grama-
tica en común se divide en las ya dichas
quatro partes , que son Etimología , Sin-
taxis , Prosodia , y Ortographia , en las
quales la dividieron casi todo.; los Gramá-
ticos antiguos, y modernos. Y sabe Vm.
tambieía que esta misma se divide en
metódica , preceptiva , histórica , horis-
tica , te clínica , ex eg ética , critica , espe-
culativa , ;' practica ; y con la Analogia
que pega cí Autor á su Arte del Ro-
mance Castellano , sacamos trece partes
divisivas de la Gramática en cumun ,
que es la docena del Frayle , y son :
Metódica , porque contiene el méto-
do de enseñar.
Preceptiva , en quanto da precep-
tos , y reglas por el Arte.
Horistica ( que es lo mismo quey?-
nitiva) se llama , porque diíiae , y ¿.x
difiniciones á las otras.
Technica , porque coincide con la ar-
tificial , que vieoe de la palabra Griega
tcch-
teclim , que significa arte.
Histórica es la que se emplea en re-
ferir los Autores.
Exegética , ó explicativa es la que
además de hacer enumeración de los Au-
tores , interpreta sus escritos , y trata de
las significaciones de las voces.
La Critica es la que hace juicio , y
emienda las obras de los Autores.
La Esf^culativa es la que considera
las reglas y preceptos en si mismos.
La Practica es la que pone estas re-
glas en exercicio.
D. Juan. ; Terrible algaravia de co-
sas raras se halla en la Gramática , si
se ha de saber toda perfectamente ! ¡ yo
hasta ahora no habia oido tales divi-
siones gramaticales , y me admiro que
las mantenga Vm. en su memoria con
tanta firmeza , y tenacidad !
D. Antonio. Pues sepa Vm. señor
Don Juan , que toda esta que Vm. lla-
ma algaravia , es doctrina tomada de
los Erotemas de nuestro Antonio d-j Le^
hrixa , por el critico Gerardo Juan Vo-
sio , quien ao le cita en parte alguna
(se-
(J29)
( será por desgracia de Autor Andaluz )
variando su critica por los demás Gra
maticos antiguos , como Quintiliano ,
Prisciano , Diomedes , Donato , AlcuinOy
y otros. Y para que Vm. vea la prueba
de toda esta enseñanza , lea al mismo
Lebrixa , (i) y hallará poco mas ó me-
nos , que es la propia que trahe Vo-
sio. (2) Partes ejiís pkrique faciunt duas,
methodicen seu hor'uticsn , et historicen
seu exegeticen , &c.
Don Juan. ¿ Qué me las vuelve
Vm. a encaxar en Latin ? Bueno será
sufrirlas en nuestra lengua Castellana ,
que es en la que mejor se explican los
conceptos , y oraciones.
D. Antonio. Bien está. Pero de-
be Vm. saber que muchos gustan de ver
Jos textos en la lengua , que se escri-
bieron ; y aunque bastan las citas que
apuntamos , no todos tienen estos libros,
por
(i) Cap. I. de Erotemat. Grammat. fol.
45. apud iiiclytam Granatain , anno 15^0.
(2) Lib. I. de Arte Graniat. Cap. IV.
fol. 13.
por ser raros. Mas se lo diré á Vm. en
Castellano , pues asi me lo pide.
Dice , pues , Vosio en el lugar ci-
tado : y> Los mas dividen la Gramática
f en dos partes , metódica , ú horistica ,
•> y histérica o exegética. La metódica y
> quieren que consista en los preceptos
f del Arte ; y la exegética , en la inteli-
> gencia , y relación de los Autores. . .
í En quanto á la primera parte nos con-
? formamos enteramente con su sentir ;
> pues bien claro está que ella se llama
> asi , porque contiene el método , esto
í es , el camino ó razón de enseñar ,
í como Teodoro traduxo esta voz me-
í thodon. Es a saber , trata como del
í cuerpo , y propiedades del lenguage,
> y explica el Arte con difiniciones , di-
> visiones , y reglas De modo , pues ,
•> que del método se llama metódica , asi
í de las difiniciones le viene el nombre
> de horistica , que es lo mismo que <i/-
'ijiniíiva ; y de los preceptos del Arte,
1 el de te chuica , esto es artificial.
Ibid. cap. V. yt Alteram Gramma-
>í tices fartcm vocanl: exegetícen Del his-
-i'itO'
9'> tomen ; ac exegeticen quídam dixere
51 quía in scriptorum interp'etatione 'vcr^
5? setur.yt
D. Juan. Parece que se le olvida
á Vm. el Castellano , embocándome o-
tra vez esos terminazos Griegos , que
jamás me los explicaron en las Aulas.
Prosígalos Vm. en nuestro idioma , que
aun asi puede ser que no se entiendan
todos , por ser tan Griegos como ellos
significan ; y no me meta Vm. en mas
greguerias. ^;;ijp íí : * bn t<
D, Antonio. Astlo haré por' dar
á Vm. este gusto , ó no disgustarle con
lo que no le agrada. Quiere decir Vo-
sio en el lugar citado , que n a la otra
>i parte de la Gramática llaman exege-
5> tica ó histórica : el nombre de exege-
51 tica se lo han dado algunos , porque
9> se emplea en la interpretación de los
ií Escritores ; y el de histórica , porque
3í para la enumeración de los Autores ,
)i que la histórica promete , es necesa-
í> rio el conocimiento de la historia , ya
5í fabulosa , ya verdadera , como tam-
il bien la noticia de los lugares, n
Z Ni'
TSÍimís } contrario coarctant qui
solam methodicen agnoscunt , &c. Di-
ce : 9> Al contrario , la estrechan de-
5í masiado los que solo admiten por
»> Gramática la metódka ; porque para
jí hablar bien , no solo es menester ob-
j> servar las reglas , sino que también
?í se necesita saber la significación de
59 las voces. Por lo qual establecemos
» dos partes de la Gramática las mis-
}> mas en nombre , pero en diverso sen-
•)•> tido : una que , como hemos dicho ,
9j explica los preceptos del Arte : otra
)í que refiere las significaciones de las vo-
5? ees. n
D. Juan. Yo no se donde va Vm.
á parar con esta conversación tan larga,
que parece que está Vm. explicando de
extraordinario al poste de Escuelas me-
nores de la Universidad.
D. Antonio. Oyga Vm. y teng^
paciencia ; que por poco mas , no he-
mos de dexar pendiente una materia
tan gustosa , como erudita. ¿ No ve
Vm. que es de uij Autor de los mas
críticos y famosos que produxo el si-
glo
1335)^
glo pasado ? Ahora verá Vm. la conclu-
sión , y saldrá del laberinto en que se
halla metido.
El mismo Vosio ( * ) prosigue di-
ciendo ;
Porro tam ISÍaturaUs quam propria
Methodke quatuor partibtis constat : Or-
thoepia , Prosodia , Analogia , et Syn-
taxis. Quarum prima est de literts , aU
tera de syllabis , tertia de vúcihus singu-^
lis , quarta de vocum strttctura , sive de
or añone , &c.
Ahora se lo diré á Vm. en nuestro
vulgar Castellano (porque parece que se
le ha olvidado el Latin , y Griego ) pa-
ra que lo entienda , y se le quite ese
ceño , y mala cara que Vm. me pone ;
y debe de ser porque este Latin está re-
vuelto con Griego.
íí A la verdad ( dice Vosio ) la Md-
?í todlca , asi la natural como la propia,
ií consta de quatro partes : es á saber ,
n Ortoepia ( cuidado con esta parte , que
Z 2 ')'i es
(*) Lib. I. de Arte Grainmatica , Cap.
VIL
, . (^54)
j> es la misma que la Ortología ) Proso-
9> dia , Analogía , y Syntaxis. De las
9> qiiales la primera trata de las letras, la
>í otra de las sylabas , la tercera de las
5> voces separadamente , y la quarta de
5> la composición de las voces , ó de la
)í oración, i?
La misma parte de Gramática , que
otros Autores llaman Etymologia , es la
que Vosio llama Analogía. Y asi la po-
ne y pero la da otro nombre. Esto su-
puesto , prosigue diciendo :
M No ignoro que algunos la dividen
>> en dos partes : una que trata de las
í> voces separadamente ; otra , de ellas
5> juntas. Pero estos mismos vuelven á
» distribuir la primera en una que ha-
5> ble de las partes de las voces , y otra
5> que considere las voces enteras. La ,
5> que mira las partes de las voces , la
5> dividen en una que trate de las letras,
í> y otra de las sylabas. De manera que
j> asi son necesarias tres divisiones. Los
>7 antiguos , pues , por escusar las dos ,
j5 prefirieron la de quatro miembros , ó
?7 partes. Pero yo coa nadie tendré dis-
n cor-
» cordia sobre esta división , siendo cier-*
yt to, que todas van á parar en una. Exa-
)> minemos la materia. La Ortoepa tra-
M ta de la recta pronunciación de las le-
9> tras , y al mismo tiempo enseña á es-
n cribir con rectitud , de donde , por
?i otro nombre, se Ihmz O rtograjjJiia, Es
?> a saber , asi como entre los Retóricos
>> la ultima parte del Arre se llama ya
yy pronunciación , ya acción ; porque di-
yy rige la voz y los movimientos del
>í cuerpo : de la misma manera á la pri-
»> mera parte de la Metódica unas veces
II se le da el nombre de Ortospia , otras
ií el de Ortographia , porque enseña el
ji recto modo de pronunciar , y la rec-
j9 ta razón de escribir. Pero principal-
j-» mente se ha de llamar Ortoepía , pur-
>> que el hablar es primero que el escri-
bí bir , siendo la escritura accidente de
5í las palabras , y ^e toda la erudición;
?^ ni el fin de escribir libros es otro que
?> precaver el olvido , como dice Platón
ty in Phedro. 11
D. Juan. Muy a la larga lo lleva
Vm. señor Don Antonio ; y yo para mi
Zj en-
(556)
entiendo que esta doctrina de Vosio se
parece mucho á la del Autor del Arta
del Romance Castellano ; que una y otra
tienen bastante confusión , para enseñar
con claridad y pureza niños , y mucha-
chos. Y porque , según se vé, Vosio po-
ne las quatro partes de la Gram.atica de
distinto modo que los demás Autores ,
pues dice que son Ortoepía , Prosodia ,
analogía , y Syntaxis : por eso el Autor
del Arte del Romance Castellano metió
por cuña el tratado , ó disertación del o-
rigen y formación de la lengua Caste-
llana a revueltas de la Analogía. ¿ No
lo ce noce Vm ?
D. Antonio. Es que , como Vm.
no está hecho a bragas ... Si Vm. hi-
ciera alto en uno y otro Autor , cote-
jando sus doctrinas , y modos de opinar,
conoceria los pecados de ambos. El Au-
tor ¿q[ Arte del Romance Castellano di-
ce , que la Analogía es quinta parte de
Ja Gramática ( como queda dicho. ) Vo-^
sío ks viene á reducir á quatro ; y to-
do es bulla, quando no sea ojarasca.
Ortoepía no es Ortograpliía formal , y
directa , sino un ramo indispensable , y
natural de eJJa , que llaman los Griegos
por otro nombre Orthologia , que quiere
decir forma , ó disposición de buena bo-
ca , y lengua ; ó ssa buena y limpia pro-
nunciación , para hablar y leer perfecta-
mente. Y asi la llamaron Informatia in-
fantiae (*) que de no saberse vemos que
se quedan muchos toda la vida balbu-
cientes y tartamudos.
D. Juan. Pues yo conozco algunos
que hacen gala de ese sambenito , mu-
dando en la pronunciación unas letras en
otras : V. g. dicen sumo por zumo : casa
por caza ; y al contrario, teniéndolo por
gracia, y mucho gusto ; sin advertir que
no saben lo que hablan , ni lo que di-
cen. Y me alegrara , señor Don Anto-
nio , que hubiera algunas reglas que e-
mendaran este vicio , que es defecto muy
visible en personas de buena crianza.
Z4 D.
(*) Miguel Sebastian , Presbytero , de
Orthograph. y Ortholog. en Zaragoza , año
de lóic;.
(5J8)
D. Antonio. Vm. dice muy bien;
pero lo hallo irremediable , porque los
Maestros , y demás personas que hacen
el oficio de enseñar á los niños , quando
empiezan á pronunciar y leer , los de-
xan con los vicios de su mala pronun-
ciación , porque ellos ignoran la buena
y delicada Orthologia ; esto es , formar-
les bien la boca , y lengua , que por tan
tiernos la tienen trabada , y no sueltos
los ligamentos para declarar bien los vo-
cablos.
En quanto á reglas que quiten esos
vicios , hay muchas , y dieramos las su-
ficientes á fin de lograr buenos efec-
tos. ¿ Mas quien las ha de practicar , que
no le parezca ridiculez , ó nueva inven-
ción , como la Analogía del Autor del
Arte del Romance Castellano , porque no
está en uso entre los Gramáticos pre-
ceptivos?
; D. Juan. A^ lo menos diganos Vm.
algunas , siquiera porque no carezcamos
de unos principios que absolutamente
son el fundamento de la primera ense-
ñanza de los niños.
D.
^ (559) .
D. Antonio. Ya dixe á Vm. que
lo tendrán por cosa ridicula , á no ser
. que algún Maestro de suma paciencia
quiera hacer ese sacrificio a Dios , y á
la infancia por caridad. No hay duda de
que los Griegos exercitaron en sus hijos
el uso de la Orthologia. Esto es , que a-
quellos Maestros figuraban primero con
la boca las letras , prefiriéndolas con
fuerza : primero las vocales , y después
las consonantes , semivocales , mudas ,
liquidas , y diphongos , quedándose con
la boca abierta en cada una , y viendo
la fiorura el niño hacia lo mismo. Y luC'
go se las enseñaba pintadas en un papel,
con que al paso que veia la figura pin-
tada , y pronunciada fuerte , ó suave>-
mente según la fuerza de la letra , la a*
prendía a un tiempo por la figura de la
boca , letra , y pronunciación. Y de este
modo los enseñaban a pronunciar syla-
bas blandas , duras , y fuertes. Asi creo
que enseñaban los Maestros en tiempo
¿é\ Señor Carlos Quinto según parece de
la Cartilla impresa el año de 1542 , y
pondré un exemplo por mera curiosi-
dad ;
(54o) ,
dad ; y es el que se sigue :
O^/Zgados por hablar ,
á úmcbla , y muerte csiram^
qual razón os da lugar,
que quebréis en i?/^^ femar,
vuesrr¿3! sucia é torpe saña.
blandura de tal sentir,
os lleve con los áhblos,
porque no seays morir,
y cxcmflo para decir,
contra Dios tales vocaWoi*.
Y asi de todas las demás combina-
ciones , hasta llegar á la ultima perfec-
ción de la prolacion de las letras , syla-
bas , y dicciones , á lo que llamaron Or-
thokgia , que es formación de buena^
boca , y lengua , como queda referido.
D. Juan, Mucho trabajo tendrían
los G riegos en ese modo de enseñar , del
que se deducen tres actos á un mismo
tiempo , que son ; figurar la boca , pro-
nunciar la letra , y demostrarla pinta-
da ; y de ese modo pronunciarian per-
fectamente , sin peligro de quedar tar-
ta-
C740
tamudos , ó balbucientes , no siendo porf
enfermedad , ó impedimento natural.
D. Antonio. Es muy cierto eso ,
y á costa del mismo trabajo cogian des-
pués el sazonado fruto de aquella proli-
xa enseñanza. Mas para que Vm. se
instruya , y sepa que hasta en esta ma-
teria no se han descuidado los críticos en
la distinción que hicieron de los Gra^
maticos , y Gramatistas , le diré ahora
lo que nos dexó escrito el Sabio Gaspar
Scioppio. (*)
De Orthoejjeja Ungiiariim quae muí-
tis jam s^ culis in tini es se d:sierimt , va-
ni ac propemodum irriti laboris est qiíic-
qiiam 'velle praecipere , cum nisi de suspi-
done rpíx qtiicquam in médium afferri
qiieat , &c.
D. Juan. Dígamelo Vm. en vul-
gar Castellano.
i). Antonio. Asi lo haré para que
Vm. lo entienda. Dice Scioppio : Que-
rer dar reglas sobre la Ortoe^eya de a-
que-
(*) In Annotation. Instltutlon. Gramm.
pag. loi.
fuellas knguas , que ya hace mudios si'
glos que dexaron de usarse , es trahaxo
vano , y casi perdido , ^ues abenas se
jjuede decir cosa alguna , sino for conje-
turas , y sospechas. Y lo demás véalo
Vm. en el lugar citado.
D. Juan. Por eso en nuestros tiem-
pos no se repara en nuestra Orthologia, u
Ortoepeya ( que asi también la llama-
ban , aunque con dos significados , que
diremos adelante ) que siendo mala , va-
ría muchas veces el sentido de lo que
se quiere expresar , con risa de los que
la oyen ; y algunas veces puede causar
perjuicio en los escritos.
D. Antonio. Es evidente , porque
una cosa es Asa , y otra Aza : una co-
sa es Mancilla , y otra Mansilla^
D. Juan. No se canse Vm. en es-
to , porque el erudito Don Salvador
Mañér (*) nos dice eso mismo , y aña-
de una lista de voces , que significan
dos cosas diferentes , para desengaño de
los
(*) En su Ortographia , pag. 147.
(54J)
los que, ó por mala Orthologia , ó por a-
fectacion abusan de la C , de la S , y de
laZ.
D. Antonio. Muchas veces es bu-
fonada el cecear , y otras suele ser ma-
la costumbre ; pero de qualquier modo
que sea , es cosa ridicula el trocar las
letras , y vicio contra la buena Ortholo-
gia , ó pronunciación.
D. Juan. Yo se lo confirmo á.Vm.
y por cierto que me acuerdo ahora de
una Satyrilla graciosa , que se halla en
la Primavera ^ y Flor de Romances , que
dice :
A barbado Ceceoso
Le hiciera poner basquina ;
Que si un lanudo cecea ,
I Qué hará Doña Catalina ? .
Pero volviendo al asunto , digo con
el citado Mañér , que no es tolerable dar
el oficio de la C á la S , y al contrario el
de la S á la C ; porque no solo es de-
fecto conocido, faltando á la propiedad ,
sino que también en muchas dicciones
re-
(544)
resulta una alteración tal como variarse
el sentido , con grave perjuicio de lo
que se pretende decir ; para cuya de-
mostración , y que al aficionado le sir-
va de algún modo de resguardo , dare-
mos fin al Alphabeto con los siguientes
exemplares.
Zumo por lo que se exprime.
Sumo por lo eminente.
Mancilla por el descaecimiento.
Mansilla por la Villa de este, nom-
bre.
Abrazo por afecto , y cariño.
Abraso por quemar.
Baza por la Ciudad.
Basa por la de la columna , y otras
cosas.
Moza por la Sirviente.
Mosa por el Rio de Fiandes.
Asia respecto del sitio , ó lugar.
Ana por una de las partes del
Mundo.
JB^aza por la casta , ó descendencia.
Kasa por cosa igual,
Kiza por el estrago.
(345) .
Risa por el que se ríe.
Loza por h de Talavera.
Losa por el sepulcro*
Taza por la escudilla.
Tasa por lo tasado.
uizar por la desgracia.
^j-¿7r por el asado.
Maza por el que macea.
Masa por la de harina , y otras co-
sas.
Pozo por el del agua.
Poso por el que se va al fondo de
ella.
Muza por el Moro.
Musa por una de las nueve.
D. Antonio. Añada Vm. á esta
lista otra que trahe el mismo Mañér en
la pagina i2j.
Consejo por el del Rey.
Concejo por el del Pueblo.
Senador por Dignidad.
oenauur pui i-/igiiiuau.
Cenador por el Cenáculo,
5^y;¿í por saber.
Ce£a por la de la viña.
Se^
(J46)
Sera por el canasto.
Cei-a por la de la colmena.
Segar por la siega del trigo.
Cegar por perder la vista.
Sierra por la del instrumento , y el
monte.
Cierra por cerrar lo abierto.
Siento por el sentir.
Ciento por el centenar.
Sirio por el nacido en Siria.
^ Cirio por el que arde , y otros, infi-
nitos.
Siró el de Siria.,
Ciro un Rey,
D. JuAíT. Pase Vm. adelante , por-
que es nunca acabar ; y al curioso , y
aficionado le ocurrirán infinitos mas ,
en la varia lección de los libros.
Y ya que Vm. ha explicado lo que
siente de la dicha quinta p?.rte , ó Ana-
logía del erudito Gerardo Juan Vosío,
mire Vm. si tiene algún compañero de
su clase , que confirme , y autorice esta
misma doctrina.
D. Anxokíq. Si Vm. lo ha por
cu-
(347)
curiosidad , ó por prueba , le da/é otro
que vale por ciento , y que si no es tan
grande como Vosio , los eruditos le pe-
sarán por escrúpulos, y dirán : ¿ Qué tan-
to pesa Gaspar Scioppio ? Este Autor
critico de los críticos pregunta : (*)
I Quántos son los instrumentos de la
Gramática ?
Quatro.
1. Ortoepeya , que da reglas para la
recta pronunciación de las letras.
2. Prosodia , que da reglas para sa-
ber la quantldad de las sylabas.
j. Etymologia , que da conocimien-
to de cada una de las voces , de sus par-
tes , y accidentes ; esto es , de los géne-
ros de los Nombres, y sus declinaciones,
como de las conjugaciones de los Ver-
bos , &c.
4. Syntaxis , que da reglas para en-
tender la composición , y construcción
de las partes de la oración.
D. Juan. Pues con Scioppio cerró
Aa Vm.
(*) In^tltution. Grammat. Amstelodami
1664, pag. 2.
(J48)
Vm. el argumento , y la conclusión del
verdadero numero de las quatro partes
legitimas , que todos los Gramáticos
han enseñado , sin que venga ahora el
Autor del Arte del Romance Castellano
á darnos otras reglas por quintas partes ,
como si fueran ganancias de Mercade-
res. Y doy á Vm. las gracias porque no
me las ha embocado en Latín , que es
una repetición Gerundiana , que á ve-
ces enoja á los oyentes.
D. Antonio. Ya he prevenido a
Vm. que son muy precisos los textos de
donde se toman las doctrinas ; que por
no haberlo hecho el Autor del Arte del
J^omance Castellano , ha caido en el la-
zo tantas veces. Y aunque en este traba-
jo han incurrido hombres doctos , los han
castigado después los criticos , cogiéndo-
los con los hurtos en las manos , y que-
dando hechos unos monos. Y para que
Vm. sepa el mal trato que llevaron al-
gunos , lea Vm. á Laurencio Valla , (*)
que
(*) Elegant. Ilng. Latín. in^Aatonium
Raudensem. fol. mihi 170. Lugduni 1529 en
quarto , Martiani Cajpellafurta.
(J49)
que dice contra los hurtos de Marciano
Capella, y otros estas dulces palabras.... -
Et ciim hac dicas , futabo te -post Cice-
ronem , Quintilianumque de arte oratoria
j)r¿€cifere : nam Consultus , ac Martia-
ñus Cabella , et quídam alii de arte hac
fr acepta h¿^c dant , sed ■plurima ex Qiiin-
tiliano ad verbum sumj)ta , qimm tamen
de tilo d quo furantur , mentionem nonfa-
ciant : homines Ímprobos , planeque inge-
nio mísero acfuraci , &c. Que vuelto á
nuestro Castellano quiere decir
)> Y diciendo tu estas cosas , creeré
5í que quieres hacer de Maestro en el ar-
jí te oratoria, como lo han sido Cicerón,
5íy Quintiliano ; porque Consulto, y
9> Marciano Capella , y algunos otros
í> prescriben reglas en este arte, pero las
jí mas son tomadas á la letra de Quiñ-
is tiliano , sin hacer mención de aquel ,
íí a quien se las robaron : hombres cierta-
5> mente viles , y de ingenio ratero , y
9í miserable. >»
D. Juan. ; Válgate la trampa , y
qué antiguo es el arte de hurtar ! Pero
Vm. señor Don Antonio , también lo
Aa 2 to-
(550) ^
toma de los Autores , sin apartarse de
las repeticioms Gerundianas con su La-
tín y Romance , al uso del tiempo de
las calzas atacadas.
D. Antonio. Si señor , que yo no
nací enseñado ; pero he leido que el arte
de hurtar es muy antigua , tanto como
la malicia de los hombres. Pero no ra-
piño las doctrinas de los Autores , que
las declaro con su pelo , y su lana , po-
niéndolos de cuerpo presente. Y haga-
las Vm. mas merced a las que llama ;v-
feticiones Gerundianas , porque importa
mucho saberlas en ambas lenguas , y
aunque á Vm. le enfade la Latina , to-
davía tiene que sufrir algo mas , porque
está el rabo por desollar.
D. Juan. ¿Pues no dexa Vm. bien
probada con Scioppio la legitimidad de
las quatro partes que hasta aqui han en-
señado todos ( como este Autor critico
las enseña ) sin acordarse de la Analo-
gía ni del Analogio ?
D. Antonio. Ahí finca el punto;
y con todo eso habrá rebeldes , y contu-
maces , que á fuerza de su capricho ma-
ci-
cízo clenendan lo contrario. Mas para
corroborar la doctrina del mismo Gas-
par Scioppio (*) ( aunque Vm. rechi-
ne , ó rebiente ) oygale eu buen Latín,
y buena Critica :
)> Instrumenta porro ornnhio sunt
j^qtiatüor; quorum j)rimi usus est in lU
5> terarum pronunciatione , quam 'veteres
5í Ortoepejam vocahant : alte7'um in sylla-
>í bariim modulatione occupatur , dicitur-
)T que Prosodia : tertium Etymologia i;o-
?> cis partes , JSÍomen puta , Verbum ,
5í Participturd, et P articulas , eorumquc
)> accidentia , ut casus , gensra , species,
9y personas , et témpora exsequitur : pos-
j> tremum Syntaxis circa vocum intcr se
)i compositionem 'versatur.f'^ Que en nues-
tro vulgar quiere decir ;
9-) Los instrumentos á la verdad , en
j> todos son quatro ; el primero de los
>í quales se usa en la pronunciación de
)í las letras , que los antiguos llamaban
>> Ortoepeya : el otro se ocupa en la a-
Aa j „cen-
(*) Institut. Gramni. Latín, pag. loi.
ií centuacíon de las sylabas , y se nom-
)í bra Prosodia : el tercero , que es la
j> Etymologia , considera las partes , ó
,, miembros de la voz ; esto es , el Aom-
i,bre , el Verbo , el Participo , y las
„ Partículas , y los accidentes de todos
,, estos , como son casos , géneros , es-
,,fecies ^ personas , y tiempos : el ulti-
,, mo , que se llama Syntaxis , se em-
-,,pléa en la composición de las voces en-
„ tre si. „
D. Juan. Con los Autores Vosio ,
y Scioppio , y los demás citados pode-
mos cerrar la Conversación , si a Vm.
le parece , porque es imposible se halle
mas que decir acerca de la división de
las partes de la Gramática , a no ser
que Vm. quiera volver a adelgazar mas
la hilaza , que dexa hecha , para pu-
rificar la trama de esta tela.
D. Ant. Amigo , quanto mas gran-
de es el cargo , tanto mas justa debe ser
la satisfacción de la data ; y asi , todavia
pide mas satisfacción el agravio , para
desengañar de sus errores al Autor ó in-
ventor ád Arte del Romance Castellano,
Y
Y SI no se desengañare , o desistiere á
vista de tantas verdades , le diremos,
que coa su pan se coma su doctrina , y
manteca se le vuelva.
D. Juan. En eso hará lo que qui-
siere. Pero dexa Vm. pendiente no sé
qué declaración de un pasage de las qua-
tro partes , ó divisiones de la Gramáti-
ca , y los requisitos necesarios para ser
Gramático perfecto , en que dixo Vm.
que esta era la opinión común de todos
los Gramáticos , excepto el Brócense , de
quien diria Vm. adelante,
D. Antonio. Tiene Vm. razón ;
pero no le tenia olvidado , porque me-
rece mucho el Brócense, Este famoso y
docto critico no quiso tomar partido en
la división de las partes de la Gramáti-
ca. Hemos procurado averiguar qué ra-
zón tuvo para ello , quando los Autores
de su tiempo , y de antes de él , la di-
vidieron en las dichas quatro partes ; y
hallamos que dice ; (*) Grammatica est
Aa 4 ars
(*) En su Minerva Lib. I. Cap. 2.
drs recte loquendí , cujus Jinis est con-
gruens oratio. Y no disiente de esta o-
pinion el docto Francisco Támara , (^ue
dice : (*)
Es el intento de la profesión
De nuestra Gramática bien entender
La lengua Latina , y en esta saber
Hablar congruamente , y sin dilación.
Y guardar también la pronunciación ,
Porque esta asimismo mucho floresce ,
Y aquel que de aquesta en algo caresce
Por cierto no dice buena lección.
Vaya Vm. con cuidado , señor D,
Juan , sobre la doctrina de nuestro Bró-
cense , porque su Minerva ( que cita el
Autor del Arte del Romance Castellano )
explicada por varones mu)^ doctos , mas
es Filosófica , que Gramática , y no la
entienden todos ; a lo menos este que lo
es del Arte del Romance Castellano pa -
rece que no leyó en el Lib. L Cap. 2.
en que dice asi : Quo-
(*) Gramática en verso Castellano en la
tercera Octava.
Qüoniítm res , de qua agtmus , ratio-
tie primwn , deittde testimonijs , et usii
est comprohanda , fiemo mírari dcbet , si
magnos interdum viros non seqnamur ;
nam quantacunque authoritate mihi Grarrir
tnaticus polleat , nisi ratione , proposids-
que exemplis , quod dixerit , ccnjirynave-
rh , nuUam in re praesertim Graramatica
Jidemfaciet. Que en substancia dice en
Castellano , que se debe probar y con-
firmar con razones , y autoridades lo
que en la Gramática se dixere , ó ense-
ñare ; y que asi nadie debe estrañar que
algunas veces no siga el parecer , ó sen-
tencia de varones doctos. Y añade , que
no debe causar novedad , si no asiente á
Jo que Qutntiliano dice , porque a cada
Autor solo se le ha de creer lo que Ucr
gáre a probar. Confírmalo con aquella
autoridad de Séneca , (*) que dice que
los Gramáticos no son inventores , sino
guardas , ó depositarios de las voces.
IVo7i stimiis inventores vocum , sed disto-
des earu7n. D.
(*) lib. XV. Epist. 96.
(55.6)
D. Juan. Terrible cuña ha metido
Vm. al Autor del Arte del Romance
Castellano ; que no es de menos peso el
Brócense que los dos pardales Vosio , y
Scwfj?io,
D. Antonio. ¿ Cómo ha de ser es-
to , si nos quiere encaxar la Analogía
por quinta parte , sin mas autoridad que
la suya ? ¿ No le hemos de dar regla pa-
ra su corrección ? Y todavia es menester
darle mas cordelejo. Que lea á Mario
Victorino , Lib. I. y verá como dice
que : Grammatic¿€ praecijma oficia sunt
quatuor : scribere , legere , intelligere , et
frotare.
Para prueba de esta doctrina , y
quanto se debe huir de la algaravia del
Arte del Romance Castellano , y de su
rara confusión , asi de notas , y adver-
tencias , como de Autores fuera de tiem-
po , y sin venir al caso , vea en el Bró-
cense (*) como coarta la perfección de
la Gramática al uso de las voces , aun-
que
(*) En su Minerva Lib. I. Cap. 17.
que se Ignoren los significados ; Signifi ca-
tiones 'vero Adverbiorum enumerare ma-
gis Pililo wj)hi est quam Grammatici; quia
Grammatici miiniis non est (teste Varro-
ne) ruocum signjicationes indagare ^sed ea-
rum lisiim. De modo que ai Gramático
aun para ser en su arte perfecto no le to-
ca inda gar,ó escudriñar las significaciones
de tal verbo , nombre , ó adverbio ; sino
observar, que los Autores usaron tal nom-
bre con tal caso , y tal verbo con tal
voz , ó con tal régimen , y otras cosas
puramente Gramáticas. Y esto lo repite
al cap. 18. siguiente , hablando de las
Conjunciones , cuyos significados , dice,
no pertenecen al Gramático , sino al
Filosofo. Cofijtinctiojíum oficia distingue-
re , 'veluti diximus de Adverbio , Gram-
matici munus non est ; nam si ad Grarn-
maticam spectes , omnes sunt conpnctio-
nes ; td est , omnes conjungunt , etiamsi
videantur disjungere , &c. Luego para
ser Gramático perfecto , según el Bró-
cense por un lado , y por otro el Autor
del Arte del Romance Castellano , no es
necesario saber mas de las partes de la
ora-
oración , y de la Gramática , que es co-
mo las usaron los Autores.
En esto se contradice el Brócense,
Para ser perfecto Gramático basta saber
las partes de la oración , aunque se ig-
noren sus significados ; quia Gratpjnatú
ci munus non est wocum signifi cationes in-
dagare. Esta es doctrina del Brócense en
el lugar citado; pero en el Lib. I. cap.i.
dice , que necesita el Gramático darse
todo a la contemplación , é inquisición
de causas , y razones , para no ir á cie-
gas en su arte. Itaque nisi te totum in-
quisitioni tradideris, nisi artis tiiae, qtianí
iradas , caiissas , rationesque probé fue-
ris perscrutatus , crede te alienis oculis
*üidere , alienis que auribus audire. Lue-
go para saber Gram.atica con perfección
no basta notar el uso de los Autores , si,
las razones , y causas que tuvieron para-
usar asi, ó de otro modo las partes , tan-
to de la Gramática , como las de la ora-
ción , sus construcciones y frases 5 que es
contra el Brócense mismo.
D. Juan. Muy serio le veo á Vm.
metido en esta materia. Bien dixo Vm.
q^uc
(359)
que la Minerva dtl Brócense es mas Fi-
losófica , que Gramática ; y lo manifies-
ta esta contradicción del mismo , y pide
explicación clara , y distinta. Yo no ha-
bia oido que la Minerva era Gramática
fhilosofhtca , ó metaphisica.
D. Antonio. Dexarémos la expli-
cación de estas contradicciones al Autor
del Arte del Romance Castellano , como
aquello de i qué es quisicosa ? por-
que esta materia es tan difusa que pedia
otra Conversación , ó Disertación , que
omitimos para otro tiempo. Y en lo que
Vm. duda de la Minerva , el mismo
Brócense lo dice (*) con estas palabras :
A Philosofhis , inquit , ista sumís : me-
tuebam ne a lenonibus díceres , quasi ulla
sit ars , quí£ possit es se d ratíone aliena.
Esto es ( dice ) que no es agena la ra-
zón filosófica del arte Gramática. Pero es
cosa estraña que en preceptos de Gra-
mática se valga de razones filosóficas.
Luego las razones y causas que se han
de saber en el arte de Gramática , ha-
brán
(*) Lib. L. cap. I.
(56o)
brán de ser tomadas de la Filosofía:
que casi es lo mismo que dice Quin-
tiliano : Excutiendum omne scrtptorum
genus. Bien se puede aplicar al Brócen-
se lo que él dixo de Quintiliano : ¿ Quid
in refellendo Sanctio frustra opcram con-
sumhnus , cum ipso se suo gladio conjo-
diat ?
He trahido á nuestra Conversación
esta doctrina de un Autor Español tan
docto , y sabio , que los mas afamados
criticos no le dexaron hueso por mover.
Y coincidiendo con esta doctrina otra de
mas alto , y elevado espiritu , dexaré-
mos aqui descansar un rato al señor Bró-
cense , y me oirá Vm. sobre el mismo
pensamiento , otro de mayor exceleur
cia. San Agustín (*) hablando entre si ,
ó consigo , y su razón , dice asi sobre la
Gramática , su objeto , y oficio ; ut ra-
tiojtem rede loquendi Jiabeat. Oyga Vm.
con atención , señor D. Juan , este Dia-
logo , que vale mucha plata , y no es pa-
ra
{*) Lib. I. Soliloq. cap. ii. Dialog.
ra traerlo de chanza , por ser de quien
lo trata tan de veras.
Ratio. ¿ Quid tibi ergo videtur , dis -
cifUna disftitandl verane , an falsa est ?
Augustinus. i Quis duhitet veram ?
Sed vera est etiam Grammatica,
Ratio : : : d An ignoras omnia illa f a-
hulosa , et aperte falsa ad Gramraati-
cam pertinere ?
August. Non ignoro istud quldem ;
sed , ut opinor , non per Grammaticam
falsa sunt , sed peream qualiacumque sunt
demonstrantur. Siquidem est fábula com-
positura ad utilitatem , delectationemve
mendacium. Est autem Grammatica vo-
cis articulatce cusios , et moderatrix dls-
cip.ina ; cu¡us professionis ne ees sítate co-
gitur humante lingu^e omnia etiam figmen-
ta coUigere , quce memoriae , litterísqus
mandata sunt , non ea falsa facitns ; sed
de his veram quandam docens , asserens-
que rationem.
Preguntándose a si mismo , y res-
pondiendo , explica el Santo como Ja
Gramática no finge fábulas , ni enseña
ficciones , ni sale , ni excede de sus re-
glas
glas generales ni particulares , como ig-
norantemente juzgan algunos ; sino que
como es custodia , y moderatriz de las
Voces , y sus propiedades , se ve obli-
gada por necesaria conexión de su pro-
fesión , e instituto á averiguar estos fig-
mentos ó invenciones , y fábulas , no fin-
giéndolas ella , sino sacando , y produ*
ciendo de estos escritos una verdadera
razón de hablar. Con cuya doctrina con-
firmamos lo que llevamos explicado : es-
to es , que la Gramática debe proceder
con razones bien fundadas. De his ve-
ram quandam docens , assermsqm ratio-
nem ; y porque como es tan noble , pide
también tanta observación como ra-
zón.
I). Juan. Es cierto , señor D. An-
tonio , que para entender esta doctrina
se necesita saber mucha Gramática.
D. Antonio. Yo digo , que es me-
nester estudiar , y saber mas critica que
Gramática , para entender esta doctrina.
Y mire Vm. quien la dice , y oyga co-
mo prosigue el Dialogo.
Ilatio. Jl)lo dícas mihi tmds sit dís-
el-
(565)
apUna GrammaHc¿e : mié enim %'era est
tmde discijjlina est,
August. Isfcscio quid tibí resfondeam,
Ratio. i Nonne tibí videtur , si nihil
in ea definitum esset , et nihil in genera
et partes distrihutum , ac distinctum ,
eam nidio modo disciplinam esse potídsss ?
August. Jam intelligo quid dicas ;
ncc ulla occurrit mihi cnjusvis facies dis-
cifliude , ¡n qua non dejinitiones , ac di'vi^
sienes , ac rabiones , et ratiocinationes ,
dum quid quidque sit declaratur , diim
confusione partium sua cuique redduntur ,
dum nihil pneternnttiiiir proj^ritim , ni»
hil annumeratur aliemim , totum hoc ip-
sum , quod disciplina dicitur , egerint»
En cuya doctrina dice San Agustín que
no puede haber disciplina intelectual ,
que no proceda definiendo , dividiendo,
y arguyendo : y la Gramiitica es disci-
plina intele.ctual , que debe proceder de
este modo ; y por consiguiente disputar
y raciocinar en la Gramática , dando
causas , y probando por razones, es muy
necesario , según la mente de este Santo
Doctor.
Bb D.
(564)
D. Juan. Esta Gramática es mas
profunda que la que se enseña comun-
mente en las Escuelas ; y su doctrina tan
sana , y tan buena puede servir sola-
mente á hombres aficionados y doctos ,
que la entiendan ; pero no es aparente
para muchachos , que deben saber una
Gramática puramente metódica y y p'e-
ceftiva sin Analogías , ni otros inven-
tos, con que los aturden mas que los
aprovechan.
Don Antonio. Parece que Vm,
también se aturde , señor Don Juan ; ó
no va Vm. conmigo en la Conversa-
ción. Estas explicaciones que hacen Au-
tores tan graves , y tan doctos , es cierto
que no se escribieron para la puericia ,
pero si para los Maestros de ella. Y al
Autor ¿qI Arte del Romance Castellano
es muy justo decirle , que para ensenar,
y escribir de Arte , Romance , y Caste-
llano , es menester saber algo mas que
Gramática , Romance , Arte , y Caste-
llano. Porque sirve de muy poco que
haya tomado ]o que quiso , de Jas Gra-
máticas de Lebrixa , Pat.6n , Correas ,
Mi-
Miranda , y Gayoso , ( sobre todos ) sia
citar los lugares , si no los ha expuesto,
y explicado , según la mente de cada u-
no de ellos , emendándoles, y corrigién-
doles las erratas que cometieron.
Mas para que Vm. entienda que no
dexaron de la mano los Santos esta ma-
teria gramatical , quiero que Vm. oy-
ga ahora ( sin olvidarme dd Bróceme )
á San Gercnymo , que dice ; (i) Siquis
Grammaticam artem noverit , ve I Día-
It'cticam : tit rationem recte loqiiendi ha-
heat , et hiter falsa , et vera dijudicet.
Advierta Vm. como enseña el Santo
Doctor qual sea el objeto de la Gramá-
tica , y su oficio ; ut rationem recte lo-
quendi habeat. Note Vm. el rede loquen-
di , que es lo mismo que lo que lleva-
mos dicho. También ha de notar Vm. el
rationem , y conocerá que la Gramática
procede por razones ad recte loquendum,
como dice Aristóteles. (2) Ctim 7iulla sit
Bb 2 ars
(i) Lib. I. Cpmment. ia epist. ad Ti-
tum. cap. I.
(2) 6. Ethicor.
(366)
ars , qUíñ non sit habltus faciendi cum
ratiom , &c. Junte Vm. esta doctrina
con la de San Agustín , y verá si es ne-
cesario saber algo mas que Gramática
para enseñarla como Arte , ó como
Ciencia , ó con sofisterias. Dexo de in-
sinuar á Vm. otros Autores muy doc-
tos , como Lactancio Firmiano , S, Isi-
doro , el Maestro Soto , y otros mas ;
porque quede tiempo para todos.
D. JuA.N. Me parece que es muy
tarde , y podiamos dexar la Conversa-
ción hasta mañana ; y verá la J^ieja los
espárragos .
D. Antonio. Digo que por dexa-
da ; aunque si se rompe el hilo , se tarda
muchas veces en volver á tomar el cabo,
con otras cosas domesticas , y ocupacio-
nes necesarias> Pero vaya Vm. con Dios,
que mañana saldremos del Brócense ; y
porque no se me olvide , vuélvamelo
Vm, á acordar ; y buenas noches.
PRO-
PROSIGUE EL DIALOGO.
D. Juan. Dios guarde á Vm. se-
ñor Don Antonio. ¿Cómo está Vm ?
Don Antonio. No estoy bueno ,
porque después que Vm, se fué anoche
sentí algo destemplada la cabeza , y lo
atribuyo al demasiado frío , y yelo que
nos acobarda el espíritu ,- á lo que se
junta el empeño que llevamos , de de-
xar probadas , y establecidas de una vez
las consabidas quatro partes de la Gra-
mática , sin necesidad de la quinta ( A^
nalogia ) cuya alimaña , crea Vm. que
para desquiciarla del Arte del Romance
Castellano , me cuesta algunas xaquécas,
y vértigos al colodrillo.
D. Juan. Tengase Vm. tieso ; que
para acabar con todo , caminando con
buen fin , Dios dará fuerzas , y buen a-
nimo. Y ahora le acuerdo á Vm. ( co-
mo me encargó ) aquella grande solu-
ción del Brócense , que tanto tiempo ha-
ce la tiene Vm. suspensa , por otras que
se le han ofrecido , en nuestra Conversa-
ción. Bb j D.
(j68)
D. Antonio. Ya cataba yo en el
recuerdo de Vm. que es el punto que
le tiene en demasiada curiosidad , y á mi
con gana de que Vm. le enrienda. No
es solución , sino contradicción que con-
tra si hace el mismo Bfocense. Y no me
trueque Vm. los términos , que no ts lo
mismo desatar una cosa , que contrade^
cirse en la misma cosa.
Acuérdese Vm. de lo qu-e hemos
hablado antes , y verá la doctrina opues-
ta , y contrapuesta del Brócense ; que
como se tocó en conversación , quiere
Vm. que se quede en conversación. Pues
no , Amigo ; porque es doctrina de mu-
cha importancia para todo Erudito que
quiera saber algo de este insigne Caste-
llano , y docto Salmanticense.
D. Juan. Con todo eso me dexa
Vm. en duda sin declararme qué parti-
do tomó el Brócense en la división de
las partes de la Gramática , y quisiera
saberlo , ya que Vm. ha explicado el
que tomaron los demás Autores.
Don Antonio. Ahora si que quie-
re Vm. algo de parola , y que yo le
di-
diga en poco lo macho que el Gran
Brócense dixo en su erudita Mlnerra co-
mentada por tan insignes varones.
D.Juan. Como yo lo entienda,
digalo Vm. en la forma que gustare.
D. Antonio. Pues si ha de ser ,
Santiago , y a ellos. Sepa Vm. que el
Brócense no se acomodó bien con los an-
tiguos Gramáticos, y menos con los mo-
dernos. Hizo escuela separada en orden
á la Gramática , apartándose de la opi-
nión de muchos, especialmente de Quin-
til ¡ano , (*) porque dixo , que el oficio
¿d Gramático era explicar Poetas , y
Historiadores , afirmando que no pue-
de ser Gramático perfecto el que no
supiere Filosofia , Matemáticas , y o-
tras artes , y ciencias. Sus palabras son :
J-Zdec ig'itur frofessio cum bre vis sime in
duas partes dividatur , rede loquendi
scientiam , et Poetarum enarrationem ;
plus habet in reces su quam fronte jjromit-
tit. Nain et scribendl ratio conjuncta cum
loquendo est , et enarrationem pracedit e-
Bb 4 men-
(*) Lib. I. cap. 4.
mendata hctio : : : : Nec "Poetas legisse
satis est : excutiendiim omne scriftoriim
gemís : : : Tum nec citra musicen gram-
matices potest es se perfecta: : : Nec sira-
tíonem s'derum ignoret, Poetas intelligat: :
JSIec ignara j)liilosoj)hi£e , &c.
Esta es la doctrina que impugna el
Brócense (i) contra Qmniiliafw , quien
enseña que no puede ser Gramático el
que no hubiere leido Poetas , porque el
explicar estos pertenece á la Gramáti-
ca Histórica , y por consiguiente para
el exacto conocimiento de esta Grama-
tica es necesario versarse en todo gene-
ro de escritos ; esto es , Música , Astro •
logia , y Filosofía : excutiendum omne
scriptcrmngcnus. Asi lo dice el mismo
Qiiintiliano. (2)
I). Juan. Dígame Vm ¿en qué se
fundó Quintiliano , Autor tan celebrado
en el Mundo , que no se puede celebrar
mas , para decir , que era necesario pa-
ra ser Gramático perfecto saber tantas
artes y ciencias ? D..
(i) Minerv. Lib. I. cop. 2.
(2) Lib. I. cap. 13.
D. Antokio. El mismo Brócense
le dará á Vm. la respuesta en estas pa-
labras : Vulgi error em scciitus est Quin-
tíliafms: dicebantur enim qiwndam Gram-
matici migo qiii p'imis rudimentis ^ne^
ros instruehant^et eis Poetas enarrabanti
qiio in muñere suhetindo adlvibehant fraeter
Graminaticam uariarum artitim cognitio-
nem ; ñeque tamen wulgus intelligehat do-
ctor em illum Musiere , Astrologit^ , Phi^
losoj}hiae esse peritiim.
D. Juan. Ya que Vm. ha dado en
gerundiar la conversación , ¿ digame qué
quiere decir esa Música revuelta con la
Astrologia ?
D. Antonio. Esto quiere decir ,
que antiguamente los Maestros de Gra*
matica explicaban los Poetas , mezclan-
do varias noticias de otras artes , y cien-
cias , porque los escritos de los Poetas ,
y Autores clasicos están llenos de varia
erudición , unos escribiendo de movi-
mientos de Astros , otros trayendo en
verso preceptos filosóficos , y otras va-
rias cosas , que para explicar los Maes-
tros necesitaban de varias ciencias. Co-
mo
mo veía , pues , el vulgo ( que no sabe
distinguir entre uno y otro ) que el
Maestro de Gramática enseñaba en la
explicación de los Poetas cosas de facul-
tades tan distintas , juzgó que para en-
tender bien la Gramática se necesitaba
de mucha ciencia.
D. JifAN. ¿Esta doctrina la enseñó
solo Quintiliano ? porque antes , y des-
pués de él hubo muchos Autores , y
hombres literatos.
D. Antonio. Sobre este punto pe-
dia hacer a Vm. una larga Conversa-
ción ; pero ya va siendo tarde , y se con-
tentará Vm. con la siguiente respuesta.
Cicerón dice : (i) In Grammaticis Poe-
tarum ^ertractatio , historiarum cogni-
tio ; verborum interj^retatio ; pronuncian-
di quídam sonus. A esto mismo aludió
Filón , que refiere Aivo^er : (2) Gram-
matica historias , qu¿ie apud Poetas , et
olios scriptores , enarrans 'variariim r^-
rum cognitionem conferet. Lea Vm. este
ca-
(i) In Oratore.
(2) En su Polymat. cap. 2.
{573)
capitulo en Avjover , que es muy curio-
so ; y van siguiendo la misma doctrina
JDiomedes citando á M. Varrón (i) por
estas palabras : Grammattcae offi'cia cot-
siant in^artihus quatuor : kctions , enar-
rationCy emendatione^ et judicio , &c. Nu-
mera quatro oficios del Gramático: lec-
ción , enarracion , emienda , ó correc-
ción , y juicio. Y esto es lo que perte-
necía antiguamente al Gramático, quien
sin noticia de varias facultades no puede
cumplir con tanto encargo como se le
manda. Y á esto alude seguramente lo
qiie diximos de Mario Victorino : (2)
Grammatic^e pr¿ecipua officia sunt qua-
tuor : scribere , legcre , intelligere , pro-
haré', cuyo texto recuerdo á Vm. señor
Don Juan , porque no se le vayan
de la memoria , m al Autor del Arte
del Romance Castellano, las quatro partes
ó divisiones de nuestra Gramática Cas-
tellana.
Don Juan. ¡ Jesús Maria ! ; Dice
Vm.
(i) Llb. 2.
(2) Lib. I.
. (574)
Vm. que es tarde , y tiene traza de no
acabar en toda la noche! ¿ Si no fuera por
aquello de ahhorrent mires , le habia de
preguntar á Vm. si habia mas PP. que
confesar ?
D. Antonio. Si Padre ; que faltan
mas de veinte Penitentes , por quienes
se confesará entre los modernos el insig-
ne Antonio de Lebrixa. (i) Pregunta i
iQuotupkx est Gramm ática ? Quintilia-
no auctore dúplex : Historie} , quce in f-
narrandis auctoribus versattir , ad imi-
tationem proposita, Et Methodic'e , qii^e
artts prcecepta continet. Donde Antonio
sigue la sentencia de Quintiliano , seña-
lando por cargo , y oficio de la Grama-
tica Histórica la expresión de Poetas ,
Historias , y otros escritos.
Juan Despauterio (2) tratando de
]a excelencia de la Gramática , convie-
ne con la misma doctrina.
De estos Autores , y otros mas , se
infiere á favor de Quintiliano , que no
fué
(i) Lib. 3. cap. 3. de Erotem.
(2) En el Proemio á la Syntaxis.
(575)
fué solo en decir , que el Gramático de-»
bia tener noticia de muchas ciencias , y
facultades ; y no siguió el error del
vulgo , sino doctrina de graves Autores,
como Diomedes , y otros Gramáticos. '
Don Juan. ¿ Quándo acaba Vm.
de darme la razón formal de la incon-
sequencia del Brócense ? ¿ y del partido
que tomó en orden á las partes divisivas
de la Gramática ? para concluir nuestra
Conversación , b irnos á descansar.
I>. y\NTONio. Parece Vm. á Mari-
fierres , que entendía cada cuento de tres
aveces, i No previne á Vm. que el Bró-
cense dice , (i) que al Gramático , aun
para ser en su arte perfecto , no le toca
indagar las significaciones de tal nom-
bre , verbo , ó adverbio , &c ? . . . ¿ quta
Grammatici munus non est locum signl/l-
cat iones indagare ? ¿ó se le van á Vm.
Jas voces por el ayre , como al otro las
plumas ?
Ahora volveremos á nuestra disputa
(ó
(i) Minerv. Lib. i, cap. 17.
( Ó sea reyerta ) de si han de ser las par-
tes de la Gramática quatro , cinco , tre-
ce, ó diez y ocho, para que quede Vm.
descansado , pues tanto le enfada esta
Conversación , y le muelen estas partes ,
por cuyos molimientos estudiosos han
pasado ( y padecido ) todos los Sabios
del Mundo.
D. Juan. Dios me libre de otra al-
garavia. ¿ Ahora salta Vm. desde tre-
ce á diez y ocho , habiendo estado o-
yendo á Vm. como un muerto , sin de-
xarme respirar un instante?
D, Antonio. De poco se quexa
Vm. , y si me aprieta un poco mas , le
daré hasta treinta partes objectlve , et
subjective de la Gramática accidental ,
y substancial , si fuere necesario. Mas
porque Vm. no se asuste , solamente le
daré las pruebas a ratione , et ab aiictori-
tate , de que son quatro , y no las cinco
que nos encaxa el Autor del Arte del
Romance Castellano.
Excluyó el Brócense la división de
Quintiliano de la Gramática en Metódi-
ca , y Histórica , y . asimismo la divi-
sión
{37Í)
síon de las quatro partes en Ortographiay "
Prosodia , Etimología , y Syntaxis , por
estas palabras : Nos autem omissa Gram-
fnatic¿e dhisione , quoniam nuil a satis
commoda occurrehat , sic sumus exorsi.
Porque dice , que no hallaba conmoda
división de la Gramática.
D. Juan. Causaria grande novedad
á los Gramáticos de su tiempo esa rara
opinión, y no se la dexarian pasar, por-
que era contra el torrente de aquellos
celebres Humanistas de su tiempo.
D. Antonio. He , de todo hubo
en la viña : y aunque su Minerva es mas
ílosoíica que gramatical , no faltó entre
tantos uno que lo maltrató con desver-
güenza, Diréle á Vm. quien es , no pa-
ra abbarle , sino para vindicar al Bro^
cense , Maestro de los Maestros , y Doc-
tor de los Doctores , como le llama el
critico Gaspar Sciopjno : sin dexar de
disentir a la ninguna formal división de
las partes de la Gramática , que nos de-
bió dar , como los demás Gramáticos
de antes , y después de su tiempo.
D. Juan. Ahora oiré á Vm. con
mas
mas gusto , porque me huele á cuento
lo que Vm. va á decirme. Y sabiéndolo
yo , si me gusta , lo contaré en todas
partes , porque venga á noticia de todos.
D. Antonio. Pues oyga Vm. con
atención , y acabará de salir de sus du-
das.
Dice el Brócense : (i) Alii "vero di-
n)idunt Grammaticam m literam , sylla-
bam , díctioneín , et oraticnem : sivey quod
Ídem est , in Orthografhiamy Prosodiam^
Etymologiam , et Sjntaxin. Y redarguye
asi ; Sed oratio , sive Syntaxis est finís
Grammatu¿e : igitur non pars illiüs j
nam , iit inqidt Cieno , aliud est ars , a*
liiid artis finís. Sic enim aliud est Gí'am-
matlca, aliud Grammatic¿e Jinís , et seo-
j)us : : : Ttwt deinde litteraj?ars est syl*
lahae , syllaha dictíonis , et dictiones ífs¿€
partes oratíonis : non igitur partes Gram-
maticae ; et cujiiscumque reí pars alíus
rei pars esse ?íonpotest,
D. Juan. Expiiquemelo Vm. , y
quien
(i) Mincrv. Lib. i. cap. 2,
1379)^
quien es el que le trató con demasiada
desvergüenza. i
Don Antonio. ; Qué amigo es
Vm. de cuentos ! Dice asi : La Synta-
xis , ú oración no es parte de la Gramáti-
ca : luego no son partes de la Gramati-^
ca la letra , sylaba , y dicción. El ante-
cedente consta ; porque la oración es iin¿
ú objeto de la Gramática ; sed sic esP
que el objeto , ó ñn es distinto del arte,
como dice Cicerón : luep-o la oración ,'
ó Syntaxis no es parte de la Gramática.
La conseqüencia principal se prueba.
Partes de una cosa no pueden ser par-
tes de otra cosa distinta de ella : la letra
es parte de la sylaba , la sylaba de la
dicción , la dicción parte de la oración ,
y Ja oración es cosa distinta de la Gra^
matica ( como lo prueba con Cicerón )
luego la letra , sylaba , y dicción no son
partes de la Gramática. Y asi dixo , qua
no halló cómoda partición de partes di-,
visivas de la Gramática. Nos autem o-
wissa Grammaticí€ divisione , quoniam
india satis commoda occurrehatysic surrnis
exorsí.
Ce D.
D. Juan. ¡Jesús , señor Don An-
tonio ! ViU. ha tomado por su cuenta al
Brócense , y no acabará en la vida de
Néstor. ¿Con argumenticos se andaVm.
ahora , como si estuviéramos en Sala-
manca ?
D. Antonio. Vaya , hombre , ten-
ga Vm. papencia , que ya le voy á dar
en el cuento, digo en el gusto ; y conoce-
rá al enemigo : y vaya de cuento. Pasó
de este mundo al otro , como el Brócen-
se , un buen hombre , que por fuerza
renunció el cuello , y sotana ; vio difun-
to al Gran Brócense habia muchos años,
y soñó una noche aquel refrán : A toro
muerto gran lanzada. Este se llamaba N.
Vargas. ¿ No le haoidoVm. nombrar
por aquello de A'verignelo Vargas ? Pues
este, como digo de mi cuento ; ¿va Vm.
en cuenta , señor Don Juan ? escribió un
Libio en quarto , cuyo titulo es : Eluci-
data Grammatica , y en ella ingirió un
apéndice misceláneo al cap. i . contra el
Sabio Brócense , defendiendo contra él
la opinión común de todos los Gr¿imati-
eos de dividirse en quatro partes la Gra-
ma-
matica ; y asi dixo lo siguiente : ( i )
Latina Grammatica Methodica : : : qua-
tüor dsbet continere partes ; scilicet Syn-
taxin , Prosodiam , Ortografhíam , a
Etymologiam ( sed non dixit Analogiam)
quarum p'ima , atqus secunda adrectam
locutionan : tertia , et qtiarta jam adío-
cutiojiem , jam ad scrij^rionem requiratur»
Syntaxis enlm rectam oratlonem ostendit
eff'icere. Prosodia eandem proferre docet,
Üi'tographia orationis scribend^ , ac pro-
nunciandíe rationem fr¿¡ebet. Etymologia
denlque Latinarum originum inquirms ,
tam ad pronu7tciandi quam ad scribendi
modum conducít.
Este Latín está claro ; ya Vm. Je
entiende; y asi vamos a la Crisis que
llamó Vargas Ant i brocen sis.
In primis Auctor Jiic Syntaxin , alias-
que partes , d nobis a^signatas , repro-
bans , Grammaticam artem vfdeíur par^
tium omnino expertem relinquere: explicms'
se poíerat nobis , quid sit monstnim lioG
grammaticale divisibllitate adió inimii'
Ce 2 ne ,
(i) Lib. I. Cap. I.
ne , ^el partes alias d nostris diversas ,
natur¿eque ipsius artis aptiores pr¿efini^
ret. Dice Vargas , que el Brócense re-
probando las divisiones expresadas , de-
xa al arte Gramática sin partes ; y nos
pudiera haber explicado ¿ qué viene á
ser este Monstruo gramatical tan libre
de división ?
D. Juan. ¿ Se quedó ese borrón en
el mundo sin defensa , llamando Mofis-
truo gramatical a una obra tan grande ;
y á un hombre el mas docto de su si~
glo ? i y mas viviendo otro de igual
ciencia , y suficiencia como el Cantape-
trense , y Sánchez Lusitano , y otros Sal-
manticenses profundísimos Í7i omni mate-
ria scibili ?
D. Antonio. ¡ Terrible pregunta
es esa , Don Juan ! Yo he recorrido mis
memorias , y me parece que allá en las
Questiones del doctísimo , é ilustrisimo
Cano ( gloria de nuestra nación ) da á
entender en una de ellas algo de las fa-
mosas obras del Brócense , y sus pren-
das muy notables , porque fueron muy
fieles amigos. Mas no se quedó sin vin-
di-
dicacíon declarada , pues nuestro eru-
dito Maestro , contemporáneo , Salman-
ticense , Fray Geronjmo de San Agustín
en sus Misceláneas , y Disputas Grama-
ticales (i) ( á quien yo sigo en toda es-
ta doctrina ) hizo la defensa en forma
silügistica , como verá Vm. hasta la con-
clusión de nuestra Conversación dialo-
gica. ^ ^
Vindiquemos aquí al Brócense con
la doctrina prometida.
Gramática indivisible en partes es
Gramática monstruosa ; el Brócense al
parecer dexa á la Gramática indivisible
en partes : luego dexa una Gramática
monstruosa. Este silogismo tiene poca
fuerza , contra Vargas ya citado.
Primeramente , porque no dixo el
Brócense que la Gramática era indivisi-
ble , sino que omitía el dividirla , por-
que no le ocurria división conveniente,
como consta de sus palabras referidas :
Nos autem omissa Grammaticce divisio-
Ce j ne ,
(i) Tratad, i. Disput. 3. quccst. i. §. 3.
num. 75.
(J84)
ne , quoniam nidia satis commoda occur^
rebat . Luego sin razón impugna Vargas
al Brócense , porque dexó la Gramáti-
ca indivisible ; porque no es lo mis-
mo omitir una cosa que negarla : luego
si el Brócense omite la división de la
Gramática ( como él confiesa ) porque
no sabe como dividirla , sin razón se le
atribuye aquel balbuciente mote del
Monstrum grammaticale indivisibile .
D. Juan. Mucho se aparta Vm.
del punto principal de nuestra Conver-
sación , que es sobre probar las únicas
quatro partes de la Gramática ; y veo á
Vm. muy engolfado con el Brócense^ y
el buen Vargas , sin importarnos ahora
mas que acabar de concluir al Autor del
Arte del Romance Castellano , con sus
cinco partes ; y dexémos lo demás á que
lo enseñen ios muchos , y buenos Gra-
máticos que tenemos en los estudios de
demro y fuera de la Corte.
D. Antonio. Ya veo que Vm. se
cansa ; pero deseo que me oyga otro ra-
to , porque es materia que me gusta.
Mire Vm : aqui tocamos quatro Autív
res
(J85)
res doctos : el Autor ¿el Arte del Ro-
manee Castellano , Quintiliano , el Bro-
cense , y Juan de Vargas ; y á cada u-
no es preciso dexarle en el lugar , y
grado que le corresponde.
Gramática indivisible con la indivisi-
bilidad que pone el Brócense, no es Gra-
mática monstruosa , porque la indivisi-
bilidad que pone el Brócenle , es exclu-
yendo la división de la Gramática en
Metódica , é Histórica , de que diximos
que no eran distintas Gramáticas , sino
distintos oficios de una indivisa Grama-
tica , y excluyendo la división en Orto^
graphia , Prosodia , Etjmolcgia , y Sin-
taxis , que no son Gramáticas diferen-
tes ; luego poner una Gramática indivi-
sible como la pone el Brócense , no es
hacer una Gramática monstruosa , sino
verdadera.
Parece que en esto impugnamos mal
al Brócense , porque negaba esta divi-
sión contra Quintiliano : y satisfaremos
asi esta mala impugnación. No impug-
namos al Brócense porque negase esta di-
visión entendida de modo que fuesen
Ce 4 Gra-
Gramáticas distintas la Metod-ca , y la
Histórica , porque esto no lo dixo Quin-
tiliano ; pero si le impugnamos , porque
no distinguió , y negó la división á lo
menos de varios oficios de la Gramática,
y también porque no entendió el sen-
tido en que la dividió Quintiiiano , con-
tradiciéndose a si m.ismo.
D. Juan. No dirá Vm. que no le
oygo con la mayor atención , porque
semejante modo de hablar de Gramática
no se halla á cada paso , y no es de a-
quellos principios generales que nos da
el Autor del Arte del Romance Casíe-^
llano allá en su obra de tantas acosas á re^
bueltas de una sola. Prosiga Vm. que
no puede dexar de dar gusto a algunos
curiosos , y aficionados.
D. Antonio. Pues advierta Vm.
otro punto de no menos gusto , que nos
explicó N. M. S. Agustín , en que dice
^ue hay Oitografhia directiva , y Orto-
grajjhta directa : Syntaxis directiva , y
Syntaxis directa : ó en otros términos ,
Syntaxis subjectiva , y Syntaxis objecti-
ya i que por no distinguirlas el Brocen-
se,
Cj87).
se , se confunde, Syntaxis directiva es a-
cjuella parte de la Gramática que da re-
glas , y la dirige con ellas para hacer
una congrua composición ex parte ob^
jecii , mediante la dirección del arte , re-
sulta que es Syntaxis directa. Son cosas
muy distintas el arte , ó parte del arte,
que da reglas para hacer una cosa , y
la cosa hecha ; que es objeto , y efecto
artificioso del arte. Los Autores que di-
viden el arte de Gramática en Ortogra-
filia , Prosodia , Etjmologia , y Synta^
xis , no dividen la Gramática en Sjnta--
xis directa , sino en Syntaxis directiva ;
de modo que al arte de Gramática la di^
viden en quatro partes , y a cada una
corresponde su objeto. A la Ortograj^hia
co^-responde por objeto la letra , para es-
cribirla bien : á la Prosodia h sylaba ,
para bien pronunciarla ; á h Etjmologia
h dicción , para saber su origen : a la
Syntaxis la oración , para componerla
congrruamente ; y asi la letra , sylaba ,
dicción , y oración no son partes de la
Gramática , como mal entendió el Bró-
cense , sino objetos de las quatro partes
re-
(j88)
referidas de la Gramática , Oriogra^liiay
Prosodia , Etimología , y Syntaxis.
D. Juan. Esta doctrina me huele
mucho á la amenaza que hizo Vm. de
que probaria hasta jo partes de la
Gramática contra la quinta de la Ana^
logia , que nos encaxa el Autor át\ Ar-
te del Romance Castellano , sin haber de-
clarado , ni probado antes , ó después su
opinión.
D. Juan. No hay que admirar ,
pues ve Vm. que el Brócense no nos dio
a todos el gusto que queremos ; porque
qiiot homines , iot sententia ; y por este
exemplar quiere el Autor ¿.ú Arte del
Romance Castellano hacer también secta
separada , fundada en su machinismo ,
sin mas autoridad que la de su buena ,
ó niala gana.
Si el Brócense , y el Autor del Ar-
te del Romance Castellano , y también
Vósio , se hubieran hecho cargo de to-
do lo referido, habrían hallado esta doc-
trina segura en el mismo Antonio de Le-
hrixa (*) en estas palabras : JSam Or-
tho-
(*) Lib. 3. c. I. de Erotem. Grammat.
thographia disputat de litera : Prosodia
de syllaba : Etimología de dictione ; Syn-
taxis de partium , sive dictiomim ínter se
composüione. Donde no dice, que la Or-
tographia es letra ; sino que disputa de
ella ; no que la Prosodia es sylaba ; sino
que disputa de la sylaba ; y asi de las
demás partes : luego la división que dan
estos Autores , no es de modo que nu-
meren por partes de la Gramática á la
letra , dicción , y oración ; sino que es-
tas son objetos de las quatro partes reci-
bidas , y establecidas de Ortographia ,
Prosodia , Etymologia , y Syntaxis,
Qualquiera parte de la Oración sea
Ja que fuere , dice Lehrixa , es capaz de
que acerca de ella se versen solas las
quatro partes de la Gramática : ¿lue-
go para qué la Analogía del buen Autor
del Arte del Romance Castellano , que-
dando entendida en las dichas quatro
partes ? Porque verdaderamente qual-
quiera parte de la oración se puede con-
siderar ut scribenda ; esto es , con qué
letras se debe escribir , y asi es objeto de
la Ortographia, Puede considerarse ut
pro-
frontincianda , esto es , con qué accento,
y cuantidad ; y asi es objeto de la Proso-
dia, Puédese atender ut signiHcans , esto
es , qué signifique , que tai vez se cono-
ce por su origen ; y asi es objeto de la
Etpnologia. Y puédese contemplar ai
fonibilis in oratione , esto es , como de-
ba juntarse con otras partes ; y asi es ob-
jeto de la Syntaxis, Y esta es la questioa
¿.ú Brócense , que confunde las partes de
la Gramática , Ortografhia , Prosodia ,
Etimología , y Syntaxis , con las partes
de la oración , que son sus objetos ; co-
mo el Autor ¿d Arte del Romance Cas-
tellano con su estraña Analogía.
D. Juan. Vea Vm. señor D. An-
tonio , si manda en que le sirva ; que
me voy á recoger , porque ya me due^
Je la cabeza de oir a Vm. tanta letra-
deria , que no tiene íin.
D. Antonio. Bueno es , que no su-
da el ahorcado , y suda el Teatino. Aguar-
de Vm. á que acabe la oración , y lo
dexarémos hasta otra noche. He especu-
lado los motivos que he juzgado por
mas probables, y que nos han servido en
núes-
(J90
nuestras divertidas Conversaciones ; y si
como he deseado encontrar la verdad ,
la hubiere hallado , no dudarla de nues-
tros ratos el desempeño ; pero hallar es-
te tan cabal , y perfecto , es obra de mas
alta penetración. In mitltis oiim o^cndi-
7nus omnes : et siquis in "verbo nonj^eccaty
hic perfectus est vir, Jacob, j.
jD. Juan. Es ni mas , ni menos co-
mo Vm. dice ; mediante lo qual es ra-
zón que descansemos de los malos ratos ,
que nos ha dado el Arte del Romance
Castellano , ínterin salen nuestras Con-
versaciones criticas a volar, a probar for-
tuna , y en suma , a ver con qué cara las
admite el Publico.
D. Antonio. Me parece bien el
pensamiento , y creo firmemente que el
Publico las tratará como merezcan.
D. Juan. Hemos hecho lo que se
ha podido , y en ellas se halla de todo
como en Botica.
D. Antonio. ¿Y qué libro me da-
rá Vm. en que no se hallen cosas bue-
nas , medianas , y malas ?
D. Juan. Solo uno , que es el Co-
di-
dice de las verdades eternas , esto es , la
Biblia Sagrada , en que se halla todo
quanto hay que saber.
D. Antonio. Es verdad ; pero en
todos los demás Libros , sacando los Sa-
grados , se halla de todo , como Vm.
dixo , y mucho mejor nuestro amigo el
agudísimo (*) Marcial.
Sunt bona , sunt quídam mediocria ,
sunt mala plura
Qux legis hic : aliter non fít , Avite , lí-
ber.
D. Juan. Pues si hay eso , y los
Libros no pueden hacerse de otra suerte,
I para qué nos cansamos ? Ahora , aun-
que también deseo descansar , me ha da-
do gana de traducir ese Distico , para
satisfacer la curiosidad , ó el antojo de
algún Romancista , que no esté poseído
de Latín.
í>Al-
(*) Martial. Lib. i. Epigramm, 17.
(J9J)
9> Algo leeris bueno aquí ,
5í Algo mediano ; ya escucho
51 Avito , que hay malo mucho ,
j> Pero un Libro se hace asi.
F I N.
Í)ICE. 1>£BE DECIR,
Pag. 1 80. lin. 4. Pcotica ..... Poética.
Pag.. 221. .. lin. 10 en ... dd
Pag.. 260. .. lin. I... pluüma.*..jt7//¿?;7¿í.
Pag. J2J. l.j. Esymologia. Etimología.
Pag. J44. lin. 20. Asia. . . . Acia. /
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